“La vida de un músico no es nada fácil”. Luego de una semana de descanso, Akiharu debió volver a sus tareas diarias. Iba de un lado a otro: ensayos con la banda, sesiones de fotos, entrevistas para revistas, radio y televisión, grabaciones, eran demasiadas cosas que hacer.
Una mañana en Off Side.
-Ah… N-no… Basta, por favor.
-No te quejes tanto, Akiharu-kun.
-Pero… suegro… me duele… ¡Ah!
-Estás muy duro, relájate.
-N-no… puedo más… Deténgase.
-No me dejas otra opción.- puso una mano en su frente y la otra en su mentón.
-¿Qué va a hacerme?
-Relájate. Respira profundo… Allí voy… A la una… a las dos… relájate… y a las… ¡Tres!
-¡¡Argh!!
-Uy... ¿Escuchaste el ruido que hizo tu cuello? Estabas muy contracturado.
-Casi me decapita… Auch.
-No exageres. ¿Te sientes mejor?
-Si… Ya no me duele.
-Ese es el poder de mis masajes.- se sentó en su sillón, frente a su escritorio- Toma.- le dio unos sobres.
-¿Sales de baño?
-Te ayudarán para combatir el estrés. Úsalas cuando te bañes… o te bañen.
-Si, si.- guardó el regalo de Gackt en su bolsillo- Hace un par de días que no veo a Takuya. Aunque quedamos en vernos después del ensayo de hoy.
-Tienen mucho trabajo, ¿no?
-Peor sería si no lo tuviéramos.
-¿Sacrificarías tu amor sólo por vivir tu sueño?
-Por supuesto que no. Nada ni nadie hará que deje de amar a Takuya.
-¿Nada ni nadie? Sabes qué pasaría si alguien llegara a enterarse de su relación, ¿no?
-Lo sé. Pero nadie tiene por qué enterarse.
-Qué valiente.
-He aprendido a convivir con el miedo. Además, no estoy solo en esto.
-Ya veo… Bueno. Olvidé decirles algo a Ayu y a Yuuki.
-¿Qué cosa?
-Tuvimos que atrasar su ensayo de hoy por problemas técnicos. ¿Podrías avisarles a tus compañeros?
-Claro, no hay problema.
-Cuanto más pronto, mejor.
-Llamaré a Kanon en este preciso momento.- sacó su celular y marcó el número de su amigo.
-Dile que el ensayo es a las siete de la tarde.
-Está bien.
-“¿Hola?”- contestó una voz femenina del otro lado de la línea.
-¿Eh?... ¿Kanon?
-“Si, soy yo”
-¿Qué? No, no eres Kanon.
-“Si, lo soy”
-Tienes voz de mujer.
-“Es que soy mujer”
-¡¿Qué?!
-¿Qué pasa?- le preguntó el productor.
-Contestó una chica que dice ser Kanon.
-¿Eh?
-Yo tampoco le entendí.
-“¿Hola?”- era la voz del bajista.
-Ah, Kanon. ¿Eres tú?
-“Si. ¿Qué pasa, Miku?”
-Llamaba para decirte que el ensayo de hoy se pasa a las siete.
-“De acuerdo. Gracias por avisarme”
-De nada. Eh…
-“¿Si?”
-¿Estás con alguien en este momento?
-“¿Por qué quieres saberlo?”
-Es que… hace un momento me atendió una chica.
-“Ah, si. Kanon”
-Si, me dijo que era Kanon.
-“Así se llama”
-¿Kanon?
-“Non-chan…”- se escuchó la voz de la chica- “Mira lo que te preparé”
-“Se ve delicioso”
-¿Qué está…?
-“Miku, lo siento pero debo irme”
-Ah… Está bien.
-“Nos vemos después”
-Si… Hasta luego.- colgó.
-¿Qué pasó?
-Kanon… ¡¿Tiene novia?!
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Más tarde, en Boyaboya.
-Miren quién decidió darse una vuelta por aquí. Hola, estrellita.
-Ya deja eso, Miyavi. ¿Cómo estás?
-Bien. ¿Y tú?
-Bastante ocupado con el trabajo, pero bien.
-Me imagino. ¿Vienes a encontrarte con tu amigo?
-¿Cómo supiste?
-Siempre que quedas en encontrarte con alguien, lo haces aquí.
-Aunque ya no trabaje aquí, sigo promocionando a Boyaboya.
-Oh, qué bueno eres, Miku.
-Miyavi, dice Hyde-san que vayas a limpiar lo que… ¡Miku!
-Tanto tiempo sin vernos, Kai. ¿Cómo has estado?
-Muy bien.- le contestó con una hermosa sonrisa.
-Me alegro.
-Ah, tu amigo te está esperando.
-¿Ya llegó? Y eso que vine lo más rápido posible.
-No, llegó temprano.- comentó Miyavi.
-¡Kai!- llamó un rubio por la ventana que daba a la cocina.
-Oh, Hizaki.
-Ya está lista la orden que me pediste.
-Bien.- fue a buscarla. En ese momento, el sexy jefe salió de su oficina.
-Ishihara, creí que le había mandado a decir que vaya a…
-Si, ya voy, ya voy.- se fue.
-Hola, Miku-kun.
-Hola, Hyde-san.
-¿Te escapaste del trabajo?
-El ensayo de hoy se pasó para más tarde.
-Ya veo… ¿Recuerdas cuando llegaste aquí por primera vez, con 25 años, desempleado y una guitarra cargando en tu espalda?
-Si, lo recuerdo. Pasé tantos buenos momentos aquí. He escrito varias canciones en este lugar durante mis descansos. Boyaboya ha cambiado tanto desde la última vez que trabajé aquí.
-Sólo las paredes han cambiado. El espíritu de este lugar sigue intacto.
-A veces me dan escalofríos al entrar aquí.
-Las puertas de Boyaboya siempre estarán abiertas para ti, Miku-kun. Eres bienvenido cuando quieras.
-Gracias, Hyde-san. Has hecho tantas cosas por mí. Si no fuera por ti, yo no estaría donde estoy ahora.
-Siempre supe que llegarías lejos.- le regaló una de sus maravillosas sonrisas.
-Hyde-san… “Es como el vino, con los años se pone mejor… ¿Eh? ¡No! No puedes decir eso, tienes novio”
-Takuya-kun te está esperando en el piso de arriba.
-Ah, es verdad. Casi lo olvido. Iré a verlo.
-Si quieres algo, no dudes en llamar.
-Está bien.
Subió las escaleras que lo condujeron hacia los sectores privados. Boyaboya había cambiado muchísimo en cinco años. Como siempre les reservaban el mismo lugar, Akiharu ya sabía dónde encontrar a su novio. Abrió la puerta y entró.
-Hola, amor.
-Hola, conejito.
-¿Esperaste mucho?- se le acercó y le dio un beso.
-Como salimos antes del ensayo, llegué temprano.
-Si hubiera sabido antes… No tengo mucho tiempo para quedarme.
-¿No?
-El ensayo se pasó para las siete.
-Entonces no podremos ir al cine.
-Lo siento, sé que querías ver esa película pero…
-Está bien, no importa.- suspiró.
-Realmente lo siento.
-No te preocupes. Es tu obligación, es tu trabajo.
-Oh, Taku… Sabes que odio estar mucho tiempo sin verte.
-Lo sé, pero no hay nada que hacerle.- bajó la mirada- Así es como llevamos nuestra relación.
-Takuya…- extendió su mano para apoyarla en la de su pareja, la cual estaba sobre la mesa.
-¡Lo encontré!- se escuchó la voz de una chica.
-¿Eh?
-Hay alguien ahí.- dijo el menor mirando a la puerta.
-Quítate, quiero ver.
-No.- pareciera que estaban peleando.
-Deben ser fans.- dijo Akiharu.
-Otra vez con lo mismo.- suspiró.
-¿Qué no tienen respeto por la privacidad de los demás?
-Es la voz de Takeru.
-Fuera de aquí.
-Queremos ver a Miku-san.
-No pueden verlo.- les dijo el empleado del lugar.
-No las convencerá tan fácilmente.
-Sólo hay una forma de hacerlo.- se puso de pie y caminó hacia la puerta.
-Miku, ¿qué vas a hacer?- el mayor abrió la puerta.
-¡¡Nyappy!!
-Miku, no…
-¡¡KYAAA!!- gritaron las chicas.
-Ah, Miku, ya me las llevo de aquí.
-No te preocupes, Takeru. No me molestan.
-“Supongo que a mí tampoco”- pensó Takuya.
-Miku-san, ¿me darías tu autógrafo?
-¿Te sacarías una foto conmigo?
-Claro.
Estuvieron un rato charlando y sacándose fotos. Takeru se quedó por las dudas, por si las fans se descontrolaban. Takuya pasó a segundo plano por un momento. Se suponía que estaba en una cita con el pelinegro hasta que esas chicas llegaron. Evidentemente estaba molesto. Para cuando las fans se fueron, ya era hora de que Akiharu regresara a Off Side.
-Ya tengo que irme.
-Está bien.- le dijo sin darle mucha importancia.
-¿Te enojaste?
-No.- dijo de mala gana.
-Ah… Bueno.- ¿no se dio cuenta que sí estaba enojado?- Te llamo cuando se termine el ensayo, ¿si?
-Como quieras.
-¿Mañana estarás ocupado?
-Sólo hasta las tres de la tarde. ¿Por qué?
-¿Quieres que nos bañemos juntos?
-¿Qué?
-Gackt-san me regaló sales de baño, para liberar el estrés. Supuse que sería divertido si nos bañamos juntos.
-Ah… Bueno, está bien.
-A eso de las nueve de la noche, ¿te parece bien? Puedes quedarte a dormir si quieres. Todavía tienes ropa limpia en mi departamento.
-De acuerdo.
-Muy bien.- se acercó a darle un beso. Al principio, Takuya dudó en corresponderle, pero al final se dejó llevar- Después te llamo. Nos vemos mañana.- fue hasta la puerta- Te amo.
-Yo también.
-Cuídate.
-Adiós.- Akiharu abrió la puerta y se fue. Takuya se quedó solo- Una vez más, debimos cancelar nuestros planes por el trabajo.
No se quedó mucho más tiempo en Boyaboya después de eso. Antes de salir, saludó a Waka, quien había entrado a trabajar. Fue un rato a Shibuya a recorrer las tiendas. Caminó y caminó hasta que se encontró con un conocido suyo: un pelinegro que dudaba entre abrir la puerta para entrar a un negocio o no.
-¿Quiere que lo ayude, señor?
-¿Eh? Ah, Takuya.
-¿Por qué tan indeciso, Teruki-san?
-No, por nada.- el menor miró hacia arriba, al letrero del local.
-¿Vas a robar esta joyería?
-Eh… No.
-¿Entonces por qué estás tan nervioso?
-P-porque… eh…
-Ah, ¿vas a comprar un anillo para proponerle matrimonio a Waka?- le dijo en tono de broma, pero Teruki no respondió- ¿Eh?
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En Off Side, los chicos de Candy Shop estaban charlando justo cuando llegó el manager rizado; Yuuki ya no usaba peluca, tenía rizos dorados de verdad.
-¡Cartas y regalos de los fans!- dejó sobre una mesa tres bolsas llenas.
-Qué bien.- dijo Akiharu para luego tomar la bolsa que tenía su nombre escrito.
-Alguien me envió la figurita que me faltaba.- celebró Kanon mientras Yukihiro leía una carta en silencio.
-Veamos qué hay por aquí… Eh… Oh.- sacó un sobre que tenía un beso marcado- Interesante.- se sentó otra vez en el sofá de la sala y abrió el sobre- ¿Eh?- sacó algo- ¿Qué es esto?
-Es un preservativo.- dijo Kanon.
-Eso ya lo sé.
-¿Para qué preguntas?
-¿Una fan te envió eso, Miku-kun?
-No lo sé, el sobre no tenía nombre. Sólo decía: “para Miku-san de Candy Shop”.
-Si una fan te lo envió, fue muy atrevido de su parte.- comentó el manager.
-¿No había nada más dentro del sobre?- preguntó el baterista.
-No, sólo estaba esto… Por suerte no está usado.
-¡Qué asco, Miku!- se quejó el baterista.
-¿Cómo se supone que debo interpretar esto?
-“Quiero que me hagas tuya, Miku-san”
-¡Kanon!
-Ja, ja, ja.
-Tú lo pediste.- trató de colocarse en una posición que lo dejara sobre él.
-¿Eh? No, no.
-Yo sé que quieres, Kanon.
-¡Quítate!- lo empujó.
-Ja, ja, ja…- todos rieron.
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Frente a la puerta de Boyaboya, Takuya y Teruki estaban parados.
-Yo sé que puedes, Teruki-san.- pudo su mano en el hombro del mayor.
-Gracias.
-Ahora vamos. La ves a Waka y le dices lo que quieres.
-S-si.
Takuya abrió la puerta, pero Teruki no quería entrar. El menor tuvo que empujarlo hacia el interior.
-Hola otra vez, Hyde-san.
-Ah, Takuya… y Teruki también.- el baterista lo saludó moviendo su mano- ¿Qué están haciendo aquí?
-Estamos buscando a Waka.
-Waka-chan está descansando en mi oficina, no se sentía muy bien.
-¿Qué le pasó?- preguntó Teruki.
-No lo sé. Últimamente no está bien de salud.
-¿Qué podrá ser?- preguntó el guitarrista.
-Vamos a verla.
-Si.
Fueron hasta la oficina de Hyde. Allí estaba Waka, sentada el cómodo sillón de su jefe, con una taza de té en mano.
-¿Estás bien, Waka?- le preguntó su amigo.
-Si, estoy bien.
-¿Qué te pasó?- le preguntó su novio.
-Nada, es sólo que no me sentía bien.
-Hyde dijo que ya llevas varios días así, ¿es verdad?- asintió- ¿Por qué no me dijiste?
-Porque estás muy ocupado con tu trabajo.
-“Esto me parece familiar”- pensó Takuya.
-Podría ser algo grave, debes ir al médico.
-Ya fui y no es nada grave.
-¿Segura?
-Si.- el baterista suspiró aliviado- No tienes que preocuparte por mí, Teruki, puedo cuidarme sola.
-Waka…- se acercó a ella- ¿Qué estás diciendo?
-No quiero ser un estorbo para ti.
-Y no lo eres.
-Si, lo soy. ¿Sino por que me evadirías?
-¿Eh?
-Desde hace un tiempo, me estás evadiendo, Teruki.- el baterista bajó la mirada.
-Lo siento. Te hice sentir mal, ¿verdad?- Waka no le respondió- Ya veo… Supongo que ya no hay nada qué hacer.- se dio vuelta para caminar hacia la salida.
-Espera, Teruki-san.
-¿Qué?
-Tenías algo muy importante que decirle a Waka, ¿no?
-Ya no importa.
-Si, si que importa.- lo tomó del brazo y lo llevó hasta dejarlo en frente de su amiga- Waka, Teruki-san tiene algo que decirte.
-Takuya, no…
-Teruki-san, no te voy a dejar salir de aquí hasta que se lo digas.- lo miró amenazante.
-De acuerdo.
-Bien.- se hizo a un lado.
-Waka… eh… yo…- se rascó nervioso la cabeza.
-¿Qué pasa?
-Yo… tú… ¡Ahhhhh! ¡No puedo hacerlo!
-Si que puedes.- le recordó su compañero de banda.
-Waka… ¡Ya no soporto!- sacó una pequeña cajita de su bolsillo y se arrodilló frente a su novia- Waka, ¿te casarías conmigo?- abrió la caja, dejando ver un bello anillo con un pequeño diamante en él.
-¿Eh?
-La razón por la cual te evadía, era porque estaba pensando seriamente en hacer esto. Tenía muchas dudas y no podía estar tranquilo. Estos últimos años contigo han sido muy divertidos. A pesar de los problemas, tú siempre estabas cuando más necesitaba a alguien. Por eso… por eso… ¿Qué me dices?
-Teruki…- bajó la mirada.
-Si no quieres, sólo tienes que decirlo.
-Dos meses…- susurró.
-¿Qué?
-Dos meses…
-¿Dos meses, qué?
-Tengo un retraso.
-¿Eh?
-Teruki… estoy embarazada.- los dos integrantes de Moonless se quedaron boquiabiertos. Waka tomó el anillo que Teruki aun tenía en la caja y lo puso en su dedo- Y si, me voy a casar contigo.- se pusieron de pie.
-Eh… q… a… Wa…
-Tranquilo, respira… Ahora dime.
-Tú… y yo… vamos…
-Si.
-A… ja, ja… ja...- se desplomó.
-¡Teruki!
-Ya lo tengo.- por suerte, Takuya lo sostuvo- “¿Y yo quería ir al cine?”
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En la misma habitación a oscuras, con papeles cubriendo el piso, el mismo joven, sentado en frente de una computadora, comiendo dulces.
-Ya veo… Oh… Dirección… número de teléfono… ¡Ah! También están los de Takuya… ¿Eh?... Así que Gackt... Con razón… Ja, ja… Es increíble lo que se puede conseguir hackeando algunas computadoras... Ahh… El destino ha sido tan bondadoso con ustedes… Lástima que nuestros caminos coincidieron… Ja, ja, ja…- golpearon la puerta- ¿Qué?
-Soy yo.
-Pasa.- se abrió la puerta, dejando ver a una mujer- ¿Qué quieres ahora?
-¿Sigues hackeando computadoras?
-Si.
-Es contra la ley, ¿lo sabías?
-Si tengo que ir contra la ley para jugar un poco con Akiharu Tsukiyama, lo haré.
-Estás enfermo.
-¿Y tú qué? No estás aquí para servirme de asistente, tu verdadera intención es…
-Ya lo sé, no tienes que recordármelo.- tomó una fotografía de Takuya que estaba tirada en el piso- Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvimos juntos, Takuya.
-¿Qué tanto le ves?
-¿Qué tanto le ves tú a Akiharu-kun?
-No lo sé. Tiene algo que me encanta… Tal vez sea esto lo que llaman… amor.
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Treinta minutos pasaban de la una de la madrugada, Takuya estaba en su departamento, recostado en su cama luego de haber tomado un baño. Tomó su celular y revisó si había alguna llamada de su novio, mas no fue así.
-Miku…- suspiró. Marcó su número- No contesta… Qué raro… “Quería contarle lo de Teruki-san y Waka”- dejó su celular en la mesa de luz y abrazó su almohada- Tiene su perfume… “Odio cuando las cosas salen mal entre nosotros… Las fans acosándonos a ambos, los ensayos… Me estoy cansando” Miku, quiero estar contigo… ¿Dónde estás?
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En el departamento de Akiharu.
-¡No puede ser! Mi celular se quedó sin batería… ¿Ahora cómo voy a hacer para llamar a Takuya?- Nyappy, que andaba jugando por allí, tiró algo- Ah… Nyappy-chan, ¿qué hiciste? Eso… ¡Claro! ¿Para qué tengo teléfono de línea? Aun puedo llamarlo.- tomó el teléfono que su hija había tirado y marcó el número- Contesta, contesta…
-“¿Hola?”
-¡Takuya!
-“Ah… Eres tú.”
-“Ah… Eres tú”, ¿qué clase de saludo es ese?
-“Lo siento.”- bostezó.
-¿Tienes sueño?
-“Un poco.”
-Perdona por no haberte llamado antes, pero mi celular se quedó sin batería.
-“Ah… Ya veo.”
-Takuya… “Está un poco raro” Eh… Hoy han pasado tantas cosas… ¿Sabes? Nos llegaron cartas y regalos de los fans; recibí muchas cosas.
-Tus fans te quieren mucho.
-¿Y tú?
-Yo te quiero más que todas tus fans juntas.
-Y yo a ti.
-Tú también eres mi fan.
-Ja, ja… Es verdad… Oye. ¿Qué fue lo más bizarro que una fan te ha regalado?
-“Eh… Creo que… su virginidad.”
-¡¿Qué?!
-“Es verdad, no te miento.”
-OK, eso es más bizarro que lo que me han regalado a mí.
-“¿Qué te regalaron?”
-Un… preservativo.
-“¿Un preservativo?”
-Si.
-“¿Cómo…?
-No lo sé, en uno de los sobres encontré un preservativo.
-“Alguien quiere algo más de ti, Miku”
-¿Tú crees?
-“Te lo digo por experiencia.”
-Es un poco incómodo. Podría ser una niña con las hormonas alborotadas.
-“Esas son las peores. Como son menores de edad, no puedes hacer mucho al respecto. Si llego a enterarme que hiciste algo con una fan, yo…”
-Lo sé, lo sé, no haré nada… para eso te tengo a ti. ¿Cuándo tienes un día libre?
-“Eh… Creo que el martes.”
-¿Si? Yo también. ¿Qué te parece si vamos al cine ese día?
-“¿Eh?”
-Me sentí muy mal por no haber ido hoy.
-“Ah, no te preocupes. De hecho, al final me alegré de no haber ido.”
-¡¿Eh?! ¿Qué estuviste haciendo que la pasaste mejor que estando conmigo?
-“Ja, ja… Tranquilo, no te fui infiel ni nada por el estilo.”
-¿Entonces?
-“Cuando salí de Boyaboya fui a Shibuya, allí me encontré con Teruki-san. Lo ayudé a comprar algo para Waka.”
-¿Algo para Waka?
-“Si.”
-¿Qué?
-“Un anillo de compromiso.”
-¡¿Un qué?!
-“Como escuchaste. Teruki-san le propuso matrimonio a Waka.”
-¿En serio?
-“Si, yo estuve presente en ese momento.”
-No lo puedo creer. ¿Estamos hablando de mi mejor amigo Teruki?
-“Si, el mismo Teruki-san.”
-Ja, ja… ¡Mi plan funcionó!
-“¿Qué plan?”
-¿Recuerdas que había dicho que la mejor manera de que todo funcionara entre ellos ere casarse?
-“Si, pero tú ni hiciste nada.”
-No, pero mi hipótesis era correcta.
-“Si, Miku. ¿Sabes cuál fue la mejor parte?”
-¿Cuál?
-“Van a ser padres, Waka está embarazada.”
-¡No te creo!
-“Créelo. Waka se lo dijo a Teruki-san luego de que le propusiera matrimonio.”
-Wa. Qué bien. Ja, ja… Dios, Teruki y Waka… Qué cosas. Me alegro por ellos.
-“Si. Es verdad eso que dice: de algo malo sale algo bueno.”
-Ya lo creo… Las cosas van a cambiar mucho.