Ahora el azabache se dirigía a la recámara de su padre, que es donde se la pasaba en “vacaciones” llamando y contestando por teléfono cosas del trabajo. Justo cuando estaba por tocar alcanzó a escuchar una conversación.
-¡¿Karin?!... si, entiendo, y que hay de… ¡Búsquenlo!- y después silencio, fue cuando Sasuke creyó prudente tocar.
-Adelante.- escuchó la gruesa voz de su padre y sin más entró.
-Hijo, tengo algo muy importante que hablar contigo.- dijo mientras se levantaba y se ponía enfrente del gran ventanal que tenía su habitación viendo sin un punto fijo al exterior.
-¿Recuerdas a Karin verdad?- no esperó una respuesta y continuó. –Al parecer hace días ella perdió la vida en un accidente de auto…- ante esto Sasuke abrió de sobremanera los ojos.
-¡¿Eso quiere decir que Naruto?!- alzó la voz el pequeño.
-Según me informaron ella iba sola en el auto, por lo que les fue más fácil encontrar la ubicación de Naruto, pero fue demasiado tarde. Al parecer la policía llegó primero.-
-“Naruto está vivo, está vivo, ¡vivo!”- se decía mentalmente el pequeño mientras sus ojos demostraban alegría.
-Por eso, hijo, necesitamos esperar un poco más.-
-¡Pero porque no podemos ir por él!-
-Sólo te diré que por el momento ese niño está a salvo en ese lugar y que cuando se estabilicen las cosas y demos con el paradero de quien secuestró a Naruto hace cinco años.-
-De acuerdo padre.- cedió sintiéndose por lo menos aliviado de saber que aquel que consideraba su luz estuviera con vida y a salvo.
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Iruka no esperó a que alguien más reaccionara y se dirigió a donde el pequeño. Cuando entró vio como no paraba de gritar y de moverse, esto era peligroso por las máquinas y el suero a los que estaba conectado, así que sin más se le acercó.
Se le acercó una vez, pero cuando trató de tocarlo este le mordió el brazo provocándole una herida grave que empezaba a sangrar. Le dolía enormemente, pero aprovechando que estaba sujeto de su brazo, Iruka con fuerza trató de recostarlo de nuevo, pero al parecer no funcionaba y recibió un cabezazo. Iruka estaba desesperado ya que veía como el pequeño lloraba y gritaba cosas sin sentido mientras se tapaba los oídos. El equipo médico ya había llegado y también trataban de estabilizarlo suministrándole un sedante al suero. Iruka al ver que el pequeño se calmaba lo tomó con ambos brazos y le dio un abrazo mientras el también lloraba. Le decía “calma, calma…” mientras le acariciaba su largo cabello rubio, hasta que sintió como cedía.
-¿Cómo te llamas ttebayo?-
-Iruka… ¿y tú?-
-Na...ruto.- y sin más cayó presa del cansancio en los brazos de Iruka.
.**.**.**. Días después .**.**.**.
-¡Oh, Comandante Hatake!, ¿viene de visita?- preguntó nerviosos el mismo médico de la vez pasada mientras le recibía en el hospital. Kakashi se veía desalineado y con un aura oscura mientras caminaba hacia el cuarto donde estaba su perdición.
La razón: Desde el accidente pasado, Iruka se la vivía en el hospital cuidando y jugando con el pequeño Naruto, con decirles que desde ese tiempo el peligris había dormido solo en su cama matrimonial y con un pequeño problema de ansias debido a que no podía “liberar” su estrés.
Cuando abrió la puerta se encontró con un hermoso cuadro. Iruka estaba sentado en la cama mientras que el “rubio imperactivo” como le había apodado estaba durmiendo en el regazo de Iruka mientras que el nombrado le dada leves caricias en la cabellera. (Ritsuka: ¬¬U como recordarán al pobre de Iruka-chan le lastimaron un brazo –el derecho- por lo que anda vendado)
Kakashi sonrío dulcemente mientras se acercaba con cuidado y le daba un tierno beso en la frente a su esposo.
-¿Ttebayo?...- dijo casi en susurro mientras despertaba y miraba hacia arriba, Kakashi tenía una mirada llena de cariño con una mano apoyada en la mejilla de Iruka acariciando levemente, mientras que el segundo esta con los ojos cerrados disfrutando del contacto.
-Wow, con que eso es lo que llaman devoción al ser amado…- comentó sin malicia el pequeño mientras se levantaba y con los puños cerrados se frotaba tiernamente los ojos, mientras que los tortolitos se quedaron helados ante el comentario para que después Iruka mandara a volar a Kakashi de un puñetazo al otro lado de la habitación.
.**.**.**.**. Cuando se calmaron las cosas.**.**.**.**.
Después de lloriqueos de parte de Kakashi y más golpes en la cara de parte de Iruka, dejaron a Naruto bañándose en el cuarto anexo mientras platicaban.
-Kakashi, ¿Qué te han dicho de Naruto?- pregunto el pelicafé sin mirarlo a la cara y con un semblante triste.
-*suspiro* Lamentablemente dicen que no hay caso, que lo mejor sería llevarlo a un internado especial para Mamoru, pero temo que debido a su pasado desconocido no sea tomado como compañero de algún niño.-
-¿Y si lo tomamos nosotros?- respondió con esperanza el delfín.
-¿Eh? De que estás hablando, Iruka entiende que el es un niño, debe de estar con personas de su edad no con dos adultos sin tiempo para salir a jugar.
-Pero yo podría dejar el trabajo por un tiempo, se que con tu sueldo podremos vivir perfectamente, además yo quiero mucho a Naruto…- comentó el delfín poniéndole una cara de corderito a su esposo.
-Déjame pensarlo un poco, ¿si?- le dijo antes de robarle un beso justo cuando Naruto salía de la ducha y empezar a meterle mano.
**.**.**.** Sección Aprendiendo con Sai Inicio **.**.**.**
Naruto, 10 años, un Mamoru. Cabello rubio y desordenado, un poco largo casi hasta la cintura. Ojos azul zafiro, muy expresivos, así como una piel color canela. Hiperactivo, así como jugetón. Sin un Master (por lo menos conocido). Tiene un par de orejitas de zorrito color naranja con la punta blanca, al igual que una larga y esponjosa cola del mismo color; en su rostro tiene 3 marquitas a cada lado de sus mejillas simulando bigotitos.
**.**.**.**. Fin de la sesión **.**.**.**
-Ne, ¿Iruka-sensei, porque tiene un esposo tan pervertido?- dijo riéndose de la parejita porque Iruka alejó-empujó al Hatake, y se encaminaba de nuevo al regazo de Iruka.
-“Maldito mocoso”- pensaba cabreado Kakashi al dejarlo quedar mal con Iruka. Y así es como el rubio y el peligris empezaron una guerrilla de miradas asesinas estando Iruka de por medio.
Dos golpes, un Kakashi tirado en el piso en versión chibi y a Naruto quejándose igual pero a un lado de la cama.
-Cof… cof… ahora que se calmaron. ¿Naruto que te parecería venir a vivir con nosotros?- Iruka le sonrió dulcemente.
-¡¿EHH?!- gritaron el rubio y el peligris.
-… Pero Iru-chan…- hacía pucheros Kakashi, siendo lanzado de un golpe por el delfín para después lanzarle una mirada de “te aguantas o te jodes y no hay sexo en un año”.
-¿Qué piensas Naruto?-
-…Yo… soy un Mamoru, ¿sabes?... Recuerdo como algunas personas me miraban con asco o incluso me escupían e insultaban porque no tenía dueño, pero también recuerdo que tengo un Master que me espera en algún lado aún cuando yo no recuerdo su rostro…-
-¿En ese caso, que te parecería vivir con nosotros hasta que recuerdes? Después de eso eres libre de ir con tu Master. – esta vez intervino Kakashi dejando asombrados a los otros dos.
Naruto miró a las dos personas que se habían portado realmente bien con él (a pesar de que siempre se peleara con Kakashi). Les sonrió de oreja a oreja mostrando su blanca sonrisa sobresaliendo un par de colmillos más grandes de lo usual. Y allí fue cuando Iruka y Kakashi recordaron como fue la primera impresión que el par y Naruto tuvieron respectivamente.
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**.**.**.** Flash-Back**.**.**
Al día siguiente de cuando fueron a ver por primera vez a Naruto.
Ambos policías se encontraban justo en la entrada para la habitación de Naruto en el hospital. Pero desde hace media hora que desicutían siendo detenido el pelicafé por el peligris para que ingresara.
-¡Iruka estás loco! Como se te ocurre ir a ver al mocoso justo después de que te atacó sin razón.
-En primera su nombre es Naruto y no me atacó sin razón, fue en defensa propia. Y por cierto, quiero verlo…-
-¿¡Acaso quieres que esta vez te arranque todo el brazo!?- exclamó mientras tomaba algo brusco el brazo vendado.
-Esto… no tiene nada que ver… yo sólo le quiero ayudar…- contestó Iruka mientras veía hacia otro lado.
-*suspiro* Que voy a hacer contigo, de acuerdo, puedes ir a verlo. ¡Pero te aseguro que si veo un brazo volando no voy a ir a rescatarte!- le señaló acusadoramente.
-¿O SEA QUE PREFERIRÍAS QUEDARTE VIUDO IMBECIL?- dijo Iruka mientras le pisaba la cabeza con el suelo y emitía un aura oscura que daba miedo.
**.**.**.**. Dentro del cuarto de Naruto **.**.**.**.**
Naruto acababa de despertar y se encontraba un poco irritado debido a que estaba atado de pies a cabeza a la cama del hospital. Pero su atención se centró en el “hombre de mirada gentil” como le llamaba los primeros días. Se sentó a su lado y le sonrió, Naruto ante esto le miró con desconfianza sacando un suspiro de su acompañante.
Así estuvieron por un par de horas, hasta que sin más el pelicafé se levantó y se marchó sin decir una palabra. Esto se repitió por tres días, hasta que Naruto harto de no hablar con nadie debido a su naturaleza parlanchín trato de entablar una conversación.
-Tú-tú eres I-iruka, ¿verdad?- esto tomó por sorpresa al delfín quien sonrió con alegría.
-Así es, y ¿tú eres Naruto-kun verdad?-
-¡SI!- respondió con emoción el nombrado. Después de ello, comenzaron una plática que después se tornó mas amena, al día siguiente con muchas réplicas de Kakashi dejaron a Naruto quitarse las sogas que lo ataban y así andar libre en la habitación.
Ese mismo día Iruka le había llevado unos libros para colorear y muchos colores. Mientras el rubio dibujaba con tranquilidad y tarareando una melodía desconocida, fijó su mirada en los vendajes que traía Iel pelicafé.
-Esa herida yo la hice ¿verdad?- preguntó dejando de lado el cuaderno para mirar directamente a Iruka-sensei como le decía. Iruka le miró unos momentos para después hacerle una caricia en el cabello despeinándolo totalmente.
-No te preocupes, dentro de unos días estaré bien.-
-¿Por qué? ¿Por qué eres tan bueno conmigo?- preguntaba el pequeño con el flequillo tapándole los ojos.
-Porque quiero ser tu amigo Naruto.- el rubio le miró sorprendió viendo como en la sonrisa que a diario le regalaba no había nada de mentira, y así se lanzó a los brazo de Iruka mientras lloraba bajo el consuelo de aquellas caricias que le daban tanta paz.
¿Y como conocío a Kakashi?
Al día siguiente por petición de su esposo, el peligris tenía que presentarse con el culpable de su “viudez” (Ritsuka: ¬¬ a pesar de que Iruka está vivo).
-Mira Naruto, el es Kakashi, mi esposo.-
-Hola.- dijo secamente del peligris.
-Te odio.- respuesta directa del ojiazul que se encontraba abrazado del delfín.
Desde ese día una pelea silenciosa por la atención de Iruka (casi siempre ganada por Naruto debido a los super instintos maternales del delfín) comenzó.
**.**.**.** Fin del Flash-Back**.**.**.**
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