-Profesora- exclamaba una castaña totalmente frustrada- como es posible que no haya nada que hacer.
-Lo lamento- le responde la mujer- pero lamentablemente aún no podemos saber porqué el señor Malfoy mantiene la transformación
-Supuestamente eran sólo disfraces- intervino un pálido Snape- peor al parecer el Sr. Malfoy agregó algunas cosas para hacer su disfraz más real, hasta que sepa que materiales extra le agregó no podré hacer nada.
-Bueno y porqué no le pregunta?- inquirió Ron
-Porque se niega a decírmelo- gruñó molesto el hombre- al parecer no le molesta su nuevo estado…
-Pero estamos hablando de la salud de Harry- exclamó la castaña
-Lo sé señorita Granger- le dijo su líder de casa apoyando su mano en el hombro de la joven- pero debe estar segura que el señor Malfoy no le hará daño…
-La verdad- dijo interrumpiendo el profesor Dumbledore- no podría vivir sin Harry, así que creo que deben ser algo más cuidadosos cuando estén con él
-A qué se refiere?- preguntaron casi a coro los presentes
-Jajaja- rió sentándose en un amplio sillón- ustedes creen coincidencia de que el señor Malfoy sea destinado a Harry?
-Pues… así nos han dicho, no?- respondió el pelirrojo
-La verdad es que en ese estado más… animal- dijo suavemente tras una sonrisa- lo único que ha pasado es que el señor Malfoy a aceptado sin ninguna reserva que se siente atraído por Harry.
-Qué!!!- exclamó una chillona voz desde la entrada
-Señorita Parkinson, señor Sabini- murmuró Snape- qué hacen aquí?
-Estábamos preocupados- respondió el joven- y queríamos saber algo más…
-Qué saben ustedes- inquirió el pelirrojo- de lo que nos acaba de decir el director?
-Nada… - mencionó la Sly muy pálida
-Yo lo sabía- comentó Sabini- pero en su sano juicio Draco jamás habría admitido nada… pensaba llevárselo a la tumba.
-Bueno, pero entonces sabes que agregó en la poción?- preguntó esperanzada la castaña
-La verdad es que no tengo idea- gruñó el Sly- no nos comentó para nada su plan…
-Ufff- bufó Ron- entonces no sacamos nada con hablar con ustedes
-Mira Weasly- comenzó a responder el joven
-Bueno, bueno- interrumpió el anciano profesor- yo sólo les digo que tengan cuidado, el señor Malfoy a elegido pareja y en el estado en que se encuentra está como un bebé con un dulce… -dijo con una sonrisa mientras miraba por sobre sus lentes- alguien quiere un caramelo?
-Pero, qué…- comenzó a gruñir Ron
-Bien- mencionó Hermione interrumpiéndolo- entonces será mejor que nos vayamos- dijo dirigiéndose a la salida- TODOS- recalcó agregando a los Slytherin
Una vez fuera y todos sentados en el pasto se miraban unos a otros sin saber como comenzar a hablar, nunca habían tenido nada que decirse entre ellos, por lo menos nada amigable o en común.
-Bueno- comenzó la castaña Gry- creo que esta vez todos tenemos el mismo problema, no?
-Al parecer- murmuró Blaise- tienes razón Granger
-Antes de comenzar con lo serio- interrumpió Pansy- quisiera saber si entendiste a lo que se refería ese viejo senil con lo del dulce y el bebé.
-Un bebé con un dulce- corrigió la castaña.
-Bueno eso- respondió elevando los hombros en señal de molestia
-Es un dicho muggle- continuó la Gry sin tomar en cuenta el gesto- al decir que alguien está como un bebé con un dulce quiere decir que está con algo que no dejará ir tan fácilmente… o que si se lo quitan llorará.
-Pero Draco no anda llorando…
-Lo sé- interrumpió la castaña en un bufido- pero nos está advirtiendo que si nos acercamos mucho a Harry o si damos una idea extraña de querer estar con él, Malfoy reaccionará, no llorando-intervino rápidamente al ver que los Sly iban a reclamar- lo más probable es que sea una reacción violenta, ya que para él Harry es suyo, sin importarle lo que digan ni Harry ni ninguno de nosotros.
-Y que propones Granger- preguntó Blaise
-La verdad no lo sé
-Eso si que es raro- exclamó Ron
-Es que si no sabemos que fue lo que Malfoy le agregó a la poción es difícil que sepamos como revertirla.
-Sólo espero una cosa- susurró Pansy
-Que cosa?
-Que el señor Malfoy no se entere porque ahí ni el mismísimo Merlín sería capaz de salvar a ese par.
-Bueno…- mencionó Ron- pues esperemos que no pase
-Y mientras- agregó la castaña- traten de averiguar que fue lo que agregó
-Como si fuera muy fácil- gruño la Sly
-Yo buscaré en los libros, más de algo saldrá
-Como se que no eres muy bueno en eso Weasly- le dijo Blaise- yo ayudaré a Granger
-Como quieras- le respondió el pelirrojo, pero mientras que hago?- le preguntó a Hermione
-Mmmm…-pensó tranquilamente la castaña- ayuda a Pansy, eres bueno buscando cosas, así que me imagino que le serás de gran ayuda.
Dicho y hecho las dos parejas partieron a sus respectivos trabajos.
Pansy y Ron a buscar por la guarida Slytherin, cosa que para el pelirrojo no era lo más fácil
-No, no, no, no- repetía una y otra vez el pelirrojo
-Pues de alguna manera tienes que entrar- gruñía molesta la joven- estamos perdiendo el tiempo!!
-Pues no me haré pasar por una chica para entrar allí- rugió molesto- porque una chica!!
-Porque así es mas fácil bobo- dijo respirando profundamente- así harán menos preguntas que si entro con un chico
-Mira Parkinson- le dijo tratando de calmarse- no tengo absolutamente nada especial contra ti, pero esto es como mucho…
-Weasly- siseó entre dientes- entonces no me sirves de nada
-Mira, no creo sinceramente que encuentres mucho en el cuarto de Malfoy- murmuró suavemente ya que comenzaba a oír voces- si hubiese hecho el hechizo en el cuarto lo habrían visto…
-Mmmm, puede ser- comentó pensativa- entonces que propones?
-Ve a revisar su cuarto y yo iré a ver en el salón de pociones donde trabajamos, quizás encuentre algo.
Una vez puestos de acuerdo ambos se separan
Mientras que Hermione y Blaise no estaban en mejores condiciones
-Te digo que no encontrarás nada ahí- repuso por enésima vez la castaña
-Pues nunca lo sabré si no busco- gruño molesto el Sly
-Espera…- murmuró- alguien viene
-Es mejor que…
-Es mejor que, que??, señor Sabini- pregunto la mujer recién llegada
-Nada, profesora
-Saben ustedes que no deberían estar aquí?
-Es que estamos buscando alguna pista- respondió la Gry
-Pues si los profesores no sabemos nada, es difícil que ustedes lo logren
-Profesora McGonagall- alegó la castaña- creo que nos subestima
-Cierto- agregó Blaise- estamos preocupados, además no sabemos cuanto irá a durar Potter
-Lo mejor es que se vayan a descansar- respondió en un suspiro
-Pero
-Nada de peros- interrumpió la mujer- y señorita Granger no olvide llevar su libro, no querrá perder su lectura nocturna
-Libro??- dijo mirando la mesa señalada por la profesora- por su puesto que no, profesora, buenas noches
-Que??- exclamó el joven
-Vámonos Sabini
Nada pudieron hacer durante el resto del día, en la cena no aparecieron ni Harry ni Draco, pero no les pareció muy extraño ya que el rubio había “raptado” al moreno durante la mañana, por lo que esperarían al otro día para hablar con él.
Desde sus respectivas mesas las miradas entre una pareja Gryffindor y una Slytherin demostraban con desconcierto que nada habían logrado encontrar, y que muy pronto deberían juntarse para ponerse al día y tratar de ayudar a sus amigos antes de que se desataran mayores y peores problemas.
Pero nada les hacía pensar que un mensaje llevado por una negra lechuza haría estremecer todos sus planes.
Un hombre de largos cabellos leía la misiva enviada anónimamente hasta su casa, los puños apretando el papel, la mandíbula rígida, las pupilas contraídas mientras leía el mensaje.
Sr. Malfoy
Sólo le diré algunas cosas… su hijo ha dicho que siente atracción por Potter y a esta misma hora debe estar comiéndoselo, a que le gusta la noticia?. Pues sólo le digo para que sepa que todos estamos asombrados y muchos no hacen nada, por lo menos yo le avisé.
Debe ser una sorpresa saber que su hijo perfecto no lo es tanto.
-Narcisa- murmuró apenas el hombre
-Si??- consultó una mujer apareciendo en el despacho
-Arregla todo mañana en la mañana vamos a Howard
-Pero que ha pasado??- exclamó preocupada la mujer al ver el semblante de su marido
-Pasa que Draco tiene mucho que explicar-gruñe quemando el papel- y más le vale que tenga una muy buena explicación, porque sino lo mataré
Su mirada fría, seria, maligna contrastaba con el tranquilo semblante que tenía en ese momento su hijo, quien dormía plácidamente abrazado a un moreno, luego de haber comido.
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