Los días pasaban y no podía ser más feliz, me enkantaban los mimos que me daba Iruka, y también como se sonrojaba cada que me ayudaba a darme un baño, su comida también era deliciosa… ¡PERO AÚN NO HE PODIDO HABLARLE!
¡MALDITA SEA! Todos los días el me saluda, me platica, incluso cuando salimos a dar un paseo, me platica todo lo que hay alrededor como si estuviera ciego o algo por el estilo, no puedo negar que me disguste ya que el sonido de su voz es glorioso. La verdad mi cuerpo en si ya está recuperado y eso es algo que me preocupa, no tarda en volver Mizuki con alguna misión que se nos haya asignado, así que quiero aprovechar cada momento que estoy con mi ángel.
-Ne, Kakashi ¿Qué te parece si hoy vamos al parque? – me vuelve a preguntar como todas las mañanas mientras desayunamos, yo mi cabeza hago una seña de que me parece buena idea.
-Ok, entonces me voy a dar una ducha y nos vamos.- se levanta de la silla y deja los platos en el fregadero para después salir por la entrada de la cocina que por cierto no tiene puerta y mejor para mí ya que desde la sala puedo ver como Iruka cocina, lava los platos, de vez en cuando se pone a tararear y más aún cuando prepara algún postre, debo admitirlo verlo con su delantal que dice “Besa al cocinero” me da mucho que desear. Definitivamente, cada día lo amo más y más…. Pero ¿el que piensa de mí? ¿Yo también le gustaré?
Escucho como entra Mizuki por la ventana de la sala, esto me preocupa, no me quiero separar de Iruka. Se sienta enfrente mío justo donde antes estaba Iruka, me sonríe de medio lado sin decirme palabra para después lanzarme a la cara un sobre blanco, claro lo pude agarrar antes de que me lastimara.
-¡Idiota! No puedes encontrar una forma más sutil de saludo.- le reprocho.
-Perdona Kakashi, es sólo que los “jefes” ya tienen lista una misión para nosotros rango A- ¡no puede ser! Abro el sobre, no tiene nada fuera de lo común, asesinar a un político influyente que al parecer está haciendo tratos con algunos grupos de la mafia. Lo único que resalta es que tiene guardaespaldas ninja.
-¿Cuándo tenemos que partir?- le pregunto mientras pongo los codos en la mesa, junto mis manos y apoyo mi mentón en ellas.
-Mañana en la mañana, será una misión larga Kakashi, no es sólo asesinarle a él sino a todos sus colaboradores, incluso hasta podrías tardar meses en volver con ese hermoso castaño, así que – se levanta y se dirige otra vez a la ventana – disfruta tus últimas horas con él, no creo que les agrade a “ellos” que tengas algún tipo de afecto por alguien. –y así como llegó, se fue. Doy un largo suspiro, eso solo provoca que me preocupe más de lo que ya estoy.
Sabía que no podía estar siempre así, como me gustaría estar a su lado siempre, simplemente abrazarlo y quedarnos así…. Pero ni a eso llego.
-¡Ya se! ¡Hoy le declararé mis sentimientos! – digo mientras me levanto con el puño en alto y un fondo en llamas.
-¿Kakashi?- me habla Iruka al verme subido arriba de la mesa, al instante en que lo veo, me desconcentro y caigo al suelo de pura cara.
-¡Kakashi! – corre a mi lado mientras mis ojos tiene forma de espirales -¡¿Te encuentras bien?!
-I…Iruka…- logro apenas decir su nombre y veo como se sonroja. Me ayuda a levantarme para después ir a la sala.
-Tu… –se sonroja- haz dicho mi nombre…- ahora me mira directamente, ¿se habrá enojado? - ¡ESTOY MUY FELIZ!- grita mientras brinca a mis brazos para darme un fuerte abrazo, siento el hombro algo húmedo de seguro esta llorando, no se como reaccionar así que coloco mis brazos a su alrededor para estrecharlo más hacia mí.
-Porfavor, di mi nombre otra vez. – me dice con la voz entrecortada mientras me abraza más fuerte. Me sorprende su petición, pero supongo que eso lo hará feliz, y si Iruka es feliz, yo también.
-Iruka…. Iruka…. Iruka….- repetía una y otra vez y cada que lo hacía el soltaba una pequeña risita, eso si, sin dejar de abrazarme.
Se que será algo atrevido de mi parte, pero no puedo soportarlo más, no me puedo guardar más esto que siento por él. Así que lo acomodo mejor en mis piernas para después separarlo un poco de mi, el me mira extrañado con esos ojos llorosos y las mejillas sonrojadas. Lo que hago a continuación es acercar tomar ambas mejillas delicadamente con mis manos, el cierra los ojos calmo, le acaricio el rostro con la mayor delicadeza posible, siento como si se fuera a romper en cualquier momento, su nariz, sus ojos, su frente, sus labios… tomo con una mano su mentón y lo atraigo hacia mí para después unir nuestros labios… eso es todo, un simple roce y siento como mi mundo a adquirido un nuevo significado. Mantengo mis ojos cerrados por lo que no se que expresión tenga mi ángel, así que con valor los abro y lo veo sumamente sorprendido… siento algo de decepción, a lo mejor y no le gusto, incluso hasta debe darle asco… me separo de él… me levanto y lo volteo a ver.
-Lo siento, yo…- sorpresivamente siento otra vez como nuestros labios se une, el se ha lanzado nuevamente a mí, no lo vi venir por lo que ambos caemos al piso, el arriba mío.
-Iruka, ¿tu…?- no me deja continuar ya que me vuelve a besar, uno tras otro me da cortos besos mientras sigue llorando, ¿esto significa que soy correspondido? Lo detengo con mi mano, de lo contrario no podría aclarar mi duda.
-Te amo.- suelta sin más para sonreírme nuevamente. Esto si que no lo esperaba MI ANGEL, MI ser divino, aquel que creía inalcanzable y solo admirable, ¡Me ama! Vuelvo a acariciarle lentamente su rostro, y hago que cambiemos de posición ahora yo estoy arriba y el abajo. Junto nuestros labios y sin separarlos le respondo.
-Yo también te amo, Iruka. – ahora si nuestros labios se funden, los muevo insistentes sobre los de él, pero necesito más, así que le muerdo levemente el labio inferior para luego meter mi lengua en esa cavidad, y empiezo a explorarla no pierdo detalle alguno, junto nuestras lenguas y con leves roces incito a la suya para empezar una danza sin tregua.
Después de unos minutos, me separo de él y lo que veo me encanta, sus ojos levemente abiertos con unas pequeñas lágrimas apunto de salir, sus mejillas sonrojadas y sus labios rojos por lo anterior, además de su respiración poco regular.
-¿Dónde aprendiste a besar así Kakashi?- me pregunta con dificultad ya que no puede regular aún su respiración, sonrio ante lo que me pregunta y le doy otro beso.
-No tengo idea, pero vete acostumbrando- el se ríe y me mira fijamente para decirme sin hablar, es decir, sólo moviendo los labios “Te amo”.
-Te amo Iruka, te amo… te amo…- a cada beso que le daba le repetía mis sentimientos por él.
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Después de nuestra declaración, decidimos seguir con los planes e ir al parque, allí compramos un helado, claro que yo no me estaba devorando el helado si no a cierto delfín.
Esto empezó algo así como…
-¿Kakashi te gustaría probar de mi helado?- me dice con la cara toda roja mientras me acerca su helado.
-Por supuesto, pero…- tomo un bocado de mi helado y me acerco a Iruka para después darle un beso, cuando abre su boca, le paso con mi lengua un pedazo del helado y ahora saboreo cada rincón hasta que el sabor se allá ido.
Iruka estaba más rojo que un tomate mientras yo no dejaba de mirarle enternecido por sus acciones, a todo esto…. ¿de donde habré aprendido a hacer estas cosas? Bueno, no importa ahora es su turno de darme a probar su helado.
-Ne, I-r-u-c-h-a-n, *modo chibi* Ahora te toca darme helado a mi… ahhh- hablo mi boca, y lo único que recibo es un golpe en la cara.
-¡B-b-b-baka! – rojo a más no poder – ¡¿C-c-como se te ocurre que yo pueda hacer algo tan vergonzoso?!
Awwww… esa fue nuestra primera pelea…
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Ya es de noche y no falta mucho para que amanezca, no quise dormir quería aprovechar todo el tiempo que estuviese con él, después de todo es la última vez que le vería. Iruka se encuentra dormido en mi hombro después de ver una película, con cuidado lo acomodo en el sofá y lo tapo con una frasada, se que Mizuki me está esperando afuera, así que con cuidado le doy un último beso en sus labios de ángel y con un “adiós” me marcho.
-Toma, ¿tu antiguo uniforme se rompió verdad? Según me contaron estos son más resistentes y…- ya no le pongo atención ahora sólo me dedico a cambiarme de ropa ante la mirada de Mizuki.
-Kakashi… ¿le volverás a ver?- me pregunta con la voz algo baja y ¿decaída? Me volteó para ver como me observa con una expresión algo dolida, no soporto su mirada y la esquivo volteando a otro lado.
-No…-
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-¡¿Por qué los han mandado a esa misión?! ¡Es un suicidio!- gritaba exaltado.
-No tienes porque pedir explicaciones siendo que ni siquiera formas parte de AMBU…- decía un viejo cubierto por una capa arriba de lo que parecía un tribunal junto a más ancianos. Abajo iluminado por una pequeña luz se encontraba un joven en una túnica blanca, al escuchar la respuesta del anciano, se destapó el rostro.
-¡Puede que no sea parte de AMBU, pero yo Umino Iruka exijo ir de apoyo para esta misión!-
Continuará……………………………XD