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Magico por NeSLY

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MÁGICO

CAPITULO 1: Con Sabor a Venganza.


Naruto es un hombre lobo.

Fuerte y arraigado.

Hermoso en todo el sentido de la palabra.

Lo sabe pero no se siente a gusto, por que su belleza poco le ha servido para poder ser feliz.

Su reflejo muestra esos ojos azules casi brillantes que deslumbran con facilidad tanto a los seres mágicos como a los seres humanos. Cuan fácil se le ha hecho el poder arrastrar a sus presas con facilidad, con la simple y sencilla acción de una sonrisa.

Pero eso no es suficiente.

-Ah… Sasuke-kun…-

El insípido gemido que emitió Karin desde la habitación lo hizo retorcerse.

Mujer patética.

Pero aún más él, quien siendo quien es. Se atreve a permitírselo a Sasuke, a permitirle ser tan lujurioso, tan desobligado, tan él mismo. Naruto empieza a sentir una profunda aversión al que alguna vez fue su mejor amigo, casi hermano y luego pareja.

A un paso de unirse oficialmente.

¿Puede ser tan malo el estado de negación?

Para Naruto lo es.

-Hm…-

Continúa apoyado en la pared, justo junto a la puerta que lo tiene a un paso de Sasuke y su desfachatez, observa su mano, su fuerte mano que en este momento de manera algo impulsiva a dejado relucir sus fuertes garras, sus uñas afiladas y peligrosas, podría con un simple movimiento asesinar a Karin.

Pero la muy idiota no tiene la culpa.

Además si empezara por asesinarla a ella, luego tendría que ir con el siguiente, y antes de darse cuenta Naruto se quedaría sin pueblo que gobernar cuando le cedieran el trono. A cargo de los hombros lobos, por supuesto, llevándose por delante incluso hasta el mismo Sasuke.

Sonríe amargamente.

Agacha su cabeza e igual que siempre decide irse antes de que Sasuke pueda descubrirlo.

Por más patético que eso llegue a sonar.

+-+-+-+-+

Y se sintió renovado.

Se soltó del agarre de Karin y su patética confesión de amor.

Caminó entre las calles de la aldea con el espíritu rejuvenecido y con una sonrisa en el rostro que no dejaba lugar dudas lo bien que le había sentado aquella sesión de sexo que la mujer le acababa de regalar. Cada mirada obre su cuerpo fue agradable, apreciaba el sentirse admirado, pero más que todo apreciaba su status social.

A un paso de gobernar junto a Naruto la aldea, las cosas no podían ir simplemente mejor, tenía a uno de los licántropos más deseados bajo su mano, en su poder, de su propiedad. Y aunque varios habían intentado disputárselo, a ellos les había tocado pagar su impertinencia con sangre.

Un fuerte viento lo abrazó por un momento.

Lo rodeó por completo.

Sasuke sabía de quien se trataba, apenas vio el pequeño vestido rosa moverse todavía con el viento, mientras la muchacha delante de él sonreía abiertamente, por no decir de manera coqueta, las alas en la espalda de la muchacha se sacudieron un poco antes de desaparecer.

-¿Qué quieres Sakura?-
-¿Esa es la forma de hablarle a una hermosa hada como yo, mal educado licántropo?-
-Es la única forma que tengo de tratarte ¿Qué quieres?-

Sakura jugó con su cabello un rato y luego suspiró largamente, dejando que de aquel suspiro saliera una pequeña burbuja que luego terminó en las manos de Sasuke.

-Lo envía Itachi-kun-
-Bien, puedes largarte- Sasuke empezó a retomar su paso tranquilo mientras Sakura sonreía todavía con la mirada perdida en aquella parte donde la espalda pierde el nombre. Sasuke después de todo siempre fue muy atractivo.
-Espera, Sasuke-kun.

-¿Qué?-
-¿Has visto a Naruto?- Sakura sacó su varita del cinturón que llevaba y jugó con ella entre sus dedos por un buen rato mientras veía el ánimo de Sasuke cambiar.
-Ya te he dicho un montón de veces, Sakura. Que lo dejes en paz. Ya no es un niño que se enamora patéticamente de la primera hada bella que ve por ahí.

-¿Admites que soy bella entonces?-
-Todas las hadas por naturaleza son bellas, Sakura. Es como una regla. Todos en algún momento han tenido la sensación de que se han enamorado de un hada. Pero ustedes tan solo están vacías por dentro-
-Igualmente, Sasuke-kun.

El ánimo de Sakura obviamente había cambiado.

-Me largo-
-¿Sabes, Sasuke-kun?- las alas en la espalda de Sakura volvieron a aparecer y revolotear –A veces extraño cuando éramos unos niños y nos llevábamos bien-

-Tu seguirás siendo una patética hada cumple deseos a idiotas niños humanos, Naruto y yo dentro de nada gobernaremos a todos los licántropos. Seremos verdaderamente poderosos e inalcanzables. Tú nunca estuviste a nuestro nivel- Sasuke sonrió de lado disfrutando la aparente indiferencia en Sakura, indiferencia que se quebraría en llanto apenas él se marchara –Y nunca lo estarás-

-Eres muy cruel, Sasuke-kun-

La voz de Sakura no denotaba ningún tipo de emoción. Absolutamente nada, del mismo modo en que llego, las alas de Sakura se agitaron empezando a elevarla en el aire hasta empezar a alejarse, Sasuke rodó los ojos apretando la burbuja en sus manos hasta que esta explotó y la voz de Itachi emergió de ella.

-Necesito hablar contigo, tonto hermano menor.

+-+-+-+-+

Sweet Dreams.

De la voz de Marilyn Manson, sonaba tan bien.

De las pocas cosas que los humanos hacen bien, la música estaba entre ellas.

Y aunque sonara extraño a Naruto le encantaba esa canción, le encantaba moverse al ritmo de la canción, de pasar sus manos por su cuerpo, sabiendo que aquel simple baile podría seducir a cualquiera, lo oscuro de la canción le encantaba. Lo lento y lo lleno de vida que se sentía cuando lo escuchaba.

…Casi hasta el punto de excitarlo.

Que pocas cosas sabía Sasuke de él.

Las garras en su mano derecha volvieron a hacer aparición, Naruto dejó que sus uñas pasaran sobre la tela de su pantalón sin rasgarlo en ningún momento, solo bailando aunque sin espectadores, las garras de su otra mano aparecieron inesperadamente ahora entreverándose en su rubio cabello, cortando sin querer varias hebras en el proceso.

La luz casi muerta de la habitación, iluminada apenas con velas le fascinaba.

Sasuke tampoco sabía eso de él.

Como deseaba que en estos momentos llegara Sasuke, ni siquiera el hecho de saber que acababa de revolcarse con la Karin esa le importaba, solo quería y necesitaba que Uchiha Sasuke llegara.

Tan pronto como visualizó su profundo deseo, una mano recorrió con lentitud su plano y fortalecido estómago, palpando con lentitud cada músculo que se dejaba relucir a pesar de la camisa y el chaleco. Naruto cerró los ojos y siguió moviéndose al ritmo de la música.

Con el cuerpo de aquel hombre tras de él, moviéndose al mismo ritmo con la misma sensualidad y la aparente interminable canción, la lengua húmeda del hombre lamió su cuello. Y Naruto sintió su pulso más acelerado que nunca antes.

-…Sasuke-

Una mordida en su cuello lo hizo gemir, con fuerza, con intensidad, con sus ojos abiertos al máximo, sus ojos azules perdiéndose entre la oscuridad, las manos del hombre fueron remplazadas por unas garras que empezaron a rasgar su ropa con lentitud, hasta que claro sintió aquellas manos tocar su estómago.

-Te equivocas… ¿Acaso tu olfato e instintos ya no andan tan bien?-

Naruto giró, a pesar de que el mayor intento evitarlo, cuando sus ojos chocaron con los otros también azules, Naruto pudo sentir el olor a peligro que se respiraba en el ambiente, a peligro y a equivocado, a lo mal que todo esto estaba y lo peor que podía continuar.

-Detente… Deidara…-
-¿Por qué?- las uñas del rubio mayor se pasearon por su espalda, rasgando esta vez su piel, Naruto está casi seguro de que sintió un par de gotas de sangre correr por su espalda
-No está… bien…-
-No te merece, Uchiha no te merece, nunca te ha merecido. Tu eres demasiado para él-

Y antes de que pudiera evitarlo, sin la más mínima preocupación. Deidara literalmente se abalanzó sobre Naruto, apresando aquella boca con fuerza y deseo, jugando con sus lenguas y absorbiendo cada negación que pudiera emerger de esos labios. Cuando la espalda de Naruto chocó contra el suelo emitiendo un gemido ahogado y los labios de Deidara se apoderaron de ese cuello.

Naruto tan solo afloró un último reproche.

-…Hermano…-

+-+-+-+-+-+

-¿Qué querías?-

Itachi pasó una de sus uñas por la espalda desnuda del menor. Sin la menor intención de lastimarlo, pero si con la suficiente como para que el pequeño enfrente de él gimiera.

Oh… Itachi adoraba la carne fresca.

El muchachito que en este momento compartía la piscina con él ni siquiera se inmutó con la llegada de Sasuke, y eso le agradó, lo descarado que podía llegar a ser con apenas quince años, tan joven, tan lleno de vida. Itachi sonrió y suspiró relajadamente antes de esconder sus garras y estirar sus brazos a los extremos.

-Vete Konohamaru, necesito hablar con mi hermano- el muchacho apenas asintió mientras se levantaba dejando a la vista que apenas vestía una pequeña bermuda que lo cubría escasamente, el agua escurriendo, Konohamaru estaba seguro de que se lo veía demasiado bien, sin embargo Itachi ahora se mantenía apoyado en el borde de la piscina con los ojos cerrados.

-Maldito inoportuno…-

El susurro de Konohamaru fue perfectamente audible para Sasuke, su instinto animal reaccionó de inmediato, tan pronto que sus manos ahora transformadas en garras sostuvieron el cuello lozano del muchacho levantándolo del suelo, sus ojos cambiaron de negro a rojo en apenas un micro segundo y por supuesto sus enormes colmillos también hicieron su gran aparición.

Sasuke por un poco más y casi completaba su transformación.

-Déjalo…- Sasuke ignoró la orden de su hermano mayor e incluso apretó más el agarre logrando que Konohamaru empezara a toser y agarrara los brazos algo velludos del mayor en busca de liberación -¡He dicho que lo dejes, Sasuke!- el grito de Itachi bastó para que Sasuke decidiera obedecer y lo soltara, dejando que el muchacho tosiera en el suelo mientras intentaba buscar un poco de aire para sus pulmones.

-Mejor mantente callado, muchachito insolente-

Konohamaru lo miró con odio, pero Sasuke tan solo lo ignoró mientras ahora en su apariencia normal, volvía a acercarse a su hermano quien ya mas relajado ahora tan solo veía el cielo.

-¿Cuándo te desharás de él?-
-Cuando me haya aburrido, ya te lo he dicho Sasuke-
-Pues ese maldito espécimen humano ya tiene aquí más de un año. Conviértelo o bótalo, por que yo ya no lo soporto más-

-Tranquilo, Sasuke- Itachi sonrió ligeramente –Ya lo he convencido para que deje de ser un humano, ahora tan solo le hace falta decidirse entre vampiro o licántropo-
-Odio a los humanos- espetó Sasuke con una mueca de desagrado total que logró hacer que Itachi sonriera un tanto más mientras bebía un poco de champaña.

-Pues dentro de poco ya no lo será-
-Entonces por su bien que prefiera ser un vampiro, por que no soportaría saber que lo transformaras en uno de nosotros.-
-Oh… vamos, Sasuke. Sonaste como en esas tontas películas humanas en las que juran que entre vampiros y licántropos nos odiamos-

-Da igual ¿Qué es lo que querías?-
-Hermanito ¿Sabes que es lo único que no se permite en nuestro mundo?-
-¿Es esa una extraña proposición?-

Los ojos de Sasuke se mostraron confusos, pero más que todo mostraron algo muy parecido a la incertidumbre.

-El incesto, mí querido Sasuke. Es como dirían los humanos. Pecado- Sasuke rodó los ojos, luego de que Itachi hubiera conocido a ese mocoso humano a Itachi se le había pegado la maldita idea de averiguar más sobre ellos, Sasuke simplemente los detestaba, los humanos no eran más que seres inferiores a ellos -Esta prohibido-

-No tengo tu tiempo, Itachi-
-No deberías despreciar tanto a Naruto-kun, Sasuke- el mayor volvió a beber un poco dejando en esta ocasión la copa completamente vacía –Después de todo siempre he pensado que es demasiado para ti- la copa se mantuvo en la mano de Itachi lo suficiente.

-¿Y tu?- Sasuke sonrió –No seas patético, Itachi. ¿Crees que no se de que se trata todo esto? Sigues enamorado de Naruto y aunque me digas que no, odias que te lo haya quitado. Era tu prometido después de todo. Destinados a estar juntos desde que nacieron. Vaya tontería…- Sasuke incluso se permitió aflorar una carcajada –Pues yo fui en contra de su estúpido destino-

La copa en la mano de Itachi se quebró.

La sangre en la mano del mayor de los Uchiha empezó a gotear.

-¿Por qué lo engañas? ¿Qué quieres demostrarte con eso?-
-Absolutamente nada, tan solo a veces quiero un poco de variedad-
-Ten cuidado, Sasuke- Itachi esta vez se levantó de la piscina con una sonrisa en el rostro aquella sonrisa que denota plena tranquilidad y confianza.

El corazón de Sasuke se detuvo por un breve y escaso momento.

Logrando que el muchacho llevara la mano a su pecho.

“Maldito idiota… lo está haciendo… otra vez…”

Itachi sin embargo nunca lo miró, ni siquiera percibió el momento en que Sasuke cerró los ojos con fuerza y sacudió su cabeza de la misma forma. Tomó a penas una toalla y sin voltear a ver a su hermano menor Itachi empezó a alejarse hacia el interior de la mansión, no sin antes por supuesto regalarle un último consejo a su hermano.

-Después de todo, Deidara quiere mucho a su hermano menor-

+-+-+-+-+

-Siente el poder de hacerle lo mismo que a él…-

El susurro de Deidara se esparció dentro de la habitación.

Naruto ya no sabía si lo que tocaba era ropa, sabana o piel, sus sentidos empezaban a perder noción y su vista nublada apenas enfocaba los ojos azules de su hermano mayor, su voz que lo encandilaba, su piel, su calor, y ese sentimiento de lo incorrecto que los albergaba y que lo hacía sentir tan bien.

Su espalda algo lastimada por los cortes anteriores se movía en un constante vaivén contra si mismo, sus manos se aferraban a la amplia espalda de Deidara, intentando por todos los medios que sus uñas no afloraran, pudo sentir una embestida audaz por parte del mayor tan intensa y profunda que lo albergó en un mundo lejano de todos.

La boca de Deidara empezó a saborear su cuello tan exquisitamente que Naruto empezó a gemir con una intensidad tan propia de su personalidad que si no fuera por que se encontraban solos y a distancia del pueblo. Ambos jurarían que sus gritos de placer llegarían hasta el último licántropo a su alrededor.

-Mi querido hermano menor-

Naruto se acaloraba cada vez más, cuando escuchaba la palabra hermano deambular en el ambiente, el sabor de lo prohibido lo enloquecía tanto. El estado del cuerpo de Deidara en constante movimiento sobre el suyo, todo en aquella habitación, todo lo que moría entre esas cuatro paredes.

Eran su más profundo y retorcido secreto.

No tenían padres, ellos habían muerto cuando Naruto hubiera nacido.

Se habían criado prácticamente solos. Con el apoyo apenas de los ancianos de la aldea.

Justo entonces Deidara y Naruto habían aprendido otra forma de quererse, más intensa y emocionante. Más lleno lujuria y de pasión, más allá de lo prohibido y en secreto. Donde nadie más que ellos podían intervenir. Donde solo ellos tenían acceso. Donde ni siquiera un Uchiha podía intervenir.

…En su maltrecho corazón.

-Ah… Dei…dara…- Naruto sintió su límite a punto de llegar y por los movimientos del mayor pudo prevenir un sentimiento igual
-Na… ¡Naruto!- las garras volvieron a hacer aparición, esta vez por parte de Naruto quien clavó sus uñas sin reparo en la blanca espalda de su hermano mayor quien apenas gimió ante el gesto.

La elevación que sufrió la espalda de su hermano, junto a todo su cuerpo fue tan exquisita que Deidara se lo perdonaba absolutamente todo. Naruto a pesar de estar cerca de los veinte todavía no sabía controlar su cuerpo lo suficiente.

…Y Deidara se sentía encantado de enseñarle.

+-+-+-+-+

-¡¡AHH!!-

El grito lleno de desesperación de Sasuke inundó el lugar.

Gaara caminó con la lentitud propia de quien vive a base de costumbre, con sus manos dentro de los bolsillos vio a Sasuke retorcerse en el suelo, apretando con sus manos su propia cabeza, producto claro una vez más de una mala pasada por parte del primogénito de los Uzumaki.

Se agachó con lentitud, colocando una rodilla en el piso y sosteniendo varios cabellos azabache entre sus manos, al principio sin fuerza alguna, hasta que claro, su mano se cerró con fuerza y jaló de los cabellos de Sasuke haciéndolo que llevara su cabeza hacia atrás, dándolo una amplia imagen de su cuello.

Los colmillos de Gaara se dieron a relucir.

Y antes de que Sasuke pudiera emitir otro grito devastador, aquellos afilados colmillos se hundieron con verdadera premisa sobre su cuello, Sasuke podía empezar a sentir como su sangre empezaba a ser succionada. Sus ojos se abrieron con fuerza y sus pupilas se dilataron tanto que fácilmente podrían confundirse con las de un adicto.

Todo había comenzado años atrás.

Cuando luego de tanto tiempo de planeación, Sasuke por fin pudo lograr que Naruto le perteneciera, que dejara a Itachi y su compromiso, cuando Sasuke creyó que por fin lo tenía todo que Uzumaki Deidara le hizo darse cuenta que no era así. Fue cuando Sasuke se dio cuenta que su verdadero enemigo no era Itachi.

Desde el primer día en que se anunció formalmente que los dos hijos menores de las familias más poderosas de entre los licántropos se unirían, fue cuando la pesadilla de Sasuke empezó. Deidara es poderoso, demasiado quizás, que sea más fuerte que Itachi de eso no está seguro. Pero Deidara se las arregló para hacerle la vida imposible.

Por que le muestra las pruebas de que entre él y Naruto hay algo más que un cariño fraternal, por que le muestra sin el menor reparo el beso que entre hermanos se dan, le muestra sus manos tocándose, su piel rasguñada y más imágenes que logran lastimar el ya frágil corazón de Sasuke.

Deidara es todo un maestro.

Le enseño a Naruto a ser cruel.

Y a él, a ser un completo imbécil.

Sasuke no habla, nadie más que Gaara sabe la verdad de aquellas tormentosas imágenes y sonidos que vagan en su mente gracias a Uzumaki Deidara. Por que de hacerlo Naruto sería asesinado, junto con su hermano por supuesto. Pero Deidara lo tiene sin cuidado. Naruto es su única preocupación.

Por eso Sasuke tiene que tragarse todo su amor.

Y vengarse como puede… de la única manera en que puede.

Las imágenes comienzan a hacerse difusas y los sonidos empiezan a alejarse, el rostro sonriente de Deidara se borra y el de Naruto se disuelve en el ambiente tan lentamente que duele. Los colmillos de Gaara empiezan a salir de su cuello ahogándolo en un dolor tan intenso que lo saca por completo del extraño encantamiento de Deidara.

-¿Mejor?-

La voz de Gaara se escucha tan bien, que Sasuke empieza a respirar con algo de dificultad, prefiere escuchar la voz de Sabaku a los gemidos de aquellos dos. Lleva una mano a su cuello intentando tapar la mordida y sonríe con algo de dificultad al verse arrodillado en el suelo.

-Creo que si…-
-Deidara es muy cruel… deberías deshacerte de él. Yo podría ayudarte-
-No lo creo, el idiota de seguro entraría en una profunda depresión si a su hermano mayor le llega a pasar algo- como pudo Sasuke intentó levantarse hasta llegar al sillón más cercano.

-Patético…-
-Más patético tú, hueles a humano. De seguro vienes de ver al insignificante ese…- Gaara sonrió levemente mientras empezó a limpiar con lentitud los restos de sangre en su boca.
-No tiene nada de insignificante, Sasuke. Por ninguna parte-

Gaara emitió una pequeña sonrisa ante la mueca de asco que le mostró Sasuke y se sintió aliviado de ver a su amigo ligeramente más tranquilo. Sin embargo la pequeña paz no duró demasiado, Uchiha volvió a consumirse entre voces y sonidos ajenos a él y que empezaban a atormentarlo.

La mano de Sasuke se estiró y Gaara resignado a sacar a su amigo de la oscuridad tomó la mano del azabache y hundió con fuerza sus colmillos en aquella límpida muñeca.

Solo el dolor físico podía sacarlo de ese dolor interno que nunca se borraría.

FIN CAPITULO UNO
Notas finales: Bien, no estoy muy segura de donde salió la idea, y si se que tengo un monton de mis fic pendientes pero este salió de una manera tan impulsiva que me sorprendió. Y aunque no lo crean me paso escuchando ‘Magic’ de Selena Gomez. Por mas bizarro que suene.

Me encanta esta historia, no estoy muy segura del por que, pero me ha encantado como va hasta ahora, puesto que tengo escrito hasta el capitulo tres.

Por cierto, no esperen las parejas habituales de mis fic, por que pienso cambiarlas un poco y variarlas un mucho jejeje, bueno aunque no estoy muy segura del final. Gracias por leer mi fic y por sus comentarios si es que dejan alguno. Gracias por molestarse en leer.

Hasta el próximo capi.

Nesly

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