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La Manada por Zafira

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Notas del capitulo:

Bueno, hace tanto tiempo que no actualizo, que hasta me olvidé de mi contraseña... lo que es terrible considerando que se suponía que la sabía de memoria... bueno, basta de todo eso...

Antes que nada, quiero disculparme por tanta tardanza, no hay mucho que pueda decir en mi defensa, excepto que mas que nunca me cuesta escribir... pero como he leído algunos reviews que me han llegado últimamente me he sentido en la obligación de continuar por respeto a quienes gustaron de la historia... a aquellos que lean esto les digo... voy a terminar, todos mis fics de una u otra manera, solo ténganme paciencia... los bloqueos se superan poco a poco...

Ok, espero que sea de su agrado lo que les dejo a continuación.

Capítulo 6º: Una Mirada al Pasado

 

 

 

Por más que intentó apartarlo, el peli oscuro le superaba en fuerza… lentamente este comenzó a despojarle de sus prendas, sabía lo que vendría, y no iba a permitir que lo sometieran nuevamente, por lo que haciendo acopio de todas sus fuerzas lo empujo, bajando del lecho en el lado contrario de donde estaba su atacante…

 

 

 

¡No vuelvas a tocarme! – dijo con firmeza, y el mayor pareció divertirse…

 

 

 

¡Haré contigo, lo que me plazca! – lentamente fue bordeando la cama… Shun comenzó a retroceder, no había nada que pudiera usar para defenderse - ¡Será mejor que no me rechaces… será peor para ti!

 

 

 

Aquello logró inquietar al menor que intentó correr hacia la puerta, pero antes de que pudiera alcanzarla, un brazo rodeando su cintura, lo había capturado…  quiso gritar, pero su boca fue cubierta por una mano. Rápidamente fue arrastrado hasta el lecho, se removía con violencia y con sus manos intentaba soltar el agarre del mayor, pero no lo estaba consiguiendo…

 

 

 

Cuando el peli oscuro se colocó sobre su cuerpo, al fin sus miradas se encontraron, su boca fue destapada por la mano, solo para ser tomada por los labios del mayor, mientras que con una de sus manos sostenía las dos del peli verde.

 

 

 

¡Deja de luchar…! – murmuró con disgusto el hombre, al tiempo en que se acomodaba entre las piernas del más joven…

 

 

 

¡Te he dicho que no me toques! – se quejaba Shun, aún sin rendirse… aunque su situación era precaria no podía volver a dejarse arrastrar así nada más…

 

 

 

¡No has cambiado en eso… me gusta que no hayan podido extinguir tu fuego… aunque conmigo, mi príncipe… debes aprender a ser sumiso! – la fricción en su entrepierna estuvo a punto de sacarle un gemido, pero se contuvo mordiendo sus labios… miró el aire de diversión en el rostro del mayor… el llanto de un niño acabó con el ambiente… y Shun se pudo sentir aliviado por ser liberado…

 

 

 

El pequeño estaba muy inquieto y por más mimos que recibía de su padre, no lograba tranquilizarse… el peli verde observó eso sin inmutarse, una parte de él estaba contento de que ese poderoso hombre no la estuviera pasando bien con su hijo… aunque, luego recordó que la madre había muerto, y se sintió culpable con el bebé… se puso de pie, y acercándose al niño, lo cogió en brazos consiguiendo tranquilizarlo…

 

 

 

¡Shhh… tranquilo… todo está bien… no te pasará nada malo! – susurraba el joven llevándose al infante hacia su cuarto… Hades no se había movido de su lugar, se había sorprendido, primeramente de que Shun se le hubiera acercado para cargar a su hijo, y más de que su pequeño se había tranquilizado en sus brazos…

 

 

 

Los observo a ambos quedarse dormidos… levantó la ceja entendiendo que es probable que su hijo haya olfateado el temor de Shun, y que por eso haya estado tan angustiado… eso también explicaría por qué no deseaba que él lo cargase y por qué se había tranquilizado entre los brazos de peli verde…

 

 

 

¡Ya tienes un fuerte aliado! – susurró cubriendo con una manta a quienes dormían… - ¡Es como si Pandora lo protegiera… debes estar feliz… tus tesoros ahora están a salvo!

 

 

 

Se recostó a espaldas de Shun, y atrajo a ambos hacia su cuerpo con sus brazos… lentamente él también se dejaba llevar por el sueño, ahora podía dormir tranquilo, el espíritu de su hermano al fin hallaría la paz, todo estaba en donde debería… y él tenía el poder necesario para protegerlos a todos.

 

 

 

---

 

 

 

Ikki había estado todo el tiempo tras la puerta de aquella habitación, si escuchaba un solo grito por parte de su hermano, iba a entrar así debiera enfrentarse a su cuñado… sonrió al escuchar llorar a su sobrino… sintió el ambiente de calma en el interior de la habitación y supo, que podía irse tranquilo…

 

 

 

Sus pasos le llevaron a su habitación, casi había olvidado quien lo esperaba ahí… cuando abrió la puerta esquivó el golpe, se volteó con rapidez y pudo atraparlo antes de que lograse salir…

 

 

 

¡Muy mal hecho… hijo de Folken! – Ikki prácticamente lanzó al joven sobre el lecho, este se puso en guardia retrocediendo más sobre la cama… - ¡El hijo de un poderoso cazador… no se ve tan valiente! – dijo con tono burlón…

 

 

 

¿Quién eres? – preguntó el peli naranja haciendo uso de todo su auto control para no dejarse ver asustado…

 

 

 

¡No tengo por qué darte respuestas… pero supongo que debes saber qué nombre gemirás esta noche! – habló fríamente el peli azul al tiempo de quitarse lentamente la camisa que vestía… Mime pareció ahora si aterrado… no tuvo valor de siquiera preguntar a qué se refería el hombre - ¡Desde esta noche… serás mi esclavo, hijo de Folken… puedes llamarme señor… o bien, Ikki!

 

 

 

¡Nooo…! – el más joven intentó alejarse pero fue retenido por las fuertes manos del mayor, las que lo sometieron sin mucho esfuerzo - ¡Suéltame… suéltame…! – dijo con desesperación el oji magenta… hasta que sus labios ya no pudieron emitir sonido  alguno, por ser tomados por los del oji azul…

 

 

 

¿Cuál es el peor castigo para un cazador? – murmuró el peli azul al tiempo en que permitía que el más joven recuperase un poco de aire…

 

 

 

¿Qué…? – el peli naranja observó con temor a quien lo aprisionaba…

 

 

 

¿No sabes?… ¡Es simple… convertirse en aquello que caza! – Ikki volvió a tomar aquellos labios, lentamente fue desgarrando las ropas que vestía aquel que parecía estar en estado de shock, sonrió al entender que había comprendido sus palabras…

 

 

 

¡No lo hagas! – rogó el más joven derramando amargas lágrimas- ¡tu padre ya cobró su venganza con la vida de mi madre... si no te basta sólo mátame!

 

 

 

Ikki detuvo su avance… miró fríamente a quien lloraba asustado bajo él, se sorprendió un poco con aquellas palabras, pero debió suponer que ese niño que su padre dejara con vida aquella noche, aún los recordaría… se aparto y sentó a una pequeña distancia del otro cuerpo…

 

 

 

¡No eres mi tipo, hijo de Folken… eres muy insignificante para mí! – dicho esto, simplemente se puso de pie y salió de la habitación… sin embargo, a pesar de que el menor tenía razón con relación a la venganza de su padre… él no iba a dejarlo ir… pues él también quería vengarse…

 

 

 

Mime simplemente se acurrucó más sobre el lecho… no podía creer su suerte, pero debió suponerlo… el hijo de aquel hombre venía a acabar con lo que aquel rey había dejado inconcluso… sólo había un pensamiento en su mente antes de que el cansancio lo venciera al fin… “¡Debo sacar a Shun de aquí… debemos huir!”

 

 

 

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Al abrir sus ojos se encontró con una imagen muy agradable… sonrió al notar como su pequeño tesoro jugaba con su otro gran tesoro, por lo que podía suponer al despertar Shun, y verse aprisionado entre sus brazos, simplemente se entretuvo jugando con su hijo, quien también estaba despierto… las pequeñas manos de su hijo sostenían los dedos del peli verde, no hacían ningún tipo de ruido… la mirada de su pequeño se encontró con la suya, y este sonrió con picardía…

 

 

 

El peli verde notó las expresiones del menor, se sintió un poco tenso al suponer que Hades ya había despertado, pronto una gran mano se acercó a la más pequeña, la sonrisa de inocente felicidad que le regaló la criatura a su padre, hizo sentir una extraña sensación en su pecho.

 

 

 

¡Es hora de darse un baño! – el mayor cargó en brazos al niño, y se dirigió hacia una puerta… antes de abrirla, miró hacia el lecho… - ¡Síguenos!

 

 

 

Aunque un tanto renuente, Shun los siguió… la verdad era que no deseaba pelear desde tan temprano con aquel sujeto, y menos en presencia del pequeño. Ante la vista del peli verde, se alzaba una bella imagen, de la roca brotaba cristalinas aguas… Hades se despojó de sus ropas, igual hizo con las de su hijo… el oji esmeralda se quedó simplemente mirando desde la orilla.

 

 

 

¡Ma..má! – murmuró el infante señalando hacia Shun, quien sin poderlo evitar, se sonrojó debido al nombre que le daba la criatura…

 

 

 

¡Ven… ¿o prefieres que vaya por ti?! – los ojos jade parecían decirle que si no obedecía, él mismo se encargaría de desvestirlo y de meterlo al agua, por lo que al peli verde no le quedó otra alternativa más que desvestirse para meterse al agua.

 

 

 

Mantuvo una distancia considerable del padre, aunque el hijo rápidamente pidió para que lo cargase… tener a ese pequeño entre sus brazos le hacia sentir una cierta calidez en su pecho, que no podía dejar de percibir, eso le gustaba… aunque los brazos en torno a su cintura, y aquella proximidad logró ponerlo muy nervioso….

 

 

 

¡Al menos podría alejarse un poco más! – murmuró el oji esmeralda, sin voltearse a ver al mayor…

 

 

 

¡Me gusta sentirte cerca...! – susurró Hades a su oído - ¡He soportado demasiado tiempo sin ti… lo justo es que quiera recuperarlo ahora que te tengo! – al fin esas palabras lograron que el peli verde volteara el rostro hacia el de mirada de jade…

 

 

 

¿Qué es exactamente lo que quiere de mí? – soltó al fin el joven, al tiempo en que acomodaba mejor al bebe en sus brazos…

 

 

 

¡Solo a ti… nada más que eso!

 

 

 

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Notó a Mime ser escoltado hasta donde él se encontraba… este pareció mucho más tranquilo al verle, aunque al notar las miradas que le eran dirigidas por todos se puso un tanto nervioso…

 

 

 

¿Estás bien, Mime? – el peli verde susurró sin apartar la vista de su amigo, él sabía que debía hallar una manera de escapar, aunque por lo que había podido observar hasta ese momento, aquello era una verdadera fortaleza…

 

 

 

Estoy bien… aunque no me gusta esto Shun – dejó salir al tiempo en que Hades se aproximaba a ambos amenazante…

 

 

 

¡Tampoco nos gustas, hijo de Folken! -  gritó a cierta distancia un hombre y aquella afirmación pareció excitar a casi todos los lobos…

 

 

 

¡Basta! – Ikki se había hecho escuchar severo, y todos guardaron su compostura - ¡Pronto el hijo de nuestro enemigo será uno de los nuestros!

 

 

 

Aquellas palabras borraron el color de ambos jóvenes, el aludido simplemente se quedó de piedra, demasiado asustado incluso para respirar…

 

 

 

¡Si alguien se atreve a ponerle un solo dedo encima, se las verá conmigo! – al notar el temor del oji magenta, Shun no lo toleró y sin saber de dónde había salido el valor, enfrentó firme la mirada del peli azul, quien sonrió ladinamente… aunque la mayoría de los lobos bajo la cabeza en muestra de sumisión ante él.

 

 

 

Mime no podía creer aquello, observó a quien se suponía era su rey, el moreno de mirada de jade parecía complacido… sentía que algo se le había escapado, alguna verdad que todos los presentes conocían excepto Shun y él.

 

 

 

Shun observó a su alrededor, aquello lo descolocó un poco, buscó con la mirada a quien sabía gobernaba sobre todos los licántropos, lo vio sonreír…

 

 

 

Ya han escuchado, aunque yo me sentiría complacido de ver que hará la pequeña alteza, si alguien se atreve a dañar al hijo de ese cazador – Hades habló fríamente, sus ojos no se habían apartado de los de Shun, una parte de él deseaba que el menor reaccionara de tal manera a demostrarse a sí mismo de quien se trataba.

 

 

 

¿Pequeña alteza? – Mime no podía sentirse más confundido, ahora sí que tenía la certeza de que había algo más que él no sabía…

 

 

 

¡Yo también soy el hijo de un cazador! – aquella afirmación por parte del peli verde logró sacar numerosos improperios de todos los presentes, el propio Hades se mostró furioso, Shun enfrentó altanero aunque lo intimidaba bastante el ambiente que se formo tras su declaración.

 

 

 

¿Estás seguro de eso Shun? – Ikki mostró una mirada dolida, ambos jóvenes se quedaron mudos, uno por sentir una opresión bastante incómoda en su pecho, y el otro por dimensionar la gravedad de esa pregunta.

 

 

 

Por primera vez desde que Mime conociera a su amigo, sus ojos repararon en él, sus memorias de él no se remontaban a muchos años atrás, no lo conocía de pequeño… entre las filas de cazadores se decía que sus padres lo habían ocultado para garantizar su seguridad… negó con la cabeza… - Shun es la viva imagen de su madre, claro que está seguro – afirmó el oji magenta colocándose frente a su amigo… por primera vez desde que había llegado a aquel lugar, no tuvo miedo de mostrar su temple… él era después de todo, el hijo de Folken.

 

 

 

En realidad es idéntico a su madre – murmuró Hades – Tu mirada es igual a la de ella…

 

 

 

Mime frunció el cejo, y solo la mano de su amigo en la suya, le detuvo de refutar… sus ojos se encontraron silenciosamente… Sheena, su madre tenía la mirada color jade, bellamente verdes, mientras que su amigo las tenía bellamente esmeraldas…

 

 

 

Ikki se retiró del lugar, y reinó un incómodo silencio en el recinto… Hades lo siguió sin mencionar nada más.

 

 

 

El peli verde tomó de la muñeca a su amigo y ambos salieron rumbo a la habitación que ocupaba el menor... - ¿Qué fue todo eso, Shun? – preguntó al refugiarse en la habitación Mime.

 

 

 

No se… - susurró el más joven, aunque su mente no podía apartar la expresión de dolor, por que definitivamente era dolor, lo que mostraba los ojos de Ikki… y eso lo estaba matando… no sabía por qué le dolía tanto – Mime quédate aquí

 

 

 

¡Shun no…! – antes de que pudiera decir nada el peli verde ya había salido corriendo de la habitación… - Él no puede estar emparentado con esa gente… papá apúrate en encontrarnos…

 

 

 

---

 

 

 

Ikki, debes mantener la calma… aún no sabemos por qué no recuerda nada – Hades busco a su cuñado y lo encontró mirando perdidamente hacia el bosque… - También me enloquece esta situación, pero al menos ha vuelto con nuestra gente.

 

 

 

Lo educaron para odiarnos y temernos – murmuró el oji azul… su pequeño hermano era la luz de su vida, había vuelto a brillar el sol cuando constató que seguía con vida… pero jamás pensó que dolería tanto que lo hubiera olvidado, era como una bala de plata directo en el corazón.

 

 

 

El silencio reinó entre ambos jóvenes, Hades sonrió con ironía al pensar que quizás su hermano hubiera hallado una posible solución para esa situación… pero hacía ya bastante tiempo que Julián no estaba con ellos, mismo tiempo que habían estado sin Shun.

 

 

 

Se siente, como si al final, Shun si hubiera muerto con Julián – susurró el peli negro con dolor – Un recordatorio más de mis pecados…

 

 

 

El mayor de la familia real, no quiso decir nada sobre aquellas palabras, para él no tenía caso seguir lamentándose de lo ocurrido en aquella ocasión… el pecado de ambos fue sentir debilidad por sus hermanos menores… Cuando Ikki se disponía a volver se quedó de piedra al toparse con la mirada que más amaba desde niño, Hades siguió la dirección de sus ojos y también se sorprendió… más que nada porque para llegar a ese lugar, el menor tuvo que haber sorteado a demasiados guardias.

 

 

 

Shun no podía creer a dónde lo habían llevado sus pies… quería romper a llorar, pues nadie pudo detenerlo de llegar a su destino, solo fueron necesarias una mirada y un “déjenme pasar” para que ningún guardia se entremetiera en su camino… los latidos en su pecho eran acelerados, no sabía por qué, pero dolía… dolía que Ikki sufriera, y no entendía por qué tendría que dolerle el sufrimiento de un enemigo de su familia… cuando se topó con su mirada algo le provocó una punzada en la frente, y ante sus ojos la imagen de una luna bellamente roja le hizo estremecer…

 

 

 

No me gusta… verlo así – susurró el menor, intentando por todos los medios que aquella molestia en su cabeza no fuera notada por los mayores.

 

 

 

El peli azul se acercó lentamente al menor, sintió su pecho oprimido, una sonrisa adornó su expresión… - ¿No te gusta?... ¿sabes por qué? – Ikki acarició suavemente su rostro, deseaba tanto que lo recordara…

 

 

 

Tú… - Shun no sabía qué responder, sus ojos no podían apartarse  de los del peli azul… pero cuál era la respuesta, él no estaba seguro – Me recuerdas a mi hermano… - dijo al fin…

 

 

 

¿Te lo recuerdo…? – el mayor se quedó momentáneamente de piedra… una ira incontenible surgió de sus entrañas… sin poderlo evitar sus manos comenzaron a convertirse en garras y su hocico a crecer, sus colmillos lentamente se dejaban ver, no se había percatado que de sus ojos caían copiosas lágrimas de la más absoluta frustración.

 

 

 

Esa imagen en lugar de asustarle le hirió… no era eso lo que deseaba, no podía ser… sujetó con una de sus manos la muñeca de quien lentamente se trasformaba ante él… él tacto trajo una extraña visión de él mismo entre unos cálidos brazos y de aquella mirada azul, llena de amor hacia su persona… “Ikki, hermano… por favor, yo quiero ir”…

 

 

 

Ikki… por favor hermano – no fue consciente de sus palabras, más estas dejaron en shock tanto al peli oscuro como al peli azul… Hades no podía apartar la vista de la mirada perdida del más joven, quien estaba como en trance…

 

 

 

¿Shun…? -  más el menor seguía como ido, no escuchaba nada más, no entendía que eran esas extrañas imágenes, no entendía por qué las estaba teniendo, sólo sabía… - ¿Hermano…? – esas palabras lo despertaron, sus esmeraldas se toparon con los zafiros del mayor.

 

 

 

Entonces fue como si una cortina de humo nublara su visión, y a sus oídos llegaron ecos que solo en sus pesadillas lograba escuchar… “¿Quién eres?... ¡Krishna de Crisaor!, ¡Eres una belleza… me pregunto que tanto te pareces a ellos!”… - ¡Basta! – Shun empujó al peli azul y retrocedió… “¡Dicen las leyendas que eres susceptible a la plata como todo licántropo… vi tu agilidad y tu velocidad… será interesante ver cómo reacciona tu cuerpo a la plata!”… - ¡Duele…! – se abrazó a si mismo mientras daba pasos hacia atrás… “¡La temperatura de tu cuerpo subió drásticamente… tus pupilas están dilatadas… estás a punto de entrar en un estado de shock… dime dulzura… ¿Cómo se siente saber que morirás?!”... - ¡No… no… no…! – sentía que su mundo se estaba oscureciendo… “¡Descuida… haré que te lleves un lindo recuerdo al infierno… veremos cuanto tiempo te da de vida la plata en tu sangre… ya ha de estar llegando a tu cerebro… ¿Duele mucho?!”… - ¡NOOOOO…!

 

 

 

Hades no toleró más el mantenerse al margen, atrajo hacia su cuerpo al menor y lo abrazó con fuerzas, Shun había perdido la consciencia más lo que presenciaron los mayores los había dejado muy perturbados…

 

 

 

¿Qué fue lo que recordó? –susurró el oji jade cargando al menor…

 

 

 

Lo que haya sido… no fue bueno – Ikki miró con impotencia a su pequeño… él deseaba que los recordara a ellos, pero sospechaba que la memoria que había acudido a su hermano fue la vivida a manos de quien lo había secuestrado en primer lugar…

 

 

 

Lo que haya recordado, no importa… - dijo al fin el peli oscuro – Está a salvo con nosotros… en el lugar que le corresponde… “a mi lado”…

 

 

 

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Mime llevaba bastante tiempo esperando a que volviera su amigo, cuando sintió la puerta abrirse esperó a que fuera él… más se trataba del propio Rey de los Licántropos…

 

 

 

¿Qué le sucedió? – preguntó alarmado al ver a Shun inconsciente… - ¿Qué fue lo que le hizo?

 

 

 

Deberías moderar mas ese tonito de voz conmigo, hijo de Folken – Hades sonó frío y amenazante… - Fue tu gente, la que daño a nuestro tesoro de la manera más cruel… - una sonrisa irónica se formó en el rostro más adulto… notó cómo sus palabras habían intimidado al muchacho, olía su temor – Ikki…

 

 

 

El peli azul observó a su cuñado depositar a su hermano sobre el lecho… luego fijó su atención en el preciado amigo de su hermano… se acercó a él, lo tomó del brazo y lo sacó de la habitación… - Nos vamos… - ordenó sin más, no deseaba pensar… mañana sería un nuevo día y por la noche, la luna llena reclamaría a su príncipe… y él a su nuevo consorte - Hijo de Folken… ¿sabes cómo un hombre que nació hombre puede convertirse en un lícan?

 

 

 

Mime sintió su pecho oprimirse… nuevamente le hacían notar que él no era bien recibido en aquel lugar, fijo su mirada en el perfil de quien sabía era el príncipe de todos los licántropos – Con una mordida, durante la luna llena… - susurró y fue necesario toda su fuerza de voluntad para no comenzar a temblar…

 

 

 

Ikki cerró la puerta de su habitación una vez que ambos ingresaron – Si una mordida ocasionara eso… habría muchos de nuestra especie por ahí… no, hijo de Folken, una mordida simplemente enfermaría al sujeto, y le haría padecer un dolor difícilmente imaginable… veo que tu padre, jamás te lo comentó… - sonrió al sentir su temor, así como Shun había sido su joya… Mime era la joya de su padre… demasiado preciado por el gran parecido con su madre… porque el recordaba a aquella mujer, su padre le había perdonado la vida debido a que notó en ella un alma demasiado pura y bondadosa…

 

 

 

¿Entonces cómo? – el intuía que no debía preguntar, pero realmente le intrigaba saber…

 

 

 

En primer lugar… - murmuro al acechar al menor a sus espaldas – solo alguien de sangre pura puede hacerlo – uno de sus brazos rodeó la cintura y lo acercó firmemente – En segundo… ciertamente hay una mordida, sinceramente prefiero morder en el cuello… - Ikki sonrió al notar petrificado al más joven – Sin embargo, la mordida debe ser… parte de un ritual…

 

 

 

¿Ritual? – Mime no pudo evitar la curiosidad, volteó el rostro hacia atrás y se topó cara a cara con el oji azul…

 

 

 

Si… - susurró al tiempo de voltear el cuerpo del joven para que estuvieran de frente – ritual… de apareamiento… - una vez más el oji magenta se quedó petrificado, lo que hizo sonreír al mayor…

 

 

 

¿En… luna llena? – preguntó temeroso…

 

 

 

Esa parte… es una invención de los ancianos… - susurró acariciando la piel de ese rostro que en definitiva era muy suave – debido a que en luna llena… tendemos a ser más apasionados… - Ikki atrajo más el cuerpo del menor al suyo – Hijo de Folken… hueles muy bien…

 

 

 

Mime… - murmuró el oji magenta sosteniendo la mirada al mayor… una sonrisa de medio lado se dibujó en el fuerte rostro…

 

 

 

Un escalofrío recorrió por completo el cuerpo del peli naranja al sentir como aquella mano tomaba la forma de sus garras – No te muevas… - susurró Ikki al tiempo de ir desgarrando cuidadosamente la prenda que vestía el más joven… en un movimiento ya había tomado sus labios en un apasionado beso…

 

 

 

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“Krishna de Crisaor”… sus ojos lentamente se abrieron, su cuerpo entero se sentía pesado... se notó entre unos fuertes brazos y de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas de amargura y tristeza… no sabía de quien se trataba, pero sabía que le había hecho un daño incalculable… el sólo intento por recordar dolía más que nada de lo que tuviera memoria… y ahí estaba el problema principal que lo atormentaba… “¿Quién soy yo, en realidad?...

 

 

 

No llores… eso es algo que no tolero – Hades había volteado hacia si el rostro que se le ocultaba – Lo único que debes saber… es que me perteneces a mí…

 

 

 

Sus esmeraldas se encontraron con aquellas jades, una parte de él gritaba de agonía por aquella afirmación… no podía ser cierta, se preguntó si aquello era parte de la venganza de esa raza contra su familia. Y sin embargo… otra parte… se sentía en casa…

 

 

 

Ese hombre… me hizo daño – susurró temblando de enojo… no estaba seguro de por qué le decía eso a Hades… como si él supiera a quien se refería…

 

 

 

Ese hombre… tuvo el peor de los finales… mi padre se encargó de devorar su corazón mientras aun era consciente – esas palabras parecían haber impactado al menor, pero entonces sonrió…

 

 

 

¿Quién soy yo? – pregunto sin apartar la mirada de quien  lo observaba tan seriamente… - Quiero entender… por qué no puedo odiarlos, si se supone que son mis enemigos…

 

 

 

La manada, es tu familia mi príncipe… no puedes odiar a Ikki, que lleva tu sangre por ser tu hermano… no podrías odiar a Lían, mi hijo, porque también lleva tu sangre, por ser hijo de tu hermana Pandora… y no puedes odiar a mi – Shun parecía en estado de shock por aquellas palabras, pero no encontraba el valor de objetar, pues aunque su razón le exigía que creyera que aquellas palabras eran solo mentiras… en lo más profundo de su ser… sabía que eran verdad – Yo, que salí victorioso en la gran prueba, pero que decidí renunciar a mi premio, debido a mi amor ciego hacia mi hermano menor Julián…

 

 

 

¡Julián! – susurró el peli verde y nuevamente parecía perdido entre recuerdos que le provocaron un gran temor… “¡No me dejes, Julián!… ¡Perdóname… lo siento… yo… realmente, no soy un buen líder!, ¡Perdí otra vez…!”… sentía los latidos de su corazón cada vez más fuertes, miró asustado a Hades negando sin poder creer que aquellas imágenes fueran recuerdos suyos… “¿Qué dices?… ¡Tú eres el señor de todos los lobos… eres el mejor!... ¡Yo perdí… Hades fue… fue él quien triunfó!”… - ¡Hades…!

 

 

 

Shun se refugió entre los brazos del mayor… sostenía con ambas manos su cabeza, el dolor era demasiado grande, temía que aquellas imágenes volvieran… poco a poco le iban asaltando varias visiones, y no podía dejar de llorar… aquello realmente había sucedido…

 

 

 

¿Acaso tú…? – el oji jade no sabía lo que estaba sucediendo,  no tenía la intensión de presionar al menor, no quería que Shun sufriera.

 

 

 

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Ikki no se lo vio venir, Mime simplemente le había golpeado fuertemente en la cabeza, cuando cayó inconsciente fue retrocediendo mientras intentaba acomodar sus prendas, debía huir con su amigo, su padre siempre le había dicho que no confiase en aquella raza, no después de lo que le habían hecho a su madre.

 

 

 

Salió sigiloso de la habitación, esperaba que Shun se encontrase mejor, él jamás se consideró un cazador como su padre, no fue entrenado para serlo, pero aunque su padre lo alejó de aquella vida, si se había entrenado por su cuenta, con la ayuda de alguno de sus compañeros, no era tan diestro como lo eran Seiya, Hyoga o Jabú, pero definitivamente, no era tan débil como su apariencia indicaba.

 

 

 

Daría lo que fuera por un arma… - susurró mirando cada pasillo que recorría con cuidado, vio a Milo salir de uno de los cuartos con otros hombres, incluyendo un hombre mucho mayor, que le resultaba muy parecido a Hades, este se detuvo unos instantes lo que ocasionó que se escondiera rápidamente. Sintió que su alma había vuelto a su cuerpo cuando notó lo que había en el lugar en donde había ingresado – Pide y se te dará… - justo lo que había solicitado, ahí había una interesante cantidad de armas, notó de inmediato que pertenecían a cazadores, quizás recolectados después de algún ataque, quizás eran de algunas de las víctimas de los lobos.

 

 

 

No fue muy pretencioso, un revólver fue lo único que tomo, además de municiones… con eso le resultaría más sencillo escapar. Fue directo a la habitación en donde dejara a Shun, rogaba a los cielos que no estuviera Hades, la verdad, en lo posible, esperaba no verse en la necesidad de dañar a nadie…

 

 

 

Cuando abrió la puerta notó inmediatamente a Shun entre los brazos de ese sujeto, pero su intromisión fue notada de inmediato por Hades quien se volteó furioso hacia él – Mejor no intente nada Hades… se usar muy bien esta arma – Habló seguro de si Mime – Aléjese de Shun…

 

 

 

Niño, no creo que quieras amenazarme – el mayor se puso de pie lentamente observando al oji magenta, de pronto se preocupó por Ikki, aunque esperaba que estuviera bien, podía sentir, aunque leve, su olor en la piel de quien había irrumpido en su cuarto.

 

 

 

Shun, ven conmigo… volveremos a casa – el peli naranja notó como su amigo no le había apartado la mirada de encima… este se puso de pie sin demostrar expresión alguna, y eso de alguna extraña manera le puso nervioso…

 

 

 

Mime baja esa arma – hablo serenamente el peli verde – No iremos a ninguna parte – y esa afirmación dejó sorprendido a quien sintió temblar su propio pulso de la impresión…

 

 

 

¿Qué estás diciendo amigo…? – Mime señalo a Hades directamente al sentirlo mover – ¡No te muevas, realmente voy a disparar!... – dijo sin demostrar duda, aunque por dentro las tenía - ¿Qué dices Shun?... esta gente te atacó en tu infancia y mató a mi madre… debemos irnos de aquí…

 

 

 

Ellos no me atacaron en mi infancia, Mime… ellos son mi familia – Shun  había derramado una lágrima al afirmar aquello, el peli naranja no podía apartar su mirada de la de quien consideraba su amigo…

 

 

 

¡No puedes creer esas patrañas… te están engañando! – casi había gritado aquello, no le importaba nada, sabía que no podía perder al preciado hijo menor de los líderes de toda la organización a la que a pesar de todo, pertenecía – Debes venir conmigo…

 

 

 

Ninguno de los dos, abandonará este lugar – Hades habló con malicia, estrechando a un sumamente sumiso Shun entre sus brazos… - Y tú, hijo de Folken, ¿Estás seguro de que fueron los licántropos los que mataron a tu madre?... ¿No será esa una mentira que tu padre te hizo pensar?

 

 

 

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¡CALLATE! – antes de que Mime pudiera disparar, alguien lo había tomado desde atrás y obligado a soltar el arma…

 

 

 

No fue mi padre el que mató a tu madre, pequeño niño… - el oji magenta intentaba soltar el agarre con todas sus fuerzas, busco con la mirada a su amigo y lo encontró observado todo aquello con mucha calma y eso le inquietó – Mírame… - Ikki le había volteado el rostro, sintió angustia, era un hecho que iba a morir – Tu madre no murió esa noche… ella accedió a convertirse en la nueva compañera de mi padre a cambio de tu seguridad… tú recuerdas que fue mordida, o piensas que recuerdas eso…

 

 

 

Mentira… - dijo firmemente sin un asomo de duda… - Yo vi su cuerpo sin vida, lo recuerdo bien…

 

 

 

Mi padre te llevó a tú habitación para traer alguna de tus cosas, un arpa… tu madre le dijo que solo quería que llevaras eso de aquella vida – Mime negó a esas palabras – Pero cuando dejaron el lugar, tu padre con un grupo de cazadores atacó el lugar… fue tu propio padre quien mató a tu madre, por haberse convertido en una abominación según él… mi padre intentó salvarla, pero aún no se había completado la trasformación, por lo que no había nada qué hacer…

 

 

 

No es cierto – se dijo más para sí que para otro habitante en aquella habitación…

 

 

 

Shun podía notar el conflicto en su amigo, mismo que él mismo sentía, pero que a cada minuto se había menos fuerte… se acomodó entre esos fuertes brazos y contempló a su hermano…

 

 

 

Ikki no lastimes a Mime… - murmuró el menor sonriendo a su hermano quien parecía muy complacido de verlo…

 

 

 

Intentó llevarte con nosotros, pero ellos eran más así que te dejamos… y el gran cazador Folken, aun con la sangre de su mujer en las manos, te cargó en sus brazos y te llevó muy lejos… - Ikki terminó su relato, suponía que no le había creído una sola palabra, pero seguramente lo haría en algún momento - ¿Sabes por qué te impregnaban con aquella esencia?... – Mime no había vuelto a pronunciar palabra alguna, aunque él sabía que era para que ningún licántropo supiera que era hijo de Folken – No es para que no sepamos quien era tu padre… - eso sorprendió al muchacho y aquello pudo leerse en su mirada – Sino para que mi olor, no se notara en ti.

 

 

 

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¿Cómo está Mime? – preguntó el peli verde a su hermano ingresando a la habitación…

 

 

 

Esta dormido… ¿cómo estas tú, mi niño? – Ikki estrecho a su menor con amable delicadeza…

 

 

 

Me siento raro, como si hubiese despertado de un sueño muy largo y perturbador – murmuró fijándose en quien yacía sobre la cama – ¿Realmente tú lo marcaste cuando era un niño…?

 

 

 

Si… aunque en aquel tiempo, yo lo odiaba por ser hijo de aquel sujeto, quería venganza… aun hoy eso es lo que deseo… si lo hago mío es en represaría a su padre -  comentó Ikki sin emoción alguna…

 

 

 

Entonces deberé ayudarle a huir… no puedo permitir que lo dañes, solo por venganza – hablo serenamente Shun, e Ikki sonrió por aquellas palabras, su hermano siempre había sido demasiado noble – Iré a descansar… se amable…

 

 

 

Shun salió de la habitación, Hades ya lo esperaba en la puerta… había tanto que aún no recordaba, pero que sabía que iba a hacerlo lentamente… se acercó a esos brazos que se abrieron para él, y fueron rumbo a su cuarto…

 

 

 

Mañana es Luna Llena – murmuró a su oído cuando había cerrado ya la puerta… - ¿Mi príncipe está listo, para ser uno con la noche?

 

 

 

¿Serás mi noche, Hades? – preguntó el menor sintiendo como era lentamente despojado de sus prendas – Tengo miedo de recordarlo todo…

 

 

 

Su alteza no debe temer, ahora está a salvo… conmigo… no volveré a fallar en mi misión – susurro el mayor tomando esos dulces labios con los suyos – Te he amado desde el primer día en que te vi… y desde ese primer día, supe que ibas a ser para mí… -  el llanto de una criatura le sacó una verdadera sonrisa al menor… - Iré por él…

 

 

 

Shun se durmió profundamente con el pequeño en brazos, y con Hades para velar el sueño de ambos… percibió el olor inconfundible de un humano asustado, y supo que Mime había vuelto a despertar, y que esta vez Ikki no le iba a permitir escapar… se alegraba que su niño durmiera profundamente, al amanecer Ikki tendría a su consorte, así como su pueblo tendría a su príncipe.

 

 

 

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Uhmmm No… - murmuro el oji magenta sin poder contener los gemidos, Ikki estaba entre sus piernas totalmente desnudo, así como él… - ah… ahhh – estaba asustado, pero no sentía fuerzas para defenderse, al despertar, él ya estaba en aquella penosa situación, y lo peor de todo, es que no podía disimular que sentía placer por aquello – basta…

 

 

 

Ikki sonrió antes de tomar aquellos labios con los suyos, justo al momento de penetrarle, lo sintió estremecerse y como se retorcía por el dolor, aunque su instinto quería tomar el control, se contuvo… ya cuando Mime fuera igual a ellos, lo tomaría como su naturaleza lo exigía  hasta en tanto, debía ser cuidadoso, para no dañarlo…

 

 

 

Ahh… uhmmm – sonrió al escuchar aquellos gemidos, en parte esa era su venganza, no por ser hijo de aquel cazador, sino por el golpe de hacía unas horas – Ik… Ikki – susurró sosteniéndose fuertemente de sus brazos cuando el vaivén fue mucho más acelerado…

 

 

 

Déjate llevar Mime… acepta que de ahora en más, yo seré tu señor – murmuró cuando volvió a tomar esa boca jadeante…

 

 

 

Estaba sumamente asustado, sabía lo que seguía y no pudo evitar derramar lágrimas al saber que no podría evitarlo, inclinó su cabeza hacia un costado sumisamente – AHHHHHGGG – cuando sintió esos afilados colmillos cortar la piel un placer sin precedentes lo inundó, vio un centenar de estrellas tras sus ojos cuando se venía de forma violenta entre el cuerpo de ambos y sentía a Ikki marcarlo a él por dentro con su esencia.

 

 

 

Se sintió adormecer, cuando la imagen de su madre rogándole a su padre le vino a la mente, él estaba viendo todo desde la ventana de su habitación… aquellos cazadores la había arrastrado hasta el jardín… un feroz aullido tras él le indicó que aquella bestia se sentía furiosa, y furiosamente saltaba por la ventana para salvarla, pero era tarde… alguien le había volteado el rostro… unos zafiros se encontraron con su mirada… - Ikki… qué cruel eres… - susurró antes de perder por completo la conciencia… al fin lo había entendido, entendía cual era la venganza del mayor… él quería que su padre sufriera, y así como le destruyó tener que matar a su esposa, le destruiría más tener que matar a su único hijo…

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado... les mando un saludo... Nos leemos pronto.


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