**************************Casa Hatake********************************
-Uff…. No puedo creer que nos tardaramos tanto en la prueba para la fertilidad, después de todo no sabemos si fue operado Naruto o no.- decía agotada mientras Shizune le acompañaba en su dolor.
-Ustedes de que se quejan, me han metido “eso” – señalando un objeto pequeño y largo que estaba sumergido en alcohol –en mi…. *rubor* en mi….- Naruto se encontraba aún con la camisa de fuerza y estaba tirado en el piso.
-Crío, es eso y más lo que te mereces, además es de suma importancia saber que tan alto es tu índice de fertilidad o si eres eres esteril como la mayoría de los Mamoru.
-Aún así no me convence el que hayas puesto eso en mi trasero…- decía haciendo pucheros mientras se arrastraba como oruga por toda la sala algo cabreado.
-¿Podrían quitarme esta cosa por favor? – decía mientras seguía arrástrándose cual insecto en el piso.
-De acuerdo, Shizune. – la pelinegra asintió y después de un rato le logró quitar la camisa de fuerza.
-Bien, ahora Naruto ¿podrías decirme a donde fuiste?-
Naruto después de sentarse aún algo incómodo por lo pasado, empezó a praticarles sobre Sasuke y realmente esperaba que Tsunade entendiera y lo dejara volver a verlo.
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-… ¿Cuál es tu objetivo?- preguntó el viperino. El pequeño azabache sólo le miró sin niguna expresión en su rostro, sólo meditando la pregunta.
Tomó un largo suspiro y respondió:
-¡Quiero ser un Master lo suficientemente fuerte como para estar al lado de Naruto!- silencio. Una sonrisa malévola se formó en los labios de Orochimaru y su mirada enfocada sólo en Sasuke le miraba con confianza.
-Si es el caso, con gusto seré tu maestro. Así, que… - mirando a Itachi. –Ya hable de esto con vuestro padre y está de acuerdo.
-¿A que se refiere?- preguntó el azabache mayor con desconfianza.
-Me llevaré a Sasuke a un lugar mejor adecuado para su entrenamiento, en cuanto a la escuela, contrataré un tutor particular eso va por mi cuenta.
-¡¿Qué?!- exclamó alarmado Itachi mientras se levantaba estrepitosamente y de paso arrastrando la silla. No podía creerlo, no quería. ¡¿Cómo se le ocurría a su padre siquiera pensar en alejar a un niño de 10 años de su único hogar?! ¡Diez años por el amor de Kami-sama! No quería, y haría hasta lo imposible por que Sasuke no se alejara de su lado. Mientras Sasuke sólo guardaba silencio.
-Lo lamento Orochimaru-sama, pero me niego a aceptar algo tan ridículo, mi Ototo aún es muy pequeño, puede entrenarlo aquí si le parece, hay un campo de entrenamiento y también tenemos nuestros propios tutores personales. Además…-
-Itachi… aniki, porfavor. Mantén la calma. – el mayor le miró asombrado ya que rara vez le hablaba con ese tono tan ¨frío¨ no propio de su edad, así que sólo obedeció y se sento de nueva cuenta ante la sonrisa burlona y siniestra de Orochimaru.
Sasuke espero a que su hermano se calmara y al ver que los tres le brindaban su total atención, dio un largo suspiro, subió los codos a la mesa y cruzó las manos para poder apoyar su mentón en ellas.
-¿Podría explicarme el porque de esa elección sin MI consentimiento?- no esperaba una respuesta inmediata del viperino, esperaba ver la mínima expresión del mismo y así descubrir un poco más de sus razones.
-Es simple la respuesta mi querido –mirada asesina de parte de los Uchiha´s – digo, Sasuke-kun, verás, aquí eres tratado con respeto y sumisión debido a tu apellido, ¿alguna vez has pensado como sería un lugar donde ni siquiera supieran de la existencia Uchiha?
Tenía razón, si Sasuke entrenaba aquí o en otro lugar que estuviera bajo el yugo familiar, no sería un entrenamiento verdadero; si tenía que peleas, lo dejarían ganar, si fallaba en algo sería alabado por el error, si se negaba a continuar el entrenamiento simplemente se le dejaría hacer lo que quisiera. Por el contrario si iba a ese lugar, sería tratado como uno más del montón, las peleas y reglas se acatarían de acuerdo a lo establecido y en verdad sería un esfuerzo propio.
Ante el razonamiento que ambos Uchiha veían, Itachi se sentía desesperado al no encontrar un “pero…” sabía que era lo mejor para su Ototo-baka consentido si quería aprender a valerse por sí mismo y en ese punto entendía porque su padre aceptó la propuesta de Orochimaru; se modía el labio con deseperación mientras Sasuke tenía la mirada perdida y pensaba que esto era por el bien de él y de su rubio, metió su mano en la bolsa del suéter azúl que traía y apretó un objeto con fuerza. Mientras tanto Orochimaru tenía una sonrisa retorcida y algo malévola en su rostro al ver la cara de desesperación de Itachi, sabía que tenía las de ganar y si podía quedarse con ese hermoso pelinegro y poseer a Kyuubi, su plan inicial se completaría.
-“Naruto…”- lo que traía era la placa del rubio y a partir de ahora nunca se separaría de ella, por lo menos hasta que Naruto lo portara y terminaran al fin el pacto Master-Mamoru.
-¿Cuándo partimos?- preguntó decidido Sasuke aún sosteniendo con fuerza aquél objeto que era por el momento su único lazo con el rubio.
-“Todo va bien, Orochimaru-sama”-pensó el peligris mientras veía como la sonrisa sádica del viperino se aumentaba aún más.
-Dentro de dos días, mientras espero prepares todo y también por que es cuando vuestro padre vuelve, ya que me pidió esperarlo para poder despedirse de ti.-
-De acuerdo…. *reaccionando* ¡¿NO PODRÍA SER HASTA EL TERCER DÍA?! “Por que de ser así no podría ver a Naruto como lo prometimos”.-
-¿Con que motivo Sasuke-sama?- preguntó curioso el peligris.
-*rubor* Debo hacer algo de suma importancia dentro de dos días- Orochimaru no se veía muy convencido, pero después de un rato, accedió argumentando que esperaba que en verdad fuera de extrema importancia aquél asunto.
************************Con Naruto***********************************
-Ya veo, ¿entonces dentro de dos días no?-
-¡Si!- exclamó contento de que Tsunade comprendiera su situación y aún más que le apoyara.
-En ese caso, si lo quieres seguir viendo, debemos de una vez recuperar el tiempo que perderás en irlo a ver.
-¿Eh?-
-Lo que digo, a partir de ahora comienza tu entrenamiento.-
-Repito, ¿eh?-
-Shizune, los libros, la regla y unas cuerdas.-
-Enseguida, Tsunade-sama.- la pelinegra se retiró.
-¿Libros? ¿Re-regla?...... y lo más importante… ¡¿Cuerdas?!-
-Claro, libros para comenzar tus estudios, regla para diciplinarte y cuerdas para que no huyas –dijo como si fuera estuviera hablando del clima –serán 48 horas muuuy largas para ti Naruto-kun…-
-Ero-sennin…- lloraba Naruto amargamente mientras era atado a una silla por Shizune.
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Como recordarán, un pelirrojo estaba en la entrada de la casa Hatake. Había dormido cerca de allí en una casa abandonada, traía puesto una especie de túnica color arena que le cubría todo el cuerpo y parte de la cabeza, se levantó y caminó tranquilamente hacia la casa, y cuando se disponía a tocar el timbre, unos tipos de negro llegaron de la nada y se interpusieron entre él y el timbre.
-Maldición, Orochimaru me encontró más rápido de lo que esperaba, *suspiro*, supongo que me tardaré un poco más en encontrarme con él…- y así empezó una batalla que fue alejándose hasta llegar al bosque donde la sangre y suspiros de muerte resonarían mientras el atardecer se teñía de rojo.
Continuará……… XD