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La Mascara del Engaño por cielphantomhive

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Notas del capitulo: manden comentario o no actualizo....
no es amenaza solo sugerencia.....
El diamante Diana



Banco Nacional de Tokio, Japón, 11:40 hrs.


La noche había empezado bien, hasta que a el se le había ocurrido la mala idea de desobedecer la advertencia del Conde, ahora el y su hermana estaban atrapados sin la menor oportunidad de escaparse, tal vez era algo precipitado decir que sin ninguna oportunidad, por que si de algo se jactaba Géminis era de salir de asta las peores situaciones, era en momentos como aquellos en los que debían hacer honor a su fama, intento concentrarse, solo tenían una posibilidad.


Sonó el intercomunicador en marcha regresiva, solo un suspiro y sus cuerpos estuvieron por completo en la mira, ambos corrieron en sincronía mientras unos miraban al ladrón del techo otros lo veían salir de la puerta trasera, sus pies avanzaban a la misma velocidad, es mas, parecían uno el reflejo o la sombra del otro, como saber si eso no era solo un truco, la mayoría detuvo los disparos sin saber a quien apuntarle, pero la confusión no duro mucho.

- Disparen al que tengan a la vista, no importa si es solo una ilusión mas vale prevenir, disparen – fue un discurso largo

- ¡Fuego!

- ¡Fuego!

Se escucharon sus subordinados repitiendo las órdenes, mientras las detonaciones se reanudaron, ellos se detuvieron uno al borde de la terraza, con su capa negra mecida al viento, el otro en la barda que delimitaba la entrada al acceso principal, y como si se tratase de una película el silencio se instalo por segunda vez, el báculo que tantas veces les causara asombro apareció en la mano de ambos de una manera casi ilógica, se movían en sintonía, eran exactamente iguales.

- Muy buenas noches tengan todos ustedes, les agradezco su esmero por intentar atraparme, pero la verdad es que aun les falta bastante para alcanzar siquiera a tocarme, así que con su permiso, me retiro – Elle Lawliet miro estupefacto cada uno de los demás movimientos – uno, dos, tres…

Una lluvia de pétalos de cerezo cubrió por completo los cuerpos de ambos jóvenes y desaparecieron dejando atrás su botín, dos cuadros cayeron estrepitosamente al suelo, los miles de ojos se quedaron quietos en espera de ordenes, el teniente enderezo su cuerpo detrás del matorral del que se encontraba escondido, a él no lo engañaba nada esa treta, el sabia que no debían estar muy lejos así que sin pensar lo dos veces ordeno que todos siguiesen en su posición, él no caería en la trampa de Géminis, miro en su entorno, escogió a cuatro de los mejores hombres y les envió a recorrer los alrededores, otros dos le acompañaron al edificio, ordeno registrarlo por completo.

Ese sujeto comenzaba a sacarlo de sus casillas, no solo, no se habían ido; sino que estaban registrando el banco, en cualquier momento darían con que la pintura original jamás había salido, y si eso era si; adiós trabajo, el mayor no quería pensar en el castigo que les esperaba, intentaba idear una forma de librar aquella situación, ellos habían salido, si, pero y la pintura, llevaban un duplicado para la estrategia de señuelo, pero esta vez no funciono, en cuanto entro a la bóveda vio el que se suponía era el original, claro que los ojos bien estrenados pronto se dieron cuenta de que era una replica, muy buena pero al final falsa, cosa que confirmo al escuchar decirle a su hermana que le disparaban si fuese el óleo original ni siquiera hubiesen pensado en la posibilidad, buscando con mayor detenimiento encontró una caja dentro de la caja, cubierta por barios estantes llenos a reventar de dinero, para cualquier ladrón con ello se hubiese conformado y hubiese pasado sin mirar la caja camuflaje hada de la pared pero Géminis no era cualquiera, así que con algo mas de esfuerzo esta vez logro hacerla ceder para tener ante si a la obra original, y algo mas…

Pensó en hacer una salida maestra, desaparecer del lugar frente a los ojos de todos, cuando esto sucedía los policías se retiraban del lugar, con las pinturas que dejaran caer para llevarla a algún laboratorio y corroborar su autenticidad dándole oportunidad a Géminis de regresar nuevamente por el original que yacía escondido en una de las salas del Banco; pero ahora no solo no se habían ido…

- ¡Mal dicción! – exclamo el mayor

- No te desanimes hermano, hay algo que podemos hacer

- Así – miro como su hermanita se acercaba a uno de los francos tiradores – ¿que es?


El teniente corroboro por el mismo en la caja; cual quiera que fuese su reacción no daba crédito a lo que en verdad sentía, la pintura original había sido sacada, ¿como era posible que aquel sujeto hubiese tenido tiempo suficiente para abrir ambas cajas?, y lo peor de todo ¿como supo que era falsa?, su mente de inmediato rememoro el momento de la huida de Géminis había dos pinturas una de ellas debía ser la autentica, salio a todo corre, mirando en todas direcciones uno de los oficiales tenia ambas entre los brazos, le miro mientras mandaba a otros tres compañeros a vigilarlo, volvió dentro mientras les ordenaba salir a los otros cuatro.

- Un momento yo solo designe a dos - lo dijo o lo pensó en realidad no importaba – ¡deténgalos! - grito mientras un sin fin de patrulleros les cortaban el paso

- Quítense los casco – ordeno Elle

… - Los dos primeros obedecieron a la orden y fueron reconocidos inmediatamente por sus compañeros

- ¡Quítense los cascos! - ordeno nuevamente Yagami acercándose, mientras eran acorralados, les apuntaron a quema ropa esta vez no habría ningún fallo el comandante sonrió por anticipado
-

- Un movimiento de cabeza basto para que un segundo se acercase a retirar sin ninguna consideración los cascos de un tirón

- Pero que demonios… - rugió Light




Isla de Okinawa, Japón


Hacia ya varias horas desde que regresaran de la misión, y como de costumbre nada mas llegar se dirigieron al despacho de su Jefe, el cual estaba como de usanza pegado al teléfono, intentaron no darle mayor importancia, colocaron el encargo sobre su mesa y se retiraron, seguramente los llamaría en cuanto terminara de negociar alguna nueva comisión, hasta entonces mas les valía darse una ducha y descansar, la ultima parte de su plan por poco no funciona, y eso debido a su falta de seriedad para verificar el funcionamiento de sus utensilios, Hikari tenia varios roces de bala, nada serio pero si no se atendían a tiempo podían ocasionar una seria desventaja en el siguiente trabajo, él no estaba mejor.

Sus habitaciones eran espaciosas, con baño individual, un botiquín de primeros auxilios y algunos remedios caseros que ellos mismos hacían a base de plantas medicinales, no es que fuesen genio o algo así, solo que estaban bien entrenados para cualquier situación posible.

Hacia varios años que vivían en aquella mansión, a decir verdad ellos eran en parte agradecidos por la oportunidad que se les brindo, claro que siendo el mayor Taichi tenia mas recuerdos que su hermanita, él si tenia presente la forma brutal en la cual sus padres habían muerto un hermoso día de Mayo; aquel día como cualquier otro habían salido para disfrutar de un fin de semana familiar, recorrían las calles del centro, conversaban y se divertían con alguno que otro comentario, mas al doblar la esquina su mundo desapareció para con vestirse en pesadilla, la policía estaba en pleno tiroteo contra unos asaltantes, fue una bala perdida la que alcanzo a su padre en la cien, se escucho el alarido de dolor de su madre, intento controlar el vehiculo, su esfuerzo por no dejarlos morir, pero nada, el pie de su padre estaba en el acelerador, inutilizando todos los esfuerzos de su madre, el la miro llorar, asustarse cuando el fin llegaba, el golpe de la camioneta al chocar con otros vehículos, la sacudida al volcarse, el rostro mal trecho de esa mujer rogándole que saliera y por ultimo, cuidar de su hermana, la observo; después tomo como pudo al bebe que era Hikari para salir de ahí, mas tarde la explosión que lanzo a ambos hermanos lejos, los disparos seguían y uno de ellos dio en su costado mientas otro mas atravesó el abdomen de la niña, después solo silencio y oscuridad.

La puerta abriéndose de su habitación lo extrajo de tajo del lugar donde sus recuerdos mas dolorosos le llevaron, tal vez no era justo que miara con odio aquel chico, que de una u otra forma compartió el mismo destino, sus padres al igual que los suyos murieron, mas bien fueron asesinados y Ciel buscaba una venganza que Tai consideraba casi imposible, y el salvarlos, solo fue parte de esa meta; al final de cuentas estaban vivos y todo lo que sabían se lo debían a él…

- El cuadro es maravilloso, y ya tengo varios compradores, are la subasta para sacar el mayor provecho posible, ah y les felicito esta vez no pensé que pudiesen lograrlo... les dije que no subestimaras a ese teniente, espero que para la próxima vez tengan en cuanta mis advertencias- rugió el chico de ojos azules, en su mirada fría se notaba lo engreído de sus palabras

- Lo siento Conde la próxima vez lo are así – bajo la cabeza en forma de arrepentimiento, y es que esta vez no había forma de refutarle nada…. “como siempre” pensó

- Bueno como estoy de excelente humor lo pasare por alto Tai, por otro lado acabo de recibir una llamada algo inquietante por parte de nuestro contacto – su miro directo a los chicos – Sebastián dice que un tal Ishida necesita de nuestros servicios, aun que desconfió de su credibilidad, me entusiasma la forma en que dio con él

- ¿Cual es el trabajo? – Tai no interrumpía nunca al Conde ya que esta era una falta de respeto total a su persona, lo analizo demasiado tarde, por suerte como el mismo lo dijera estaba de buen humor

- Párese ser que busca extraer del edificio de la ONU un articulo, como sabrás este es uno de los edificios mas inaccesibles, muchos de los diplomáticos del mundo guardan documentos de importancia no mundial, sino histórica, así que supongo que lo que desea es que entren para obtener alguno de los documentos que ahí se guardan – conjeturo Ciel, sentándose en una de las sillas de la estancia, como siempre su ropa impecable y sus posturas lo hacían digno del titulo de Nobleza que portaba

- Por lo regular los documentos están en la parte blindada del sótano pero en caso de que sea de mayor importancia como préstamos, acuerdos territoriales o en el más común de los casos, fraudes con las patentes y expropiación, deberán estar por debajo de la misma zona de seguridad.

- ¿Como sabes eso Hikari? – pregunto algo dudoso el mayor de los hermanos

- Hay Tai lo que pasa es que la ONU gusta se jactarse de tener el mejor sistema de seguridad ofreciendo sus bóvedas a los accionistas mas renombrados de la bolsa de valores, en verdad pocos lo saben pero es la ONU quien en verdad tiene todas las cotizaciones de la bolsa y los fondos del Banco Mundial, de hecho su sistema es tan en cripta do que ni siquiera el señor Michaelis a logrado desentrañar la forma de entrar

- Ese Sebastián me va a escuchar, no debe realizar trabajos por cuenta propia lo sabe – refunfuño el joven Phantomhive ante el comentario, ese sujeto siempre se metía donde no le llamaban, o mas bien adonde lo desafiaban

- Pero si ni el puede entrar como esperas que lo hagamos nosotros – Tai en verdad estaba sorprendido que el haz de la informática no pudiese acceder a algún lugar

- Aun no he dicho que si, solo escuche las peticiones del cliente y eso no hace daño a nadie, en especial a mí, ya que el pago es el cincuenta por ciento de lo que saquemos y saben a cuanto equivale eso… - su sonrisa socarrona contesto en su lugar, Ciel era un joven ambicioso y su meta aun estaba bastante lejos, pero una buna suma de dinero lo aproximaría a su objetivo

- Me supongo que una buena cantidad – Hikari no comprendía del todo al Conde pero si de algo estaba segura era que tenia bien claro adonde iba, y eso lo respetaba

- Bastante buena, pero por ahora lo mejor es encargarse de un asunto menor, el diamante Diana – termino, mientras sus ojitos azules brillaban con intensidad

- Escuche que lo tendrían en exhibición en el museo, pero no se ha dicho cuando

- Me legra que estés informado Tai por que ese será su siguiente trabajo… - se levanto con gran majestuosidad, dejando ver su porte – espero que esta vez no haya fallas...

- Como usted diga Conde Phantomhive... –respondieron al unísono los dos hermanos




Edificio de la Policía Federal Japonesa del distrito de Tokio

Elle no podía creer que lo hubiesen burlado, ni el sabría nunca lo cerca que estuvo de atrapar a Géminis esa noche, pero la verdad era que había sido engañado como si tal cosa, y para su pensar el cuadro era ahora historia, valga la redundancia, y no quería pensar en lo que sucedería el día de la exhibición del Diamante, era una pesadilla, el tiro le salio por la culata, se suponía que el cuadro estaría salvo, pero como iba a adivinar que aquel miserable cleptómano notaria la diferencia entre la copia y el original, si que era listo, debía reconocérselo, mas no estaba para estar halagando al enemigo, se sostuvo la cabeza con las manos, en un intento desesperado por aminorar la migraña que se acercaba, con mayor detenimiento intento repasar los hechos acontecidos, todo iba según lo planeado, el sacaba a Géminis quien creía haber robado la pintura, claro la falsa no contaba con que abriera la cámara de seguridad máxima, bueno el caso es que los ve desaparecer, por que son dos, para después entrar, es obvio que la obra no había abandonado el edificio, por que de otra manera el ladrón no se hubiese molestado en tramar un segundo allanamiento, su distracción le costo el cuadro, y lo peor, cuando creyó tenerlo, cuando acorralo a esos dos agentes, la burla total, como logro narcotizara a dos de sus hombres, los envió dentro, distraen su atención mientras la pintura era sacada a sus espaldas, nada de dignidad después de eso, estuvo tan cerca.

Pero estaba seguro que esa no será ni la primera ni la ultima vez que se enfrentara a Géminis y la próxima vez seria la definitiva, no había llegado a donde estaba por dejar que un miserable le viese la cara de…

- Teniente el comandante quiere hablar con usted - dijo uno de sus subordínanos mientras le miraba con algo de sonrojo – y… solo quería que supiera que yo confió en usted, esta ha sido la primera vez en que Géminis a sentido miedo, por que le seguro que nadie jamás logro ponerlo en jaque así que no se desanime, estoy seguro que le atrapara en la exhibición del museo – su voz salía con algo de nerviosismo y el color había subido de tonalidad casi al de un jitomate

- Esta bien, gracias Matsuda –contesto Elle mientras le dedicaba una mueca parecida a una sonrisa

El muchacho se retiro algo apenado por el gesto, pero feliz, eso era algo que jamás entendería, hacia mucho tiempo su hermano Beyond le advirtió que tuviese cuidado en la calle, cuando el le cuestiono el ¿Por qué? el otro solo respondió con un, “por que eres una monada”, acto seguido le beso la mejilla, “algún día entenderás que el tener un bonito rostro es un castigo para un muchacho”, cosa que no entendió en si hasta la preparatoria donde uno de los estudiantes intento abusar de él, y como de costumbre su hermano lo salvo, pero esa fue la ultima vez; una semana después, le diagnosticaron cáncer maligno, no lo pudo soportar y al tercer día se suicido, desde entonces Elle juro no volver a ser nunca un débil, se adiestro en casi todas la disciplinas desde tiro con arco, hasta el mas avanzado curso de judo, no había arma que no supiese usar, el debía vivir por dos; su hermano siempre decía que cuando creciera seria alguien muy importante del ejercito, mas Elle reconoció a tiempo que el ejercito estaba demasiado lejos del problema real que eran las calles de la ciudad, así que aun cuando se le ofrecieran varias oportunidades para ascender no tomo ninguna, el no era para quedarse detrás de un escritorio, estaba para salvar vidas y ayudar a las personas eso era lo que hacia.

Sin darse cuenta termino frente a la puerta del comandante, miro de reojo el nombre escrito en la placa “Yagami Light” y sus piro, tal vez algo de valor le aria bien, sus pies le temblaban aun cuando el se negase a aceptarlo, toco con suavidad para recibir la invitación algo irritada del dueño.

El castaño miraba distraídamente por la ventana mientras fumaba un cigarrillo sin filtro, Elle pensó en lo gracioso que se veía aquel chico, por que el teniente no tenia mas de un año de diferencia con el, tenia una buena complexión y su cabello siempre pulcramente peinado, además sus ropas impecables, y su rostro era la viva imagen de la perfección, eso era hasta que abría la boca, por que entonces era otra historia, nada que ver la actitud con aquella fachada, porque su atractivo no era comparable con su inteligencia.

El por su parte al verlo entrar solo se dio media vuelta para encararlo, no podía echarle en cara su fracaso ya que el mismo no había servido de mucha ayuda, sin mencionar lo cerca que estuvieron de coger al ladronzuelo, pero eso era punto y aparte, por ahora lo importante era saber como recuperarían el cuadro.

Los dos se miraron fijamente por espacio de unos segundos, segundos que parecieron eternos al darse cuenta de su mutua compenetración ambos desviaron sus miradas algo sonrojadas, el primero en hablar fue el comandante, que tocio un poco para aclararse la voz, mas sus pensamientos estaban por demás lejos de los tartamudeos ilógicos que salían de su boca, Elle no se encontraba en mejores condiciones, sus mente no paraba de increparle el atractivo que su nuevo jefe despedía, su piel morena esos ojos miel y sobre todo aquel mohín infantil que hacia al arrugársele la nariz, por los disgustos.

- Deseaba preguntarle que podemos hacer con respecto al cuadro - fue apenas un hilo de voz audible, sus mejillas estaban encendidas.

- La verdad es que no lo se, pero si te hace sentir mejor yo asumiré toda la responsabilidad, de todas maneras fui yo quien pidió la pintura – Elle no quiso devolver la vista estaba nervioso

- No es por eso, yo aquí soy el encargado, así que por favor no digas esas cosas, resolveremos esto juntos – sus mejillas bien podrían competir con carbones ardiendo.

- Es usted muy amable pero sin duda yo me encargare de recuperarla, ya había previsto esta eventualidad y tome mis bebidas precauciones, lo mejor por ahora es concentrarnos en la exposición del diamante, ¿ya tiene prevista la fecha?

- Si se realizara el jueves de la próxima semana a las 19:30 hrs. como inauguración a la sala de arte europeo, de entrada el edificio estará mas que resguardado ya que al evento se han invitado a personajes muy distinguidos entre ellos al mismo Sr. Ishida

- Lo que me sorprende es que no haya retirado su oferta después de lo del cuadro – Elle volvía a ser el mismo de siempre, sacando a relucir su gran poder de deducción

- Si en verdad lo ve tan sospechoso tal vez deberíamos posponer el evento

- No de eso nada –los ojos de Elle brillaron con malicia, lo que yo creo es que el tal Yamato esta pensando algo o muy malo para Géminis o para nosotros así que es mejor darle el beneficio de la duda

- Pero ¿que pasara si el esta de parte del ladrón?

- Entonces mi querido teniente – se dio la vuelta para quedar de espaldas, por lo que no noto el aumento de calor corporal que sufrió Yagami ante la palabra “querido” - atraparemos dos pájaros de una sola pedrada

Esa tarde se retiro del edificio con renovados ánimos, en los periódicos no se hablaba de otra cosa, alabando las habilidades del nuevo teniente quien se había convertido en toda una celebridad, su forma de proceder casi le dan por resultado el arresto del ladrón mas habilidoso de todo el mundo, la pregunta ahora era, ¿estaba capacitado par proteger al diamante?

Pensándolo mas detenidamente había algo que en la sala de la caja fuerte se hallaba y de la que no fácilmente se podría librar, párese que por esta vez el cleptómano había roto las reglas, se llevo algo más que el cuadro.




Isla de Okinawa, Japón



El teléfono sonó insistentemente para rebelar tras de la línea una voz algo fría. Sebastián Michaelis hombre alto, cabellos negro y unos ojos amatistas carismáticos y a pesar de su porte serio, en realidad era todo un torbellino cuando llegaba a tomarte confianza, como la que disfrutaba con el Conde, el cual se deleitaba con verlo mostrar algo mas que su típica mascara de seriedad. El era el haker informático que Ciel había contratado hacia años, era todo un autentico prodigio de la informática, y también en otros aspectos, por lo que pronto se trasformo en su mano derecha.

Desde el día en que el se presentase con los hermanos les tenia cierta curiosidad, claro nada comparable a la que sentía por el joven amo, pero en definitiva se inclinaba por el mayor de los Yagami, ya que le servia como anzuelo para hacer salir los celos se su Bocchan, aquel chiquillo era toda una caja de monerías, y eso era algo a lo que Sebastián no podía resistirse, sumado a esto era la personalidad dulce e inocente, que mostraba cuando le convenía, sazonada con un fuego rebelde y el intenso deseo de venganza nada común en alguien de su edad, que hacia de aquella personita un verdadero tesoro. Y no es que no le gustasen las chicas, claro que le gustaban y mucho; pero Ciel Phantomhive tenia la habilidad de llamar la atención de cualquiera.

Esta vez el que contesto el teléfono fue el mayor de los hermanos ó eso creyó, por lo que no perdió tiempo en hacerle la platica, era delicioso poner nervioso aquel chico que en su suave voz dejaba notar cada una de sus emociones de la misma manera que aquellos ojos color marrón que encantaban con su inocencia, esperando que su pequeña debilidad lo escuchar y reaccionara en consecuencia.

- ¿Como has estado amor? – dijo el pelinegro con sensualidad – espero que me estés siendo fiel cariño, ya te he dicho que esa piel tan sabrosa como el chocolate es…

- Repíteme lo ultimo Sebastián, desde cuando te pertenezco – la voz molesta del Conde se escucho atronadora – mas vale que esas palabras no vallan dirigidas hacia cierto chiquillo, te lo advierto y sabes que no me gusta repetir las cosas mas de dos veces, ¿verdad?

- Solo estaba jugando, y Taichi lo sabe, aunque es bueno saber que a mi Bocchan le molesta que coquetee con alguien mas que no sea él - dijo con lasciva

- Por tu bien no repitas eso, cambiando de tema, quería preguntarte acerca de cierto trabajo de investigación que estas realizando sin mi debida aprobación – su tono era neutro y aun si autoritario

- Trabajo, ¿que trabajo? – trato de sonar ingenuo

- No me hagas atravesar esa línea telefónica Sebastián por que te arrepentirás

- Vale, vale no se moleste Bocchan solo era un pequeño proyecto a largo plazo, nada que le afecte – concluyo con un suspiro y Ciel casi pudo ver como el pelinegro sonreía cerrando los ojos, de esa manera tan suya

- Vez como hablando racionalmente nos entendemos a la perfección. Quiero ese trabajo terminado para pasado mañana con los planos originales y de las ultimas renovaciones que allá sufrido el edificio, así como cuantos laboran en el, la lista de los trabajadores nocturnos y por ultimo quien esta al frente de todo este monstruo de seguridad, quiero su bibliografía des de el día de su nacimiento hasta ahora… - su buen humor se esfumo cuando se atrevieron por tercera vez a interrumpirle en el día, ¿que se estaban creyendo?

- Pero eso es imposible, no existen registros de ese lugar y los únicos planos se encuentran en la misma bóveda, me ha llevado semanas solo conocer la parte de la recepción y los dos primeros pisos, como espera que… - la vos del otro lado interrumpió se notaba a leguas la irritación en ella

- Ese ya no es asunto mío, si no deseas perder tu trabajo te recomiendo que comiences a mover tus dedos por ese horrible páratelo tuyo…

- No es tan sencillo, no hay nada en la red hay referente al edificio en si, hay cosas muy vagas pero nada útil, no señor, el escaneo tendría que llevarse acabo ya estando dentro…

- Un momento, ¿me estas diciendo que Géminis entraran sin saber si saldrán?...

- Así es…




Islas británicas, Preston


Con la conexión telefónica establecida solo les restaba esperar para que Géminis decidiera si iba o no a cooperar, por lo mientras los hermanos Ishida tenían negocios que atender, entre ellos la exhibición de cierta joya, Yamato no estaba del todo convencido, sabia de las habilidades del cleptómano, las cuales comprobó al saber que el cuadro original había sido robado, era impresionante, la mayoría de los expertos necesitarían de sus instrumentos para atestiguar la autenticidad de un cuadro, mas Géminis solo requirió de verla para comprobar que la que estaba en la caja solo era una replica.

Miro a la extensión del mar que ocupaba la inmensidad, el viento jugaba con sus cabellos rubios, mientras su mano blanca impedía que le rozasen en la tez láctea de su rostro, sus ojos azules clavados en el horizonte, su sonrisa fue fugas al momento de pensar en la venganza.

- Pronto, muy pronto el mundo conocerá el verdadero poder de la familia Ishida, con o sin consentimiento tuyo padre seré mejor…

- Hermano – llamo el menor de ambos – no hables así, sabes que él…

- ¿Que él que Tk?, la verdad es que jamás supo reconocer que éramos mejores pero eso se acabo, de ahora en adelante solo viviré para ver cumplido mi sueño – se acerco para abrazarlo con fuerza

- Pero no siempre estaremos solo los dos - dijo mientras su mirada se desviaba hacia la chica pelirroja que se acercaba – algún día tendremos que separarnos

- Tal vez, pero si lo asemos lo aremos por amor – sus zafiros centellaron - por nada mas que amor… - con paso rápido se acerco a la chica que se sonrojo al sentirse intimidada por aquella mirada fija en ella

- Yamatol – dijo con un poco de pena en la voz al tiempo en que inclinaba ligeramente la cabeza para evitar que el muchacho viera el sonrojo en su rostro, cual quiera diría que la chica era sin duda alguna una belleza, pero para el representante de la casa Ishida ella solo era un compromiso, el cual no podía o no quería seguir manteniendo.

- Sora creo que es hora de que termine con este asunto del compromiso, la verdad es que estoy en una situación algo delicada y lo que menos cesecito ahora son vanas distracciones, por que no eres para mi otra cosa que un estorbo, lamento esta forma tan brusca de decirlo pero sabes a la perfección que en los negocios no existe cavidad para los sentimientos y dado que los míos asía ti son nulos pues… - su mirada era un témpano de hielo que congelo la sangre de la chica – ahora tengo que retirarme pero antes me gustaría pedirte que desocupes la habitación en la que te alojabas, espero no encontrarte a mi retorno, te deseo la mejor de las suertes… - y se encamino al trasporte aéreo que lo esperaba

- Yamato – fue lo único que trémulamente escapo de sus labios una vez que lo vio partir – por que… - la chica se tapo los ojos, no por el viento que causo el helicóptero al despegar sino para evitar que sus lagrimas corrieran con mayor fuerza

El aparato despego con un estruendoso ruido de motores, en su interior el menor miraba, con algo de congoja el rostro de su hermano, parecía carecer de sentimientos, suspiro cansado pero con algo de esperanzas, había dicho “por amor, por nada mas que amor…” y si algo había aprendido conociendo a Matt era que el nunca decía o mencionaba cosas en las que no tuviera convicción, por lo que podía estar tranquilo, su hermano era humano después de todo.






Museo de Arte, Tokio, Japón,
Jueves, 19:30 hrs. Exposición Europea


Las limosnas comenzaban a llegar bajo la atenta vigilancia de sus respectivos custodios, pero lo que sin duda era algo inesperado para el teniente Elle Lawliet fue la llegada tres horas antes del ejercito; ellos no solo se acomodaron sin pedir permiso relevando a sus elementos; los cuales no pudieron objetar nada ante el cambio de directiva. Light por su parte no estaba mas satisfecho con el asunto y de inmediato pidió ser llevado con el hombre a cargo, por respuesta solo recibió un golpe en plena cara por parte del general brigadier, que de inmediato se presenta, asiendo caso omiso del saludo con el que acaba de dejar al comandante en el suelo.

- Mi nombre es Fred Alberline - contesto secamente - General Brigadier… por petición explicita de la embajada francesa estoy autorizado para relevarlo de esta comisión, de ahora en adelante y hasta que termine el plazo de exposición del diamante Diana estaré a cargo, así que hagan el favor de retirarse.

- Eso es simplemente imposible, yo fui trasferido con el único y sencillo motivo de hacer frente a Géminis… - la mirada colérica del hombre le hizo ver que no discutiría el asunto con Elle

- ¿Y podría decir como esta tan seguro que en especifico ese ladronzuelo vendrá? – una mirada interrogante fue lo único que consiguió salir del rostro joven y aun así serio de Alberline – usted no sabe nada teniente, teniendo en cuenta su edad debería decir que no seria del todo mentira pensar que apenas esta en el colegio, pero en verdad respeto su cargo y su trabajo así como espero que respete el mío, como acabo de decirle no es cosa mía, por lo que le guste o no estamos solo para recibir ordenes, y las suyas son retirar a su personal, buenas noches… - fue lo ultimo que dijo y se retiro tan rápido como llego, dando ordenes a diestra y siniestra, Elle lo miro y suspiro

- ¿Teniente que hacemos? – pregunto un dudoso Matsuda al percatarse de la cólera en la cara del chico – nos retiramos, solo espero que el General Alberline no lamente la perdida de Diana… - su sonrisa se ancho – no quisiera estar en sus zapatos. Vayámonos… - grito lo ultimo pasando de largo aun muy avergonzado Light


- No estuvo bien lo que acabas de hacer Alberline – comento un hombre mayor, aun que decir mayor era demasiado para sus treinta y siete años – sabes tan bien como yo que el teniente Elle Lawliet es uno de los pocos elementos excepcionales con los que cuenta la fuerza policíaca - dijo mientras se acercaba dándole una escuadra calibre 45 que guardo de inmediato dentro de su sobaquera

- Lose por eso le di explicaciones, y sabes que eso es algo que no suelo hacer, pero con respecto a ese papanatas del comandante, no se como logro llagar tan lejos es un idiota – asevero haciendo un mueca de desagrado

- Si yo fuera tu no lo subestimaría, pueden dar sorpresas – sus ojos por primera vez en toda la noche mostraron una leve sonrisa

- Esto te divierte verdad Masarhu – sus labios se curvaron en una mueca divertida – no seas tan frió, que sea el General de División… - miro a su acompañante - no significa que deba ser un amargado ¿verdad…?

- No, creo que no….


Elle respetaba cada una de las cosas que se les ordenaba en especial si venían de un rango mas alto del cual podía brincar, por eso decidió que acatar la petición retirando a sus subordinados; pero analizando la orden, esta no decía nada de que él y el comandante permanecieran presentes, por lo que sin lugar a dudas podían observar de lejos; en cuanto apareciera Géminis el tendría la libertad de actuar, el cleptómano era su responsabilidad, no por el comandante, o el departamento de policía, sino por el mismo ministro de defensa, quien catalogo al ladrón como extremadamente peligroso. Claro que eso no lo sabía ni el general Alberline, mucho menos Light, quien agazapado aun lado suyo solo lo consideraba su teniente sin saber las verdaderas causas de su traslado.



Continuara….

Notas finales: muchas gracias por leer y espero que les haya gustado... los siguientes cap los subire lo mas rapido posible

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