Todo Hogwarts estaba emocionado, la graduación había llegado, pero no era una mas… la generación de los jóvenes que se enfrentaron al señor oscuro y sus Mortifagos terminaban una etapa, y estaban perfectamente preparados para la vida en el mundo mágico.
Todo estaba revolucionado, la alegría cubría cada rincón del castillo y de cada una de las respectivas casas.
Un Draco Malfoy excelentemente arreglado salio de las mazmorras de Slytherin para ir a ver a su padrino Severus Snape a su despacho… caminando por los pasillos, provocaba que todas las jovencitas y algunos jovencitos también, se dieran vuelta al pasar la notable belleza del rubio.
-Draco ¿Que haces aquí? – Dijo sorprendido Severus – Ya casi va a ser la hora de la ceremonia.
-Lo se padrino – replico Draco – es que necesito un gran favor. Necesito que me prestes el mapa de los Merodeadores.
-¿Y para que lo quieres? – Salto impresionado Severus- Puede ser muy peligroso Draco.
-Solo lo quiero para poder encontrar a alguien, y arreglar asuntos antes de la graduación.
-¿Potter? – pregunto curioso su padrino.
-Si, después de lo que ha pasado, y el ultimo año fue muy tranquilo, creo que debo hablar con el.
-Me sorprende lo sensato que te has vuelto Draco, luego de todo lo que ha pasado con tu padre.
-Ya basta padrino, no quiero hablar mas de eso- replico enojado- ¿Me lo prestas o no?
-Ya, ya. Que sea regalo de graduación-dijo Severus estirando el mapa- Procura que nadie te vea ni que Dumbledore se entere.
-¿Por qué tienes tu el mapa? Nunca te lo pregunte.
-¿Quieres que me arrepienta?
-NO, no…¡¡Gracias padrino!!, ya te debo miles- dijo, y salto a darle un abrazo.
*
Draco corrió hacia el salón donde cursaron pociones en su último año. Abrió el mapa y… ¡Bingo!, Harry Potter venia solo por los pasillos y pronto pasaría frente al salón.
Harry venia súper distraído y tan feliz, que saludaba a cualquiera que se le cruzara en su camino… al pasar por el salón de pociones, la puerta se abrió bruscamente y una mano fina y blanca lo metió dentro del salón.
-¡Que carajo! –grito Harry asustado al sentir el tirón.
Cuando salió del susto y pudo identificar a su agresor grito:
-¡Malfoy! ¿Que crees que estas haciendo?
-Quiero hablar contigo antes de la ceremonia – contesto un calmado Draco.
-¡Pero yo no quiero hablar contigo!
Pero cuando Harry se dio vuelta para abrir la puerta, descubrió que estaba cerrada con magia. Sorpresivamente Draco lo tomo de los hombros, lo volvió hacia el, y con su barita soltó una soga que ato las manos de Harry… pero esto no fue todo, Draco parecía tener los reflejos de un halcón, subió las manos del moreno sobre su cabeza y las engancho contra un gran clavo que estaba en la puerta.
-No, no –gritaba Harry – Déjame ir, suéltame –gritaba con más fuerza – ¡AYUDA!
-Nadie te va a oír, Potter. Puse un hechizo de silencio- respondió Malfoy victorioso -Solo quiero hablar civilizadamente una vez -continuo Draco, mientras que con sus dedos desabrocho la túnica del moreno, dejando ver su camisa blanca perfectamente planchada y su corbata puesta a la perfección.
-¡No creo que nada civilizado venga de ti, Malfoy! – escupió Potter.
-Escucha Potter, solo quiero compensarte por todo estos años que estuve molestándote.
-Por Merlín, eso si que no me lo creo ¡¡Déjame ir!!-gritaba Harry mientras trataba sin éxito de desengancharse del clavo.
Draco pego sus caderas contra las de Harry, y sus narices quedaron rozándose, sintiendo el aliento del otro. Harry se estremeció de una forma impensada. ¿Que estaba tramando esta serpiente traicionera?
-Aléjate Malfoy, o no respondo de mí- amenazo Harry.
-Es que no vas a responder-dijo Draco con tono burlón- Estás indefenso, atado ahí.
-¿A minutos de la graduación me sigues molestando? ¿No te bastaron 7 años?
-Yo no quiero molestarte Harry -por primera ves menciono su nombre y esto sorprendió al moreno – Solo quiero darte un regalo antes de irme.
-No quiero ningún regalo tuyo… Draco -dijo en forma burlona- Nada bueno puede venir de ti.
Draco aflojo el nudo de la corbata del moreno y comenzó a desabrochar los primeros botones de su camisa.
-¡Que hacer serpiente perversa! – dijo Harry con repudio.
-Dándote mi regalo –dijo Draco, con una mirada de lujuria que asusto a Harry.
Luego de pronunciar esas palabras se sumergió directamente en el cuello del moreno, haciéndolo estremecer de pies a cabeza… mas allá de su cabeza, estaban sus manos atadas que trataban de liberarse, sin éxito.
-¡Maldito!- grito Harry- ¡Es lo único que te faltaba!
-Así es - dijo Draco sacando su boca del cuello- No quería irme sin antes hacer lo que desee desde tercer año.
Estas palabras dejaron atónito al chico que vivió ¿Que? ¿Malfoy lo deseaba?
Draco le contó que lo traía loco desde tercero, cuando comenzaron ese año escolar todos estaban con las hormonas a flor de piel, y noto la extrema sensualidad de Harry, pero como este no lo correspondía solo pudo fingir odiarlo para tener su atención.
-Estas loco Malfoy -dijo Harry- No esperaba tal bajeza de ti.
-No es bajeza Potter, es deseo, que por lo que veo, nunca lo sentiste.
-¿Y tú que sabes de mi intimidad? -dijo enojado en moreno.
-No creo q la tonta Chang te haya dado placer ni mucho menos la sucia de Weasly.
Harry quedo mudo al saber q eso era cierto, no pudo pronunciar palabra cuando una húmeda y caliente lengua de serpiente paso violenta por su oreja… Harry sintió que se prendía fuego por dentro.
-No sabes lo que es el placer Harry, lo se-dijo Draco con voz sensual- Ese va a ser mi regalo.
El rubio no quiso esperar más, como vio que Harry estaba preparándose para insultarlo, le tapo la boca mientras que con sus finos dedos desabrocho el resto de la camisa, separándola a ambos lados del cuerpo del moreno.
La yema de los dedos de Draco comenzó a recorrer suavemente todo el torso de Harry, no podía hablar aun, le estaban tapando la boca, pero no parecía quejarse. Luego de unos minutos de sexys caricias, Malfoy saco la mano de su boca y se sorprendió al ver que Harry no decía nada, solo lo miraba con un brillo nuevo.
Draco le saco los lentes y se los guardo en su bolsillo. Lentamente acerco sus labios a los de Potter hasta encontrarse… suave, lento… su cuerpo apoyado contra el del Gryffidor… el ambiente aumentaba su temperatura…se sorprendió al notar la dureza del cuerpo de Harry… pero mas se sorprendió cuando este le abrió sus labios para dejarlo entrar.
-Siempre me gustaste, Harry- se susurro al apenas separarse- Por favor déjame seguir.
Wow, Malfoy suplicándole, no podría haber nada más satisfactorio y sensual.
Harry sabía que nunca había recibido placer, salvo el que se había dado el mismo. Draco tenía razón… solo tubo dos besos tímidos en su vida ¡¡Ya tenia 18 años!!! Ya era tiempo, aunque sea con Malfoy que no estaba nada mal y parecía experto… así que solo se digno a acertar con la cabeza.
Draco se dispuso a hacerle saber a Harry lo que era el placer, iba a hacerlo gemir hasta que le pidiera basta… o hasta que las trompetas de la ceremonia sonaran.
El rubio lo besó luego de la aceptación de Harry. Sus lenguas se encontraron en un vaivén delicioso que hacia soltar pequeños murmullos del moreno, lo cual comprobaba lo cierto, nunca había besado apasionadamente a nadie… hasta ese momento.
Draco profundizaba más sus besos y aplastaba más el cuerpo del moreno, la serpiente puso una pierna entre los muslos del Gryffindor ejerciendo una presión erótica sobre su miembro, Harry levantó tímidamente una de sus piernas para sentir más el contacto.
Se separaron un momento y sus hermosos ojos se encontraron, Harry estaba rojo como el pelo de su amigo Ron y Draco estaba tan complacido de que el niño que vivió le dejara darle placer por primera ves.
La serpiente desabrocho su propia camisa y se refregó sobre la piel de Harry… ahora si que el ambiente parecía como si estuvieran dentro de una caldera.
Gemidos mas notorios salían de sus bocas, Malfoy recorría su cuello, saboreando cada centímetro, bajo hasta su pecho para quedarse unos minutos sobre las tetillas de Harry, para luego seguir un camino más y más hacia abajo. Desabrocho el pantalón del moreno y, sin pedir permiso, se metió el miembro entero en su boca.
Un grito ahogado salio de los labios de Harry que aun no entendía lo que sucedía, pero le gustaba tanto que apenas podía mantenerse en pie. Sus rodillas le temblaban, daba gracias estar atado sino se hubiese caído debido al extremo placer.
Draco seguía más y más rápido hasta que Harry exploto dentro de su boca, acompañado de su primer orgasmo… no pudo evitar sentirse feliz.
El rubio subió, lo miro fijo a los ojos, como agradeciéndole, y desato a Harry… quien repentinamente paso sus brazos sobre el cuello de Draco para volver a besarlo con fervor… esto no había terminado.
Harry le quito la túnica de Slytherin junto con su camisa y su corbata, y comenzó a tocarlo, no era justo que solo Malfoy pudiera tocar… entre besos apasionados las manos del moreno llegan a los pantalones del rubio y los bajó, dejando al aire libre su endurecido sexo.
Ambos se pegaron como imanes y los gemidos volvieron a resonar en el gran salón de pociones… se aferraron de sus caderas y comenzaron a frotar sus miembros sintiendo su calor y su rigidez.
-Ajajá, es tan divertido- dijo Draco mirando los ojos de Harry sin detener los movimientos.
Harry solo se limitaba a apretar mas y mas fuerte y respirar ruidosamente… no paraban de besarse ni refregar sus cuerpos, estaban como en un transe.
El niño que vivió volteo a Draco juntando su espalda con su pecho…y bajó una juguetona mano hasta la virilidad del rubio… agitándola suavemente para luego ir aumentando la velocidad… Harry opto esa posición, ya que era algo inexperto, así parecía como que lo estaba haciendo para el mismo.
Draco tiraba su brillante cabeza hacia atrás impulsado por el placer y la posaba en el hombro de Harry, mientras q sus manos tomaban la cadera del moreno, impactándola sobre su trasero, sobre su piel que ardía.
Termino y quedo exhausto… besando aliviado a Harry. Había sido estupendo, una despedida inolvidable.
-Gracias -murmuro Harry entre su agitada respiración.
-Que bueno que te gusto mi regalo -dijo Draco con picardía.
El beso que se dieron fue interrumpido por las trompetas que anunciaban la ceremonia de graduación… mierda… había que apurarse.
Se pusieron sus ropas, se limpiaron un poco, y salieron del salón de pociones. Debían irse por lados diferentes, así que se despidieron, sin antes Malfoy hacerle seña de que no le contara nada a sus entrometidos amigos, y Harry acertó con la cabeza y una sonrisa.
Llegaron al Gran Comedor atiborrado de gente… Harry se encontró con Ron y Hermione que le pidieron explicaciones de donde había estado, pero pudo inventar una excusa creíble.
-¿Y tus lentes, Harry?- pregunto Ron al ver q sus amigos no los traía apuesto.
Harry tanteo sus bolsillos, pero no estaban ahí, estaban ¡En la túnica de Malfoy!
-Fíjate donde dejas tu basura, Potter –dijo una voz sobradora por detrás.
Era Draco extendiéndole sus lentes con cara de “Aquí no paso nada”.
-Oh ¿Lo encontraste mientras te arrastrabas? –dijo Harry agrio.
Antes de darse vuelta hacia sus mesas, Draco le guiño el ojo en forma juguetona y Harry le devolvió una sonrisa.
La fiesta había sido maravillosa, estaban todo feliz con sus diplomas, todos se abrazaban… hasta las diferentes casas, nada importaba, la alegría era demasiada. Dumbeldor reía satisfecho y entre el montón de gente mientras Draco le extendió disimuladamente el mapa a su padrino Severus.
Había sido una noche perfecta, todos recibían abrazos y felicitaciones de los profesores y sus amigos… Incluso hasta regalos, pero Harry había recibido uno que jamás olvidaría.
FIN
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