Prologo:
“El pasado siempre te persigue, no importa cuánto trates de olvidarlo” desde ese día esa frase me ha estado atormentando y no afecta en lo absoluto el intentar de borrarlo de mi mente, causando que todo lo que vive a mi alrededor lo convierta en un vacio lleno de oscuridad cortando los vínculos que tengo con las personas ya que si cualquiera de ellas llegase a interferir con mi objetivo, se volvería un estorbo, como un insignificante peón que se sacrifica para proteger a su rey sin importar lo que le suceda. Todo el mundo sabe que la vida no es solo más que un simple juego de ajedrez, luchas para sobrevivir, no puedes confiar en nadie aún cuando la misma realmente te diga que puedes confiar en ella. Si tuviera que representar mi persona con una ficha de juego, sería el caballo. ¿Por qué? Porque a partir ese día mi vida ha girado en torno a una cosa, que ni nada ni nadie me hará dejar de lado la razón de mi existencia, que es la de buscar venganza hacia aquellos que han tratado de acabar con mi vida, y es por eso que desde ese momento ya no soy el mismo” (Ciel Phantomhive)
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-Ciel-kun!!!!!!!!!!!!!!!- una voz atravesó el salón hasta llegar al pupitre donde se sentaba un joven de cabellos celestes, haciendo que este girara su cabeza para ver quién era el que lo estaba llamando y al parecer era Elizabeth o mejor conocida como Lizzy - Ciel-kun quieres almorzar con nosotras???- le pregunto alegremente al momento en que sus miradas se cruzaron, pero a los pocos segundos, el chico la ignoro volteándose para seguir con lo que estaba haciendo y la chica se sentó frustrada para seguir almorzando con sus dos mejores amigas.
-No te preocupes, siempre termina así, no importa cuánto nos esforcemos, él no se va integrar- le dijo Yoko para que no llorara, ya que ella tiene una personalidad muy sensible.
-Yoko tiene razón, cálmate- la apoyó Kumiko, otra de sus amigas.
-P-pero yo quiero que vuelva a ser el Ciel con el que jugaba en mi infancia, ustedes no entienden chicas- les contesto soltando pequeñas lagrimas.
-Claro que te entendemos, nosotras también deseamos que vuelva a ser el de antes, todo era divertido cuando estábamos en el Kínder Garden, o no?– comentó mientras asomaba su cabeza para observar al joven que miraba el cielo como si no hubiera un mañana - Además desde que volvió al Instituto ha actuado de esa forma tan fría y seria que ya nadie le habla, me preocupa que nadie quiera ser su amigo, aunque podríamos decir que nosotras tres somos las únicas “amigas”, por así decirlo ya que tratamos de iniciar conversación con él y lo conocemos de toda la vida.
-Tienes completamente la razón Kumiko, me pregunto qué le habrá pasado durante su ausencia, además de que también siento curiosidad por ese parche que tiene en el ojo derecho- dijo Yoko, sin embargo sus últimas palabras no fueron escuchadas por sus amigas
- Y no te preocupes – continúo – ten por seguro que entre las tres vamos a lograr que Ciel vuelva a ser el mismo que era en el pasado, aunque sea por todos los medios necesarios, están conmigo? – dijo entusiasmada acercando su mano al centro.
- Haiii!!!- dijeron en coro Yoko y Lizzy poniendo sus manos encima de la de Kumiko.
- El plan “Ciel’s Happy Past” está puesto en marcha, 1…..2……3!!!!!!!!!! – Gritaron todas juntas causando que el pupitre se mueva tirando sus Obentos vacios al suelo y que sus compañeros las miraran de forma sorprendida y murmuraban entre ellas y para su sorpresa el joven del que tanto hablaban, también las miró aunque sus ojos reflejaban la usual frialdad de todos los días.
Las tres se ruborizaron y lentamente regresaron a sus asientos.
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Ciel Phantomhive no es solo un niño común de 12 años, sino que también es el actual dueño de la famosa compañía Funtom, dedicada a varios comercios y trabajos (jugueterías, pastelerías, constructoras, etc.) que oculta un terrible pasado tras las desafortunadas muertes de los antiguos dueños, que desgraciadamente fueron sus padres. Como consecuencia de esto, Phamtomhive resultó gravemente herido, tanto física como mentalmente causando un gran cambio en su personalidad convirtiéndolo de un chico (aunque no lo crean) alegre, feliz y sonriente, a uno de actitud cerrada, fría y sin amigos, ya que Ciel juró venganza contra aquellos que asesinaron a sus padres y le hicieron daño a su vida y para eso no puede permitir crear vínculos con otras personas puesto que podrían salir involucradas y él no puede dejar que eso pase. Sin embargo, hoy en día (sin olvidar su objetivo) continua viviendo una vida normal, es decir, asiste a clases en el Instituto Fushimi de Kyoto, atiende algunos asuntos relacionados con su compañía, porque al ser menor de edad, el que se encarga mayoritariamente de los deberes administrativos es su tutor Tanaka, pero lo que aún no sabe es que muy pronto conocerá a una persona que le dará un giro inesperado a su vida.
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Luego del almuerzo todos regresaron a sus respectivos lugares, pero como vieron que la profesora titular no venía, la mayoría de los alumnos se dispersaron para poder seguir charlando con sus amigos y para variar Ciel continuaba mirando a través de la ventana. Lizzy, Yoko y Kumiko lo observaban disimuladamente, aunque eso ya no tenía importancia, ya que siempre estaba sentado en su escritorio mirando el paisaje.
- Es que nunca se cansa de mirar por ahí?? – preguntó Kumiko a las demás.
- No lo sé, desde que llegó continuamente hace eso, incluso en horas de clase, es como si estuviera hipnotizado – contestó Yoko
- Excepto en Educación Física – sonrió Lizzy – en caso de que el entrenador Bard lo pescara observando el cielo, seguro le haría correr 10 vueltas a la pista, él es de muy mal carácter – comenzó a reír la chica y sus amigas se le unieron.
Cuando se tranquilizaron, Kumiko se levantó de su asiento y se dirigió al pupitre de Ciel.
- A dónde vas? – le preguntó Lizzy extrañada.
- A hablar con él, no es obvio?? Recuerda que nuestro plan está en marcha, VAMOS!! – y agarró de las muñecas a sus compañeras para que las siguiera, ambas hicieron lo posible por escapar, ya que es más fácil pensar las cosas que hacerlas y cuando vieron que se acercaban sus corazones comenzaron a latir muy fuerte que empezaron a ruborizarse.
Una vez que llegaron, para su sorpresa el joven no se percató de su presencia y las chicas suspiraron de alivio, Yoko se calmó, pero Lizzy aún continuaba nerviosa.
- Vamos háblale Lizzy – le susurró Kumiko presionándola.
- P-Pero….. – objetó la chica tratando de regresar, sin embargo sus amigas la detuvieron sujetándole de los brazos y llevándola hacia donde se encontraba su amigo
- No te preocupes te apoyaremos – le dijo Yoko con mucha serenidad.
- D- de a- acuerdo, l-lo i-intentaré – aceptó un poco avergonzada.
Lizzy tomó todo el coraje que pudo para emitir palabra, ya que por miedo a que Ciel se enojara con ella nunca le ha hablado cara a cara, sino que siempre lo ha hecho desde lejos.
- N-nee…. Ciel-kun.. – le dijo un poco ruborizada y el chico se dio la vuelta para ver qué es lo que deseaba su compañera. Apoyó su brazo en la mesa y de manera fría la miró y le preguntó:
- Qué se te ofrece Elizabeth?
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- Hmmm…….. al parecer todo está en orden – dijo el director dejando los papeles en su escritorio para luego mirar a la persona que se los entregó – su curriculum es impecable, totalmente perfecto, supongo que será divertido tenerlo en este Instituto *sonrisa picara*.
- Muchas gracias señor – le dedicó una reverencia el hombre para demostrarle su gratitud mientras este giraba su asiento para mirar por el ventanal de su oficina.
- No se preocupe, confío en usted, aunque antes de llevarlo al aula… … - le comentó al momento que volteaba su rostro para poder verle la cara al joven una vez que terminara la reverencia y cuando sus ojos se cruzaron con los suyos, el Director se ruborizó un poco y se volvió.
- Sucede algo? – le preguntó confundido el muchacho.
- B-bueno…. Lo que pasa es….. – le contestó algo nervioso como si ocultara algo, al tiempo que lo observaba con sus mejillas sonrojadas, el joven lo miró de forma extraña por el cambio repentino de la actitud de su actual jefe, hasta que ya no pudo más y “explotó” (N/A: jajaja pobre grell ya no resistía la hermosura de sebastian XD) – lo que pasa es ¡QUE ERES TAAAANNNNNN LINDOOOOO!!! – le gritó mientras saltaba su escritorio para abrazar al nuevo profesor – no te quieres quedar un rato más??? – le preguntó con corazones flotando sobre su cabeza– seguro nos divertiremos ♥ *guiño*
- Con todo respeto señor Sutcliff – le dijo tratando de zafarse de su agarre y cuando lo logró, intento mantenerlo lejos separándolo con sus largos y fuertes brazos– no crea que sea correcto que actúe de esa forma tan infantil e inmadura frente a un aspirante – al escuchar esto el director se tiró al suelo desconsoladamente.
- L-l-lo s-siento – se disculpó – es inevitable que actué de esa forma en presencia de alguien como vos T^T – le explicó – no puedo dejar de pensar en las cosas que podríamos hacer juntos * cambió a ojos en forma de estrella*(N/a: ustedes entienden cuando hablo de “ojos estrellados” XD) – las cosas que nos separan (brazos XD) tiene relación con la historia de Romeo y Julieta ♥ – comenzó a fantasear – dos personas que se aman pero no pueden estar juntas…..
Y siguió y siguió hablando solo, pero el joven no le prestaba atención alguna, ya que lo único que pensaba era: “que director más extraño, piensa que esto es una obra de teatro y encima, sobreactúa *gotita en la cabeza con su mano tapando sus ojos*”. Ya pasaron 15 minutos desde que Grell Sutcliff empezó a imaginar su imposible historia de amor, y el muchacho ya estaba perdiendo la paciencia, así que finalmente lo interrumpió:
- Lamento interrumpir su fantasía, pero.. – le dijo mientras el director se levanta y se voltea para mirarlo adquiriendo de nuevo esa postura de jefe serio y estricto – no cree que es el momento de que me lleve al salón de clases??
- Huh?... – miró el reloj – OHHH POR DIOS!!!!!!!!! ME OLVIDÉ COMPLETAMENTE DE LOS ESTUDIANTES – se desesperó pero al rato se volvió al calmar -*COF**COF* Supongo que tiene razón – le contestó – por favor sígame que lo guiaré al aula – le dijo mientras caminaba hacia la puerta seguido por el nuevo profesor – por aquí.
Y ambas personas salieron de la oficina para dirigirse finalmente al salón de clases.
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- Qué se te ofrece Elizabeth? – volvió a preguntarle Ciel.
- Etto……. yo…. – vaciló Lizzy a causa del nerviosismo y del miedo que le provocaba su mirada, y por más que quisiera evitarla ese parche aumentaba el pánico de la chica de forma tal que no se veía capaz de formularle una pregunta.
- Si no se te ofrece nada puedes irte – la interrumpió para regresar a sus “deberes”.
-N-NO ESPERA!! – lo llamó para poder volver a atraer su atención.
- Huh?
- Etto….cómo estás??? – finalmente le preguntó tímidamente.
-Tks... si me molestas solo para decirme eso, hubiera sido mejor que no me hablaras – le dijo de tal manera que Lizzy comenzó a soltar pequeñas lagrimas, que en momentos se transformaron en chorros de agua.
Ciel había sido muy duro con Elizabeth aún sabiendo que ella era muy frágil y más si se trataba de él. Kumiko y Yoko se quedaron boquiabiertas, no podían creer que le haya hablado de esa forma. Por un lado, Yoko intentaba calmar a Lizzy que estaba completamente destrozada, y por el otro, a Kumiko le daban ganas de abofetearle tan fuerte como para dejarle una marca que nunca olvidará pero se contuvo lo mejor que pudo y a cambio, con bastante calma le dijo a su compañera:
- Yoko, llévate a Lizzy por favor – sus dos amigas se alejaron de inmediato ya que no sabían cuánto iba durar esa extraña tranquilidad por parte de Kumiko, mientras tanto Ciel se volvió a la ventana, pero no tardo mucho en voltearla de regreso, puesto que todavía una persona se encontraba frente a él:
- Dime Ciel… - le susurró con la cabeza gacha intentando contener su furia contra el chico – qué se mereció Lizzy para que la trataras así?
- Quieres saber la razón? – le respondió con otra pregunta.
- Si.
- La verdad es que siempre fue una molestia, ya me estaba cansando de sus inútiles intentos de conversación, de veras me sorprendió cuando vinieron aquí para preguntarme como estaba – soltó una risa malévola.
“Una molestia” esas palabras no dejaban de resonar en la mente de Kumiko causando finalmente el colapso total. Su ira retenida se desbordo por completo, no lo soportaba más, en ese momento sintió que era la hora de razonar con él, aunque de mala manera.
- Una molestia dijiste?
- Si – una voz muy fría salió de sus labios.
- Con que una molestia, no?, pero realmente… - apretando los puños muy fuertes, para contenerse, pero el enojo era tan fuerte que “explotó” – TU ERES LA VERDADERA MOLESTIA CIEL PHANTOMHIVE!!!!!
Todos los alumnos de la clase, incluido sus amigas, se dieron la vuelta para averiguar de quién fue ese grito. El joven se quedó perplejo ante la actitud agresiva de Kumiko, no podía creer que le haya gritado de tal forma, pero aún así no le afecto en lo absoluto.
- Qué quieres decir con eso? – le preguntó tranquilamente ignorando por completo su agresividad.
- No te hagas el tonto, todo el mundo sabe que desde que llegaste no has hecho nada más que sentarte y mirar por la ventana, dime… que tiene eso de divertido???? Ni siquiera nos hablas a nosotras que somos tus amigas de la infancia – seguía encarándole las cosas en la cara al chico que aún tenía los ojos abiertos observando con atención a su compañera – también ni siquiera te molestas en integrarte al grupo, verdaderamente me das lastima Ciel.
Esa palabra fue un golpe bajo para el chico. Nunca es su vida hubiera permitido que las personas sintieran compasión por él, aunque eso no serviría para que perdiera la calma.
- Eso no me importa, nunca les pedí que se preocuparan por mí.
-Bueno señor “no se preocupen por mi”, vos también ocultas cosas que son inevitablemente irresistibles para nosotras saber que son, así que en parte también es tu culpa.
- MI culpa – se rió sarcásticamente Ciel.
- Exacto.
El resto de los chicos observaban con atención esa disputa entre ellos, algunos susurraban cosas tales como “Wow! Nunca había visto la había visto en ese fase de su personalidad” o “es la primera vez que escucho la voz de Ciel”. Sin embargo, uno de los tantos comentarios parecía ser, en cierta forma, el más alarmante porque el mismo decía: “le rezo a Dios para que esto no termine en una pelea, conociendo a Kumiko hay un 60% de probabilidades de que eso pase u.ú “
- Tal vez sea mi culpa que esconda cosas, pero ustedes no tiene derechos a saber cuáles son, sería mejor que dejaran de ser entrometidas – le dijo a Kumiko. Aunque el tenía razón con respecto a su curiosidad, eso no dejo que la chica no le buscara la contra a sus palabras.
- Ok, taaalll vezzz.. seamos algo curiosas, pero que me dices de ti??? Tu a veces también eres curioso, o caso no te acuerdas de que querías saber una cuantas cosas de nosotras cuando éramos pequeños, o no te acuerdas??? – le comentó
- Sinceramente……..no – le respondió
Esa respuesta, hizo enojar a Kumiko. Estaba evadiendo sus propios recuerdos! Por qué haría algo así? Cuál era su propósito? Esas preguntas eran imposibles de responder, porque sabía que su compañero se negaría rotundamente a contestarla. Hubo silencio. Ambos callaron, no obstante en la mente de la chica se encontraba una versión chibi suya balbuceando cosas sin sentido: “deberíamos torturarlo para que nos responda…… no mejor no, sería un poco traumante….. y siii…… no, talvez…….. AHHHHHHHHHHH, DEBO DEJAR DE LEER MANGA ToT !!!!!!!!!!!. – agitando la cabeza -….. uffff u.ú mejor lo olvido y volvamos a la conversación ^.^”
- ……eh? Ah sí! –volvió en sí -No sé de donde sacaste esa actitud de no querer recordar, dudo que lo hayas sacado de tu madre, ya que ella era una persona tan bella y amable, igual que una flor – recordó juntando sus dos manos en un fondo de rosas (XD) - o………tal vez…… sea de tu padre, me acuerdo que era un poco serio y probablemente ocultaba a cosas que no querías que supieras, como por ejemplo lo he visto varias veces actuar de forma extraña..........mmmm…..si…capaz sea eso*pose deductiva XD * de tal palo, tal astilla – finalizó Kumiko
Ciel se sobresaltó a escuchar tales palabras, realmente esa fue la gota que derramó el vaso, nadie podía, NI DEBÍA hablar así de sus padres. Eso lo hizo enfurecer de tal manera, que se levantó de la silla y con ambas manos golpeó la mesa (lo cual alertó a la chica), para gritarle:
- RETRACTATEEE!!!!!!! RETRACTATE AHORA MISMO!! – enloqueció de repente Ciel
- Jamás! Hasta que no te disculpes con Lizzy, no pienso hacerlo!!! – le discutió
Entretanto los alumnos estaban realmente sorprendidos por el cambio brusco en la personalidad de su compañero, ya que nunca lo habían visto tan enojado. Parecía una especie de demonio. Sin embargo, algunos estudiantes sentían que era su deber detenerlos antes de que terminara en una tragedia, por eso obligaron al “sub- delegado” de la clase para que los parara, aunque el mismo sabía que iba a ser imposible, de todos formas lo intentó.
Mientras tanto:
- Vamos discúlpate!!! – le gritó Kumiko.
- Olvídalo, no eres quien para darme ordenes, tú sólo eres un peón.
- UN PEÓN?!! Y tú qué eres?! EL REY?!?!
Una voz ajena a la discusión los interrumpió.
- Hey chicos cálmense, están molestando a los otros cursos – les dijo Ted, el sub-delegado
- TU NO TE METAS!!!!!!!! – le gritaron en coro de dos voces.
Frustrado por su intento fallido, Ted se sentó es su asiento mientras se disculpaba con sus amigos diciéndoles: “Bueno, al menos lo intenté” y sus compañeros todavía seguían peleando:
- Ejemm… como te decía, yo no soy lo suficientemente bueno para cumplir el rol del rey!!!, considérame la ficha del caballo.
- Con que el caballo, no? *sonrisa picara*
- SI!!
- O sea, que sigues las órdenes de alguien, o me equivoco?
- Te equivocas, no es alguien, es algo – balbuceó en voz bajita, pero Kumiko fue capaz de escucharlo.
- Algo?? Qué quieres decir??? – preguntó confundida.
- Q-q..??? – reaccionó - no es de tu incumbencia, además todavía no te has arrepentido por lo que dijiste…..
- No desiste, huh? – le dijo a Ciel más tranquilizada, ya que al parecer descargo todo su enojo acumulado en la discusión – me disculparé con una condición.
- Condición??? Qué quieres ahora? ¬_¬ – ya algo relajado se volvió a sentar.
- Te daré dos opciones: UNA!!: es que te disculpes con Lizzy por esa fea actitud con la que le hablaste, y la otra es que sonrías y me dejes sacarte una foto ^ ^ Tú eliges!!!! – le dio a escoger la chica.
Ninguno comprendía cuál era exactamente el objetivo de Kumiko al proponerle a Ciel tales cosas, ¿Una foto sonriendo? ¿Para qué quería ella eso? Esas preguntas navegaban por las mentes de los estudiantes, pero para encontrarles respuesta lo único que podían hacer era esperar.
- Y…. qué eliges? - insistió.
- Estás loca!! No tengo porque elegir – se negó.
- Ennnnntoooonnnnncesssss….. discúlpate .
- NO!, eso deberías hacerlo tú!!
- YA DECIDETE!!!! O acaso no me crees capaz de probar que tú aún puedes sonreír????
- no lo creo, LO SÉ! – comenzó a alzar la voz otra vez.
- ¡¿QUÉ?! ES EN SERIO?!?! O_O
- Si.
- No crees que pueda?!!! – reiteró a punto de enojarse diez veces aún peor.
- Si.
- Pues entonces………… YO MISMA OBTENDRÉ UNA FOTO DE TU SONRISA!!!!!!!!!!!!!! – gritó a los cuatro vientos provocando todos los chicos se asustaron.
- Ah sí… y cómo lo harás??? – le preguntó con falsa curiosidad.
- Haré hasta lo imposible para conseguirla. Tenlo por seguro – le dijo con tanta confianza.
- Hah… eso quiero verlo – soltó una risa amarga.
- Ah siii, Obsérvame!!!!!!!. >o<
Y los dos se miraron con ojos desafiantes.
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Los dos hombres caminaban en dirección al salón de clases y para que el joven (desde el punto de vista de Grell) de hermosos ojos color rojo no se aburriera, comenzó a contarle la historia del Instituto, pero durante su extenso “documental”, un sonido estrepitoso lo asustó ocultándose detrás del muchacho, sin embargo al “hombre nuevo” (N/a: necesitaba encontrar otro posible sinónimo porq’ su nombre todavía no puede aparecer XD) simplemente llamó su atención, por eso fue a averiguar de dónde provino y lo que encontró fue a una chica de cabellos rojos inconsciente enterrada entre un montón de baldes, escobas y otro artículos de limpieza. Él se quedó sorprendido ante tal escena, así que acudió en su ayuda e hizo todo lo posible para que reaccionara (pequeñas bofetadas, gritos, etc.), hasta que finalmente la muchacha abrió sus ojos:
- Q – que me paso? – se cuestionó todavía aturdida.
- Al parecer todo lo que había en ese armario cayó encima de ti – le contestó una voz desconocida.
- Q- quién eres?? – y ese momento cuando su vista mejoró, sus ojos se cruzaron con los del moreno. Causando que se le notara un leve rubor en sus mejillas.
- Qué ocurrió? – la voz del director Sutcliff salió de la nada.
- Esta mujer quedó atrapada – le comentó para luego dirigirse a la chica – estas bien?
Nerviosa, se levantó de golpe y velozmente recogió los utensilios que buscaba mientras se disculpaba de forma entrecortada con el joven.
- N-no te p-preocupes, es-está t-todo bien – se fue corriendo a la velocidad de la luz y cuando ya se alejo lo suficiente, pensó: “Quién es él??? Es muy hermoso >///< “
“Que mujer más extraña” pensó el profesor.
- Ella es Meiling, la vigilante, es bastante torpe, pero hace un buen trabajo – saltó Sutcliff que estaba apoyado sobre el marco de la pared – si te interesa tiene una gemela…. Es la bibliotecaria, tal vez te la encuentres es algún momento cuando visites la biblioteca, pero……… si lo haces dañaras mi corazón – acompaño esa última oración con lagrimas en los ojos.
- Lo siento señor, pero aún no estoy interesado en las mujeres – esa palabras ilusionaron a Grell por unos momentos -……………………….ni en los hombres - lo invadió un aura depresiva – ejem… regresemos a nuestro camino.-
- sniff, sniff, de acuerdo – susurró.
Y siguieron con su camino y de paso Grell le presentó a todo el personal del Instituto incluido los profesores, hasta que en un momento se detuvo:
- Ves a esas dos personas en la pista de atletismo? – señaló a dos siluetas. Una de ellas cargaba grandes bolsas y la otra sólo la señalaba de forma exagerada – la persona que carga esas enormes bolsas, se llama Finian, es el jardinero de nuestra escuela. Ha trabajado aquí por mucho tiempo y como los estudiantes le tiene mucho cariño lo apodaron Finy – sonrió - y la otra, jeje, es el entrenador Bard, el profesor de Ed. Física. Todas las mañanas hace que Finy cargue esos paquetes de fertilizantes, porque cree que tiene un cuerpo debilucho – ríe – eso ya se ha vuelto una rutina XD ->la expresión de su cara.
Luego de terminar las presentaciones indirectas, finalmente llegaron al salón de clases, sin embargo unos gritos llamaron la atención de los dos hombres y causó que una de las profesoras de las aulas vecinas saliera para ver qué pasaba y se sorprendió al ver al Director en la puerta de dicho salón.
- Que extraño verlo por aquí ^^ - le saludó.
- Qué ocurre?
- Eso iba averiguar en este momento, al parecer dos estudiantes, juzgando por la cantidad de voces, han estado interrumpiendo mi clase con sus gritos, me preguntó qué pasará con el profesor!?!?!? – le dijo enojada.
- Bueenoooo, no se preocupe, yo me encargo a partir de ahora, de acuerdo? Por el momento espere allí - le indicó mientras él entraba al salón para calmar las cosas, así que la enojada profesora se quedó parada justo al lado del suplente y cuando lo miró, su belleza provocó que se ruborizara un poco y trató de arreglarse el maquillaje lo mejor que pudo, para darle una buena impresión al momento de saludarlo.
- Ehh….. hola – el moreno volteó la cabeza para mirar a la mujer - mi nombre es Haruko… Haruko Mihoshi, soy la profesora de sexto año división B, o en otras palabras enseño al lado, >////< - la maestra se reprendió a si misma por las tontas palabras que dijo al final, sin embargo el joven le sonrió.
- Mucho gusto mi nombre es…..
- Profesor ya puede entrar!!!!!! - la voz del Director lo interrumpió y lo único que pudo hacer fue dedicarle un gesto con la mano. Ella muy feliz regresó a la suya, mientras que él entró en el aula.
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- Hah… eso quiero verlo – soltó una risa amarga.
- Ah siii, Obsérvame!!!!!!!.
Y los dos se miraron con ojos desafiantes.
- Muy bien, qué es lo que está pasando aquí?!?! – de repente la voz del director sonó de la nada asustando a los estudiantes (incluido a ya saben quiénes) que al momento concentraron toda su atención en él.
La delegada o presidenta (o como quieran llamarle) se paró rápidamente para recibirlo.
- R-richi chou!!!!!!!!Q-qué lo trae al aula????? –le preguntó confundida, nerviosa y sorprendida.
- Ahhhhhhhhhhhhiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii chicos – suspiró – cuantas veces les dije que no usen keigo, ya saben que no va conmigo y aún así lo siguen utilizando, si esto continúa en algún momento….. -comenzó a sermonearlos con sus discursos sin sentido y todos los miraban con una gotita en la cabeza (^.^’ ), mientras que Kumiko se fue del pupitre de su compañero para regresar con sus amigas, aunque todavía estaba un tanto enojada (al igual que Ciel) logró calmarse al instante.
- D-di..Eh… Digo Grell , porque vino aquí?? – lo interrumpió finalmente.
- Q-q?!?... AH….ejemmm. ….. como verán, la señorita Asahi recientemente tuvo un problema personal y se va tomar licencia por el resto el año, así que.. – los chicos lo miraron sorprendidos a causa de la noticia y comenzaron a preguntarse entre ellos qué le habrá pasado a su profesora como para ausentarse todo el año – ASI QUE.. – gritó para que los estudiantes le prestaran atención otra vez y exitosamente resultó – cof, cof….. así que les conseguí un suplente, espero que lo traten bien, de acuerdo?? porque si me llego a enterar……………… - los miró con cara terrorífica y los alumnos asustados asistieron de manera exasperante ante las amenazas de su director, excepto Kumiko y Ciel que seguían pensando en su discusión.
“Jaja, no puedo esperar para ver qué es lo que hará” pensó el chico.
“No puedo permitir que piense que ganó. Me esforzaré para conseguir esa foto, cueste lo que cueste” pensó la chica.
Una vez que regresó, sus amigas la miraron:
- Qué fue todo eso??? O_O – le preguntó Lizzy
- ^.^ solo fue una simple discusión
- UNA SIMPLE DISCUSIÓN?!?!?!?!?! – saltaron las dos atónitas – si no fuera porque el director los interrumpió en el momento justo, ahora estarían en una pelea.
- Jaja, no me regañes – Kumiko se “rascaba” la cabeza.
- Bueno… - era el turno de hablar de Yoko – cambiando de tema… en serio planeas sacarle una foto????
- Claro!!! Cuando me propongo algo, lo hago, no voy a permitir que ese mocoso me gane – contestó con mucha confianza.
- D-de acuerdo, perooo… como vas hacerlo?
- No lo sé, algo se me ocurrirá.
- Y si nunca llega es idea?? Mejor olvídalo, por favor.
- Estas loca?!??!?!?!? – le gritó en un tono inalcanzable para sus compañeros, que todavía pobres estaban atentos al discurso de Grell – este es un juego en el solo Ciel y yo participamos, le demostraré que un peón es capaz de derrotar a un caballo.
- O___O ------> cara de las chicas
- AH…. y ustedes como mis mejores amigas me ayudaran, no?? – las miró con cara amenazadora provocando que sintieran una sensación de encogimiento.
- S-si c-claro – asintieron con miedo
- Muy bien – sonrió – en fin, recuerden que nosotros dos somos parecidos en un solo aspecto.
- Cuál?!?! *o* – preguntaron a dos voces
- Los dos…….odiamos perder – soltó una sonrisa amarga
- YA PUEDE ENTRAR!!!!!!!!!!!!! – la voz de Sutcliff asustó a las tres chicas que al instante concentraron su atención en la puerta.
Todos los alumnos se quedaron boquiabiertos ante la presencia de la persona que acababa de entrar al salón. Todas las chicas comenzaban a perder el juicio, porque la mayoría de ellas ya tenían los ojos en forma de corazón y las mejillas ruborizadas, mientras que otras balbuceaban cosas entre si. El nuevo maestro era bastante alto, una estatura ideal para las mujeres (*guiñando un ojo*), caballo largo de color negro atado con una cinta roja, ojos escarlata que se podían ver a través de sus anteojos y muy buen vestir. A simple vista parecía el hombre perfecto, puesto que las estudiantes estaban realmente embobadas con su belleza; a excepción del trío dinámico y Ciel. Kumiko, Yoko y Lizzy se reían de la actitud de sus compañeras, mientras que el chico lo observaba con los ojos abiertos, ya que por alguna razón desconocida no podía dejar de mirarlo. Cuando finalmente el profesor se ubicó en su escritorio, se presentó:
- Soy Sebastián Michaels, encantado de conocerlos ^.^
CONTINUARÁ...