Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love is in the Air por sister_of_Itachi_and_Mu

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: A causa de no encontrar el anterior y no recordar la trama te empiezo uno nuevo, espero que te guste más del que te había prometido, sino me tiro por un puente XD
Sin saber como, de nuevo, había roto un plato, algo imposible, ya que realmente no lo tenía en ninguna posición peligrosa, pero de nuevo había roto un plato.
-Joder… Pues que lo haga él cuando venga.- Dijo el chico de cabello rubio, dejando todo tal y como estaba, sin recoger, tumbandose en el sofá.
Se hizo una bolita y se puso a dormir una hora hasta escuchar una voz que le llamaba insistentemente.
-Llo… Ello… Mello… Venga, Mello, levanta.
-Ma…muan… nhan…- Respondió adormilado.
-¿Has visto que te has cargado otro plato? ¿Cómo lo consigues?- Le reñía.
-No… no me rayes… y prepara algo.
-Claro, señorito duerme y yo de chacha. ¿No?
-Exacto, así que cocina de una vez.
-Serás…- Pero se mordió la lengua por no responder.

Mello se quedó en el sofá, esperando, mientras el otro empezaba a cocinar algo sencillo, ya que tenía que hacerlo no pensaba matarse mucho.
-Matt… ¿Sabes que día es hoy?
-No, ni me importa.
-¡¿Qué?! ¡Estás de coña!- Gritaba el rubio, asomando la cabeza por el respaldo.
-No y no sé por qué te pones así.
-No, nada, no te preocupes, paranoias mias, que más da que día sea hoy, claro.
El rubio simplemente se incorporó, cruzandose de brazos y poniendo los pies sobre la mesita, no podía creerse que algo así se le hubiese pasado a Matt.

Cuando había preparado la cena ambos se sentaron en la mesa, Mello se quedó mirando su plato, sin tocarlo, se le había pasado todo el hambre que tenía.
-Come algo, ¿No querías que cocinase?
-No, te lo puedes meter por el…- Sin embargo no siguó la frase, solo siguió con la vista clabada en la comida como si en cualquier momento fuese a salir corriendo.
-Que maleducado.
-¡Imbecil!- Se levantó y se fue al cuarto, dando un portazo.
-Debería aprender a aceptar bromas.- Se dijo a si mismo Matt.

Se levantó y llamó a la puerta.
-Mello… dime algo.- El silencio fue la respuesta.- Venga… ábreme.
-¡Hoy duermes en el sofá!
-Mello no seas crio y ábreme la puerta.
-¡Ábrela tú, si es que recuerdas como se hace!
-Mello…- Suspiraba el otro.- Estaba de broma antes. Claro que sé que día es.
-¡Mentira!- Le gritaba desde el otro lado de la puerta.
-Eres peor que una mujer para este tipo de fechas.
-¡Que te den por culo!- Se sonrojaba completamente con lo dicho, no era cierto.
-Vamos, te he traido algo especial.
-¡No quiero nada!
-Mentiroso, sino no estarías así. Ábreme la puerta.
-Está abierta, idiota.- No era cierto tampoco que no quisiese nada.

Cuando Matt abrió la puerta pudo ver a Mello sentado en la cama, con las piernas cruzadas, un codo apoyado en la rodilla y la cara sobre la mano, con el brazo contrario extendido esperando un paquete o lo que fuese el regalo que tenía que darle. El otro se acercó, apartandole la mano y girandole para besarle los labios.
-Cabezota, sabes que no me olvidaría de algo así, tonto.
-No me tomes el pelo.- Respondió de mala gana.

Pero como siempre Matt hizo lo que le pareció correcto, empujó a Mello para tumbarle y seguir besandole, colando las manos por dentro de su chaleco y rozar su piel directamente, como tanto le gustaba. El rubio, por su parte, se dejaba hacer, aunque quisiera rechistar, ahora le apetecía más eso, ya discutiría luego. Se abrió el chaleco lentamente, siguiendo por quitarselo y empezar a imitar esto mismo con su pantalón.
-Te veo impaciente.
-Y a ti capullo.
-Vaya, gracias.

Matt tiró de la ropa interior del otro antes de quitarse la suya propia, colandose luego entre las piernas del otro para irle besando el pecho, morderle el cuello, acariciar su cuerpo como la primera vez hacía ya tanto tiempo, un año de todo aquello y como si nunca hubiesen estado juntos en la cama, como si de una primera vez se tratase, Matt se dedicó a ser cariñoso, repartir calor y caricias por todas partes, asegurandose de atender cada petición de su caprichoso amante.

-Matt… me desesperas.- Le confesaba Mello.
-Eso pretendo.- Respondía el otro.
Se dedicó a llegar hasta el más mínimo rincón del cuerpo de Mello con sus dedos y su lengua, haciendo camino de subida y bajada por esa tibia piel, tomándolo más tarde de la cintura y penetrarle lentamente, se notaba, aunque no quisiera darse cuenta, que durante todo ese tiempo Mello se había acostumbrado a no ser preparado antes de ser penetrado, ya había tenido suficiente sexo para que eso no fuese más que mero entretenimiento para ellos.

Pasó una hora, o quizás hora y media, en la que estuvieron sexo, intentando, más que otra cosa, demostrar, a su modo, el amor que se profesaban el uno al otro. Para Matt consistía en besarle y acariciarle, decirle tantas veces como pudiese “te quiero” al oido, mientras que para Mello consistía en gemir cada vez más alto, arañar la espalda de su amante e intentar decir esas palabras que tanto le costaban, aunque muchas veces quedaban en un sencillo “quiero”, para Matt era más que suficiente.

Cuando terminaron, ambos, se tumbaron en la cama, mirando el techo, incapaces de articularpalabra, simplemente la respiración agitada resonaba en las paredes, hasta que Matt consiguió hablar pasado un rato.
-Mi regalo… por nuestro aniversario, sale mañana a las 12:30.
-¿Qué?
-Nos vamos una semana TÚ y YO solos.
Mello no podía creerselo, simplemente se puso a reir, era incapaz de responder.
-¿Qué me has regalado a mí?- Preguntó Matt.- Sé que no te has olvidado.
-Si limpiases de vez en cuando verías que está bajo ésta cama.- Respondió el rubio.

Y para su sopresa hacía cuatro días que había allí un paquete perfectamente embuelto, lo sacó, lo puso sobre sus piernas y lo abrió. Dentro se encontraban dos trajes, un lobo y un conejito, dejando a la imaginación más bien poco, ya que solo tapaba y tenía lo justo para dar intuición de que animales se trataban. Aquellas noches, que pasaron los dos solos en un lujoso hotel, se toranron en la magnifica cena de un hambriento lobo hacia su enfadadizo y caprichoso conejo.
Notas finales: Dedicado a mi querido Matt

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).