Dan pudo reaccionar al fin cuando una de las manos de Tom se introdujo dentro del pantalón de pijama y apretó su miembro con ella.
-Espera… espera – lo detuvo, dándose la vuelta para mirarlo a los ojos.
-¿Qué? ¿No era lo que querías?
-No Tom, no se trata de lo que yo quiera, sino de lo que tú quieras.
-Pero yo lo quiero.
-No estoy tan seguro, no te ves el miedo que hay en tus ojos.
-No tengo miedo.
Daniel respiro hondo y se inclino en la cama para refregarse los ojos.
-Te estuve observando – le confeso – Estas mal y distraído desde que llegamos de Sandrina. A mi también me hizo mierda lo que contó.
-No es eso.
-Mira Tom, no tengo ganas de discutir, pero solo te diré que lo pienses mejor, no veo seguridad en ti y no quiero ser un trauma en tu vida.
-No lo eres ¿Porque dices todo esto?
-Porque antes de ser pareja fuimos amigos… durante años, y te conozco mejor de lo que piensas.
-¿No quieres hacerme el amor?
-Ay Dios, ya lo creo, es lo que mas quiero en este mundo.
-¿Entonces?
-Cuando estés listo, verdaderamente listo ¿Ok?
-Ok – dijo, bajando la mirada y sintiéndose avergonzado por un instante.
-Bien… a dormir que mañana tenemos un día largo.
-¿Me abrazas?
-Claro que si – sonrío, mientras Tom le daba la espalda y el se pagaba al cuerpo del chico rubio.
**
La relación de ambos continuaba muy fuerte… pero sin sexo, había pasado una semana desde que conocieron a Sandrina, y Daniel se había tomado el atrevimiento de ir al departamento de la chica para pedir su ayuda.
El cumpleaños de Tom se acercaba y quería ayuda para organizarlo, la mayoría estaban muy ocupados con la filmación que no daba tregua tratando de normalizar el ritmo que había perdido por más de un mes.
La chica le dijo que se despreocupara, que ella se encargaba de contratar algún catering.
-Ay Dios, muchísimas gracias – dijo Dan abrazándola.
-De nada, y ve tranquilo yo me encargo ¿Si?
-Confío en ti, además todos quieren conocerte.
-¿Ah si?
-No tengas miedo – dijo Daniel al ver que la chica se había puesto blanca – Será algo muy intimo.
-Si tú lo dices.
Daniel se fue y la chica quedo emocionada y algo asustada, jamás en su vida pensó que caería en medio del grupo de actores de Harry Potter ¿Cuántas quisieran estar en su lugar? Debía sentirse afortunada. Pero lo principal ahí era su amigo Tom, ella no lo veía ni como un actor, ni como Draco Malfoy, solo lo veía como su amigo, así que puso manos a la obra para ayudar a organizar su fiesta de cumpleaños.
**
Un día antes del cumpleaños de Tom, Daniel se reunió con Sandrina en su penthouse, la chica quedo alucinada con el lugar.
-¿Y Tom? – preguntó la chica, sentándose en el sillón y aceptando el refresco que Daniel le extendía.
-Esta filmando, tiene para rato hoy.
-Pobre.
-Si, seguro, esta rodeado de los mejores actores. Están repitiendo unas escenas en la mansión Malfoy.
-Me encanta ese capitulo.
-Esta genial, si.
Los chicos estuvieron estimando los últimos detalles de la fiesta sorpresa, todo seria muy censillo pero divertido y podrían asistir todos, ya que era día libre en el set.
-Ok, nos vemos mañana entonces- se despidió ella, amablemente como siempre.
-Hasta mañana… realmente eres un hada madrina.
La chica solo sonrío y Dan enrojeció un poco, era muy hermosa, lastima que ya las mujeres no le interesaran para nada.
**
Tom estaba dentro del ascensor junto con Rupert, Louis y Ed, se había quedado un poco mas tarde que el resto a repetir unas escenas, pero ya estaba en casa de su novio dispuesto a tener una tranquila cena con amigos.
Dentro del departamento lo esperaban Daniel, Emma, Bonnie junto a su novio Jamie y Sandrina. Ni bien entro, todos se le abalanzaron gritándole:
-¡Feliz cumpleaños!
Tom no pudo disimular su sorpresa, no pensaba que allí abría mas gente, y mucho menos Sandrina, lo llenaba de felicidad verla allí.
Daniel lo abrazo y le dio un gran beso en los labios sin sentirse capacitado para despegarse, Tom lo abrazo por la cintura y el beso se intensifico. Las semanas de abstinencia le estaban pasando factura.
-EY – grito Emma – EY, suban al cuarto ¿Si?
-No queremos ver ninguna porno en vivo – siguió Bonnie.
Todos rieron y los chicos por fin se separaron… pero no mucho.
Cada uno comenzó a saludar a Tom… menos Rupert que se había quedado hipnotizado mirando a un ángel con vestido negro. Sandriana hablaba animadamente con Tom, traía el cabello suelto y tenia poco maquillaje… no lo necesitaba en realidad, era muy bonita.
-¿Tu eres el hada madrina? – pregunto, interrumpiendo la conversación.
-¿Perdón? – dijo la chica, mirando a Tom y Ed que se morían de la risa.
-Yo te explicare – dijo Tom – Aquí todos te conocen como mi hada madrina.
-¿Ah si? Ajaja, bueno, en ese caso supongo que si, soy yo.
La chica extendió la mano para saludarlo formalmente, pero Rupert aun seguía en una especie de trance, la chica bajo la mano y miro confundida a Tom.
-Oh, no te preocupes por el, ya se le pasara, mejor vamos a comer algo.
Dan observo el lugar muy tranquilo, todos comían, bebían y la música estaba a un volumen justo. Emma y Ed parecían interrogar a Sandrina, mientras que a lo lejos, un Rupert muy parecido a Ron Weasley luego de beber el filtro de amor la observaba.
-Tom – lo llamo el chico moreno – Ven arriba, anda, quiero darte tu regalo.
El chico rubio se disculpo de Bonnie y siguió a su novio.
Ni bien entro a la habitación fue empujado contra la puerta y presionado. Unos labios ansiosos no lo dejaron hablar ni respirar. El beso se estaba volviendo muy demandante y, aunque sus pulmones pedían a gritos un poco de aire, los chicos no se separaban. Sus piernas empezaron a flaquear un poco por la excitación y la falta de oxigeno.
Pudieron volver a respirar cuando sus rodillas tocaron el piso y comenzaron a desabrochar el pantalón contrario con desesperación.
-No aguanto mas – confeso agitado Dan.
-Ay Dios si, gracias ¡Gracias! – dijo Tom con desesperación, mordiendo el labio de Daniel y echándolo sobre el piso.
Dan tiro su pantalón muy lejos y Tom no se molesto en quitarse el suyo, solo lo dejo amontonado en sus tobillos.
-Siento que te estoy traicionando – dijo Tom, comenzando a refregarse sobre Dan.
-Ya me la cobrare, ahora jodeme que no tenemos mucho tiempo.
Tom escupió un poco su mano y luego la llevo a su miembro. Sin mucho cuidado comenzó a penetrar a Daniel y tuvo que taparle la boca con su otra mano, el chico moreno parecía no poder controlar sus gemidos de dolor mezclados con placer.
Comenzó a moverse de forma apasionada y continua, jamás se había sentido tan caliente y desesperado en su vida. Dan agradecía tener su remera manga corta y su camisa arriba, pero aun así la alfombra debajo de el lo raspaba. Tom lo estaba moviendo frenéticamente, y el solo podía gemir lo más bajo que sus sentidos alborotados le permitían.
De ves en cuando sus pies chocaban contra la puerta de la habitación, y no dejaba de acariciar fogosamente la espalda y el trasero de Tom.
-Voy a terminar – gimió Tom.
-No, NO, un poco más, aguanta más.
Tom aminoro un poco sus envestidas y empujaba mucho mas adentro tratando de calmarse.
-Mmm… si – gimió Dan.
-¿Te gusta?
-Me encanta.
Tom empujo mucha mas adentro y Daniel grito de placer, el chico rubio volvió a taparle la boca y, sin poder controlarse mas, volvió a penetrarlo con pasión.
Terminaron uno seguido del otro, y Tom se desplomo agotado sobre Dan.
**
Debajo todo seguía su curso normal, la atracción principal era Sandrina que les cayó muy bien a todos. En ese momento hablaba con Louis y Ed, la chica estaba mas que sorprendida al descubrir que eran pareja.
-A mi hermano le gustaba mucho Eragon – confesó.
-Supuestamente íbamos a hacer otra película, pero quedo en la nada.
-Que lastima.
Los tres se quedaron en silencio y ambos chicos rieron al ver como la chica miraba de reojo a Rupert.
-Rupert Grint me esta poniendo nerviosa – dijo.
Bonnie apareció de repente por detrás y acotó.
-Aquí ninguno tiene magia, pero me parece que de alguna forma lo hechizaste.
La chica se sonrojo y miro al pelirrojo, sonriéndole algo avergonzada.
-¿A donde mierda están Dan y Tom? – irrumpió Emma al grupo de tres, algo nerviosa.
-A ver, Louis – bromeo Ed – Comencemos a enumerar los posibles lugares en donde pueden estar.
-En la cama – comenzó el chico de color.
-En el piso.
-En el sillón.
-Contra la pared.
-Contra la ventana.
Emma rodó los ojos y sonrío mirando a Sandrina, la chica también rió… no eran estrellas del cine… eran jóvenes normales, pensó.
-En la ducha.
-Sobre la cómoda.
-Contra la puerta.
-Parados.
-Ok, ok, ya entendí – casi grito Emma.
-Ustedes son muy graciosos – acotó Sandrina.
-Así es, solo que no hacemos comedia… por ahora – contó Emma.
-¿No hacen comedia? - se pregunto Ed - ¿Y que fue el misterio del príncipe?
-¡Púdrete! – le grito Emma, golpeándolo en el brazo, hacinado reír aun mas a la chica.
-Oh vamos Emma, fue un chiste esa película.
-¡Cállate!
Sandrina no dejaba de reírse y justo vio como Dan y Tom bajaban por las escaleras tomados de la mano.
**
Luego de soplar las velitas del pastel de cumpleaños y pedir un deseo que involucraba a Daniel, Tom se dispuso a abrir sus regalos.
Emma le había regalado el ultimo perfume masculino de Burberry “London chic”, Bonnie y Jamie le habían comprado un juego de ajedrez combinado en dos exquisitas maderas, Tom sabia jugar ese juego como ninguno y les había parecido muy apropiado y de buen gusto.
Ed y Louis no solo le habían regalado una hermosa camisa Dior, sino que también le compraron un pequeño juguetito sexual. Se trataba de la carita de un elefante, se lo tenía que poner como ropa interior y el pene iba en lo que seria la trompa.
El enojo de Daniel y la vergüenza de Tom hicieron reír a todos.
Todos estaban atentos al regalo de Daniel que saco una pequeña cajita, cuando el cumpleañero la abrió se encontró con una finísima cadenita de oro, algo larga y con una hermosa cruz labrada. Pero eso no era todo, también había una llave. No necesitaban ser magos para saber que puerta abría.
Tom lo abrazo y lo beso en los labios.
Todos los ojos se posaron en Sandrina, era la única que faltaba. La chica enrojeció un poco, pero finalmente extendió su regalo.
Era un bellísimo reloj de pulsera, pero Tom noto algo extraño en el, estaba usado. La miro, y vio que la chica tenía lágrimas en los ojos.
-Era de mi hermano – dijo finalmente.
Todos se quedaron duros ante la confesión, nadie hablaba y varios rostros estaban tristes. Tom giro el reloj y leyó en el reverso: Jeremy.
-No, lo siento yo, no puedo aceptar esto – dijo Tom.
-Claro que si, yo tengo todas las pertenencias de mi hermano, quería darte algo a ti.
-Pero es mucho, no se…
-Con esto siempre recordaras que debes resistir, y que no importan las circunstancias de la vida, el amor nos mantiene firmes siempre. Quédatelo.
Tom trago duro para poder pasar el nudo en su garganta y, finalmente, la abrazo con fuerza.
**
La noche siguió, ya todo había vuelto a la normalidad y reían mientras algunos bailaban o comían pastel.
Emma y Sandrina estaban muy entretenidas mirando los bolsos que habían traído. La chica había traído el Louis Vuitton que Tom le había regalado y Emma tenia un hermoso bolso Burberry.
Rupert se acerco a ellas de repente, parecía muy tenso y apretaba el vaso de vidrio en sus manos. Pero el punto mas alto llego cuando comenzó a tartamudear, Emma se paro y lo ayudo.
-A ver, Rupert. Tranquilízate, respira profundo.
El chico lo hizo mirándola a los ojos.
-Eso, eso mismo… muy bien.
Rupert lo hizo un par de veces más y pareció tranquilizarse.
-Ahora si, ¿Qué sucede?
-Bueno yo… buenoyoqueria, yo quería que.
-Ay Dios… a ver, dímelo al oído y yo lo repito.
El chico lo hizo y Emma sonrío mirando a Sandrina.
-¿Con que es eso, no? Te has vuelto un tarado, con todo respeto te lo digo.
Finalmente miro a la chica y dijo:
-Rupert quiere invitarte a cenar.
Sandrina enrojeció, pero sonrío.
-Claro – dijo.
**
Poco a poco se fueron yendo y ambos quedaron solos en la casa. Había sido el mejor cumpleaños de su vida y, terminarlo abrazado a Daniel en la cama, lo hacia insuperable.