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- Yama… - se lanzo a sus brazos – prométeme que siempre me vas a querer
- Te lo prometo…
Los días pasaron, al igual que las semanas y los meses se convirtieron rápidamente en años, años en los cuales la dos parejas de hermanos se conocían mejor, dando mucho de que hablar al notarse su cercanía.
Para los mayores esto no los incomodo, y aun cuando se rumoreaba que mantenían una relación mas profunda que una amistad, jamás desmintieron nada, dejando que pensaran lo que quisieran, a los que si tuvieron que enfrentar fue a sus pequeños hermanos, y es que no se puede negar lo obvio.
Esa tarde Matt había invitado a su mejor amigo a su casa, su padre trabajaría hasta muy tarde y lo más probable es que es que no regresara hasta el día siguiente, por lo que el departamento era solo para los dos.
- Yama… - llamo con su voz cantarina el moreno para que el rubio tomara su asiento en el sofá junto a el – ven…
- Si me vas a tener aquí sentado mas te vale comenzar a pensar en como entretenerme… - comento mientras se acomoda cerca del otro pasando su brazo por su cintura
- Creo que no tendrás problemas con encontrar algo que hacer… - se rió al sentir la boca del rubio sobre su cuello
- La cuestión no es si yo puedo en contra con que entretenerme, si no que tu me entretengas… - termino de manera sensual susurrando en el oído del otro
- Yamato… - soltó un suspiro – ah!!! No deja ahí… yo… - Tai se encontraba totalmente sobre el sillón mientras Matt se acomodaba sobre el acariciando su cuerpo por encima de la ropa y repartiendo besos por todo su cuello
- Eres… - dijo entrecortadamente mientras su mano viajaba a la entrepierna del moreno - delicioso
El moreno gemía producto de el deseo y la lujuria contenida, Ishida no se encontraba en mejores condiciones, y con el incentivo de escuchar la dulce voz del castaño comenzó a retirar las prendas que tanto estorbosas le parecían, el chico se dejaba hacer acariciando la espalda de su amante y tratando de la manera mas hábil posible de colaborar para quitar las barreras que lo separaban de la piel del rubio, sus respiraciones agitadas, el suave color carmesí de sus pómulos, así como el sudor de sus cuerpos les decían que aquella tarde terminarían algo que hasta en ese momento no habían logrado, a sus dieciséis años ellos creían estar listos para dar ese paso tan importante.
Con cuidado el ojiazul condujo entre besos y caricias a su acompañante a la que era su habitación, lo coloco de manera suave sobre su cama, mientras admiraba su respiración errática, era hermoso, eso nadie lo podía negar.
Se acomodo a su lado, delineo con la yema de sus manos cada parte de su rostro, parecía que el deseo se esfumara, pero muy por el contrario ambos se encontraban nerviosos.
- ¿Quieres hacerlo?…. – pregunto con duda el rubio mirando fijamente al moreno
- Si… - contesto escuetamente escondiendo su cabeza en el pecho de su contraparte
- ¿Estás seguro?… eto… lo pondríamos dejar… sabes que no te forzare a nada que tu no quieras… - comento levantando el rostro de su compañero para que lo mirara de frente – siempre are lo que tu desees…
- Lo se… - sus mejillas se volvieron mas rojas – pero… si quiero…
Las caricias comenzaron, y los besos no se hicieron desear, ellos recorrían el cuerpo ajeno como si sus vidas dependieran de ello, Matt se coloco encima del cuerpo de Tai quien gustoso soporto el peso de su amante, se miraban intensamente.
Ahora con sus cuerpos y almas desnudas completamente aprenderían juntos el arte de amar, para ambos era nuevo, pero el estar junto a su contraparte, su complemento les inspiraba seguridad, algo nuevo que enfrentarían de cara, uno al lado del otro.
- ¿Qué quieres de comer?… - pregunto la castaña mientras entraba en el departamento
- Cualquier cosa estará bien… Matt no es exigente… y Tai…
- Mi hermano se comería hasta un pollo con plumas si tiene hambre… - ella rió libremente, siempre que estaba con ese chico podía ser ella misma, sin complejos o ataduras
- Bueno en ese caso no creo que haya problemas… - Tk se quedo callado de golpe – ¿escuchaste eso?…
- No que… - pregunto consternada…
- Escucha… - dijo poniendo su dedo índice frente a su boca
- Ah!! – fue suave casi imperceptible
- ¿Qué crees que sea?…
- Mi hermano debe estar en casa… - concluyo el rubio
- Démosle una sorpresa…. – propuso la chica
- Si…
Se acercaron a la habitación la puerta estaba cerrada y de ella solo salían debes en cuando algunos gemiditos amortiguados, Tk reía, al pensar lo que su hermano estaría haciendo, seguramente intentaba terminar la tarea de álgebra, o alguna de las manualidades que dejaba el profesos de química. El mejor que nadie conocía que cuando a Yamato le desesperaba algo comenzaba con las pataletas, y con aquel concierto de quejidos, terminando casi siempre con el trabajo a la mitad en el suelo.
- Matt…. – gritaron al unísono los dos jóvenes abriendo la puerta de un solo empujón, la escena jamás se la espero, ahí frente a él se encontraba su hermano mayor sentado a horcadas, con las piernas de alguien mas enredadas en su cadera, mientras este se encontraba listo para penetrar….
- Oh!!! Por dios…. – grito el aludido mientras intentaba tapar su desnudes con lo primero que encontró
- Pero que diabl… - se escucho otra voz
- Ni- san – se sorprendió al reconocer a su hermano la chica
- Salgan de aquí… - ordeno el mayor de los rubios
- Pero hermano… - intento hablar Tk
- Que salgan... – esta vez parecía de verdad molesto, por lo que no les quedo mas remedio que obedecer
- Tk, Kari… - llamo Tai antes de que se cerrara la puerta – esperen en la sala… por favor… tenemos que hablar…
La tarde era calurosa, el sol se ocultaba y tras el solo quedaba el tenue color rojizo del crepúsculo. La platica fue tendida y larga, por parte de los mayores, ya que sus pequeños hermanos hacia tiempo que sospechaban de esa relación, pero preferían esperar hasta que ellos se decidieran a confiarles algo tan importante, lo que no se esperaban era el pescarlos en semejante escena.
- ¿Entonces no les molesta?… - pregunto preocupado Tai a los menores
- No, para nada… - aseguro el rubio menor
- Su pongo que los único que nos queda es pedirles que guarden el secreto… -dijo Matt algo apenado
- Con una condición… - Kari era aun que muchos lo dudaran mala hasta los huesos
- ¿Cuál?… - pregunto dudoso Yamato, por que la conocía
- Que me digas hasta donde haz llegado con mi hermano… es decir después de lo que vi es obvio quien es el semen y quien el uke… - los tres quedaron atónitos, como era posible – pero no quiero sacar conclusiones innecesarias, es mejor ir a la segura, ya tuvieron sexo…
- Es obvio, no viste que estaba por follaaaaaaaaa… – un fuerte golpe fue propinado en la cabeza de Tk por hablador
- Eso no es cierto… - contesto Tai tímido – esta iba a ser mi… - corrigió – nuestra primera vez…
- Oh!! Ni-chan lo lamento… - dijo ella mostrando su apoyo a su predecesor – pero déjame remediarlo…
- Hmmm!! – los tres chicos sintieron escalofríos
Su hermana en definitiva estaba loca, si era eso, por que no encontraba otra forma para explicar que en menos de quince minutos ella hubiese convertido el cuarto de Yamato en una suit de lujo. Coloco velas aromáticas, flores, que solo Dios sabe de dónde saco, sabanas limpias, limpio todo rastro de sobras de comida y dejo sobre el buro aceites; o si; porque de alguna manera (su hermano no quiso hondar en el asunto) ella sabía que los necesitarían para aquello que iban a hacer, además que si no los usaban Yamato sería el único que disfrutaría y no quería tener que acercarle el desayuno a su hermano toda una semana.
Tk quedo tan sorprendido como su hermano y cuñado, este ultimo no por la razón que el desearía pero que mas daba era su cuñado después de todo.
- Ahora nos vamos… iremos al cine y de ahí comeremos algo… eso les da un margen de por lo menos cuatro horas… cierren la puerta con llave… eso les puede ayudar a prevenir futuras escenas como esta… - era toda una gran dama dando órdenes – ah!! Y cuando terminen limpien todo…
La escalofriante chica se marcho en compañía del rubio y los dos mayores quedaron con la boca abierta.
- ¿Y ahora qué?... – pregunto Matt
- Pues ya que me dio permiso… ¿continuamos en donde nos quedamos? – se lanzo a sus brazos…
- Por mi no hay problema…
Continuara....