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Secreto Callado por cielphantomhive

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Notas del fanfic:

pues esto es un one-shot... pero dependiendo de la demanda que tenga lo continuare o lo dejare asi... veanlo como un preludio...

Notas del capitulo: bueno a quienes esten leyendo Contradicción quiero aclarar que este no tiene nada que ver con la actualización del otro, este fic nacio en solo media hora.... Dios es algo haveces hago... cuando hay inspiracion la cansión es de joan sebastian por si la quieren oir... se los recomiendo para que vean que deverdad es coherente....




Miro a sus hermosos ojos verdes, en ellos una terrible tristeza se observaba, se acerco despacio, como temiendo desquebrajar a aquella criatura delicada y frágil, su esmeraldas comenzaron a derramar lagrimas, una a una esa saladas pruebas de sufrimiento recorrían sus facciones de porcelana.



El rubio se dejo a la amargura que lo embargaba, sus brazos se extendieron buscando un refugio, el castaño lo acogió con tanto cariño y amor, las sedosas hebras rubias se encontraban mojadas y sucias. Aun se encontraban en el umbral de la puerta, afuera la lluvia caía de forma torrencial, como si de alguna manera desatara su frustración al no poder hacer nada para acallar aquella amargura en el corazón de ese ángel que había nacido con sangre de demonio.



La llameante pasión que representaba él controlador del fuego se había extinguido, y en su lugar solo cenizas quedaron, un corazón cuyo dueño eran flamas abrasadoras llenas de amor acabaron por consumirlo en el momento menos indicado.



- Conrad… - dijo suave y tímido – hermano… - susurro pegándose mas a su cuerpo del y el con su inigualable intuición lo rodeo con mayor sentimiento, si eso era posible, el cuerpo mas pequeño se estremeció – él… él me a dejado…
- … - contuvo la respiración no sabia que decir, no sabia siquiera si existía alguna – Wolf… - solo lo llamo, al pronunciar ese nombre tan bello y amado para el, las lagrimas también se asomaron de sus pupilas café, compartió aquella noche de dolor, con su pequeño hermano, con su adorado tesoro – no importa… me tienes a mi y a Gwenldal…
- Gracias…



La mañana aun no llegaba, el sol se negaba a iluminar con sus calidos rayos esa tierra regida por el Maou, en el patio de Pacto de Sangre tres caballos estaban listos para partir, las pertenencias mas indispensables se encontraban dentro de una valija, con pesar en el corazón los tres viajeros salieron al alba, sin mirar atrás.



Renunciaban a todo y a todos, pero a honor de la verdad diré, que quienes se marchaban no eran tres, sino cuatro los que sin un futuro cierto salían del que en algún momento consideraron su hogar.



Los dos hermanos mayores se colocaron a los costados, cual escolta. El relinchido de otro caballo los alerto, su partida no debía ser notada.



- Pensabas dejarme Gwenldal – pregunto la pelirrosa
- Seria mejor para… - el no quería mirarla a los ojos, eso de un azul casi imposible
- No digas tonterías… - le sonrió con dulzura, acercándose al mayor de los tres hijos de la ex reina – por que sin un conejillo de indias… no podría estar mejor… además… me necesitaran… - los tres hombres entendieron que detrás de esas palabras se escondía un significado aun mas profundo
- Gracias… - se alargo lo mas que pudo y sin bajar del caballo la abrazo, aquella mujer podía ser desesperante, mandona, ser de lo peor y despiadada a la hora de usarlo como si se tratara de solo un juguete, aun si, estaba seguro que no existía, ni existiría en ese mundo nadie capaz de comprenderlo de la manera que ella lo hacia, de leer su corazón como si fuese un libro abierto
- Vamos… - Conrad espoleo su caballo y los demás lo imitaron



Esa mañana Yuri despertó temprano, había cosas que deseaba aclarar con el rubio mazoku, quería decirle que a pesar de todo el lo apreciaba como su amigo, su mejor amigo y que la noche de hace dos meses, pues solo fue un mal entendido, que si ayer le pedio que terminaran el compromiso no fue por que tuviera a alguien mas, simplemente por que el deseaba una vida distinta.



La habitación del Wolfram estaba vacía, camino al despacho de Gwenldal, los reconocimientos e inspecciones en la frontera eran rutinarios y quizás por ello el rubio no se encontrara, pero de igual forma, no encontró a nadie, sospechado algo sus pies ahora presurosos corrían hacia la oficina de Conrad, la puerta cedió sin la menor resistencia, y solo el silencio fue lo único que lo recibió.







- Ya te vas… - grito eufórico un chiquillo de cuatro años – no te vayas…
- Tengo que… - sonrió dulcemente Conrad – sabes que trabajar es indispensable… verdad Lelouch? – pregunto mientras le revolvía el cabello negro del niño y lo veía hacer pucheritos con aquellos bellísimos ojos verdes
- Si….
- Ve dentro con tu papá… ya vuelvo…
- Esta bien… - concedió cruzando los brazos – pero mañana quiero que me cantes tu nueva canción…
- Hecho…
- Lelouch… deja ya mi hermano… - Wolfram estaba en la puerta de una modesta casita – ven… - dijo extendiendo la mano
- Pero papá… - se quejo
- Nada… ya es hora de dormir…
- Gwenldal no tarda en llegar y yo vuelvo por la madrugada, no te quedes esperándome esta vez… - sonrió el castaño dejando un casto beso en la mejilla del menor
- Esta bien… cuídate… - cargo el chiquillo y se metió a la cabañita



Conrad camino unos veinte minutos, el sendero era estrecho y poco transitado, necesitaban protección y discreción, Yosak era el único que sabia en donde se encontraban y que periódicamente los visitaba, siempre trayendo consigo un regalo para el hijo de Lord mocoso, como aun le llamaba.



El pueblo cercano era pequeño y él ahora en lugar de espada llevaba un instrumento, sus cabellos castaños le caían sobre los hombros, era la viva imagen de su padre, con todo y barba.



Entro en la taberna, los aplausos se escucharon en cuanto lo notaron.



- Eh!! Conrad… - llamo un hombre maduro – que nos tocaras esta vez…
- Ah!! Solo una canción que se me ocurrió hoy en la mañana… - su semblante sereno era lo único que no había cambiado



Se acomodo en un banco, se coloco su guitarra y por fin comenzo a cantar



El la miró y le dijó: '¡No te quiero más!'
ella se mordió los labios para no llorar
el la acarició y le dijo: '¡No te pongas mal!'
ella se tapó la cara y empezó a llorar;
tanto que corrió a la cita para verlo a el
tanto que esperó el momento de decírselo,
algo dentro de su pecho se despedazó
el secreto que guardaba ya no lo dirá . . .
El le acercó el pañuelo, no lo quiso usar
ella tomó su cartera y le dijo adiós,
¿Donde va con tanta prisa, donde va por Dios?
el no adivinó el secreto que ella se guardó;
¿Donde va con tanta pena, donde va por Dios?
con el hijo que ella espera ¿Donde irá señor?,
¿Donde irá con su dolor, donde, donde irá señor?
¿Donde, donde, ooooh, donde, donde irá señor . . .?



Se deshicieron sus manos de tanto aplaudir, pero el dueño de aquella ovación solo tapo su cara con sus manos y salio sin mirar a nadie. Como aquella noche hace cinco años lloro amargamente.



- Un secreto callado… - susurro intentando limpiar sus lágrimas – algo que jamás sabrás Yuri… - miro a la luna que se encontraba llena – y sabes que es lo peor… que ahora él ya no te necesita… nosotros estamos aquí para ellos y los protegeremos…



Fin…



Notas finales: espero sus comentarios... recuerden que dependiendo de su popularidad lo continuare...

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