Desde el día que lo vi… sentí algo dentro de mí, mi corazón latió rápido y fuertemente, tanto que sentí que se me saldría del pecho, mis manos temblaban al igual que mis piernas.
Tan frio, tan serio, tan imponente, tan…tu.
Te mire y tu solo te pasaste de largo, ni me miraste… no te culpo, no sobresalgo mucho.
Ese día en que te vi jugar contra un chico de gorra… me enamore de ti.
Entre a la misma escuela secundaria que tu, solo para conocerte, mi familia planeaba meterme a la escuela Rikkai Daigaku Fuzoku Chuugaku porque tenían el mejor equipo de tenis y seria la adecuada para mis “talentos”, pero me empeñe en entrar a la misma que tu… la Seshun Gakuen.
Entre al equipo de tenis, pero seguías sin verme, en cambio yo… yo te veía todos los días, cada hora, cada minuto, cada segundo robabas mi atención, siempre estabas en mi mente, en mis pensamientos, tú me robabas el aliento.
Y no sé explicar lo que tu medas.
Tezuka Kunimitsu… es el nombre de la persona de la cual me enamore, tal vez suene extraño, tal vez suene loco, pero me enamore de una persona que ni siquiera sabe que existo.
Un día me acerque a ti…
- Fuji-kun- dijiste mi nombre… me conocías, mi corazón salto de alegría al saber que por lo menos sabias mi nombre.
Me viste, sabias quien era, tantas veces te había soñado, tantas veces había llorado en mi habitación pensando que jamás sabrías quien era.
Después de ese día me mentía a mi mismo diciendo que tal vez podríamos ser algo más.
Comencé a hablarte mas, a pasar más tiempo contigo, pero Oishi era más cercano a ti, el estaba más cerca de ti, no sabía cómo acercarme a ti.
Intente olvidar lo que me hacías sentir, me comencé a llevar con Taka-san y con un chico nuevo, Eiji Kikumaru, es un chico muy agradable parece un lindo gatito, pero fue imposible descartar mis sentimientos, todos los días te veía, intente salirme del equipo, pero sería una cobardía de mi parte, amo el tenis y no pensaba dejarlo.
Pero como amar a alguien que no ve.
- ------------
- Ne, Tezuka, a que eres surdo- dije sonriendo sin mirarte.
- Creo que supones demasiado- contestaste volteando a verme.
- Apurémonos o nos cerraran las puertas, ¿vamos juntos a casa?- dije al pararme.
Tu solo asentiste.
- -------
- ¿Jugarías un partido conmigo?- pregunte.
Tu pusiste una cara pensativa.
-¿no quieres?
- Me gustaría- me puse tan feliz, tome tus manos.
- Gracias- fue lo único que atine a decir- solté tus manos rápidamente y me fui.
- -----------
Ese día jugamos, pero no estabas bien… tu codo.
Me enfade, cómo pudiste jugar en esas condiciones…¿Cómo?
Creí que pensaste que no era necesario usar tu máximo contra mí, ¿es que no era suficientemente bueno?, pero estaba equivocado… tú querías jugar a toda costa contra mí, porque querías ver mi verdadero yo.
Quería ver quien era realmente, lo que era tras la fachada, tú querías conocerme.
Y aquí estoy frente a ti, tratando de decirte mis pensamientos, mis sentimientos, mi corazón y mis deseos.
- Tezuka…-dije tragando saliva.
- ¿Qué pasa, Fuji?-preguntaste curioso.
- Llego el momento que sepas lo que siento- te mire a los ojos y me miraste confundido.
- ---------
El motivo de revelarte lo que siento fue porque sin querer oí una plática que tuviste con una chica.
- Me gustas- dijo la chica muy sonrojada.
- Lo siento-contestaste haciendo una reverencia.
- ¿ya hay alguien?- pregunto.
- Si, ya hay alguien a quien quiero.
- ¿Cómo es?- no creí que contestarías esa preguntas, ya habías hablado mucho con una persona.
- Es una persona muy sádica, sonriente, descarada, tierna, es una persona única- contestaste-con permiso.
Te retiraste dejando sola a la chica, yo sonreía internamente… la persona de la que hablabas era yo estaba seguro.
- ---------------
- ¿Tus sentimientos?
- Es hora de decírtelos- te mire a los ojos- te amo-solté sin más, no podía callar mas este sentimiento, no podía ignorarlo más, te amo, esa es la verdad.
Me mirabas con los ojos abiertos, estabas sorprendido, es entendible, que un chico te diga “te amo” no sucede todos los días.
Seguí mirándote…esperando tu respuesta…la cual no llego…lo que me diste fue mejor.
Me besaste, tomaste mi cintura con una mano y la otra la pusiste en mi nuca profundizando el beso… tu me correspondías, correspondías mis sentimientos.
- Te amo- dijiste al soltarme.
Te abrase fuertemente, puse mi rostro en tu pecho, me sentía tan feliz, acariciabas mi cabello mientras le dabas pequeños besos.
- Te amo- repetiste, no me cansare de oír jamás cuanto me quieres.
Ahora amar será algo que ambos iremos aprendiendo…será algo de los dos.