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Beso de medianoche por cutebeast64

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Notas del fanfic:

Naruto no es mío, aunque quisiera que así fuera, Sasuke no me ama, aunque también quisiera que así fuera, el SasuNaru es de todos los fans del mundo, y el Año Nuevo tampoco es mío, si lo fuera pondría a todos los chicos de mi barrio a besarse entre ellos. Pero mi fanfic si es solo mío.

Notas del capitulo: Bien. Espero les guste. No iba a escribirlo porque mi compu “casi-literalmente” explotó después de estar averiada, pero entonces mi familia adelantó el regalo de mi cumpleaños para darme esta preciosa Laptop, y así pude hacer esto y los adelantos de las otras series… ADVERTENCIAS: Mantente a una distancia prudente de la computadora, ten una luz encendida, aleja a los niños que puedan traumatizarse por el yaoi presentado, consume lemon al menos una vez al día y si no quieres llorar, quédate con el final de la historia de Navidad.
La navidad había terminado con un final feliz, en el que ambos se habían reconciliado, con un par de besos, y a pesar de que Sasuke no dejara de repetir que no se casaría con él, todo parecía indicar que eso era lo más posible. Habían regresado al orfanato donde todos los esperaban junto a la chimenea, para agradecerle a Naruto los hermosos regalos, a lo que él no dejaba de sonreír, abrazado a Sasuke como si temiera que quisiera huir.

Habían pasado un par de semanas bastante pesadas, en las que Naruto había finalmente dejado por completo el negocio de la venta de su cuerpo y ahora, gracias a Sasuke estaba estudiando Administración empresarial en la misma universidad que él, teniendo un nivel bastante alto.

Sasuke había dejado a su novia adoptiva y ahora andaba con Naruto para arriba y para abajo, queriendo cogerlo a besos cada cinco minutos, aunque no siempre le fuera posible. Naruto había dejado su antigua habitación en el orfanato para ir a vivir al apartamento de Sasuke, el cual había decorado para la Navidad que no había terminado de pasar y el Año Nuevo que esperaban dentro de poco.

Todo anunciaba que el Año Nuevo iba a ser una fiesta especial, y desde Sakura hasta Kiba estaban planeando una segunda reunión “familiar” para agradecerle a Naruto todo el esfuerzo que había hecho por todos en ese tiempo, a lo que el rubio solo respondía con una sonrisa cada cierto tiempo.

- ¿En qué diablos estás pensando Ero-Sasuke?- Inquirió el rubio con una sonrisa melodiosa al ver, una semana después de la Navidad a un moreno desesperado halándolo por las escaleras hasta su habitación
- Es que me regalaron algo genial en la navidad- Respondió animado
- Espero no sea un consolador- Dijo con cierto sarcástico temor
- Claro que no, dobe- Dijo parando frente a la puerta, tratando de sacar las llaves que temblaban en su mano por el apuro con el que quería entrar- Y no tiene nada que ver con eso-
- Entonces no veo lo divertido de eso- Dijo resoplando algo molesto

Cuando finalmente abrió la puerta haló al ojiazul hacia adentro, cerró la puerta y lo sentó sobre la cama, mientras arreglaba una cámara de video digital colocada sobre un trípode para que lo enfocara directamente…

- ¿Qué diablos haces?- Dijo el rubio al ver la luz roja de “grabando” encendida- ¿no ves que estoy en la ropa de mi antiguo trabajo?
- ¿Acaso tienes otra ropa mejor?- Inquirió sin dejar de grabarlo
- Pues… No, pero… No me gusta que me graben- declaró enojado
- No recuerdo que te hayan grabado antes… esta es una entrevista oficial, para ver si serás una buena ama de casa-
- Jódete Sasuke- Dijo cubriéndose con una almohada
- No puedo solo… Vamos no seas así, has una pose cool de “Soy lo último en modelos sexis”- Le pidió Sasuke mientras enfocaba su rostro suave y femenino
- Lamento no ser tú Sasuke.- Dijo lanzándole la almohada
- Solo haz el favor- pidió con su mirada negra suplicante
- -Bien ¿Qué se supone que te diga?- preguntó acomodándose en el sillón, algo hastiado pero como todo un profesional
- ¿Cuál es tu nombre?- Dijo con la seriedad de un entrevistador real
- Naruto- Dijo hastiado
- Dilo con estilo de modelo, no como si promocionaras abono natural-
- Uzumaki, Naruto Uzumaki- Mofó el rubio haciendo una voz similar a la de James Bond en aquellas películas

Era increíble que de una entrevista hubieran terminado en la cama del moreno, haciendo el amor, como muchas veces lo habían simulado en juegos infantiles, mientras el rubio se mordía la mano para no gemir extasiado, pensando en todos los problemas que se le harían a Sasuke si llegaban a escucharlos, pero el moreno se lo había casi imposible, tratando de escuchar la suavidad de aquellas muestras de excitación…

- Nos tratan como si estuviéramos casados- Dijo el moreno al notar casi llegado el año nuevo que la invitación iba dirigida a Sasuke y Naruto Uchiha
- Pues, vivimos juntos, nos acostamos, no lo ocultamos y creo que si pudiera ya habría quedado embarazado… es obvio que parecemos casados- Concedió el rubio con una sonrisa burlesca
- ¿Entonces vamos a ir?-
- Tengo cosas que hacer el 31- Dijo mordiéndose el dedo con cierta excitante dulzura, tratando de aplacar a Sasuke
- ¿Llegas luego?- preguntó acercándosele para besarlo
- Puede ser… pero si lo hacemos ahora no me voy a poder sentar a comer en la mesa de Tsunade, y se hará ideas raras…-
- Todavía quedan unos días, y tú estás acostumbrado… No creo que note nada distinto- trató de convencerlo

La noche de Año Nuevo, era una que esperaba con ansias. Ya que había aprendido a amar esas fechas bajo el efecto del suave de aquella mirada celestial que lograba aplacar de inmediato todo odio, repulsión o dolor que se hubiera acumulado en su mente… Era Naruto el que había solucionado su vida con un par de besos y múltiples caricias, era él, el que le abrazaba contra su pecho en las noches frías, y le contaba historias de amor en su eterno insomnio, calmado por la profundidad de aquella mirada…

Era de noche, las luces llenaban de colores la sala del orfanato en la que Sakura se empeñaba en enseñar a Sai a bailar, mientras Ino trataba de sacarla para hacer su jugada, y todos los demás bailando, se preocupaban más por ver aquella pequeña comedia, que por danzar con la música… …l se encontraba sentado en uno de los sillones, tomándose una a una todas las copas de vino de los demás invitados mientras miraba a través de la ventana, tratando de hallar la figura incierta de su rubio acompañante viniendo entre la tormenta de blancos copos de nieve…

- ¿Qué haces Sasuke? Únete a la fiesta, o antes de bailar vas a dormirte de lo borracho que estás- Dijo Tsunade reprendiéndole como cuando era un niño pequeño
- Naruto no ha llegado- Confesó turbado, mientras seguía buscándole con la mirada- El me dijo que llegaría para el beso de medianoche-
- ¿Beso de medianoche?- Preguntó sin entender
- A Medianoche, apenas empieza el año nuevo, besas a la persona que más amas, para jamás ser separados- Comenzó a explicar Sasuke
- ¿Y se supone que hagas eso con Naruto?- trató de entender la rubia
- Si… pero si no está, no voy a hacerlo conmigo mismo-
- Pero si todavía queda tiempo de sobra para que llegue… No entiendo porque te preocupas tanto-.

Y justo en ese instante, como por mandato divino, sonó la recordada canción “5 pa’ las doce”. Sasuke solo la miró con el gesto cansino de “Si claro, tiempo de sobra” antes de tomar la botella y engullirse casi la mitad de su contenido, en pocos segundos… Naruto había tenido unos cuantos problemas con el que manejaba su antiguo trabajo, y estaba algo preocupado por él…

- ¿No es ese tu celular Sasuke?- La pelirrosa estaba más ebria que él, y al ser apartada de Sai por Ino, giraba como un trompo por toda la habitación, parando solo un instante para decirle eso

En efecto, era el sonido musical que Sasuke había puesto para recibir las llamadas de Naruto, el que sonaba por toda la sala. Dejó la botella de vino sobre la mesa, agarró el celular, y salió a la puerta para buscar escapar del ruido

- Hola Naru ¿ya vienes?- preguntó con la felicidad casi estúpida de la borrachera iniciada
- Sasuke…yo…me siento mal… No puedo… No puedo moverme… Yo no sabía a quién más acudir… Tengo… Miedo…- Sonaba cortado, ahogado del otro lado de la línea, como si estuviera hablándole un muerto- Yo…estoy en el parque y…no puedo mover mis piernas… hace algo de calor-

Luego colgaron… Su corazón casi se desmorona en pedazos, su rostro se contrajo en un gesto de preocupación, sin siquiera pensarlo, tomó su chaqueta con un arma que había comprado para tratar de proteger al rubio y cerrando de un portazo, se abandonó a la inclemencia del clima… Los segundos pesaban sobre él, como horas, su respiración se agotaba y sus pasos aumentaban de velocidad a cada instante…

- Maldito Naruto… ¿Dónde estás?- Gritó al llegar a la entrada del parque sin ver más que nieve blanca cubriendo todos los objetos que habían en el suelo, con aquel aterrador manto blanco que le hacía estremecer de frío con su sola figura siniestra.

Estaba algo desesperado, se tropezó con alguien en el camino, se excusó sin siquiera verlo a la cara y siguió andando, hasta ver, justo al lado de la banca donde le había dicho en Navidad que lo quería, el cuerpo de Naruto, envuelto en un manto cálido de su propia sangre, cuyo calor provocaba que un blanco vapor se escapara de la tierra helada, cubierto a medias por la nieve, respirando dificultosamente…

- Naruto ¿Qué diablos…?- Corrió a su lado, y le levantó en sus brazos, tratando de hacerle abrir sus hermosos irises…
- Sasuke… Estás aquí… ¡Qué bien!-susurró el pequeño, guarecido en sus amplios brazos mientras sonreía delicadamente
- ¿Qué diablos te…sucedió?- susurró el moreno al ver a aquel chico de dorados cabellos que le robaba tanto el aliento como las ganas de dormir, con esa sonrisa condescendiente llena de un dolor inimaginable
- Sabía que no me dejarían salirme por las buenas- Susurró suavemente mientras cubría con sus manos la herida de su vientre, que aún mantenía la daga asesina en su interior

No lo pensó, o tal vez fue que en el momento eso sonó muy bien, tal vez era un intento de darle seguridad, que no le podía ofrecer, pero mientras se abría la chaqueta para arrancar una gruesa tira de su camiseta, susurró con la cálida voz de un amante a su adoración “Dime quien es el bastardo y lo mataré”.

Al principio, Naruto intentó resistirse a tal proposición, pero aquellas palabras de amor, susurradas a su oído, le hicieron, quizás olvidar su moral, o quizás anhelar de una manera desesperada el ser vengado, por aquella persona que levantándole con cuidado le rodeaba el vientre con aquel improvisado vendaje.

Sasuke se puso lívido, su expresión se llenó de furia y ardió en un coraje inimaginable, por el simple hecho de notar que aquel con el que se había topado a la entrada del parque, y con el que se había disculpado, según la descripción del rubio era su asesino… ¿Cómo saber si seguía lo suficientemente cerca como para atraparlo y cumplir su promesa?

Arrancó el cuchillo del vientre de su amado, logrando estremecerlo en un sordo gemido de dolor, que le heló por unos instantes. Tomó el cuchillo, miró hacia el cielo con sus seductores ojos negros, y le pidió a Kami-sama, que por todo lo bueno que podía existir en el mundo, le dejara vengar cada herida sobre el cuerpo de aquel al que más quería.

Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por cumplir su objetivo, dejó a Naruto recostado en la banca del parque, bañado por la luz de un farol cercano y rodeado por la capa que hace poco reposaba sobre sus blancos hombros para evitar que se congelara y corrió en dirección a la salida del parque…

Toda su piel estaba erizada por el frío atronador, y el vaho de su respiración agotada se volvía blancas nubes, que podían ser consideradas partículas de su vida, acortada por el helaje que comprimía sus órganos internos y poco a poco ralentizaba su pensamiento.

El sudor se congelaba sobre su piel, la nieve adornaba sus cabellos azabaches y le impedía ver con claridad hacia el sitio por el que se había ido el bastardo que lastimó a su novio… No había nadie, el único sonido que cortaba su tranquilidad eran sus propios pasos aumentados por el eco apremiante de las calles vacías…

El cuchillo ensangrentado, casi congelado seguía en sus manos temblorosas por el frío… Miró con un pesar infinito a los cielos, y se dejó caer en el suelo…No le importaba morir, pero si un bastardo había lastimado a su rubio, no pensaba perdonarlo… Pidió en silencio, en quizás la única oración de su vida, que le diera la buena fortuna de hallarlo…

Sonaron unos pasos, se levantó apresurado, y pudo ver a un hombre, que cobijado por las sombras se dirigía de vuelta al parque, quizás a satisfacer su morbo al ver al rubio muerto… Se sentía devastado, su respiración se hacúia dolorosa, el cuchillo temblaba en sus manos y todo su cuerpo se estremecía impidiendo sus movimientos… Apretó los puños hasta que sangró su piel blanca y corrió en dirección del que se atrevió en algún momento a herir a su rubio.

Fue solo un segundo, el que le tomó al hombre para notar que aquella arma que había usado para cumplir su misión, ahora estaba clavada en su espalda, atravesando con un crujido atronador su pulmón derecho… Perdiendo en un instante, como una bestia, toda misericordia, haló el cuchillo por la carne lentamente, dejando que la sangre bañara su pecado hasta hallar el corazón y haciéndolo crujir, acabar con aquella vida…

Soltó el cuchillo notando el crimen pasional que acababa de convencer, y no del todo convencido caminó lentamente, bañado en la sangre de aquel pecador, hacia el parque… la nieve caía suavemente y el reloj del campanario anunció con su trágico sonido que faltaba solo un minuto para que el año nuevo iniciara…

Llegó hasta la silla, dejando sobre la nieve el rastro de sus pies que sin fuerzas, solo llevados por la voluntad del amor, lo empujaban hacia el lugar donde el rubio seguías esperándolo, casi al borde de la muerte… El frío solo había evitado que se desangrara más rápido, y la nieve colgada de sus cabellos le hacía lucir encantador, se arrodilló al lado del rubio que congelado apenas si giró su delicado rostro para verlo, y sonreírle

- Claro que lo haría- Susurró Sasuke, temblando por el frío, tartamudeando por el dolor que le provocaba respirar
- ¿Qué?- preguntó el rubio con un hilo de voz, antes de encogerse para sujetar la herida que le hacía sufrir- ¿Qué harías?
- Me casaría contigo-

Luego se apoyó en el borde de la silla y recostó su cabeza en el cálido pecho del rubio, justo sobre la calidez de la sangre que atravesaba la capa. Con sus últimas fuerzas, Naruto extendió sus brazos canela y le sujetó contra su pecho, como si temiera que se fuera, notando como aquel cuerpo se desarmaba bajo el frío congelante…

- Le temo a morir- Susurró ahogado por el dolor de su pecho
- Yo no- respondió Sasuke liberándose de aquel agarre para verlo directamente a los azules ojos. Se acercó a su rostro y respiró sobre su cálida piel canela, haciendo que algo de aquellas lágrimas congeladas se derritieran y cayeran por el rostro canela
- Diez, nueve…- Comenzó a sonar la cuenta regresiva
- Solo desearía haber estado un poco más de tiempo contigo- Susurró el rubio, mientras sostenía sus manos
- Seis, cinco…- Sonó a lo lejos
- Y yo quisiera haber admitido que te amaba desde un principio, en vez de tratar de olvidarlo todo-
- Tres, dos, uno… Feliz año Nuevo-

Sasuke y Naruto se sonrieron con complicidad y Sasuke bajó aquella mínima distancia, a la vez que Naruto elevaba un poco su rostro y ambos se besaban largamente, no como los amantes que se llenan de deseo en cada contacto, sino como los verdaderos enamorados, que sacian el latir de su corazón con aquellas simples muestras de afecto, que parecen unirlos, en un lazo de prohibición….

- Si te vas no te culparé- susurró el rubio al ver que Sasuke seguía recostado a su lado
- No… Si me voy, yo me culparé…- Susurró mientras tomaba la mano de Naruto entre las suyas y la besaba suavemente-no estuve contigo cuando me necesitaste en el pasado, no pienso dejarte de nuevo-

Naruto sonrió con tristeza, alegre por aquella profecía de amor, triste por la vida que alguien iba a perder en nombre de su amor. Se acomodó como pudo en la silla, y tomó la cabeza de Sasuke entre sus brazos, para sostenerla contra su pecho a la vez que besaba las hebras de su cabello oscuro, bañándolo con sus lágrimas de temor…

La noche seguía avanzando, con una crudeza que nadie había visto en años, y la nieve seguía cayendo sobre los dos enamorados, que entre fantasías idílicas de un futuro imposible, siendo ahogadas sus voces por el frío aliento de la muerte, cayeron muertos en el mismo segundo exacto, sincronizados sus corazones a la perfección, mientras decían en un simple suspiro de muerte lo que no habían sido capaces de decir en el resto de sus vidas…

- Te amo-

Mientras aún una simple imagen seguía en las mentes de ambos chicos

“Naruto seguía recostado frente a la cámara que tenía el botón encendido

- Naruto- Dijo hastiado
- Dilo con estilo de modelo, no como si promocionaras abono natural-
- Uzumaki, Naruto Uzumaki- Mofó el rubio haciendo una voz similar a la de James Bond en aquellas películas de acción
- Bien Naruto ¿Qué te gusta?-
- El ramen, las chicas bonitas y tú- Dijo con una sonrisa socarrona- ¿me pregunto si tiene alguna relación mi gusto por las chicas y por ti?
- No hagas eso. Esto es algo serio- Dijo haciéndose el enojado para cubrir su sonrojo- ¿En que trabajas?
- Era una puta, pero tú me sacaste de allí, oh, héroe todo poderoso- dijo en tono de burla
- ¿Y que querías ser?- Preguntó
- Fotógrafo- Sonrió suavemente- y tu esposa. Pero lo segundo nunca se cumplirá…- dijo como entristecido
- Bien que lo entiendas- Dijo algo hastiado- ¿Serás una buena ama de casa cuando vivamos juntos?
- ¿Vamos a vivir juntos?- Dijo sin poder reprimir la emoción
- Solo si pasas la entrevista- Aseveró
- No es justo ’ttebayo- Dijo tirándose hacia atrás con una almohada en la cara
- ¿Qué es eso de ttebayo, usuratonkachi?- Dijo mofándose del chico
- Es algo puramente mío, y ni tu ni nadie me lo quitará… ¡Libertad para los oprimidos!- Dijo levantando la mano en señal de protesta
- Basta, dobe- Dijo dejando su posición tras la cámara para ir por él, y en una batalla de cosquillas caricias y juegos, levantarle de nuevo y llevarle ante la cámara- ¿Algo que quieras decir?
- Me gustas resto- Dijo besándolo con descaro ante la cámara- espero nos casemos y vivamos felices por siempre-
- Excepto por lo de casarnos, todo suena bien para mí- Dijo besándole de nuevo mientras apagaba la cámara para iniciar las caricias serias”

Cuando amaneció, y algún transeúnte despistado los encontró, seguían en la misma posición, abrazados más allá de la muerte. Sus latidos ya no resonaban en sus pechos por la cercanía de sus cuerpos y sus respiraciones ya no formaban nubes de vapor por la calidez… En medio de la muerte se volvieron uno, rodeados por la sangre y la nieve, en un manto de dolor y amor…

Tal vez Sasuke haya sido enviado al infierno por sus pecados, tal vez Naruto y él no hayan tenido la fortuna de seguir juntos más allá de la muerte.

Pero tras la muerte solo sucede una cosa… Tienes que volver al preciso instante, y el preciso lugar en que fuiste más feliz… la casa de Sasuke sigue intacta, los muebles en su sitio mientras alguien los reclama y la cámara encendida, grabando sin que nadie se entere, las suaves risas de muchas más batallas de cosquillas y caricias, que por siempre mantendrán, mientras sus corazones sigan latiendo juntos, y su amor no se apague…
Notas finales: No se si hallan llorado. Lo curioso es que no lloré escribiéndolo pero si contándoselo a Hannon24 me pregunto si tengo algún tipo de efecto retardado O_O… Dejando eso de lado, espero les haya gustado mi escrito de medianoche, porque con todo el trabajo cocinando en casa por la visita de mis familiares de Navidad hasta Año Nuevo, no me dejó más tiempo… Y traten de adivinar las embarazosas cosas que me regalaron en Navidad… Son tres, y si adivinan les daré un premio aunque no se qué.

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