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¡Todo por esa maldita pelicula! por tenshi_kun

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Notas del capitulo:

Hola!

Aqui estoy como todos los viernes, esta ves un poco mas tempranito, no los queria hacer esperar.

A leer!

Por suerte la habitación de Daniel daba a los jardines trasero, pero por mala suerte, el estacionamiento para autos estaba en la parte delantera. Emma estaciono en el último lugar, justo en la esquina. Se quito el cinturón de seguridad y, con la llave del auto en su mano, bajo y abrió la cajuela.


 


-Maldita perra- se quejó Ed, saliendo del diminuto espacio - ¿Tenias que agarrar todos los baches?


 


-Esta oscuro, Ed, no se ve muy bien la carretera con solo las luces de adelante.


 


-Si, si, mejor cállate.


 


-Tú cállate.


 


-¡Cállense los dos!- gritó Tom, finalmente.


 


-No tenemos mucho tiempo – Agregó Emma, olvidando por completo la discusión.


 


Ed la ayudo a sacar una escalera de adentro de la cajuela, parecía ser fuerte, de aluminio y muy dura, ya que Tom comprendió que eso era precisamente lo que se estuvo clavando en su espalda durante todo el camino.


 


-Dios Tom – Dijo Ed, sacando finalmente la escalera – Ponte la capucha, la luna refleja tus pelos teñidos. Pareces la luz de un faro.


 


-Ajajá – río Emma.


 


-Vete al diablo – respondió Tom, aun asombrado mirando los inmensos jardines.


 


-Ya, basta de paliar… andando – dijo Emma, y Tom tomo un extremo de la escalera, mientras que Ed llevaba el otro.


 


-Aquí es – dijo la chica finalmente, mirando la ventana del segundo piso, pasando las dos primeras del costado.


 


Ed y Tom pusieron la escalera justo debajo de la ventana.


 


-No llega – dijo Ed.


 


-Si serás tarado – reprendió Tom – Es extensible.


 


-Voy a ignorar lo que “tarado”


 


Mientras los chicos, con mucho cuidado, habrían el resto de la escalera, Emma apareció con una bolsa repleta de pequeñas piedras.


 


-¿Qué es eso? – preguntó Ed.


 


-Pienso que es conveniente despertarlo primero. ¿Está todo listo?


 


-Espera – dijo Ed, dirigiéndose hacia Tom - ¿Podrías darle esta carta a Daniel?


 


-Claro que si- respondió, guardándosela en el bolsillo trasero de su jean.


 


Tom se sentía extremadamente nervioso, no sabia lo que le esperaría allí dentro con Daniel, cual seria la reacción del chico, como serian sus palabras. 


 


Ed y Emma lanzaron piedritas hacia la ventana hasta que vieron como la luz en el interior de la habitación se encendía… y en ese momento Tom creyó que su corazón iba a explotar.


 


**


 


¿Qué había sido ese ruido? ¿Acaso ya estaba alucinando? Daniel se incorporó un poco en la cama y se froto los ojos. Nuevamente escucho ese ruido en su ventana, parecía como piedras. Rodó los ojos y se volvió a acostar ¿Acaso algunos fans habían logrado violar la seguridad?


 


Los ruidos siguieron y siguieron, se levanto furioso, encendió la luz y, cuando abrió la ventana de par en par, se quedo totalmente sorprendido al ver a Emma, Ed… y Tom.


 


-Apaga la luz, Daniel – murmuró Emma, lo mas bajo y lo mas fuerte que pudo – Apaga la luz.


 


Dan no reaccionara en su totalidad, estaba absorto mirando a Tom debajo. De pronto algo duro y frio le pico en la frente, miro hacia abajo y escucho a Emma decir:


 


-Buena puntería – Al parecer Ed le había tirado una pequeña piedra para que reaccionara.


 


Daniel corrió hasta el otro extremo de la habitación y apago la luz, corriendo volvió hacia la ventana.


 


-¿Qué hacen aquí? – pregunto.


 


Pero los chicos no respondieron, Daniel miraba a Ed y Tom poner la escalera contra la pared, y como este ultimo subía por ella… Daniel se sentía como Julieta esperando a su Romeo.


 


-Tom – llamo Emma – Tienes una hora, son las dos, a las tres tiraremos piedritas con Ed… estaremos en el auto.


 


-Muy bien - dijo finalmente, para seguir subiendo.


 


Ni bien Tom entro por la ventana, Emma y Ed sacaron la escalera, la plegaron nuevamente y se fueron hacia el auto, quedándose ahí escondidos.


 


**


 


Su corazón latía como nunca, ni bien entro cerró la ventana y las cortinas. Cuando se giro en media vuelta se topo con el, estaba todo oscuro, pero podía ver sus gigantes ojos azules brillar como nunca.


 


Daniel estiró la mano y prendió la lámpara que había en la cómoda, frente a su cama. La habitación era amplia y elegante, sin duda Daniel estaba en la mejor habitación de todo el complejo.


 


-Hola – dijo de pronto Dan, tanteando el terreno, no tenia idea lo podría llegar a pasar.


 


-¿Cómo estas? – preguntó Tom, cauteloso.


 


Daniel solo subió los hombros, y eso era en realidad lo que sentía… no tenia idea.


 


Tenia puesto su pijama azul con finitas rayas blancas, Tom solo vestía un jean azul y una sudadera negra con bolsillo canguro adelante y capucha… demasiado simple.


 


-Los chicos hicieron un plan para que pudiera verte – contó Tom – No iba a aguantar una semana mas sin hablar contigo, ya paso mucho tiempo.


 


-Si, es verdad. Más de un mes sin vernos.


 


-Así es.


 


-Así que… supongo que quiere hablar. – le dijo, mientras el se subió a la cama y se sentó con sus piernas cruzadas.


 


Tom no sabia exactamente que hacer, se moría por besarlo pero, ¿No seria mejor hablar antes y después besarlo? ¿O seria mejor besarlo y después hablar? Seguramente confundiría mucho a Daniel, y estaba seguro de que si lo besaba en ese instante ya no podría parar jamás. Se centro sobre la cama de igual manera frente a el.


 


-Ed me dio esta carta para ti – le dijo, extendiéndole el papel.


 


-Genial, lo extraño – dijo, para dejarla sobre la mesita de noche.


 


Se quedaron callados durante varios minutos, hasta que Daniel no lo soporto más y rompió el silencio:


 


-¿Entonces? Te escucho.


 


-Me enamore de ti – dijo.


 


Tom contuvo el aire cuando vio el miedo y la confusión reflejados en los ojos de Daniel… no había podido evitarlo, no había encontrado como empezar todo, así que simplemente le dijo lo que deseaba decirle hacia tiempo.


 


-No estoy para bromas, Tom – respondió Daniel, con voz dolida.


 


-¿Por qué habría de mentirte? ¿Piensas que soy tan cruel?


 


Daniel se llevo ambas manos a la cara, pero aun no podía asimilar las palabras de Tom, así que decidió calmarse y enfrentar la situación. Salio de su escondite, respiro hondo y lo encaró.


 


-¿Te quieres explicar, por favor? – pidió. 


 


-¿Por donde empezar?


 


-Por el principio estaría bien.


 


-Creo… creo que fue en tu cumpleaños.


 


-¿Mi cumpleaños?


 


-Si yo… no te va a gustar lo que te voy a contar pero… te vi teniendo sexo con Louis.


 


-¿QUE?


 


-Subí para ir al baño, escuche ruidos extraños en tu habitación y… la puerta estaba entre abierta, así que… no me contuve y yo, la abrí un poco y… y los vi reflejados en el espejo.


 


Daniel se sonrojo visiblemente, por su cuerpo recorría un calor anormal ¿Tom lo había visto teniendo sexo? Eso si que era embarazoso.


 


-Y yo… bueno, yo me los quede mirando y me gusto… me gusto y me éxito lo que vi.


 


En otro momento de su vida esa información le hubiera parecido por demás de excitante y sexy, pero en ese momento no sabía que pensar. Se sentía muy avergonzado y confundido, pero también con muchas ganas de seguir escuchando a Tom.


 


-Me sentía muy confundido – Siguió Tom – Y verte por el set con Ed no ayudaba en nada.


 


-¿Ed?- solo preguntó Daniel, en ese momento lo estaba pensando ¿Ed y Tom juntos?


 


-Por cierto: Felicitaciones. Ed y Emma me contaron todo.


 


-¿Te contaron?


 


-Ed y tú nunca fueron pareja, lo armaron todo.


 


Y ahí si que se sentía completamente avergonzado.


 


-Funciono Daniel, te lo puedo asegurar.


 


Tom coloco una de sus manos sobre la de Dan, y un temblor delicioso invadió los cuerpos de ambos.


 


-Rompí con Jade hace una semana – Contó Tom.


 


Daniel lo miro sorprendido, los latidos de su corazón se aceleraban más y más. Había escuchado como una hermosa música… quería reír de felicidad, pero algo en su pecho se lo impedía, algo que le decía que no era correcto.


 


-¿Ah si?


 


-Si, me costo muchísimo, fue horrible pero… no podía engañarla a ella ni engañarme a mi. Estuve negándome por mucho tiempo hasta que no pude ocultármelo más.


 


-Es tan surrealista lo que me estas contando.


 


-Es la verdad.


 


-Y… ¿Cuándo te diste cuenta exactamente de lo que sentías?


 


-Bueno, fue muy paulatino. No tenía con quien hablar sobre lo que me pasaba, así que llame a “The Trevor Project”.


 


-¿Que? ¿De verdad? – pregunto Dan, con una sonrisa en su cara.


 


-Si, una chica llamada Sandrina me atendió, y con ella hablo hasta el día de hoy. Me hizo darme cuenta de muchas cosas.


 


-Wow – Daniel estaba en shock, no se sentía capacitado para decir mucho.


 


-Pero… el punto detonante, cuando realmente me di cuenta, fue cuando creí que te perdía.


 


Daniel lo miro por un momento y luego la desvío ¿Luciría tan patético como se sentía? ¿A dónde había quedado el Daniel caliente y controlador? Una frase muy sabia de su abuela llego a su mente:


 


“Que idiota te hace el amor”


 


-Daniel… -continuo Tom, apretando la mano de su amigo y acercándose a el – Pensé que te perdía. Es increíble como uno aprecia lo que tiene cuando lo pierde, o cuando estas a punto de perderlo.


 


-Tom…


 


-Por favor, déjame terminar.


 


Daniel lo seguía mirando muy fijo, sin poder creer aun sus palabras… había soñado tantas veces con escucharlas.


 


-No tienes idea cuanto llore – siguió – No podía concebir la idea de perderte… de vivir sin ti. Y ahí me di cuenta lo muchos que significabas en mi vida. Ahí me di cuenta de que te amo.


 


Daniel no pudo evitar que una lágrima resbalara por su mejilla, pero Tom la limpio rápidamente con su mano, se acerco a él y deposito sus labios en los suyos.


 


Fue un beso torpe, ya que ambos chicos se abrazaron inmediatamente y se apretaron con fuerza. Daniel lloraba, pero Tom no. Al chico rubio le brillaban muchísimos los ojos, pero no eran lágrimas, era el brillo propio de la felicidad.


 


-No se que decir – dijo Daniel, sorprendido.


 


-Di lo que sientes hace tiempo y yo por mi estupidez no pude ver.


 


-Te amo.


 


Tom sonrió y volvió a besarlo.


 


**


 


-Solo pasó media hora – dijo Ed.


 


-Mmm… como me gustaría ser una mosca.


 


-Una mosca vougerista.


 


-Ay tonto, no para eso. Para escuchar lo que hablar.


 


-Jaja, eso ni tú te la crees.


 


-Ajaja.


 


Pero las risas se cortaron al instante que vieron la luz de una linterna a lo lejos en el descampado.


 


-¡Mierda! – dijo Ed.


 


-Oh Dios, estamos en problemas.


 


-Shh, no pasa nada, esta lejos… Ven – dijo Ed, abriendo muy despacio la puerta del acompañante – Sal por aquí también.


 


Emma, con mucho cuidad, salio por la puerta contraria y apenas la apoyaron, no debían hacer ni el mas mínimo ruido.


 


-Vamos… despacio.


 


-¿A donde? – pregunto la chica, algo asustada.


 


-Vamos a dar vueltas por el edificio, vayamos esquivando al guardia.


 


-Ok.


 


Los chicos se tomaron de la mano y, muy pegaditos a la pared, se fueron alejando de la luz blanca y potente de la linterna.


 


**


 


Las cosas eran muy diferentes dentro de la habitación. Daniel estaba acostado en su cama y sobre el, Tom lo besaba apasionadamente.


 


Dan comenzó a abrir sus piernas para que Tom se introducirá entre ellas, y también acariciaba la piel de su espalda muy suavemente con la yemas de sus dedos.


 


Tom pensó que las cosas se pondrían mas apasionadas, pero no fue así. Todo se hizo muy lento y sensual. Daniel movía su cadera muy despacio, haciendo que sus erecciones se acariciaban y enviaran oleadas de placer por cada rincón de sus cuerpos.


 


Los besos eran tiernos pero profundos. Se besaban muy lentamente, pero de forma fogosa, pensando antes que movimientos harían a continuación con sus lenguas para que la sensación fuera más exquisita aun.


 


Tom estaba apoyado en su antebrazo al costado de la cabeza de Daniel, y su otra mano estaba dentro de la camisa del pijama del chico, tocando el pecho y el abdomen duro y caliente.


 


Los besos eran lentos y muy pensados para dar el mayor placer posible, para disfrutar de estos por cada segundo. Pero tenia de todo, labios, lengua, dientes y gemidos. 


 


Tom, aunque estaba sobre Dan, se encontraba bastante pasivo dejando que el chico moreno hiciera los movimientos de caderas, así que el rubio subió las suyas cuando sintió que Daniel quería cambia de posición. Lo que hizo fue cerrar un poco las piernas, haciendo que cada miembro quedara apoyado en la pierna del otro, y así poder estimularse.


 


Tom pensó en Jade en ese momento. La chica siempre le decía que no eran perros para refregarse así sobre las piernas del otro, y que Daniel lo hiciera por voluntad propia y que se sintiera tan bien, era una sensación indescriptible para el.


 


Los dos seguían moviéndose lentamente, y Tom pasó sus labios al cuello de Daniel, lamiéndolo y mordiéndolo. Ed tenía razón, pensó el chico rubio, Daniel gemía delicioso.


 


Daniel acaricio más allá de su espalda, introduciendo ambas manos dentro del pantalón de Tom y apretando su trasero. Fue el turno del chico rubio para gemir más alto.


 


Pero claro… como lo bueno dura poco, el excitante momento fue interrumpido por el sonido de piedritas dando en el vidrio.


 


-¿Ya paso una hora? – se pregunto Tom, con voz agitada.


 


-¿Qué? – le preguntó Daniel, estaba despeinada y con sus mejillas rosadas.


 


-Aun faltan veinte minutos para que se cumpla la hora.


 


-Tal vez tuvieron problemas con los guardias.


 


-¡Mierda! – se quejo Tom, levantándose lentamente y bufando, sintiendo el frío en su piel sin el contacto de Daniel.


 


Se asomó por la ventana y la abrió, viendo debajo a Emma y Ed bastante alterados.


 


-Los guardias, rápido Tom, despídete, debemos irnos.


 


-Maldición – se quejo el chico rubio nuevamente.


 


-Espera Tom, llévate esto – le dijo Daniel, extendiéndole el libro.


 


-¿Harry Potter y el fabricante de pociones?


 


-Léelo, así la semana se te pasara más rápido. Nos vemos el lunes.


 


-El lunes – Tom se acercó y lo beso apasionadamente, hasta que sintió que una pequeña piedra le golpeo en el brazo.


 


-Ajajá, Ed tiene la mejor puntería del mundo. – rió Daniel.


 


-Adiós Daniel – se despidió Tom, montándose sobre la escalera, pero antes de bajar le dio un nuevo beso.


 


Cuando llegó al suelo le lanzó otro beso con la mano, pero no se iba a salvar de la ira de Emma:


 


-¡Idiota! – Le gritó - ¿Cómo vas a darle un beso subido a la escalera? Puede haber paparazzi, están los guardias ¡Insensato!


 


-Vamos, vamos – apuró Ed – Ya dejen de jugar a Romeo y Julieta, no hay tiempo.


 


Los tres saludaron a Daniel y ambos chicos tomaron la escalera y se marcharon lo más rápido y sigilosamente posible.


 


**


 


Ed intento sacarle información a Tom dentro de la cajuela del auto, pero no tuvo éxito. El auto freno y los chicos se asustaron, pero pronto vieron a Emma abrir la cajuela e invitándolos a subirse dentro del auto. Ed se paso atrás, y Tom al asiento del acompañante.


 


-Quiero todos los detalles – dijo la chica.


 


Pero Tom estaba perdido en su mundo, recordando cada palabra, cada toque.


 


-Ay Dios, mira la cara de idiota que tiene – dijo Ed, mirándolo, inclinado hacia delante.


 


-Tal vez si paso por un bache grande reacciona.


 


-No.


 


-¡Ey Tom! – gritó Emma finalmente.


 


-Pero que pesados, si los estoy escuchando.


 


-¿Y porque no respondes entonces? – preguntó Ed.


 


-Es difícil pensar con claridad después de lo que paso.


 


-¿Todo salio bien, verdad? – pregunto Emma de forma cautelosa.


 


-Si, todo fue perfecto.


 


-Lamentamos haber interrumpido – se disculpó Ed – Pero había dos guardias merodeando por el parque.


 


-Esta bien, nos dijimos todo los necesario y…


 


-¿…Y? – preguntaron Ed y Emma al mismo tiempo, curiosos.


 


-Nada paso… solo nos besamos y nada más.


 


-Ya habrá tiempo – lo alentó Ed, tirándose para atrás, acomodándose mejor en el asiento trasero.


 


Hicieron varios kilómetros en silencio, el cielo estaba poniéndose naranja, clara señal de que pronto llovería, una balada de los ’80 sonaba muy despacio en la radio, creando un ambiente tranquilo y pensativo.


 


-Gracias chicos – dijo Tom de repente.


 


Ninguno respondió, solo sonrieron, ninguno dijo mas nada, no había nada que decir, todo estaba dicho ya.


 


**


 


Daniel se quedo el resto de la noche despierto tratando de asimilar todo lo que había pasado. Era tan parecido a sus sueños que le asustaba.


 


Se dio una ducha de agua fría, el encuentro con Tom lo había dejado bastante excitado. Estaba dispuesto a irse a dormir, ese día, temprano en la mañana, tenía cita con el psicólogo del lugar, y no quería faltar, quería salir lo antes posible de ese lugar y nunca más volver. 


 


Vio la carta de Ed sobre su mesita de noche y se patio mentalmente al darse cuenta que se había olvidado por completo. Se sentó en su cama y la tomo en sus manos para leerla.


 


La primera frase ya lo hizo sonreír:


 


“Hola sexy:


 


¿Recuerdas la primera vez que nos besamos? Yo siempre me acuerdo. Estábamos en el trailer filmando “Diabólico”, los dos estábamos en el trailer, ya vestidos y preparados para el primer beso entre Jimmy y Richard. El director nos estuvo sermoneando como una hora y, cuando finalmente se fue, tu dijiste: “¿No crees que deberíamos practicar antes?”


 


Daniel rodó sus ojos y se río casi a carcajadas, parecía que había pasado una vida desde aquello.


 


“¿Quién iba a decirlo? Pasó poco tiempo, pero ya hemos vivido infinidades de cosas desde entonces. Pasaste de ser el mejor polvo de mi vida a ser mi mejor amigo… en realidad alguien también te destrono de lo primero. Creo que tienes que saber que Louis y yo estamos saliendo”


 


Daniel abrió la boca sorprendido, y experimento dos sensaciones diferentes. Primero alegría por su amigo, y luego tristeza por no tenerlo allí para abrazarlo y felicitarlo.


 


“Nos enamoramos, Dan… si, así es, nosotros, los mismos que juramos vivir la vida y experimentar, vivir al limite y disfrutar de la fama. Ya no me importa nada de eso, amigo, quiero estar toda mi vida con Louis y me alegra saber que tu sientes igual por Tom y que eres correspondido”


 


Dan dejo de leer por un segundo para juntar aire y seguir, se estaba formando un nudo en su garganta y no quería llorar… otra vez.


 


“Y ya que Tom ahora es tu novio, creo que yo ocupo el lugar de mejor amigo. Estoy orgulloso de ser parte de tu vida, me siento privilegiado por haberte conocido… vales oro Dan, y que nadie te haga creer lo contrario. Eres un ser humano maravilloso, uno que comete errores como todos los demás, pero que tiene la capacidad para levantarse y no volver a tropezar. Te quiero, y te espero afuera para estar por siempre junto a las personas que amamos”


 


“Con mucho afecto: Ed”


 


Daniel no se pudo contener y derramo unas cuantas lágrimas antes de besar la carta, guardarla en el cajón de su mesita de noche, y dormir con una sonrisa de absoluta felicidad en su cara. 


 


 


 


 

Notas finales:

Bueno... espero que les haya gustado.

Para los que esperaban Lemon, les quiero comentar que no me parecio un buen lugar para que lo tuvieran. Esto se dara muy, muy pronto, en la intimidad del penthouse de Daniel y tomandose todo el tiempo del mundo... bueno, me parece que ya me fue de boca jejej.

Besos para todos y buen finde ¡Vamos argentina! y espero que esten disfrutando el mundial... yo lo estoy haciendo mucho jeje.

Bye!


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