La filmación de la película de Ed, si bien se había adelantado, aun tomaría una semana arreglar los decorados, la iluminación y el vestuario, de esta forma el chico rubio se pasaba casi todo el día en el set de Harry Potter junto con Daniel.
Los celos de Tom eran cada día mas notorios, Dan siempre hablaba de eso en su casa junto con Ed, ya que le había ofrecido quedarse en su penthouse hasta que tuviera que regresar a los Estados Unidos. Ed estaba barajando la idea de invertir en un apartamento cerca de su amigo.
Por su parte, la bella Emma Watson estaba al tanto de lo sucedido… de todo lo sucedido. Ella era la mejor amiga de Dan y tenia una excelentísima relación con Ed… pero el motivo real era que detestaba a Jade, y le encantaría que Tom la pateara bien lejos y que correspondiera los sentimientos de Daniel.
¡Bingo! Tom estaba en uno de los bancos de cemento leyendo muy atentamente el guión de la película. Se acercó y se sentó a su lado.
-Uf, que suerte, hoy no hace tanto calor – comenzó a conversar Emma.
-Es verdad, ayer casi me muero.
-Si.
Ambos se quedaron en silencio durante un tiempo hasta que Emma sonrío divisando a Ed y Daniel que caminaban tomados de la mano.
-Oh Tom… mira, mira – dijo, señalándolos.
Tom sintió nuevamente los síntomas que ya se le hacían comunes, el dolor de estomago y la molestia en su pecho, solo que en los últimos días se había agregado un cosquilleo en su garganta que le impedía tragar bien.
-¿No son tiernos? – preguntó la chica.
Tom solo respondió con un sonido a libre interpretación y volvió su mirada al guión.
-Hacen una pareja hermosa, Ed lo adora, nunca había visto a Daniel tan feliz.
Tom seguía apretando sus dientes e intentando que Emma no notara lo tenso que estaba.
-¿No te parece que Ed hace a Daniel feliz? ¿Qué opinas?
-Lo siento… debo irme.
Emma no dijo nada, ni siquiera lo detuvo o le impidió que se levantara y se marchara… solo sonrío de costado al mejor estilo Malfoy.
**
Maldita, maldita sea… era lo único en lo que Tom pensó y pensaba últimamente. Era obvio que necesitaba ayuda pero ¿Quién? No se arriesgaría con ningún extraño, con su madre tampoco, era muy embarazoso, con sus hermanos… jamás, antes se reirían de el durante varios meces.
Tenia que ir a filmar, estar rodeados de tan buenos actores le hacia olvidar un poco lo que sentía… pero igual, sabia muy bien que debía buscar ayuda.
**
-¿Se levanto y se fue? – pregunto Ed, atónito.
-Así es.
-Mmm… veo que se sigue negando.
-Chicos – dijo Daniel por fin, llamando la atención de sus amigos – No se… tal ves no este celoso, tal ves le moleste y se quiera apartar.
-¡Pero que cabeza dura! – Reprendió Ed – Es obvio que esta celoso, no te acuerdas el Martes, cuando estábamos abrazados y el inventó una escusa para que te fueras con el.
-Solo quería hablar conmigo para que volvamos a jugar a Guitar Hero.
-Claro… y yo soy Banca Nieves. Emma ¿Te parezco Blanca Nieves?
-A mi no.
-Bueno… ya, ya entendí, no hay necesidad de recurrir al sarcasmo.
-No… pero creo que ese chico necesita algo mas… necesita el mayor grado de provocación posible.
-No, Ed, no hace falta, de veras.
-Cállate Dan – casi grito Emma - ¿Qué tienes en mente, Ed?
-Ustedes vallan a filmar, yo se lo que hago.
Daniel no se pudo concentrar en sus escenas, el director lo reprendió un poco y, luego de siete repeticiones, pudieron pasar a ensayar las siguientes.
**
Ed estaba muy contento y relajado en el set de Harry Potter, era obvio que no se pondría abrazar a Daniel o caminar de la mano si no existía ese fantástico contrato. Según Daniel y Emma, todos los miembros del Staff y hasta los productores, firmaban todos los años un contrato de confidencialidad en donde se detallaba explícitamente no divulgar nada de lo que pasara en el set, ya sea laboral o privado.
Lo que pasaba en el set, se quedaba en el set, y así había sido desde que la franquicia había empezado.
Esto les daba libertad a los chicos para justificar la presencia de Ed en el set, y para actuar como una feliz pareja.
Era hora de poner su plan en marcha. Busco a Tom por varias horas hasta que lo localizo. Había finalizado sus escenas por esa tarde y se había trasladado al catering para comer algo. El lugar era cerrado y estaba bastante apartado, tenía varias mesas individuales y muchas sillas.
Ed maldijo cuando vio que en el lugar había muchas personas, pero eso no lo detuvo… tenia una carta bajo su manga.
-Hola Tom – saludo, poniéndose alado del chico, pudiendo sentir que se tensaba.
-Hola – saludo secamente.
-La comida de aquí es grandiosa.
-¿Cuándo comienzas a filmar? – preguntó Tom, ignorando el comentario del chico y ya cansado de verlo todos los días en el set.
-El Lunes, hoy es Viernes así que me queda poco… no te preocupes, la próxima semana ya no me veras por aquí.
-A mi no me molesta.
-Pues… a mi me parece que si te molesta.
-No fue mi intención, no quiero que haya malos entendidos.
-Entonces ¿Quieres ir conmigo afuera y hablar?
Tom lo miro con el seño fruncido ¿Desde cuando Ed quería hablar civilizadamente con el?
-Pienso que es una buena oportunidad para despedirnos, siento una fuerte empatía hacia mí de tu parte.
Tom acepto y, comiendo ambos un hot dog, se sentaron en un banco de cemento bajo la sombra de un árbol El clima estaba hermoso a pesar de que el sol ya estaba bastante bajo.
-¿Todo bien con tu novia?- preguntó Ed.
-Si, perfecto – mintió Tom.
-Ah, que bueno que lo dices, yo no la he visto tan sonriente como antes.
-¿A que te refieres?
-No se… la veo como mas apagada, por eso pensé que podrían tener algún problema.
-Pues no.
-Mejor así.
Ed sentía el nerviosito de Tom, arrugaba la servilleta de papel en sus manos y movía frenéticamente uno de sus pies, si ese chico tendría verdaderamente magia, el árbol sobre ellos ya le hubiera caído en la cabeza.
-Así que… - comenzó a balbucear Tom- Tu y Dan, están…están.
-¿Juntos?
-Si.
-Si, lo estamos.
-Ah. ¿Formal o solo sexo?
-¿Te importa?
-Claro que no, lo que hagan me resbala, solo me preocupo por la felicidad de mi mejor amigo.
-Igual no te quiero decir nada, temo que te de… asco.
-Eso fue un mal entendido que ya aclare con Daniel – contesto furioso Tom.
-No tienes porque enojarte, yo no te pedí ninguna explicación.
-Ahja.
-Y ya que no te da asco – dijo Ed, mucho mas relajado- ¿Puedo contarte algo? Necesito sacármelo de mi pecho.
-Dilo – dijo Tom, disimulando muy mal su falta de interés.
-Daniel es un fuego – confesó con toda confianza.
Tom lo miro con el seño fruncido y apretó la esfera de papel aun más en su mano.
-Tiene la piel tan suave y perfecta – continuo – Y besa tan bien, y su cuerpo se calienta tanto cuando estamos juntos, y su voz suena deliciosa cuando gime.
-BASTA – gritó Tom - ¡No quiero saber esas cosas de mi amigo! ¡Y tú no deberías contarlas!
-¿Por qué no? Dijiste que no te daba asco.
-No es por eso, esas cosas son intimas.
-Pero, tú eres el mejor amigo ¿No te cuenta lo que hacemos?
-NO, Y NO QUIERO SABERLO.
Tom se levantó y se fue hacia su trailer con paso firme y ligero. Ed esbozo una sonrisa de costado… lo había atrapado, Tom ya no podía ocultar lo que sentía.
**
Estaba comenzando a híper ventilar, sus manos apoyadas sobre la mesa y su cabeza gacha. Estaba reprimiendo las ganas de salir de allí, buscar a Ed y matarlo a trompadas.
¿Cómo se atrevía a hablar así de Daniel? ¡Que falta de respeto! ¡Como si Daniel fuera una puta cualquiera!
El seria totalmente diferente, lo cuidaría, lo abrazaría, lo protegería contra todos, lo respetaría… lo amaría.
Tom levanto la cabeza de repente mirándose al espejo y analizando sus pensamientos. Eso no podía estar pasándole, solo estaba confundido, era solo una etapa… era una estupidez ¡El mundo se había vuelto loco!
Dos golpecitos sonaron en la puerta de chapa y Jade entro sin ser autorizada.
-¿Qué pasa? – preguntó la chica al ver que su novio la miraba extraño.
Tom la tomó de ambos brazos y la lanzo algo brusco contra la mesa en donde se maquillaba, estudiaba sus líneas o lo que fuera.
-Tom espera ¿Qué haces?- preguntó ella, sorprendida.
Tom comenzó a besarla sin dejar que la chica pudiera hacer nada, por suerte tenia puesta una falta, introdujo sus manos y se deshizo de su ropa interior, el se bajo sus pantalones con boxer incluido y se acomodo entre las pernas de Jade. Sin siquiera preguntar, con toda la brutalidad que no lo caracterizaba, penetro a la chica.
No era que a ella le disgustara, pero no le gustaba para nada que las cosas se dieran así, mas cuando la ves anterior su chico no había podido excitarse.
Fue corto e intenso, ella no pudo terminar y el no sintió nada… solo pensaba en la piel, el calor y la suavidad que Ed le describió minutos antes.
-Lo siento – dijo Tom, apartándose y subiéndose su ropa interior y sus pantalones.
-Esta bien… esta muy bien – respondió ella, con una sonrisa algo vergonzosa.
Tom sonrió y la beso suave en los labios. Cuando la chica se fue, recién ahí, Tom comprendió lo que había hecho.
La situación no daba para mas, ya no podía vivir con ese dolor y esa incertidumbre… buscaría ayuda, ni bien llegara a su casa buscaría quien lo pudiera aconsejar.
**
¡El Internet! Dios bendiga a Bill Gates por crear esa maravillosa red, tenia merecido cada uno de sus billones.
Pudo leer decenas de mensajes de todo tipo, dudas, preguntas, experiencias… pero nada lo convencía, nada lo ayudaba.
De pronto, vio en letras resaltadas con negritas el nombre de Daniel. Sin dudarlo entro al sitio.
¡Pero claro! Pensó Tom, la asociación no lucrativa “The Trevor Project” a la que Daniel había donado una suculenta suma de dinero el año anterior… al parecer, en parte, el mismo Dan lo ayudaría con su problema.
En la pestaña “Contáctanos” Tom se fijo en el numero que correspondía a Londres, pero antes, bajo a la cocina por el celular de su madre… siempre lo dejaba ahí la muy despistada. No quería cometer ningún error, no quería que el teléfono saliera y luego se averiguara que era el suyo… eso era algo no muy probable, pero mejor prevenir.
Se sentó en su cama y comenzó a marcar el numero, ni bien escucho el primer tono su corazón empezó a latir desbocado. Por suerte lo atendieron rápido, estaba reprimiendo las ganas de cortar.
-Hola – contestó una voz femenina muy dulce – Te has comunicado con The Trevor Project.
Pero a Tom se le había formado un nudo en la garganta, nuevamente sentía ganas de finalizar la llamada. Se sentía demasiado nervioso.
-Esta bien – dijo la mujer – No tienes nada de que preocuparte, yo te escucho, todo queda entre nosotros, aquí no gravamos las conversaciones, son privadas.
-¿De veras? – preguntó Tom con miedo.
-Así es ¿Cómo te llamas? No necesitas darme tu verdadera identidad.
-Ah pues… Paco – dijo de repente.
-Hola Paco, yo soy Sandrina.
-Wow, que nombre tan lindo.
-Muchas gracias.
Tom se quedo callado otra vez, no sabia exactamente de que hablar o que decir y sus manos estaban comenzando a sudar.
-¿Qué te esta pasando? – preguntó Sandrina.
-Eso es lo que no se.
-Entiendo. ¿Por qué has llamado aquí?
-Necesito ayuda.
-Yo te la daré, ábrete, confía. Eso hacemos aquí.
-Bueno… yo, tengo a mi mejor amigo.
-Ahja.
-Y el es gay… bueno, no me lo dijo, pero me contó que esta experimentando y… ahora esta con un chico.
-Bien, ya avanzamos, pero necesito que me cuentes todo desde el principio para ayudarte.
-Si, está bien – dijo Tom dispuesto a contar todo, se sentía más a gusto.
-Tomate tu tiempo, estoy aquí para escucharte.
-Bueno… creo que todo comenzó en su fiesta de cumpleaños. Esa noche bailamos y… nos tocamos.
-Si, continúa.
-Me doy cuenta de lo que acababa de suceder y me aparto, apenado y espantado.
-¿Y luego?
-Me fui con otros amigos, la noche siguió y cuando quiero ir por el nuevamente para hablar o lo que sea, lo encuentro bailando demasiado apretado con otro de nuestros amigos.
-Ahh… ya veo. Sigue.
-Los escuche en el piso de arriba… la puerta de su habitación estaba entre abierta, y yo… me asome y los vi… estaban teniendo sexo y yo… yo me quede mirando.
-Continúa Paco.
-Y me excité, tuve una erección.
-Bueno, eres joven, estabas algo alcoholizado. Pero esto aun no me dice nada, continua.
-A los pocos días estábamos film… en la escuela. Estábamos en la escuela.
-Ahja, entendí, estaban en la escuela. Sigue.
-Y los vi nuevamente… se estaban besando y tocando en un lugar apartado.
-¿Y que sentiste Paco?
-Los quería matar a ambos, sentí una opresión muy fuerte en mi pecho y... les grite.
-¿Qué les gritaste?
-Les grite que me daban asco y salí corriendo – Tom había comentado a hablar con dificultad recordando ese suceso.
-Ok cálmate Paco, no te sientas mal.
-Fui una basura ¿Cómo pude decirle eso?
-Bien… hablaste en singular, te importa solo el ¿Verdad? ¿Cómo se llama?
-Daniel – Tom se patio mentalmente después… pero había tantos con ese nombre, mientras no dijera el apellido todo estaba bien.
-¿Y que hiciste luego?
-Me puse a llorar.
-Ah… entiendo Paco. ¿Y Daniel?
-Supe que se marcho sin dar explicaciones.
-Continua.
-Le pedí perdón y el acepto, es tan… irreal. ¡Pero ahora esta con ese otro idiota! – grito de repente, ya sin importar nada, sus sentimientos estaban fluyendo, se estaba descargando con alguien anónimo y eso le daba mucha confianza.
-¿Y que te molesta realmente de esa relación?
-Están siempre tomados de la mano, y todos creen que se ven lindo juntos, Daniel ya no juega conmigo a Guitar Hero.
-Ya veo ¿Acaso aparta a Daniel de ti? ¿Es feliz?
-Daniel parece feliz, si.
-¿Entonces?
-¡Y encima hoy me confeso cosas intimas de ellos!
-¿Cómo cuales?
-Que Daniel tiene una piel perfecta y que es un fuego ¡Yo le grite que no quería saberlo! ¡Esas cosas son privadas y no se dicen!
-Eso es verdad.
-¡Claro que si! ¡Es un idiota!
-Bien Paco… tu historia es corta y fácil de aconsejar.
-¿Ah si?
-¿Algo mas que quieras decir?
-Creo que no te dije que tengo novia.
-Ahh… eso es muy importante.
-¿Entonces? ¿Qué me pasa? ¡No entiendo nada!
-Estas celoso, Paco. Es tan simple como eso.
-¿Celoso?
-Así es. Tu sientes algo por tu amigo Daniel.
-¡Yo no soy gay!
-No hace falta serlo, no lo eres, no te atraen los hombres… pero hay uno que si lo hace.
-¿Daniel?
-Exacto, debes considerar la posibilidad de estar enamorado de tu amigo.
-Es absurdo.
-Paco, se que es difícil aceptarlo, pero que tu hayas llamado aquí por voluntad propia significa que lo has reconocido.
-¿Reconocer que?
-Que algo te pasa, buscaste ayuda porque no entendías esos sentimientos que experimentas cuando ves a tu amigo con su novio.
-Es verdad… pero.
-Piénsalo Paco, no es nada del otro mundo, a miles de jóvenes le sucede esto.
-¿Y mi novia?
-Eso corre por tu cuenta, pero recuerda que esta asociación siempre esta aquí para lo que sea. Pronto tendrás las cosas claras.
-Eso espero.
-Medita lo que hablamos, no tienes porque presionarte tratando de cambiar las cosas, todo lleva su tiempo, si quieres puedes volver a llamar y preguntar por mi.
-De acuerdo.
-Hazme caso, trata de comprender lo que sientes cuando los ves… te sorprenderás.
-Adiós. – dijo Tom, estaba comenzando a asustarse, no siquiera escucho el saludo de despedida de la mujer.
Tom soltó el celular como si este quemara, y se agarro la cabeza con ambas manos.
No podía ser, eso no podía estar pasándole a el… solo estaba confundido, aburrido tal vez, reprimido, con ganas de salir al mundo y disfrutar su fama ¿Verdad que era eso?
**
Ese sábado no se hablaba de otra cosa en el set. Los gemelos habían adquirido un nuevo apartamento y decidieron dar una gran fiesta de inauguración… por supuesto, solo el elenco.
Tom no quería mentirle a Jade nuevamente, la fiesta anterior, si bien había sido muy divertida, habían pasado ciertas cosillas de las que hoy estaba padeciendo las consecuencias.
Casi ni se cruzo a Dan y no había visto a Ed en todo el día. Finalizo de gravar cuando el sol se estaba poniendo. Ignorando la exaltación de sus compañeros por una fiesta en casa de los gemelos, Tom busco a su novia y la invito a cenar, no tenia muchas ganar de ir a esa fiesta.
La cena estuvo bastante aburrida, nada nuevo, ambos estaban en el mismo ambiente la gran parte del día. Tom se dio cuenta de eso, de que esa relación había dejado de ser interesante. Luego de cenar llevo a la chica hasta su casa, era un sábado a la noche y ellos era una pareja joven… pero claro, al otro día se filmaría una importantísima escena de la película en donde casi todos eras extras. Jade tenía la responsabilidad de controlar eso, así que no se quedó en su casa hasta el día domingo como tenía acostumbrado. La gran parte de los actores principales retomaban su trabajo el día lunes.
Tom iba pensando en su auto, tal ves debería pasarse un ratito por la fiesta, era muy temprano para ir a su casa… bueno, eras las 2:20 de la madrugada, era temprano para alguien tan joven como el. Busco en su celular la dirección, los chicos les habían mandado un mensaje de texto a todos para que nada se filtre y nadie escuche, esa reunión era confidencial, como ellos decían.
El viaje había sido largo, toco la puerta del nuevo departamento de los chicos a las 3:15 de la madrugada. Toco dos veces mas, la música se oía bastante alta. De pronto, uno de los gemelos, Oliver, abrió la puerta, sonriendo de oreja a oreja al verlo.
-¡Viniste! – gritó, abrazándolo.
-Si, así esta mejor.
-Pues claro que si… pasa.
Tom se quedo sorprendido, si bien el departamento era amplio y lujoso, todo estaba echo un asco, peor aun que en la fiesta de Daniel, y había mucha mas gente.
Pero lo que mas le gusto a Tom fue el toro mecánico que adornaba el centro del lugar. Un gran círculo de colchones azules protegía los alrededores. Los chicos que estaban cerca de la puerta lo saludaron muy amenamente, pero la mayoría estaba alrededor del toro mecánico, alentando a Jamie que parecía no querer caerse.
Le ofrecieron una cerveza y Tom la acepto con gusto, aunque sabia que había tomado bastante vino, no le importo. Estuvo decidido a ir a buscar a su mejor amigo, cuando vio que este subía al toro, al parecer estaban haciendo dos grupos y en ese momento le tocaba a Daniel, ya que Emma lo había llamado mientras miraba un papel junto con Katty.
El toro mecánico dio cientos de vueltas hasta que Daniel no lo resistió y callo en los grandes colchones azules, algunos gritaban victoriosos, otros gritaban de frustración.
Tom estuvo bastante tiempo sin encontrar a Daniel y ya su cabeza estaba formando cosas estupidas y sin sentido… hasta que Bonnie lo localizo y comenzó a hablarle algo alterada.
-Oh Tom, que bueno que estas aquí… Daniel no esta nada bien.
-¿Qué?
-Si, tomo mucho y lo del juego en el toro no ayudo nada ¿Puedes ir con el? Jamie también esta descompuesto y debo ir con el.
Tom subió las escaleras de dos en dos ¿Todos descompuestos? No era ninguna novedad, ese toro mecánico ya lo mareaba con solo verlo. Vio una puerta entreabierta y se metió, cerrándola tras de el. Daniel estaba acostado en posición fetal y parecía gemir de dolor.
-¿Daniel? – llamo despacito el rubio.
-Ehh.
-Soy yo, Dan.
-Lo se ¿Qué haces aquí? – pregunto con voz agonizante.
-Vine a la fiesta.
-Ahja.
-¿Te sientes muy mal? – pregunto mientras caminaba hacia la cama y se sentaba junto a el.
-Si, me siento horrible.
-¿Quieres tomar algo?
-No, Katty ya me dio algo pero aun no me hace efecto.
-Ok – dijo finalmente, levantándose para irse.
-¿Te quedarías conmigo?
-¿Cómo?
-Me gustaría que te quedaras conmigo.
Tom se lo pensó unos segundos, la habitación estaba como inhabitable, típico de una casa a la que recién se mudaban, solo había una cama y varias cajas desparramadas por el lugar.
-Si, claro – respondió.
Daniel estaba acostado del lado izquierdo, así que Tom se dio la vuelta y se acostó en el lado derecho.
-Gracias – dijo Daniel.
-Para eso son los amigos.
**
Su cabeza le dolía un poco, no tanto como otras veces, pero le molestaba. A su nariz llegaba un agradable y calido aroma… pero ni siquiera se movió cuando comprendió con quien estaba… y como estaba.
Abrió los ojos muy lentamente, como con miedo, se alivio al verse solo en el lugar, no había nadie, la puerta seguía cerrada y ya no se escuchaba música ni risotadas abajo.
Luego miro a su compañero y comenzó a describir la posición en la que se encontraba, como no creyendo que estuvieran así.
Daniel estaba durmiendo profundamente, boca arriba, con toda su parte traseras sobre el colchón. Su cabeza girada al lado izquierdo, y con ambos brazos sobre su estomago, uno de ellos, estaba entrelazado con el suyo. Tom se miro a si mismo, con su brazo derecho envolviéndolo y con el otro presionado entre su cuerpo y el colchón, La cara enterrada en el cuello de Daniel y una de sus piernas sobre las de su amigo.
Se sentía muy bien. Demasiado bien. A pesar de que Tom sabía que estaba abrazado a su amigo como nunca pensó estar con un hombre, no le molestaba… al contrario. Deseaba quedarse así.
Una vocecita en su cabeza le decía que se levantara y se marchara lejos de ahí, y otra vocecita le decía que enterrara mas su nariz en esa piel y que el brazo se cerrara mas sobre el cuerpo de Daniel.
Tom no le hizo caso a ninguna de las dos, simplemente se quedo así como estaba.
Minutos después, Daniel comenzó a retorcerse en la cama, pero Tom se había quedado dormido nuevamente y, a pesar de haberse despertado por los movimientos de su compañero, no se movió. Daniel se giro en la cama y quedó frente a su amigo, pasando uno de sus brazos por la cintura de este. Tom no se había movido para nada, así que ambos habían quedado abrazados, muy juntos, y de frente.
Daniel comenzó a mover su cabeza de un lado a otro muy suavemente, acariciando su frente contra la mejilla de Tom mientras le acariciaba la espalda. La vos en la cabeza de Tom que decía que se apartara tomaba más y mas fuerza… pero no quería escucharla, solo quería disfrutar de esos mimos matutinos.
-Mmm… -gimió Dan mientras se pegaba peligrosamente al cuerpo de Tom.
La situación ya se estaba poniendo incontrolable y por demás de cariñosa, Tom se separó unos centímetros, se zafo de Dan, y comenzó a despertarlo.
-¿Eh? Shhh – respondió Dan muy quejumbroso a los llamados de su amigo.
-Daniel anda, despierta.
-Voy… voy.
-Te esperare abajo.
-Como sea.
Tom salio casi corriendo de allí, tan rápido, que no vio la sonrisita traviesa de un Daniel totalmente despierto.
**
-Mierda, mierda ¡Mierda! – gritaba Tom, caminando de un lado para el otro en el baño. Se lavó la cara y se quedó allí un muy buen rato… algún día tenia que salir, no le quedaba otra.
Cuando bajo encontró casi la misma imagen que cuando despertó en casa de Daniel, todo echo un chiquero, algunos de sus compañeros durmiendo en el piso y otros tantos sobre los colchones azules que protegían al toro mecánico.
Emma y Daniel estaban en la cocina, el chico estaba bastante despeinado y lucia desconcertado, la chica lucia solo un poquito mejor y estaba preparando café instantáneo, ya que no había cafetera aun.
-Hola Tom – aludo la chica, yendo a darle un beso en la mejilla – No te pude saludar anoche, viniste tarde.
-Si. ¿Me haces uno? – pidió, mientras se sentaba enfrente suyo y alado de Daniel.
-Claro.
-Así que – siguió Daniel – Es la primera noche que estoy sin el y ya lo sueño.
-Pero eso es común, amigo – dijo ella, extendiéndole el café.
-¿De que hablan?- preguntó Tom.
-Ed comenzó a filmar y ya casi ni se ven – contó Emma.
-Ah – respondió Tom, fingiendo desinterés.
-¿Y como fue el sueño? – Increpo Emma, toda curiosa – Anda cuenta, vamos.
-Nada del otro mundo, solo soñé que dormíamos abrazados.
Tom detuvo la taza de café sobre sus labios y prestó mayor atención aun, pero fingiendo desinterés absoluto.
-Oh, que dulce – suspiraba Emma.
-Solo eso, que estábamos abrazados y nos acariciábamos.
-¿Cuándo fue eso? – pregunto Tom de repente.
-Recién… creo que lo soñé antes de despertarme.
Tom sintió como si un puño le apretara el corazón ¿No recordaba nada? ¿No recordaba los mimos matutinos?
-Ya debo irme – dijo Tom, levantándose y dejando la taza en la mesada.
-¿Tan pronto? – pregunto Emma.
-Así es... nos vemos mañana ¿Si? – dijo apresurándose hasta la puerta.
-Adiós amigo – saludo Daniel.
Cuando Tom cerró la puerta del lugar, los dos amigos que quedaron en el interior se sonrieron y chocaron ambas manos, haciendo un ruido seco y victorioso.
**
¿Por qué carajo se sentía tan mal? Aun sentía el cosquilleo en su espalda y su mejilla por las caricias de Daniel. ¿Sandrina tenia razón? ¿Acaso sentía algo por su amigo?
Lo mas apropiado era volver a llamar y pedir hablar con ella… ¡Cuánto antes mejor!