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Dulce entrega por maiikaulitz

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Notas del fanfic:

waw, es mi segundo fic en el día, nunca había escrito tanto, y menos lemons :$ es mi primer lemon, así que no sean tan malos, hoy la inspiracion estubo de mi lado, en fin, este fic se lo dedico a :
zero uchija
que lo disfruten
bessos
maii
-.-

Notas del capitulo: LEMON :$ ;D
Dulce entrega


Lo miró fijamente, ese cuerpo, tan pequeño, pero tan apetecible. Si no existiera algo llamado autocontrol, se le hubiera tirado encima hace rato. ¿Mirar fijamente?, por favor, se lo estaba comiendo con la mirada, parecía un perro. Incluso Pluto tenía más cuidado cuando miraba descaradamente una persona. Esos trajes, tan apretados que usaba, que el le ponía. Ya ni siquiera sabía como hacia para no violarlo (literalmente) cada vez que lo cambiaba de ropa. Cuando lo llamaba por la noche, para que le traiga un “bocadillo nocturno”, ufff…, cuanto deseaba que el conde fuera su bocadillo nocturno. Al menos para sus ojos era un enorme y suculento bocadillo.
Ese pequeño niño tenía una inocencia tan sucia, a menudo le decía frases, que, tranquilamente podrían ser una indirecta perfecta, y el no las ignoraba. Como…
“Sebastian, esta leche esta fría, tráeme de la calentita”
O alguna de ese tipo, que ahora no quería pensar, o de lo contrario, cierta parte de su anatomía se pondría muy, muy alegre.

-Sebastian-La voz del pequeño e “inocente” niño, lo sacó de sus pensamientos.

-¿Qué le ocurre Boochan?-Respondió con un tono un tanto dulzón en su voz.

-Eso es lo que yo debería preguntar ¬¬- Se acercó hasta el mayor y lo jaló del brazo.

-Te estoy llamando hace como 10 minutos y no me respondes-El menor empezó a balbucear algunas maldiciones entre dientes, mientras llevaba a su mayordomo a sus aposentos.

-Lo lamento tanto Boochan, no volverá a ocurrir-Se disculpó el demonio, mientras le hacia una reverencia a su superior.

-Eso no importa ahora, necesito que me des un baño-Dijo el pequeño conde, mientras la sangre le subía al rostro. Por su parte, Sebastian, no pudo más que soltar una risita burlona, y tomar a su amo en brazos.

-¿Q…QUE HA…HACES?-Preguntó el menor, mientras el demonio lo cargaba en brazos, y lo tiraba suavemente en su cama.

-Dije que me des un baño, no que me tires en la cama-Protestó el conde mientras intentaba separar a Sebastian de su vulnerable cuerpo. El demonio no podía parar de observar todo ese hermoso cuerpo bajo su ser. Se veía más apetecible que nunca. Ya no había marcha atrás.

-SEBASTIAN ¿me estas escuchando?-Pregunto el menor, mientras las hábiles manos del mayor desabotonaban su camisa rápidamente. Al pequeño conde, no le desagradaba la situación, es más, le encantaba lo que Sebastian estaba haciendo. Solo que nunca había querido aceptar sus sentimientos por cierto demonio, que ahora mismo, le estaba haciendo tocar el cielo.

-Aaahh…mmm.....-El pequeño no pudo evitar soltar un fuerte gemido, cuando el demonio metió una mano en sus interiores. El ojirojo curvó una sonrisa de satisfacción al escuchar a SU pequeño conde gemir bajo su cuerpo.

El mayor prosiguió a desnudar completamente a su niño, para luego desnudarse a sí mismo. Se sacó por completo su uniforme de mayordomo, y dejó su reloj de bolsillo sobre la mesa de noche de la habitación del niño. Miró a los ojos a su amo, y beso todo su rosado rostro, terminando con un dulce beso en los labios, que su acompañante le correspondió con gusto.
Inició un caminito de besos hasta su ombligo, donde paró para lubricar completamente, aquella entrada. El del parche, no podía parar de gemir, por las caricias que su mayordomo le proporcionaba. Pero esto a Sebastian le encantaba de sobremanera.
Le proporcionó 3 dedos, que aunque un poco confuso y temeroso Ciel aceptó. Los metió en su boca y los lamió desde la punta hasta la base. Una vez quedaron bien lubricados, el demonio los dirigió hacia la entrada del menor.

-¿Va a doler?-Preguntó el conde temeroso por la respuesta de su siervo.

-Un poco, pero pronto será muy placentero mi amo.- El niño asintió, y Sebastian no pudo contenerse. La ternura de aquel rostro era inmensa. Tocó con un dedo aquellos rosados labiecitos, y depositó un corto pero apasionado beso.

-Te amo-Le susurro en el oído a su amo. Este, por la declaración, no pudo más que sonrojarse de sobremanera, y responderle.

-Yo también, te amo, Sebastian-Se fundieron nuevamente en un beso tierno, hasta que la necesidad de oxigeno los separó.

-Sebastian, continua-Ordenó firme el conde.

-Yes, my lord-Contestó el mayor, mientras introducía un dedo en esa estrecha entrada.

El menor lanzó un sonoro quejido, que fue consolado con un par de palabras tiernas en su oído, de parte de su querido seme. Introdujo otro, y prosiguió a moverlos lentamente, formando círculos, para dilatar lo suficiente esa entrada.
Pasaron unos segundos, cuando el menor comenzó a mover sus caderas al ritmo de los largos y finos dedos del mayor. El demonio, entendió que ya su pequeño uke estaba listo. Retiró sus dedos de la entrada, y acercó su pene erecto a las nalgas del Phatomhive.

-¿Estas listo?-Le preguntó el mayor a su niño, para confirmar su entrada a aquella cavidad.
-Si-Le respondió Ciel entre jadeos.

Metió la punta de su hombría en la ya dilatada entrada, esperando a que su uke se acostumbrara. Segundos más tarde, la introdujo por completo, haciendo que el conde gima sin control. Las fuertes embestidas no se hicieron esperar, y minutos después llegaron juntos al clímax, uno derramándose en el interior del menor, y el otro entre ambos cuerpos sudorosos.

Sebastian tapó ambos cuerpos con las sábanas, y calló en los brazos del Morfeo, junto a su pequeño amo. Creando un contraste divino con la luz del crepúsculo.
Notas finales: dejen reviews por favor :D

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