“-¡Bienvenido a casa Aniki!- gritaba contento Sasuke para abrazar a su hermano, este no respondió al abrazo al contrario lo separó de él y le miró sin expresión.
-¿Itachi?- pero el pequeño no recibió respuesta. Ahora su hermano estaba envuelto en sangre y caía lentamente al suelo, Sasuke volteó su mirada para ver dentro de la casa, su padre estaba en el piso sin vida. El miedo le invadía, pero escuchó un ruido en el patio y fue con paso lento al lugar.
Allí dos seres peleaban con una agilidad sobrehumana siendo sonoros los choques de ambos cuerpos que luchaban a muerte. Uno tenía la cabellera rubia en punta y el otro era Mikoto. Sasuke sólo podía observar atónito hasta que vio un cuerpo de cabellos negros caer muerto. En este momento el azabache empezó a sentir miedo, ya que veía como aquel ser con un aura oscura rodeándole se le acercaba más y más hasta quedar a un paso de él y decir: ¿Aún me amas?”
Sasuke se levantó de golpe de su cómoda cama, había tenido otra pesadilla, de nuevo. Siempre era lo mismo una y otra vez veía como eran asesinados aquellos a los que más apreciaba.
-Sasuke-kun… su hermano ya ha llegado y él y su padre quieren verlo de inmediato.- semigritó desde el otro lado de la puerta de la habitación Mikoto.
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-Oto-san, ¿estás seguro de que ya es tiempo de que Sasuke conozca el verdadero fin de los Mamoru en la familia Uchiha?- preguntaba preocupado el Itachi.
Detrás de la puerta de la habitación de su padre estaba Sasuke escuchando (¬¬ nuevamente) la conversación que tenía su hermano y su padre desde hace media hora.
-Por supuesto, no por nada te pedí que viniera tu novio para una demostración,-
En eso alguien toca la puerta para después entrar Sasuke.
-Oto-san, Aniki, ¿querían verme?-
-Pasa Sasuke, tenemos algo muy importante que decirte…-
-Como sabrás los Mamoru son usados como compañía o sirvientes e incluso para cualquier otro fin que tenga en mente el Master, ¿verdad?-
-Así es Oto-san pero ¿A dónde quieres llegar con esto?-
-Lo que Oto-san quiere decir con esto Sasuke, es que la familia Uchiha junto con otras se aplica al “otro fin”.-
-No entiendo…-
Pero la conversación fue interrumpida por Mikoto avisando que ya habían llegado las visitas. Así el confundido azabache y su familia se dirigieron a la entrada principal, donde un ojiazul rubio de cabello largo les esperaba acompañado de un pelirrojo.
-¡Itachi-hum!- exclamó con alegría el ojiazul al momento de convertirse en chibi y empezar a correr en cámara lenta hacia el nombrado.
-¡Deidara!- ahora un Itachi-chibi corría igual en cámara lenta al contrario. Cuando se alcanzaron un aura rosa les invadió.
-Ita-chan, te extrañé mucho-hum…- decía con voz melosa y con lagrimones en los ojos el ojiazul que estaba recargado en el pecho del mayor.
-Yo también te extrañé Dei-chan, pero…- levanta por el mentón el rostro del rubio. -..verte aquí, ahora, no puedo reprimir todo el amor que te tengo.-
-Itachi…-
-Deidara…-
Mientras aún el aura rosa les rodeaba y estaban quietos como para una foto mirándose como tótolos enamorados…
(Sai: n.nU de alguna forma esto es demasiado empalagoso para la desobligada autora y se marchó.)
… los demás presentes veían la escena con una gotaza tipo animé en la cabeza.
-¬¬ par de acaramelados, ¿podrían dejar de hacer eso en frente del inocente hermanito menor.- nótese el sarcasmo.
-Cof… cof… opino lo mismo, Itachi hijo, ¿que te parece si empezamos con la demostración?-
-¡Cierto!- se separa Itachi de Deidara para ir con su padre y Mikoto y así todos los presentes dirigirse al patio trasero de la mansión.
-Hola Sasu-chan, ¿me recuerdas?- dice con una amplia sonrisa el rubio que caminaba a un lado del Uchiha menor.
- ¬¬ ¿Cómo olvidarte? Aunque quisiera Itachi tiene estampado literalmente su cuarto de fotos de ustedes dos e incluso hay un mega póster en medio de la habitación de ti con nada más de ropa que una mini t…- pero no pudo terminar ya que “accidentalmente” se había tropezado (XD Itachi en acción).
**.**.**.**. Ya en el patio trasero **.**.**.**.
-Bien, Sasuke como sabrás él es Sasori, el Mamoru de Deidara.- un pelirrojo con mirada neutra de color café. Cabello pelirrojo un poco largo alborotado, traía puesto un pantalón holgado color café acompañado de una camisa pegada al cuerpo color arena. En su cuello traía un collar que hacía juego con el conjunto mientras que la placa de identificación tenía la forma de una calabaza (¬¬ como la de Gaara) delante decía Sasori y en la parte de atrás “Deidara”.
-Hmm…- respuesta de Sasuke.
-En este caso yo tomaré prestada a Mikoto-san de mi padre para que veas la demostración.
-¡Demostración!¡Demostración! ¡No hablan de otra cosa! ¿Qué se supone que es?- pregunta irritado Sasuke, mientras veía como se ponía Deidara y Sasoria enfrente de Itachi y Mikoto a cierta distancia.
-Una batalla entre Mamoru´s…- fue la seca respuesta de su padre dejando asombrado a Sasuke.
-¡Comiencen!- gritó Fugaku.
-¡Sasori-hum!- el Mamoru entendió la orden y empezó a correr a una gran velocidad hacia su adversario…
-Mikoto-san, por favor…- dijo calmado Itachi mientras que Mikoto también iba al encuentro de su adversario.
Dos cuerpos chocando entre sí…
-Verás Sasuke, cuando un Mamoru es entrenado para pelear, se desarrollan más el instinto de bestia que poseen en vez de la mitad humana…
Garras y colmillos saliendo a frote…
-La mitad del mundo está en contra de las peleas entre Mamoru´s, porque lo consideran algo cruel e inhumano, pero en el caso de nuestra familia, nosotros les enseñamos el arte de combatir con el único fin de protección y sólo en raras ocasiones acordamos encuentros como estos.
Gruñidos llenos de una sed animal…
-Paren… porfavor… ¡Detenganse!...¡HE DICHO QUE SE DETENGAN!- gritó con furia Sasuke alertando a los presentes y deteniendo el combate.
-“Naruto…”- pensó mientras caía al piso inconciente.
**.**.**.** Mientras en otro lugar **.**.**.**
-Brrr- el ojiazul acababa de tener un escalofrío.
-¿Qué sucede Naruto?- preguntó el delfín.
-¿Estás bien?- esta vez fue Kakashi mientras cargaba una maleta.
-Eh.. ¡Si! No se preocupen ttebayo- dijo para después mirar hacia el atardecer que se formaba en Konoha con una mirada llena de nostalgia.
-¡Yosh! Ya está todo listo.- dijo el peligis para llamar la atención del ojiazul que le sonrió feliz.
-Bien, Naruto es hora de que vayamos a casa.- comentó Iruka con alegría.
-¡Si!-
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-¿Entonces Karin fue asesinada?- preguntaba pausadamente una voz rasposa y vípera.
-Así es, al parecer hay alguien que quiere acabar con nuestros planes.-
-Bueno, eso no importa Kabuto, sabemos donde está el mocoso, y de hecho dentro de poco otro se unirá a él.-
-¿Se refiere a Gaara?-
-Así es, como Bijuu que son ambos, al parecer el destino los quiere juntos, así que quiero que los tengas vigilados, en especial a Naruto.-
-Como usted ordene, Orochimaru-sama.-
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