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Ese Profesor, Enamorado por Juudaime

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Notas del capitulo:

GOMENASAIII!!!!!!!!!! realmente lo siento por haber tardado tanto lo q' pasa es que estuve bloqueada y no sabía como continuar y una vez que terminé continue escribiendo y me olvide completamente de actualizarlo, -.-U hasta que una de mis amigas me hizo acordar GRACIASSS!!!.

Bueno mejor dejo el discurso para otra ocasión y disfruten finalmente el 2 capitulo de "Ese profesor enamorado"

Cap. 2: “Interés”

En este mundo al revés, no hay amor sin interés.

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- Soy Sebastian Michaelis, encantado de conocerlos.

- KYAAAA! NOSOTRAS TAMBIEN SEBASTIAN-SAN! - lo recibieron con tanta euforia que el moreno se vio obligado a taparse los oídos por lo fuerte que era el volumen de voz.

- Oigan, oigan tranquilícense – Grell intentó calmar el alboroto para que no perjudicará a las clases vecinas – Sebas-chan ya entendió que con esa calurosa bienvenida están felices de tenerlo como profesor, no es así? – lo miró con ojos lujuriosos mientras que el joven se alejaba  con mini pasos de su jefe.

- Si señor, y por favor……. – contestó finalmente con tono serio y al escuchar el “por favor”, inmediatamente el Director se dio la vuelta ilusionado – no vuelva a llamarme Sebas-chan – se deprimió (N/A: pobre grelll!! Se ilusiona con cualquier cosa que diga Sebastian, jaja)

- BUENO!.. – Sutcliff llamó la atención de todos una vez que se recuperó de su depresión pasajera – ahora me retiró, pero recuerde que si le surge alguna duda o necesita algo, puede pedírselo a la presidenta de la clase – señaló a una de las chicas y la misma se levantó.

- Me llamo Yumi Shiraoka, será un honor poder serle de ayuda- e hizo una reverencia hacia Sebastian.

-Arigato gozaimazu – contestó moviendo su mano para que se sentara y en ese momento Grell estaba punto de salir del aula, pero antes:

- AH! me olvidaba – agregó – cuando termine el día pase por mi oficina antes de que se vaya para darle los últimos detalles.

- Hai – asintió de vuelta y  el Director le sonrió y se fue.

                                                                              *°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*

Ya afuera del salón:

- Ufaa, como me hubiera gustado quedarme más tiempo con Sebas- chan, sin embargo no puedo retrasar más la clase, snif, snif….. PERO! – recordó algo importante (para él, claro) – vendrá a visitarme después de clases, jiji – se reía entre dientes mientras regresaba silbando  a su oficina.

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- Muy bien, demos comienzo a la clase – dijo seriamente aunque a las chicas mucho no los importaba, ya que seguían mirándolo de forma curiosa y enamoradiza y en cuanto a los chicos…….bueno, estaban bastante celosos (por decirlo de alguna forma).

- Haiiiii! – contestaron todos a la vez.

- Ok, pero primero……. Cuál es la materia de este periodo, Shiraoka- san?- le preguntó a la chica.

- LITERATURAA! – saltaron entusiasmadas las alumnas asustando al profesor.

- Ok ok , ya entendí, no es necesario que griten a la vez.

- Lo sentimos Sebastian-san – tristemente se volvieron a sentar.

- Señorita Shiraoka - y la estudiante se levanto al instante – podría prestarme sus notas para guiarme durante la clase hasta que me den los resúmenes de su profesora?

- Hai! – y le extendió la mano con la carpeta con todos sus apuntes.

- Gracias - le agradeció.

- De nada Sebastian-san – tomó asiento y finalmente el moreno pudo dar comienzo a su clase.

 

Media Hora Más Tarde:

“Todo era azul delante de aquellos ojos y era
verde hasta lo entrañable, dorado hasta muy lejos.
Porque el color hallaba su encarnación primera
dentro de aquellos ojos de frágiles reflejos.

Ojos nacientes: luces en una doble esfera.
Todo radiaba en torno como un solar de espejos.
Vivificar las cosas para la primavera
poder fue de unos ojos que nunca han sido viejos.

Se los devoran. ¿Sabes? No soy feliz. No hay goce
como sentir aquella mirada inundadora.
Cuando se me alejaba, me despedí del día.

La claridad brotaba de su directo roce,
pero los devoraron. Y están brotando ahora
penumbras como el pardo rubor de la agonía.”

- Muchas gracias, señorita Kobayashi, puede tomar asiento – dijo Sebastian con tono serio pero a la vez amable.

- Hai

El profe continuó con la lectura, mientras caminaba alrededor del salón. Todos…ehhh… quiero decir todAs prestaban mucha atención, al igual que los chicos, solo que estos lo disimulaban porque estaban más preocupados por sus celos que atender a la lectura, sin embargo trataban de ocultarlo ya que si los atrapaban algo terrible les pasaría (superstición por parte de los chicos: “Detrás de bello rostro, un demonio saltará a nosotros” XD). Durante un momento, Sebastian se percató de que uno de sus alumnos no estaba siguiendo el texto ¿Adivinan Quien? Jajaja por supuesto, se trataba nada más, ni nada menos que de Ciel Phantomhive, así que a raíz de esto abandonó la lectura y cautelosamente se acercó a su pupitre mientras los demás estudiantes lo miraban, incluidas Lizzy, Yoko y Kumiko. Con mucha habilidad logró acomodarse detrás del joven sin que se diera cuenta, aunque aún estado parado justo al lado, nunca se percataría de su presencia porque siempre estaba concentrado más en mirar por la ventana que en la clase.

- Sucede algo? – le susurró.

- No es nada – contestó inconscientemente también en murmullo y todos sus compañeros intentaban deducir que fue lo que dijo pero les fue imposible.

- Estas seguro? – reformuló la pregunta

- Bueenooo….. en realidad si hay algo – comentó como si estuviera hablando con su conciencia.

- En serio?

- Si

- Podría decirme lo que es? – le pidió amablemente

- No sé muy bien, pero siento que algo me está perturbando – comenzó a contarle si darse cuenta de a quién le estaba hablando – creo que tiene que ver con el nuevo profesor.

- De verdad? – fingió sorpresa.

- Si –respondió sin emoción alguna.

- O sea que le sucede algo conmigo joven Phantomhive?

- Ya le dije que no lo sé – reiteró enojado y cuando finalmente se percató de la presencia de alguien, lentamente fue girando la cabeza hasta que sus zafiros se cruzaron con los rubíes de Sebastian – pero q-qu?!

- Sorprendido?

- SENSEI!! – saltó su asiento (literalmente) un tanto ruborizado por la sorpresa y por la gran cercanía del rostro del profesor.

- Lo asusté? – soltó una risita burlona por la expresión en la cara del chico, al igual que los demás alumnos, solo que estos se rieron a carcajadas. Totalmente contrario a Ciel que solo evadía la mirada del moreno e ignorando las risas de sus compañeros con una mueca y las mejillas  ruborizadas – dígame por qué no estaba prestando atención joven Phantomhive?

- N-no es nada – dijo en voz baja.

- Mmmm…al parecer debió ser algo importante como para no seguir mi clase – lo regaño

- Tsk – se cruzó de brazos

- Le daré un consejo como su profesor – se acercó al escritorio de Ciel y le dijo al oído – el tiempo que usa para mirar la ventana, debería emplearlo en estudiar, no cree? - el chico se puso; además de nervioso, muy colorado y mientras lo miraba con los ojos bien abiertos tapándose la oreja con su mano, Sebastian le sonreía – ahora por favor, continúe estamos en la página 45, renglón 6 – le pidió y obedientemente, aunque algo irritado, se levantó y empezó a leer.

- “Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo mantiene.

Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre….”

Durante la lectura el moreno lo observaba con curiosidad, le llamaba mucho la atención la actitud de ese estudiante, ya que era diferente a la de los demás, se refiere a que él era frío, indiferente, no le importaba nada y  solo pensaba en sí mismo. Esas características despertaban el interés del profesor, porque sabía que en ese tipo de personalidad, algo interesante había detrás.

- “Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.

Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte”

-  Muy bien, puede sentarse Ciel- kun – le dijo con una sonrisa, pero el chico se sobresaltó cuando lo llamó por su nombre, provocando que un leve sonrojo se apoderara de sus mejillas y lentamente se sentó.

“¿Qué es este sentimiento? No parece nerviosismo, pero….. *con un mano en el pecho* ¿Por qué mi corazón late muy rápido?¿Quién es él?” pensó tratando de calmarse.

 

DING DONG!! Sonó la campana indicando el fin de clases, todos los chicos salieron disparados del salón, menos las chicas ya que siempre se tomaban su tiempo para guardar las cosas y acomodar todo. Para variar Ciel todavía seguía sentado en su escritorio, aunque en vez de mirar por la ventana, guardaba sus cosas, pero lo raro es que lo hacía a 2 por hora. Nadie entendía por qué le gustaba ser el último en salir, capaz era para evadir el tránsito causado por la desesperación de los demás estudiantes para alejarse lo más rápido posible del colegio; bueno, al menos eso creían.

Lizzy lo miraba preocupada, nunca lo había visto tan nervioso, se preguntaba qué fue lo que dijo el maestro para que reaccionara de esa forma, pero justo sus amigas la sacaron de su mar de preguntas:

-  Preocupada? – le preguntó Kumiko  con tono serio mientras guardaba sus útiles.

- Q-q?! –volvió en sí y sus compañeras se rieron.

- Jajaja, te preguntas que fue lo que le dijo Sebastian-san en medio de la clase, no?

- Ehh?? – le dijo con ojos abiertos, ya que ella le leyó la mente – n-no! Claro que no – le contestó nerviosa y la chica la miró con su famosa cara de “estás mintiendo” – bueno, tal vez un poquito – la observó de vuelta y aún tenía el mismo rostro solo que con más intensidad – b-bueno MUCHO! – su amiga sonrió.

- No hay de qué preocuparnos, tal vez le dijo algo relacionado con la materia – les comentó – ya saben; es un profesor.

- Mmmm…….  capaz  tengas razón – se quedó pensando

- Bueno, ya terminé de guardar mis cosas, vámonos – les dedicó una sonrisa mientras agarraba su bolso.

- Hai! – contestaron al mismo tiempo (N/A: se dieron cuenta que esta es la primera vez que Yoko aparece en la conversación? XD)

Las tres partieron del salón, sin embargo Lizzy vio por última vez a su compañero preguntándose si lo que dijo Kumiko era cierto, pero luego agitó su cabeza en forma de negación dejando a un lado sus otras hipótesis (N/A: qué clase de hipótesis?? Mmmmm Lizzy pervertida XD) “Kumiko tiene razón, debió de ser algo relacionado con el colegio” se dijo con mucha confianza. Por otro lado Ciel se levantó y se dirigió a la salida al darse cuenta que sus compañeras ya se habían ido. Mientras caminaba por el pasillo pensaba en lo “infantil” que fue la actitud del suplente al asustarlo de esa forma y en uno de sus pensamientos le vino a la mente la imagen de su sonrisa causando que un tono carmín apareciera de la nada en sus mejillas. Trató de sacarse esa imagen sacudiendo su cabeza y cuando lo logró inmediatamente miró para ambos lados para ver si nadie lo había visto y al ver que estaba solo, soltó un suspiro de alivio y retomó su camino.

                                                                              *°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*

En la sala de maestros, Sebastian organizaba su maletín con las anotaciones que recaudó durante la clase, para ya tener todo listo al momento de ir a visitar al director Sutcliff, cuando de repente vio a través de la ventana la pequeña silueta del joven Phantomhive caminando hacia la salida.

- mmm… me pregunto qué “cosa” de mí le perturbaba – se dijo para sí mientras tomaba un sorbo de café que se había preparado anteriormente.

Después de contemplarlo “felizmente” con una sonrisa (N/A: no se si ese sea el concepto correcto, yo creo que lo miraba con lujuria XD) por unos pocos minutos, miró su reloj y se dio cuenta de que llegaba tarde a la reunión que tenía con Grell, así que agarró su maletín y se fue, pero antes de abandonar el salón de maestros volvió a echar un vistazo por el cristal, pero desgraciadamente, Ciel ya se había ido.

                                                                              *°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*

TOC TOC!

-Quién es? – preguntó el director Sutcliff mientras jugaba con uno de los tantos “juguetes” (así los llama él) que había en su escritorio.

- Soy yo, Sebastian Michaelis, vine para que me diera los últimos detalles que debería saber – contestó el moreno que se encontraba detrás de la puerta.

- AHHH! Pasa por favor – se vuelta y adoptó su actitud seria para impresionar a su nuevo amor platónico (N/A: jaja, por qué no me sorprende)

*Puerta abriéndose* ¿Qué es lo…..que… - se quedó perplejo al ver la cara de extrema seriedad que tenía. Era algo tétrica y pareciera que estuviera enojado. Sebastian no entendía por qué puso esa cara, ya que de acuerdo con su personalidad, no encajaba para nada la seriedad (bueno, me refiero a  EXAGERADA)(N/A: me entendieron lo que quise escribir ahí no? Jeje) – quería decirme? * gotita en la frente y una mano en su rostro* sabe algo? No es necesario que actúe de esa forma – al escuchar eso, Grell se relajo al instante para al mismo tiempo abalanzarse sobre el joven.

- GOMENASAI SEBAS-CHAN!! – gritó con lagrimas es los ojos, pero justo a tiempo Sebastian lo esquivó causando que el pobre Grell se estrellara contra un estante que había detrás del muchacho. CRASH!

- Sumimasen – se disculpó mientras ayudaba al Director a reincorporarse de semejante golpe y llevarlo a su sillón – pero ya le dije que no me llame Sebas-chan, ya que apenas comencé a trabajar aquí.

- Ugh…… lo siento – le decía medio mareado.

- Bueno, volviendo al tema anterior…… cuáles son los últimos detalles que quería decirme?

- Ahh, ya recuerdo – le dijo mientras sacaba unos papeles de uno de los cajones – aquí está el horario de clases con las asignaturas de sus alumnos, – le dio un cartón anaranjado en el cual estaban anotados los períodos y sus respectivas materias – y aquí está la lista de las materias que enseñará a partir de ahora y no se preocupe si son muchas, ya se acostumbrará – sonrió.

- No estoy preocupado, si lo estuviera, no hubiera decidido ser profesor no? – soltó un sarcasmo.

- Jajaja, tienes razón Sebas-ch…. ehhh…. digo Sebastian-san – se corrigió al instante.

- Bueno, si es eso es todo, con su permiso me retiro – hizo una reverencia, pero antes de abrir la puerta, Grell lo detuvo:

- Espera! “menos mal que me acordé” aún falta darte algo – y en eso sacó un portafolios negro.

- Hm? Qué es? - se cuestionó.

- Este maletín lo acabo de recibir, contiene el programa de estudio que la señorita Asahi utilizaría este año, pero como desafortunadamente no va a concurrir a clases, se lo dejo a usted para que no tuviera problemas con los temas – se lo entregó – y recuerde que si necesita algo, puede pedírmelo, si?

- Claro, lo tendré en mente, pero creo que ahora no…. – se quedó pensativo – ahora que lo dice, si hay algo que me gustaría pedirle – le dijo amablemente con una sonrisa.

- En serio?! *ojos brillosos* qué deseas Sebastian-san?

- Me gustaría preguntarle si usted podría prestarme el archivo de Ciel Phantomhive – le pidió cortésmente, pero cuando miró a su jefe le “salió” una gotita en la cabeza, ya que a Grell lo invadió un aura depresiva (N/A: lamento que Sebastian te rompiera la ilusión Grell!) – sucede algo?

- Eh?! – reaccionó – lo siento, pero está prohibido que los maestros vean los expedientes de sus alumnos, las únicas personas que tiene acceso soy yo y el intendente Spears  – dijo con tono serio (N/A: que maloo!! XP) pero al pronunciar el nombre de su jefe, un escalofrío le recorrió la espalda - “uff, por qué de repente hace frío? “

- Por favor, prometo que no lo haré o modificaré nada –suplicó con otra reverencia.

Cuando Sutcliff lo miró, se sintió importante, además también se sentía hipnotizado por esos ojos escarlatas del moreno, sin embargo no podía permitir que un profesor, y más si es nuevo, mirar los historiales porque sabía perfectamente que si el intendente se enterara, lo regañaría y no con un simple regaño *imagen tenebrosa se proyectaba en la mente de Grell*, sino con uno tremendamente importante (capaz de aterrorizar al Director), pero desgraciadamente no pudo con la belleza de ese hombre, así que cedió.

- Bueno, se lo daré, PERO! Con una condición – le advirtió y Sebastian lo escuchó atentamente – deberá entregármelo apenas entre al instituto, de acuerdo? – el joven asintió – y si me llego a dar cuenta de que algo está fuera de lugar en ese expediente, tristemente me veré obligado a tener que despedirlo, entendido? – el moreno se sobresaltó por ese cambio repentino en su actitud, esta vez si hablaba en serio, debía cumplir con esa condición a toda costa, sino quería separarse de ese niño que tanto atrajo su atención.

- De acuerdo, lo cuidaré con mi vida – le prometió  y en ese momento Grell se levantó de su asiento para dirigirse a un archivero metálico que tenía al lado de su escritorio y al abrirlo sacó una carpeta con el nombre “Ciel Phantomhive” escrito en la tapa.

- Tenga – se lo entregó y cuidadosamente Sebastian lo guardó en su portafolios – recuerde lo que le dije, ok?

- Hai – asintió y se fue.

                                                                              *°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*

Ya eran las 11 PM y se podía apreciar una hermosa noche estrellada. A decir verdad, a nadie le importaba mirar el cielo, sin embargo, existía una persona que se interesaba en observar las estrellas y ese era Sebastian que con una taza de café en la mano se sentó en su sillón favorito y comenzó a contemplarlas, pero no duró mucho, ya que a los pocos minutos agarró de su mesita una carpeta color beige que para nuestra sorpresa era el expediente de Ciel Phantomhive. Dejó su café a un lado y empezó a leer su contenido. Se quedó asombrado por lo que decía, no obstante, soltó una risita burlona.

- Jeje, que interesante Ciel Phantomhive – se dijo para sí – creo que este; va a ser un año muy divertido.

Luego de terminar de leer el archivo de su estudiante, prolijamente lo dejo en la mesa, y se fue a dormir.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

les gustó???? ojala que si, lo que he estado pensando es que no c si el parrafo final deberia estar, ustedes diganme si lo saco o no, todo depende de ustedes , jejej


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