No podía creer tenerla abrazada. Cuanto habían hablado, a veces durante horas, cuantos buenos consejos, cuanta ayuda desinteresada. La adoraba como la reina que era y como esa hermana que no había tenido.
-Auch Tom – se quejo Sandrina – Me haces mal.
-Lo siento – se disculpo, soltando por fin.
Había ido a visitarla para darle una sorpresa y no se pudo contener, la había agarrado de la cintura y le había dado un fuerte y largo abrazo.
-¿Qué haces aquí? – pregunto ella.
-Vine a proponerte algo.
-¿A ver?
-Que te parece si vamos a comprar algo muy lindo para tu cita con Rupert.
-Pero ya se que voy a ponerme.
-Pues no, yo te quiero comprar algo.
-No es necesario Tom, ya me compraste un bolso Louis Vuitton, creo que es más que suficiente.
-¿Y? Quiero hacerlo. Anda, no seas mala. Tengo el día libre, vamos de Shopping ¿Si?
-Ok, ok. Déjame tomar mis cosas.
**
La chica se sorprendió cuando Tom estación frente al local principal de Burberry. Es marca siempre había sido su favorita, a cualquier chica inglesa le gustaba y, si bien ella tenia el dinero para comprar ahí, le parecía un derroche innecesario. Siempre había sido muy ahorrativa.
-Ok, elige lo que quieras, yo lo compre – dijo, antes de entrar al local.
-Oh no no, no lo permitiré.
-Oh si lo permitirás.
-NO.
-SI.
-No y no.
-Si y si – dijo Tom, abrazándola nuevamente.
-Anda Tom, no seas malo, me avergüenzas.
-Ey, es algo que yo quiero darte, quiero mimarte, quiero malcriarte. ¿Aun no tienes idea lo mucho que hiciste por mi verdad? Me salvaste.
Ella sonrío y lo abrazo también. Finalmente entraron al lugar sin haberse percatado de las muchas fotos que un paparazzi escondido les había sacado.
**
Sandrina estaba parada frente a una gran pared abarrotada de ropa, y caminaba muy despacio para su costado derecho mientras veía cada una de las prendas. Le habría sido más fácil hacerlo sin tener a Tom detrás de él abrazándola de la cintura.
-Tom, no me dejas mover.
-No me importa, te quiero tener así – le confesó, apoyando su cabeza en el hombro – Mi hada madrina, te quiero.
-Yo también te quiero… Paco.
-Puaj ¿Me quieres decir como se me ocurrió ese nombre espantoso?
-Si no lo sabes tu, menos lo sabre yo.
Finalmente Tom y Sandrina tenían una pila de todos tipos de prendas, la chica había convencido a Tom de soltarla y este fue a la parte masculina para ver algunas cosas para el, y tal ves algún regalo para Daniel.
Más de una hora después, Sandrina había elegido una camisa blanca que le llegaba hasta la cadera, era bastante ajustada y tenia el clásico escoses Burberry en los puños y el cuello. Tom había insistido en que se llevara algo más pero la chica se negó rotundamente. En cuanto al chico rubio se compro unos lentes de sol y otro par para su novio.
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Al otro día, cuando llegaron al set, todos miraban a Tom y este estaba comenzando a sentirse extraño. Para su sorpresa, Emma y Katty le mostraron el diario “The Sun” y varias revistas donde salía el con su “Nueva novia”
Tom arrebato el diario de las manos de Emma y leyó:
“La nueva señora Malfoy:
En el día de ayer, en horas de la tarde, se pudo ver al actor Tom Felton, (famoso por interpretar a Draco Malfoy en las películas de Harry Potter), con una señorita muy bonita y muy mimosos en la puerta del local mayor de Burberry”
Tom pudo ver dos fotos: Una en donde estaba abrazo con Sandrina y otra en donde estaban hablando muy de cerca y tomados de las manos.
“Dos de las empleadas del local Burberry nos confirmaron que dentro del lugar ambos se veían muy felices, que Tom Felton la abrazaba constantemente y que le compro varios regalos”
Tom miro mas abajo y había una foto en donde se los podía ver difusamente dentro del lugar, abrazados y riendo.
-Mierda – dijo el, lanzando el diario al piso sin poder terminar de leer.
-Me extraña de ti, Tom – Dijo Emma – Tendrías que haber sido mas cuidadoso.
-Y yo que mierda iba a saber que había fotógrafos.
-Hay fotógrafos en todos lados, Tom – acotó Katty.
-Pobre Sandrina, la metí en esta locura de mierda sin querer.
-Lo mejor será que la llames cuanto antes… y ve a hablar con Rupert, estaba algo molesto.
-Mil veces mierda – dijo, saliendo de la sala de reuniones.
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Lo primero que decidió hacer fue buscar a Daniel que, por suerte y por casualidad estaba con Rupert. Los saludo con la cabeza pero ambos le dirigieron una sonrisa, Tom respiro aliviado, todos estaba bien al parecer.
-¿Hablaste con Sandrina? – pregunto Daniel.
-No, aun no, quería hablar primero con ustedes.
-¿Hay necesidad de que la abraces tanto? – pregunto Rupert algo serio.
Daniel comenzó a reír a carcajadas.
-Ni siquiera tuvieron una cita y ya se pone celoso. Ya veo que te pego duro, amigo – dijo Daniel.
-Mira Rupert, yo llevo meses hablando con ella todos los días durante horas, es muy importante para mí que ella sea parte de mi vida, es mi salvadora, es mi mejor amiga, la hermana que no tuve. Solo es eso.
-Lo se, pero ella es tan… alucinante – dijo, luego de un suspiro.
-Tienes razón – dijo Daniel.
-¿Tu no estas celoso? - preguntó Tom, cruzándose de brazos.
-¿Para nada? ¿Por?
-Nada, solo curiosidad. Bien, tengo que hablar con ella, pero antes te quería proponer algo – dijo, dirigiéndose a Rupert.
-Dime.
-Bueno, la cita de ustedes el mañana, pero si salen a cenar de seguro habrá fotógrafos y si se dan cuanta de quien es ella todo esto se ara peor.
-Estoy de acuerdo – dijo Daniel.
-¿Entonces que propones?
-Bueno, puedes enviarle flores y una tarjeta, yo me encargo del resto.
-Eso ya pensaba hacerlo ¿Cuál seria el resto?
-De seguro a ella no le molestara de que la cita sea en su apartamento, estarán mucho mas tranquilos.
-Ami me da igual con tal de estar con ella.
-Yo me encargare de llamarla.
Los chicos se despidieron y cada uno volvió a sus obligaciones.
**
-Hola – contestó la chica.
-Amiga, lo siento tanto – dijo el desde su celular dentro de su trailer.
-Bueno, no es nada malo, tú eres muy famoso.
-¿Cómo te enteraste?
-Algunas compañeras de la universidad me llamaron a los gritos y luego vi en el Internet. Me levantaron el ego, muchos dicen que soy linda.
-Dios, realmente eres alucinante.
-Ni tanto.
-Mira, te llame por un asuntito, primero que nada, obvio, para saber si estabas bien ¿Estas bien?
-Si, todo bien.
-Ok, mejor así. Mira, estuve hablando con Rupert y pensamos que lo mejor seria no exponerte con el.
-¿Por qué? Yo quiero salir con el.
-Lo se, pero pensamos que si salen a cenar a un restaurante lo mas seguro es que haya fotógrafos y te veras involucrada en doble romance ¿Entiendes?
-Ahja, me parece bien.
-¿Qué te parece si la cita es ahí en tu apartamento?
-Por mi esta bien.
-Genial, entonces quedan en la misma fecha y hora pero en tu casa.
-De acuerdo cupido.
-Oh, vamos, solo quiero ayudar, yo te metí en este lío.
-No es un lío… bueno, aunque todavía no salí de mi casa.
-Ya hablaremos después de tu cita, ¿Si? No podré verte hasta el domingo.
-Ok.
-Bien. Mucha suerte y no dejes que te ponga una mano encima.
-¿Por quien me tomas?
-Solo lo digo por las dudas.
-Adiós Paco.
Tom rió y no pudo contestar, la chica le había cortado. Cuando el chico rubio salio de su trailer se quedo paralizado al encontrarse de frente con su ex novia Jade.
-Hola – dijo ella, se veía mucha tristeza en su mirada.
-Ho-hola.
-¿Cómo estas?
-Yo bien ¿Y tu?
-Recuperándome… por lo visto tu ya estas recuperado.
-Me costo mucho, pero si.
-Es una linda chica – dijo ella, bajando la mirada.
-No, no es mi novia, solo es una amiga.
-Una amiga, entiendo, yo también tengo un “Amigo” pero para las mujeres es más complicado.
-No, no entiendes, ella realmente es una amiga.
-Esta bien Tom, no tienes que darme explicaciones de nada… yo solo te quería decir que te felicito y que se te ve bien – dijo, con sonrisa triste.
-Gracias. Tu también estas muy linda.
-Gracias.
Por unos segundos un incomodo silencio invadió todo, hasta que Tom lo rompió.
-Me… tengo que irme ya.
-Si, claro, yo igual.
-Fue bueno verte.
-Igual.
La chica le dio paso y, con un asentamiento de cabeza, Tom se marcho a filmar.
**
Jamás en su vida se había sentido tan nervioso, jugaba con sus dedos y su pie derecho, hasta que la puerta se abrió y el tiempo se detuvo.
Pudo ver a la criatura mas maravillosa del mundo, parecía brillar con luz propia y que ambos estaban suspendido en el tiempo y el espacio. Vestía una camisa Burberry muy juvenil y elegante que ajustaba su esbelta figura, un jean azul oscuro muy ajustado y, sobre este, unas botas negras y chatas que le llegaban hasta la rodilla. Su pelo castaño claro estaba suelto y ondeado, casi ni usaba maquillaje y no dejaba de sonreírle inocentemente.
-Buenas noches, Rupert – saludo.
El chico tardo en reaccionar, pero finalmente entro y, lo primero que vio, fue el enorme ramo de flores que le había enviado esa mañana.
-Son hermosas, muchas gracias – dijo, tomando la chaqueta de Rupert.
-Tom me dijo que las rosas eran tus preferidas.
-Es verdad.
-Estás… muy hermosa.
-Gracias, tú te ves bien también.
-No solo eres hermosa… huele delicioso ¿Qué preparas?
-Carne asada, con papas, espero que te guste.
-Me encanta.
-Traje un vino y el postre.
-No era necesario – la chica tomo ambas cosas y las colocó en la heladera. Rupert respiro muy hondo y le exigió a su corazón desbocado que dejara de latir tan velozmente.
**
-¡Basta mama! – grito Tom, ya cansado.
-¿Por qué no me quieres decir? ¿Es tu nueva novia verdad?
-No mama, no es mi novia.
-Ya te he dicho que tengas cuidado con todas esas oportunistas.
-Mama, ella no es una oportunista, es mi amiga.
-Tu jamás tuviste amigas, fueron siempre novias.
-Pues ahora cambie, es mi amiga.
-Oh vamos Tom, no tienes porque ocultármelo.
-Me iré de Daniel, tal vez no vuelva hasta el domingo.
-¿Qué? ¿Otra vez?
-Si…
-¿Qué tanto hacen ahí?
Tom se llevo las manos a la cabeza, lo mejor era que su madre no supiera lo que hacían ahí, sino la perdería, se moriría de un ataque al corazón.
-Nos divertimos, ya córtala, tal vez vallas los otros chicos.
-Pero mañana viene tu hermano con su esposa.
-Bueno, intentare venir a cenar.
-¿Intentaras?
-Lo prometo, ahora debo irme – dijo, tomando su bolso y besando a su madre en la frente.
Manejando hacia el penthouse de Daniel, a Tom le cayó la realidad como un balde de agua fría en la cabeza, en algún momento debía comunicarle a su familia acerca de sus preferencias y acerca de su relación con Daniel. El solo echo de pensarlo le ponía la carne de gallina.
**
Cenaron y miraron una película abrazados y tapados en el sillón, pero Tom no pudo prestarle atención, su mente estaba ocupada en el futuro, en lo que tenia que hacer, en lo que tenia que confesarle a su familia.
Sentado en el lado derecho de la cama, Tom jugaba con el reloj que le había regalado Sandrina, con el reloj de su hermano. Daniel se había a duchar y el no podía dejar de pensar en lo que su hada madrina le había dicho.
“El amor nos mantiene firmes”
Tom se sentía muy inseguro por primera vez desde que había iniciado su relación con Daniel. Sentía miedo por la reacción de su familia, de su madre, de sus tres hermanos varones. Se sentía flaquear y sentía ganas de llorar.
Apretó el reloj en sus manos, no debía dejarse vencer por las circunstancias de la vida… el amor te mantiene fuerte.
Dejo el reloj sobre la mesita de noche y se puso de pie, topándose con lo que mas quería en el mundo. Daniel lo miraba con su pijama azul, con su cabello negro y despeinado y con sus enormes ojos brillantes.
-¿Que pasa? – le preguntó.
Pero Tom no le respondió, se acercó a el y lo miro durante varios segundos, muy detenidamente, comprobando una y otra ves lo perfecto que era.
Poso una de sus manos en el cuello de Daniel y acaricio la mejilla con su dedo pulgar, para luego trasladarlo hasta sus finos labios.
Se acercó y lo beso.
Cuando Daniel poso su mirada confundida en la de Tom, noto un brillo diferente y una determinación que no había visto hasta ese momento. Estaba decidido, y no hacia falta que se lo pidiera.
Se comprendían sin hablar, eso ya pasaba muchos antes de iniciada su relación. Daniel lo tomo de su mano, y lo llevó hasta la cama.