LA PELICULA (PARTE 2)
Inmediatamente comenzada las clases, Ricky consiguió empleo en la biblioteca de la universidad, mientras que Jimmy había logrado entrar como pasante a una de las empresas de ingeniería mas destacadas de Londres.
Cada uno tenía su propio cuarto en un ala distinta del campus, Jimmy en el ala norte, y Richard en el ala oeste, cada uno con su beca de estudios. El trabajo les servia para salir a la noche, para ropa y víveres, tenían una buena vida, pero lo que mas disfrutaban era que seguían juntos, por primera ves fuera del orfanato.
Richard entro a la cafetería y diviso a su amigo, siempre en la misma mesa, cerca de la barra de comida.
-Hola hermano – saludo el rubio - ¿Cómo estuvo tu día?
-No estuvo mal ¿Qué tal el tuyo?
-Bien, no me quejo. ¿Qué comemos hoy? – preguntó, mirando hacia la berra.
-Ya le puse el ojo a esa tarta de queso ¿Quieres?
-Me has leído la mente compañero.
Ambos tomaron una porción de tarta, y pidieron vasos con jugo de naranja, pero cuando se encaminaron a su mesa, Richard se adelanto y sin querer tropezó contra el capitán del equipo de Basket, derramando su jugo sobre la chaqueta.
Cuando el chico corpulento, moreno y de ojos oscuros lo miro, Richard sintió un frío recorrerle su espina dorsal, e inexplicablemente miro hacia su amigo Jimmy, ya que de ahí era donde provenía esa extraña sensación.
-No mires para otro lado, parasito – dijo el chico, hacia Richard.
-Yo… lo siento mucho, no te vi.
-Ya lo creo que lo vas a sentir.
El chico llamado Mike, se aproximo hacia Richard junto con sus tres abusones, pero Jimmy se interpuso.
-¿Cómo es que vienes a esta universidad? – Dijo el moreno- Pensé que aquí te educaban.
-No, gracias, ami me educaron mis padres.
-Pues han de ser muy malos padres.
-Como te atreves, maldito.
-No me busques la lengua, porque puedo decir muchas cosas más.
-No tienes las agalla, marica.
-Vamos Jimmy, no vale la pena – dijo el rubio desde atrás.
El moreno le hizo caso a su amigo, se dio la vuelta pera encaminarse hacia su mesa, pero cuando colocaron las charolas sobre la mesa, nuevamente escucho la voz burlona del chico.
-Si, anda, hazle caso a tu noviecita.
Jimmy giro sobre su eje hasta mirarlo nuevamente. Pero cuando Richard estuvo por decirle que se detenga, los tubos de la luz del techo estallaron a la altura del chico Mike, y cayeron sobre el, incendiando al instante su chaqueta de la universidad. Instintivamente Jimmy coloco su cuerpo delante de Richard, para protegerlo de las llamas.
Todos en la cafetería se quedaron sorprendidos, al ver que los amigos del chico no podían apagar las llamas, y estas crecían más y más, la gente cercana al grupo tomo sus vasos y derramaron las bebidas sobre la chaqueta. Cuando las llamas desaparecieron, el chico le dio una mirada horrorizada a Jimmy, que no supo como reaccionar.
-Anormal – dijo el chico junto a Mike.
-Vamos, debemos llevarte a la enfermería – dijo otro.
El grupo de amigos desapareció por la puerta, y ellos volvieron a sentarse para comer, aunque con las miradas de medio campus sobre sus hombros.
La noche de ese día, Jimmy se pasó al dormitorio de su amigo para mirar una película y quedarse a dormir, era una rutina de viernes, ya que todos los días sábados por la mañana iban a visitar el orfanato.
No habían vuelto a hablar de lo sucedido en la cafetería, pero ambos sabían que el chico Mike tenía quemaduras de segunda intensidad en varias partes del cuerpo y que no podría jugar basket por varios meses más.
**
Tom los vio justo, la sala estaba oscura, pero como el estaba sentado contra el pasillo de la sala, los vio. Daniel y su compañero Ed habían regresado y se sentaron en el mismo lugar que antes. Jade seguía ignorándolo y el ya se estaba aburriendo. Una película sin novia y amigos no era muy divertida.
**
Habían pasado tres meses desde el incidente en la cafetería de la universidad…. Y el otro también, no le había contado a Richard de cómo estallo el monitor de su computadora, luego de que accidentalmente y, por un virus del Internet, le había borrado más de veinte hojas de un trabajo. Eso era muy extraño, mucho, no sabía que era lo que le pasaba, pero no iba a contarle a su amigo, no iba a asustarlo.
Eran los primeros días de Enero, había pasado unas hermosas fiestas en el orfanato, siempre eran estupendas ahí, pero tampoco se atrevió a contarle a la hermana Susan, no hasta saber que era lo que sucedía en realidad.
Se ajusto mas aun su grueso sobretodo, se había quedado trabajando hasta tarde en la empresa y había comenzado a nevar, por suerte la parada del bus estaba a solo dos calles del edificio, siempre tomaba el mismo, al menos hasta poder comprarse un auto junto con Richard, ya que los dos estaban ahorrando para eso.
Entro a la pequeña garita para espera el autobús, mientras jugaba con su aliento congelado y se frotaba las manos. Había muy poca gente por la calle, ya pasaban de las diez de la noche, y estaba nevando aun más copioso.
Vio en la vereda del frente como una anciana salida de una farmacia con una pequeña bolsita de plástico, estaba por subir a su automóvil cuando un hombre la empuja bruscamente, haciendo que la pobre mujer se golpeara contra el coche, y el delincuente hecho a correr con la bolsa de la mujer.
Jimmy se levanto al instante y corrió hacia la mujer para socorrerla, cuando pasaban esas cosas se sentía muy impune, muy enojado con la sociedad.
-Señora ¿Se encuentra bien?
-Eso creo, gracias hijo.
La gente dentro de la tienda salió también a ayudar a la anciana, Jimmy se sentía a cada segundo más furioso, más aun cuando vio la sangre en las rodillas de la pobre mujer.
-Deberían cortarle las piernas – dijo en su susurro, y luego se sobresalto.
El rechinar de un auto, el ruido de un fuerte impacto y un grito desgarrador cortaron el silencio de la noche, y todos corrieron hacia la dirección de los sonidos, incluido Jimmy.
Lo que vieron los dejo impactados de sobremanera a todos, el hombre que le había robado a la anciana estaba tirado en el piso, los medicamentos esparcidos por el suelo nevado, mientras que gritaba y se retorcía de dolor, ambas piernas estaban cortadas a la altura del muslo, y sangraba demasiado. A unos metros, un auto rojo con su trompa destrozada… y nadie dentro de este o en sus alrededores.
Jimmy comenzó a respirar con dificultad, algo muy malo le estaba pasando y no sabia que. Corrió y corrió hasta que sus piernas ya no le respondieron, a los lejos diviso la luz roja de un taxi, le hizo una señal y lo tomo.
Pocos minutos después, golpeaba la puerta del orfanato.
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Tom sabia que era cuestión de tiempo, ni bien se vio al hombre tirado en el piso, las piernas separadas de su cuerpo y toda la sangre, Jade se había vuelto a aferrar de su brazo, mientra él, antes de regresar su vista a la película, miro como Dan y su compañero Ed, hablaban muy cerca uno del otro.
**
La hermana Susan fue sacada de su lectura por bruscos llamados a su puerta. Se levanto de su cama, se coloco su bata y abrió, para encontrar a la hermana Cathy, bastante asustada.
-¿Qué sucede?
-Jimmy esta en su despacho, exige verla de inmediato, se lo ve muy alterado.
Susan no respondió, entro corriendo a su oficina y lo encontró temblando, arrodillado junto a la chimenea.
-¿Jimmy?
-Por favor, hermana, dígame que pasa conmigo.
La escena cambio y se pudo ver a Jimmy y Susan sentados en un mismo sofá, con una humeante taza de te en sus manos. La mujer suspiro resignada y un poco asustada luego de que Jimmy le contara las cosas extrañas que le habían sucedido desde que entro a la universidad.
-Ya es hora de que sepas la verdad, Jimmy.
-Estoy listo para lo que sea ¿Cuál es?
-Tu madre, Angélica, solo tenia 17 años cuando te dio a luz, era una joven pura, hermosa y amable.
-¿Cómo era ella, hermana?
-Tenia el pelo negro, igual al tuyo, ojos color miel, hasta parecían amarillos si le daba el sol de la tarde. Extremadamente buena y generosa.
-¿Y mi padre?
Susan dejo la taza de te sobre la pequeña mesa, y respiro hondo antes de hablar.
-Tu padre, Jimmy… podría decirse que no era humano.
-¿Cómo? ¿El lastimaba a mi mama?
-No Jimmy, Angélica murió virgen.
El chico se la quedo mirando muy confundido, pero Susan tomo fuerzas y prosiguió, no podía mentirle mas.
-Un demonio poseyó a tu madre. Tres sacerdotes lograron sacarlo de su cuerpo, luego ella quedo embarazada… de ti.
-¿Usted cree en esas cosas, hermana?
-Yo se que existe Dios y los ángeles, por lo tanto debo creer también en el diablo y el demonio, seria absurdo no creer en ellos con todas las atrocidades que pasan en el mundo.
-¿Qué trata de decirme entonces?
-Por así decirlo… tu padre es ese demonio que la poseyó, por eso tú tienes esos dones tan extraños.
-Esos dones diabólicos.
-Escúchame, Jimmy- dijo la mujer, tomándolo de sus manos- Angélica era mi sobrina, una chica extremadamente buena, aun no se porque tuvo que pasar por eso, tal ves porque todos la consideraban una santa.
-¿Una santa?
-Si, así la llamaban todos. Tú eres hijo de ella también, ella te llevo en su vientre y aunque sabía que tú eras producto de ese demonio te cargo dentro de ella y te dio la vida.
-Pero… ¿Por qué me pasa esto ahora? ¿Por qué no antes?
-Mi hermana Tiffany, tu abuela. Ella quedo devastada luego de la muerte de su hija, te trajo aquí, todos estos años estuviste a salvo rodeado de símbolos religiosos y fe, tu parte… mala, no pudo despertar aquí.
-”sea que soy… diabólico.
-No digas eso Jimmy, recuerda todo lo que aprendiste aquí, tú amas, tú crees en Dios, no deje que esa parte tuya te domine.
-Es que… no puedo controlarla, siento que aparece cuando me enojo, cuando pierdo el control.
-Pero ahora que sabes la verdad espero que puedas aprender a sobrellevarla, y… que puedas perdonarme por ocultarte esto.
-No podría haberlo comprendido cuando niño. ¿Cómo se lo diré a Richard?
-Dile la verdad, el te comprenderá.
-Yo… lo quiero, hermana Susan.
-Lo se.
-Pero, no como…
-… Lo se mi niño, lo se.
-¿Cómo supo?
-Los ojos hablan, Jimmy. El también lo siente, confía en mí.
El chico se abrazo a la mujer, y la escena se volvió totalmente negra.
**
Tom se acomodo en su asiento y miro el reloj, aun faltaba poco mas de una hora para que la película finalizara. Debía destacar lo bien filmada que estaba y lo aterradora de algunas escenas, se sentía muy orgulloso de su amigo, estaba haciendo un trabajo excelente, pero cuando volvió a verlo, descubrió que nuevamente se había ido.
Miro hacia atrás y los pudo ver justo antes de salir por la cortina negra que cubría la puerta de entrada a la sala ¿Iban tomados de la mano? Lo único que hizo fue fruncir el seño y volver su atención a la película.
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