Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Preguntas por sasukexnaruto

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

:D m cozto muxo

Siempre me lo he preguntado...

 

 

 

-Oye Sasuke...

 

 

 

Nunca he llegado a una respuesta concreta...

 

 

 

-Dime dobe.

 

 

 

¿Por qué yo?

 

 

 

 

-¿Por qué yo? -él levanta una ceja, interrogante ante la pregunta. Yo solo suspiro divertido.

 

 

-¿Por qué me has elegido como tu pareja? -explico mejor la cuestión, haciendo que él ahora me preste toda la atención. Deja el periódico que estaba leyendo encima del sofá y me mira con esos ojos suyo, asemejados a la mismísima noche.

 

 

-¿Y esa pregunta? -yo solo inflo mis mofletes disconforme. ¿Por qué no me puede responder a lo que le he preguntado? Sasuke es idiota.

 

 

 

A veces no lo entiendo, y es...

 

 

 

-No empieces con esas, si te he preguntado, me tienes que responder teme -lo miro severamente, a ver si con esas baja sus defensas y me da la bendita contestación. Pero en vez de eso, va y sonríe con suficiencia.

 

 

 

Que llegue a ser irritante a límites insospechados...

 

 

 

-¿Sabías que cuando te enfadas, se te pone una cara muy graciosa? -mi cabeza se llena de venas que están a punto de eclosionar, pero parece que el Uchiha está encantado con mis reacciones, porque el tío vuelve a sonreír con mas chulería. Éste no me conoce.

 

 

-Bah, no me lo dices porque no lo sabes -miro al techo con una expresión desinteresada-. El tío tiene pareja, y ni sabe por qué; más tonto y no nace -lo puedo notar, las malas vibraciones emanantes de mi koi, las cuales me están golpeándo sin ton ni son, erizándome la piel y poniéndome los pelos de punta. Un Uchiha cabreado supone un dolor de huevos por quemaduras de tercer grado.

 

 

-Naruto -esa voz de ultratumba que puede hacer temblar al mismo demonio -. Naruto... -alerta roja, que todos los civiles despejen la sala, una tanda de mala hostia made in Uchiha viene a marchas forzadas. Se ruega a todos que mantengan sus partes íntimas resguardadas por posibles daños.

 

 

Me mira entre el rojo y el negro, seguramente dentro de poco tendrá su preciado sharingan encima mío, haciéndome algún genjutsu y dejándome más tonto de lo que soy. Lo cual no ayuda a que nuestra relación vaya a mejor puerto, porque cuando me deje medio lelo ya no tendré tan buena puntería a la hora de entrar a territorio enemigo.

 

 

Veo mi lado seme quejarse, y diciéndome lo imbécil que soy a la hora de preguntar cosas tan cursis y pomposas. Si tengo una relación estable, buenas secciones de sexo, y por no decir, ese culo tan estrechito que siempre está a mi disposición; entonces, ¿para qué abro la puta boca? Soy gilipollas.

 

 

-Eres un pesado -y vuelve a coger el periódico, y pasar de mí olímpicamente. Como si todo lo que hubiese pasado hubiese sido un episodio pasajero sin importancia.

 

 

 

¿Y si no sabe la respuesta? ¿Y si solo está conmigo porque soy

el único que le aguanto? ¿Y si...?

 

 

 

Mi cara se ensombrece un poco ante las dudas que tengo en la cabeza. Será que soy el único que se toma en serio esta relación, y seré el único que entrega todo a su respectiva pareja. Soy un imbécil que siempre anda en su nube de felicidad, sin tomar en cuenta de que Sasuke no siente lo mismo que yo. ¿Entonces, qué hace aquí conmigo? Bueno, es su casa, tendría que irme yo y volver a mi apartamento. Qué lata; seguro que está todo sucio, lleno de mierda hasta las trancas.

 

 

 

Tengo ganas de dejarlo todo y escapar, pero sin ti... sé que no

valdría la pena seguir con nada.

 

 

 

Cuando estoy en la cúspide de mi desgracias, noto que un brazo se cierne sobre mi cintura y como se me aventa a un pecho que conozco de sobra. Oigo los latidos desbocados de mi koi y su respiración agitada. Eso me hace levantar la cabeza y ver como se esconde por debajo del periódico. Mi cara es un poema, porque no logró entender esa actitud tan extravagante de mi novio. Sé que está chiflado. ¿Será que ya no furula allí arriba?

 

 

-Solo te lo diré una vez, así que pon atención -su voz, siempre segura, inquebrantable, sólida, fuerte; se ve reducida a una insegura y algo tartamudeante -. Estoy contigo p-porque eres tú, Naruto, solo porque eres tú -intento asimilar sus palabras para entender su significado.

 

 

Solo porque soy yo, porque soy yo, porque... Mis dudas se ven aclaradas al analizar las acciones de Sasuke; los latidos del corazón, asemejados a una tormenta. Su respiración, irregular por minutos, el temblor de su cuerpo al contacto con el mío, y esas imperiosas ganas de esconderse bajo el papel escrito, el cual también temblaba. Una risa mal contenida es lo único que puedo sacar al ver ese panorama.

 

 

Le gusta todo de mí, desde mis cualidades hasta mis defectos. Eso me llena el pecho de una alegría inmensa, y me dan ganas de gritar a los cuatro vientos lo feliz que estoy junto a mi bastardo.

 

 

 

Todo mi mundo gira en torno a ti.

 

 

 

-¿Por qué no te quitas el periódico? -pregunto, esta vez divertido porque sé como tiene que estar detrás de la manta de papeles.

 

 

-Cállate -responde enfadado, siguiendo con su línea de camuflaje.

 

 

-Anda, déjame ver -intento quitarle el bendito periódico, pero se resiste, por lo cual, nos hace entrar en una pequeña pelea. Conclusión: periódico roto y una vista esplendida del inmenso sonrojo de Sasuke -. Teme -musito con ternura y levanto la mano para acariciarle la mejilla. Está tan cálida y sonrojada que se podría hacer una barbacoa en ella.

 

 

-Y... ¿tú por qué estás conmigo? -desvía la mirada, azorado por lo que acaba de decir. Yo lo miro con los ojos abiertos.

 

 

 

¿No será que él también...?

 

 

 

Una sonrisa zorruna de las mías aflora, y me acerco a su cara, la cual se pone aún  más roja; pero eso no le quita esa mala leche característica de cuando se siente privado de su espacio personal. Pero no le doy importancia a ese detalle, le pienso responder.

 

 

 

Tiene las mismas dudas.

 

 

 

-Porque eres tú Sasuke, solo porque eres tú -dije lo mismo que él, utilizando sus mismos argumentos, ya que eso es lo que siento hacia su persona. Él me observa, analizándome como yo anteriormente lo hice. De sus labios, una bella sonrisa hace acto de presencia.

 

 

Lo amo, con todo mi ser. Puede sonar cursi o lo que sea, pero todo de él me atrae, me vuelve loco. Sasuke Uchiha es mi perdición, al igual que yo soy la suya.

 

 

Tengo los mismos síntomas que él, por lo cual, solo hay una respuesta:

 

 

 

Los dos estamos igual de enamorados.

 

 

 

Un beso, otro beso, y otra tanda más, y ya estábamos uniendo nuestros cuerpos en un compás que sabemos tocar a la perfección. Juntos, siempre unidos por ese lazo, que se ha ido intensificando a lo largo de nuestra relación. Inquebrantable, fuerte y armonioso.

 

 

 

Demasiado enamorados, es una respuesta adecuada para

describirnos. O para mis dudas.

 

 

 

La próxima vez puede que le pregunte el porqué siempre tiene a Kusanagi junto a él cuando hacemos el amor, aunque creo yo que mejor que no; porque la forma de mirar esa espada, y al mismo tiempo mi adorado trasero, me hace más o menos darme cuenta de sus intenciones...

 

 

 

Las preguntas pueden darte una alegría o una decepción.

 

Hay algunas que mejor no preguntarlas...

Siempre me lo he preguntado...

 

 

 

-Oye Sasuke...

 

 

 

Nunca he llegado a una respuesta concreta...

 

 

 

-Dime dobe.

 

 

 

¿Por qué yo?

 

 

 

 

-¿Por qué yo? -él levanta una ceja, interrogante ante la pregunta. Yo solo suspiro divertido.

 

 

-¿Por qué me has elegido como tu pareja? -explico mejor la cuestión, haciendo que él ahora me preste toda la atención. Deja el periódico que estaba leyendo encima del sofá y me mira con esos ojos suyo, asemejados a la mismísima noche.

 

 

-¿Y esa pregunta? -yo solo inflo mis mofletes disconforme. ¿Por qué no me puede responder a lo que le he preguntado? Sasuke es idiota.

 

 

 

A veces no lo entiendo, y es...

 

 

 

-No empieces con esas, si te he preguntado, me tienes que responder teme -lo miro severamente, a ver si con esas baja sus defensas y me da la bendita contestación. Pero en vez de eso, va y sonríe con suficiencia.

 

 

 

Que llegue a ser irritante a límites insospechados...

 

 

 

-¿Sabías que cuando te enfadas, se te pone una cara muy graciosa? -mi cabeza se llena de venas que están a punto de eclosionar, pero parece que el Uchiha está encantado con mis reacciones, porque el tío vuelve a sonreír con mas chulería. Éste no me conoce.

 

 

-Bah, no me lo dices porque no lo sabes -miro al techo con una expresión desinteresada-. El tío tiene pareja, y ni sabe por qué; más tonto y no nace -lo puedo notar, las malas vibraciones emanantes de mi koi, las cuales me están golpeándo sin ton ni son, erizándome la piel y poniéndome los pelos de punta. Un Uchiha cabreado supone un dolor de huevos por quemaduras de tercer grado.

 

 

-Naruto -esa voz de ultratumba que puede hacer temblar al mismo demonio -. Naruto... -alerta roja, que todos los civiles despejen la sala, una tanda de mala hostia made in Uchiha viene a marchas forzadas. Se ruega a todos que mantengan sus partes íntimas resguardadas por posibles daños.

 

 

Me mira entre el rojo y el negro, seguramente dentro de poco tendrá su preciado sharingan encima mío, haciéndome algún genjutsu y dejándome más tonto de lo que soy. Lo cual no ayuda a que nuestra relación vaya a mejor puerto, porque cuando me deje medio lelo ya no tendré tan buena puntería a la hora de entrar a territorio enemigo.

 

 

Veo mi lado seme quejarse, y diciéndome lo imbécil que soy a la hora de preguntar cosas tan cursis y pomposas. Si tengo una relación estable, buenas secciones de sexo, y por no decir, ese culo tan estrechito que siempre está a mi disposición; entonces, ¿para qué abro la puta boca? Soy gilipollas.

 

 

-Eres un pesado -y vuelve a coger el periódico, y pasar de mí olímpicamente. Como si todo lo que hubiese pasado hubiese sido un episodio pasajero sin importancia.

 

 

 

¿Y si no sabe la respuesta? ¿Y si solo está conmigo porque soy

el único que le aguanto? ¿Y si...?

 

 

 

Mi cara se ensombrece un poco ante las dudas que tengo en la cabeza. Será que soy el único que se toma en serio esta relación, y seré el único que entrega todo a su respectiva pareja. Soy un imbécil que siempre anda en su nube de felicidad, sin tomar en cuenta de que Sasuke no siente lo mismo que yo. ¿Entonces, qué hace aquí conmigo? Bueno, es su casa, tendría que irme yo y volver a mi apartamento. Qué lata; seguro que está todo sucio, lleno de mierda hasta las trancas.

 

 

 

Tengo ganas de dejarlo todo y escapar, pero sin ti... sé que no

valdría la pena seguir con nada.

 

 

 

Cuando estoy en la cúspide de mi desgracias, noto que un brazo se cierne sobre mi cintura y como se me aventa a un pecho que conozco de sobra. Oigo los latidos desbocados de mi koi y su respiración agitada. Eso me hace levantar la cabeza y ver como se esconde por debajo del periódico. Mi cara es un poema, porque no logró entender esa actitud tan extravagante de mi novio. Sé que está chiflado. ¿Será que ya no furula allí arriba?

 

 

-Solo te lo diré una vez, así que pon atención -su voz, siempre segura, inquebrantable, sólida, fuerte; se ve reducida a una insegura y algo tartamudeante -. Estoy contigo p-porque eres tú, Naruto, solo porque eres tú -intento asimilar sus palabras para entender su significado.

 

 

Solo porque soy yo, porque soy yo, porque... Mis dudas se ven aclaradas al analizar las acciones de Sasuke; los latidos del corazón, asemejados a una tormenta. Su respiración, irregular por minutos, el temblor de su cuerpo al contacto con el mío, y esas imperiosas ganas de esconderse bajo el papel escrito, el cual también temblaba. Una risa mal contenida es lo único que puedo sacar al ver ese panorama.

 

 

Le gusta todo de mí, desde mis cualidades hasta mis defectos. Eso me llena el pecho de una alegría inmensa, y me dan ganas de gritar a los cuatro vientos lo feliz que estoy junto a mi bastardo.

 

 

 

Todo mi mundo gira en torno a ti.

 

 

 

-¿Por qué no te quitas el periódico? -pregunto, esta vez divertido porque sé como tiene que estar detrás de la manta de papeles.

 

 

-Cállate -responde enfadado, siguiendo con su línea de camuflaje.

 

 

-Anda, déjame ver -intento quitarle el bendito periódico, pero se resiste, por lo cual, nos hace entrar en una pequeña pelea. Conclusión: periódico roto y una vista esplendida del inmenso sonrojo de Sasuke -. Teme -musito con ternura y levanto la mano para acariciarle la mejilla. Está tan cálida y sonrojada que se podría hacer una barbacoa en ella.

 

 

-Y... ¿tú por qué estás conmigo? -desvía la mirada, azorado por lo que acaba de decir. Yo lo miro con los ojos abiertos.

 

 

 

¿No será que él también...?

 

 

 

Una sonrisa zorruna de las mías aflora, y me acerco a su cara, la cual se pone aún  más roja; pero eso no le quita esa mala leche característica de cuando se siente privado de su espacio personal. Pero no le doy importancia a ese detalle, le pienso responder.

 

 

 

Tiene las mismas dudas.

 

 

 

-Porque eres tú Sasuke, solo porque eres tú -dije lo mismo que él, utilizando sus mismos argumentos, ya que eso es lo que siento hacia su persona. Él me observa, analizándome como yo anteriormente lo hice. De sus labios, una bella sonrisa hace acto de presencia.

 

 

Lo amo, con todo mi ser. Puede sonar cursi o lo que sea, pero todo de él me atrae, me vuelve loco. Sasuke Uchiha es mi perdición, al igual que yo soy la suya.

 

 

Tengo los mismos síntomas que él, por lo cual, solo hay una respuesta:

 

 

 

Los dos estamos igual de enamorados.

 

 

 

Un beso, otro beso, y otra tanda más, y ya estábamos uniendo nuestros cuerpos en un compás que sabemos tocar a la perfección. Juntos, siempre unidos por ese lazo, que se ha ido intensificando a lo largo de nuestra relación. Inquebrantable, fuerte y armonioso.

 

 

 

Demasiado enamorados, es una respuesta adecuada para

describirnos. O para mis dudas.

 

 

 

La próxima vez puede que le pregunte el porqué siempre tiene a Kusanagi junto a él cuando hacemos el amor, aunque creo yo que mejor que no; porque la forma de mirar esa espada, y al mismo tiempo mi adorado trasero, me hace más o menos darme cuenta de sus intenciones...

 

 

 

Las preguntas pueden darte una alegría o una decepción.

 

Hay algunas que mejor no preguntarlas...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).