I’ve just seen a face
Por alguna extraña razón ese día me sentí con la necesidad de disfrutar del calor de un cuerpo cercano al mío, no sabía el por qué, solo tenía la increíble necesidad de sentir que podía ser deseado. En ocasiones al mirarme al espejo podía ver a una persona tan sola y poco conocida, tenía amigos, tenía a mi familia aunque no estaban cerca, pero la tenía para mí.
No me gustaba pensar que podía hacer cualquier cosa por este extraño deseo, ni una sola vez en toda mi vida quise hacerle caso, pero en aquel momento no era lo mismo, me sentí más solo que otras ocasiones, tal vez la razón era que me di cuenta que la persona de la cual estuve enamorado ya tiene a alguien ¿Será eso? Lo más probable.
El tiempo, se dice por ahí, lo cura todo, no es cierto, si fuera así las enfermedades se curarían con solo dejar pasar el tiempo. ¿El desamor también lo cura el tiempo? No lo sé. Me dije a mi mismo por hoy y solo por hoy me dejaré llevar por aquello que trataba de evitar, tal vez ahora el tiempo si lo cure todo.
Salí de mi departamento, solo tomé lo esencial y salí, sin rumbo fijo, a decir verdad demasiado infijo. Son aquellas ocasiones en las que simplemente no tememos a la calle. Dejé que mis pies me llevarán, el frío de este día me traspasaba y me dejaba seguir caminando tranquilamente, observando y a la vez sin darme cuenta, estaba haciendo memoria.
Me cansé un poco después de caminar por unas 2 horas, aún era de día, tenía al menos una hora antes de que la oscuridad de la noche absorbiera mi alrededor. Me paré en un parque no sabía cual era, y creo que ni siquiera en toda mi vida lo había visto. Aún así el lugar se vio lo suficientemente acogedor para descansar en mi caminar y en mi penar.
Me senté en una banca que estaba lo bastante alejada de los niños y sus juegos. Observé a mí alrededor y en realidad no me fijé en nada, solo me lamentaba, seguía con la misma mirada retraída, mirando indiferentemente a la nada.
Después de un tiempo me levante de la banca y continúe con mi camino, volví a no pensar en algo que me animará, la oscuridad de la noche se acercaba cada vez más y con ello los peligros de la calle, pero también la diversidad de la misma. De repente todo estaba oscuro y las luces de la ciudad iluminaban mi camino, hice caso al camino que me marcaban, ni siquiera sabía a donde me llevaban, ni que tanto había caminado, de un momento a otro llegue a una zona demasiado iluminada, no sabía en donde era, mis ojos al principio no sabían a donde mirar.
Era un lugar en el que nunca había estado, ni siquiera hubiera pensado que había un lugar así, eso me hizo darme cuenta de lo poco que conozco el mundo. La gente del lugar ni siquiera me observaba, solo se veía que se divertían, se podían observar parejas besándose, gente bebiendo, otras vendiendo algunas artesanías, música que adornaba el ambiente y una orgía de olores de todo tipo, se veían felices así que decidí entrar a esa zona, pase por muchas tiendas, bares, antros y ninguno me llamaba la atención, hasta que en un bar escuche el sonido de una guitarra, se oía tan bien, me sorprendió y a la vez me entristeció puesto que ese instrumento me recordaba a alguien. Aún así entré.
El lugar era simple, mesas para 4 personas con sus sillas, paredes oscuras, lámparas de colores, me senté en la mesa que estaba sola al final, la guitarra había parado en cuanto entré, la persona que tocaba no estaba, aún así me quedé, tal vez algo bueno me pasaba, já… si como no.
Estaba pensando en lo miserable que me sentía, cuando en ese momento oí como alguien me hablaba, al principio no escuche bien así que no estaba seguro, pero después me picarón el hombro y voltee a ver, era un chico que vestía un pantalón de mezclilla y una camisa de manga larga a cuadros como de leñador, definitivamente a él le iba al onda grunge.
-¿Si? – pregunté sin muchos ánimos.
-¿Vas a querer tomar algo? – me pregunto con una sonrisa, que bueno solo era el camarero.
-Si una cerveza – conteste serio.
-Enseguida – con otra sonrisa, ¿Qué sus sonrisas nunca terminaban? El chico se fue y yo me quede esperando, después de un rato llegó con la cerveza y le dije gracias, él se volvió a ir pero yo sentía que seguía viéndome de lejos, me dio una extraña sensación, yo hacía como que no me daba cuenta, ignorándolo pero la verdad es que estaba muy pendiente de él, no entendía el porque de su interés y su afán de molestarme solo con sus ojos fijos en mi.
Estuve como media hora aproximadamente intentando ignorar sus miradas, hasta que la sensación de que te dejan de observar se pierde, solté un suspiro de alivio y encendí un cigarro, hace tiempo que no fumaba, de hecho desde que supe que aquella persona odiaba el olor a cigarro ahora al parecer haría todo lo que antes tuve que contenerme solo por aquella persona.
Estaba sumido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando el sonido de la guitarra empezó de nuevo, otra vez los buenos sonidos y la voz del chico me hicieron olvidarme de todo y voltee a ver el escenario, me sorprendí era aquel que tanto me observaba antes. Ahora era yo el que no podía dejar de verlo. De un sonido a otro me engancho, no sé porque antes no me había dando cuenta de su aspecto, él era muy guapo, cabello café largo hasta los hombros, era alto, ojos color oscuro, casi negros y aunque estaba un poco en contra de los hombres mal afeitados o que no se afeitaban, a él se le veía muy bien, su camisa de manga larga a cuadros era color café y abajo tenía una playera verde oscuro, pantalones de mezclilla y tenis converse. No sabía el por qué pero me hipnotizo con solo verlo, fije sus ojos y conectamos miradas, él me seguía viendo, no paraba de hacerlo, me daba vergüenza que me viera, pero a la vez me gustaba verlo yo a él. Termino con a canción que tocó para empezar, todos aplaudimos pues fue genial y entonce habló:
-Gracias, gracias – hizo una pausa para darle un trago a su cerveza – bueno la siguiente canción se llama I’ve Just Seen a Face, tal vez algunos de ustedes la recuerden, es de The Beatles…bueno en lo personal es una canción que me gusta mucho y aún más esta noche porque me siento como dice la canción, espero que les guste y aquí va – termino de hablar y siguió viéndome, me estaba sonrojando, su mirada me indicaba algo así como que… “es para ti”, no quería pensar en ello pero sus ojos insistentes me seguían en cada movimiento.
La canción comenzó, siempre me había gustado The Beatles no era un gran conocedor de música pero gracias a esa persona, aquella por la que sufría, me había puesto las pilas y sabía todo lo que pudiera sobre la música, bandas y cantantes que le gustaban, en cierta forma lo agradezco, la música es algo que llena el alma. La guitarra seguía, yo continuaba mirándolo y él seguía con su mirada puesta en mi, esa mirada profunda me atravesaba, quería apartar sus ojos de mi aunque por lo contrario me gustaba que me viera creo que me subía el animo.
Termino con la canción y yo prendí otro cigarro ya que el anterior se había consumido solo, le di otro trago a mi cerveza y él siguió cantando y tocando la guitarra.
Después de un rato y muchas canciones sentí que era tarde y tenía que regresar a mi departamento, apague el cigarro que fumaba, depure mi último trago de cerveza, no me sentía ebrio a pesar de tomar… bueno no recordaba cuantas habían sido. Me levanté de mi asiento deje la propina junto con el dinero de las cervezas que había tomado y salí del lugar, una vez más en la calle. Esta seguía igual aunque era más tarde, proseguí a seguir con mi camino una vez ya ubicado en el lugar que me encontraba. Sentí otra vez que alguien me miraba, no quise voltear y continúe caminando, pasando entre la gente, aunque algo no me dejaba tranquilo, era esa sensación de que alguien te sigue o te mira mucho.
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