Tal vez piensen que es raro, una historia como esta...
- No, no es un buen comienzo, quizás este.
Erase una vez
- No, eso parece cuento de hadas podría ser…
Esta es la historia de una chica
- Rayos parece caso de la vida real, ¡esto es desesperante!
- qué haces Samara? – pregunto mi mejor y único amigo, Satke, al entrar a nuestra habitación
- pensando – respondí
- ya veo, eso explica porque parece que el cuarto se quema.
- Que gracioso Satke, por que no vas a acosar niños o algo así
- No los acoso, ellos me siguen a todas partes. en fin, no vine a discutir, tu hermana ha venido a verte
- Que bien, que pase
Mi hermana tiene la costumbre de visitarme todos los días al orfanato, ella tiene 14 años y yo 15, es muy agradable y muy linda también, tiene cabello castaño no muy corto y ojos rubís.
- Hola Samara
- Hola hermanita
Raro no?, pues yo antes vivía con mis padres también, pero mientras fui creciendo fui tomando la apariencia de un niño, cuando mis padres vieron esta anomalía en mí me abandonaron y así fue como yo fui al orfanato por mi propia cuenta.
- Que pasa hermanita –le pregunta al ver su carita de angustia
- Nada, como has estado?
- Bien no me quejo
Silencio absoluto
- Y… tus padres
- Están bien, mamá pregunto por ti
- Dile que estoy bien pero no gracias a ella
- No seas tan cruel, sabes que ella nunca estuvo el 100xciento dispuesta a dejarte.
- Lo sé - suspire
- Bueno debo irme Sami, adiós
- Adiós Kaori, cuídate mucho
- Lo hare!- grito ya fuera de la habitación
- Samara!- exclamo Satke – lo olvide, tienes una entrevista de adopción hoy
- No estoy
- De acuerdo, ya perdí la cuenta de las veces que te voy encubriendo.
- Gracias, algún día… te recompensare- le dije de broma
- Si claro – respondió sarcásticamente
Me recosté en mi cama a pensar lo lindo que sería tener una familia de verdad, saludar a mis padres en las mañanas, ir a una escuela, intentar hacer amigos sin tener que pensar que algún día los adoptaran y se irán, una navidad un año nuevo junto a ellos. Mientras pensaba todas estas cosas mis lágrimas iban cayendo y humedeciendo las sabanas.
Todos los años era la misma historia hasta que un buen día...
- Samara!
- Ah, hola Kaori
Detrás de ella, vi a alguien pequeño, no sabía quién era.
- Vamos Makoto, no seas tímida - le dijo a la que obviamente era una niña
Aun detrás de ella tomo su brazo y se asomo a verme
- Tu… tu eres Samara- tartamudeo la pequeña
- Si, así es
Me miro muy sorprendida y sonrió, luego la oí decirme “hermanita”
- Tu…
- Si Samara ella es nuestra hermanita
- Que?!
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