- Vosostros id a por los que están cerca de la tienda Urahara, nosotros iremos a por los del parque. - Ichigo daba órdenes rápidamente a sus compañeros; Ishida, Inoue y Chad; mientras se alejaba corriendo con Renji.
- ¡Joder! Menudo día llevamos, no paran de aparecer Hollows.
- Es cierto, como llevábamos algún tiempo tranquilos ya empezaba a preocuparme, debían estar agrupándose para salir hoy por sorpresa.
- Pues si creen que podrán conmigo con una estrategia tan mala, van listos.
- ¿Es aquí? - Renji e Ichigo se pararon y comenzaron a escrutar las sombras.
- Si, este es el parque pero aquí no parece haber nadie, además es tarde, ni siquiera debe haber una puñetera alma.
- Idiota, ¿te crees que las almas tienen tu mismo horario? - Renji se burlaba de Ichigo descaradamente.
- ¡Cállate! Estoy harto de que me corrijas en todo.
- Lo hago porque eres un shinigami inútil, no, perdona, ni siquiera eres un shinigami del todo...
- ¡Que te calles!
- Pero si no... ¡¡Ichigo!! ¡¡Cuidado!!
La garra de un enorme hollow estubo a punto de aplastarlo pero por suerte, Renji lo empujó a tiempo y sólo llegó a rozarle el brazo.
- ¿Estás bien? - dijo Renji mientras se apartaba de encima de él.
- S-si, creo - dijo medio aturdido mientras intentaba levantarse - ¡Ahhh! - Cuando intentó apoyar el brazo herido para incorporarse descubrió que la herida era más grave de lo que esperaba y sangraba abundantemente.
- Ya no podrás utilizar el brazo, aún encima es el derecho... no te preocupes, yo me encargo de los holllow - y mientras decía esto echó a correr hacia la batalla.
- ¡No! ¡Espera! ¡No soy ningún inútil, esto no es nada! - pero sin escuchar sus objeciones Renji comenzó a luchar, acabó con dos o tres en un momento pero el grande se le puso dificil y cuando parecía que estaba a punto de ganar, el gigantesco hollow le rasgó el pecho con sus afiladas uñas, desgarrándole el traje y tirándolo al suelo. Entre risas el hollow estaba a punto de aplastarlo pero Ichigo se interpuso entre los dos, sujetando su zampakuto con la izquierda.
- Ya te dige... que no soy un inútil.
Renji, sorprendido, sonrió y luego se desmayó por la abundante pérdida de sangre. Cuando despertó estaba tumbado en una cama con el pecho vendado, intentó incorporarse pero un punzante dolor no se lo permitió.
- ¿Qué crees que haces? - un Ichigo bastante desmejorado por la batalla lo recivió, su cara tenía un rasguño en la mejilla, el pelo estaba revuelto y la ropa de shinigami apenas se mantenía en su cuerpo de lo rota que estaba, abundantes rasguños y heridas poblaban su visible piel pero su brazo derecho estaba vendado y parecía haber recuperado la movilidad.
- ¿Dónde...?
- Estás en mi cuarto. Estaba esperando a que te despertaras. Te he curado la herida como pude pero es bastante grave así que iré a buscar a Inoue.
- N-no hace falta, estará muy cansada por luchar contra los hollow así que no pasa nada, me curaré pronto. Pero... tu no tienes buen aspecto...
- No te preocupes. Estaré bien, sé como curarme, mi padre es médico, algo me ha enseñado.
- ¿Cómo vas a...?
- ¡Te he dicho que estaré bien! - le interrumpió Ichigo.
Nada más decirlo se dio cuenta de su exagerada reacción y tapándose parte de la cara con la mano se sentó en el suelo, junto a la cama, pudiendo apoyar su nuca contra esta.
- Perdona.
- Claro, pero ¿se puede saber por qué estás enfadado?
- Porque... me han vuelto a proteger, igual que mi madre cuando murió, igual que Rukia cuando la condenaron. No sé ni porqué te digo esto.
- Ichigo... no creo que ni a tu madre ni a Rukia les importase salir heridas para salvarte.
- ¿Y tu qué sabes? Lo hacen sin pensar y luego...
- No. Yo lo sé porque a mi tampoco me importa.
- ...
- Bueno, algo si que me importa, porque al fin y al cabo, el que me salvó fuiste tu. Eres un inconsciente, podrían haberte matado.
- Mira quien habla - y diciendo esto recuperó la sonrisa y se giró para mirar a Renji a la cara - Gracias.
- A ti.
Entonces Ichigo salió de la habitación para terminar de curarse y dejar descansar a Renji.
(...)
- Bien, aquí tienes la comida - dijo Ichigo mientras ponía una bandeja en el escritorio, cerca de la cama.
- Te digo que ya estoy bien, puedo irme cuando sea.
- ¿Qué dices? Por la noche se te saltaron varios puntos de tanto moverte.
- Pues claro, tu cama es muy incómoda.
- ¡Has de pensar que el armario es mucho más cómodo! ¡Desgraciado! Pues esta noche pienso dormir aquí también - dijo tumbándose en la cama bruscamente - se acabaron los lujos para el "señorito".
- Bueno, yo no te pedí dormir sólo, no sé porqué no dormias aquí desde el principio.
- Pues, porque es un gran riesgo. Pero da igual, tu te lo has buscado.
- ¿Riesgo?
- Si... bueno, tu come, yo volveré a la noche.
- Pero ¿qué riesgo?
- Me voy, ¡nos vemos!
- ...
Ichigo volvió tarde. Cuando entró en la habitación Renji estaba levantado mirando por la ventana, se había cambiado sus ropas de shinigami rotas por unos pantalones vaqueros de Ichigo y como no encontró ninguna camiseta, se quedó sin ella, dejando solamente las vendas cubriendo su pecho.
- ¿Sabes que puedes coger una pulmonía, imbécil?
- ¿Qué quieres que haga? No encontré ninguna camiseta, no es mi culpa si no tienes ropa limpia.
- Ya veo, pues cúbrete con una manta o algo.
- ¡Por Dios! Que estamos en verano, hombre.
- Existen más riesgoas a parte del frío... pero tápate de una vez.
- ¿Qué riesgos?
- ¡Que te vistas!
- ¡No me da la gana!
- Tu lo has querido, no será porque no te haya avisado - y dicho esto Ichigo se fue acercando a Renji hasta que éste quedó pegado a la pared, con la cara de Ichigo a escasos centímetros de la suya.
Renji iva a moverse inmediatamente pero Ichigo puso una mano contra la pared justo al lado de su cabeza, impidiéndole el paso, y con la otra mano sujetó la cara de Renji para que le mirara a los ojos.
- ¿Q-q-qué haces, Ichigo?
- Es culpa tuya - tenían las caras tan cerca que podían sentir cada uno la respiración del otro, sus cuerpos estaban casi pegados e Ichigo seguía sin dejar moverse a Renji, éste se quedó mirando fijamente a los ojos de Ichigo sin comprender aún lo que sucedía. Entonces Ichigo le lanzó una mirada suspicáz y se acercó unos milímetros más, Renji comenzó a comprender y enrojeció.
- ¿Qué riesgos? - volvió a repetir.
Ichigo sonrió al ver que su compañero ya entendía la situación.
- Tu mayor riesgo... yo.
Ichigo rompió la distancia que los separaba, uniendo sus labios a los de Renji violenta y apasionádamente. En un principio éste se intentó apartar pero al cabo de unos segundos cedió y se dejó llevar por el rubio. Cuando sus bocas se separaron en busca de aire, Ichigo, sonriendo, lo empujó haciendo que ambos cayesen en la cama.
- ¡Au! Estoy herido ¿recuerdas? - dijo Renji, que se había llevado todo el golpe al quedar debajo de Ichigo.
- Lo siento, pero no creo que pueda ser muy delicado, casi no puedo ni controlarme...
- No lo hagas - Renji enrojeció tremendamente, no podía creer lo que había salido de su boca sin pensar. Ichigo lo miraba sorprendido. Sin pensar mucho, dejándose guiar por sus recientemente descubiertos sentimientos, el pelirrojo alzó la cabeza en busca de los labios de Ichigo y sabiendo que ya no habría vuelta atrás.
Un nuevo contacto entre los dos, desatando sus sentimientos más escondidos. Profundizando en ese beso. El corazón de Renji se salía de su sitio mientras la mano de Ichigo bajaba por su cuerpo, deslizándose bajo los pantalones, acariciándole.
El aire era cada ves más insuficiente, separaron sus bocas, Ichigo lamió el cuello de Renji en el le dejó una pequeña marca.
- Un recuerdo doloroso y triste - dijo acariciando las vendas que cubrían la herida de Renji - ahora te dejaré otros más agradables - mientras decía esto logró deshacerse rápidamente de la poca ropa que tenían cubriendo sus cuerpos.
- Puedo expresar mis sentimientos... dentro de ti... - y tras estos tenues sususrros, Ichigo unió su cuerpo al de Renji de manera impaciente pero siempre pendiente de las expresiones entre dolor y placer del pelirrojo.
(A la mañana sigueinte)
- Ichigo...
- ¿Mmm?
- Deberías levantarte, es tarde.
- Mmm... no quiero, prefiero quedarme aquí - dijo aferrándose al cuello de Renji.
- Bueno... - medio sonrojado, Renji no puso oposición a la decisión del rubio.
- ¿Te quedarás aquí conmigo? ¿Todo el día?
- Si.
- ... ¿Todos los días? - preguntó Ichigo escondiendo la mirada.
- Si - Renji sonrió abrazándolo.
- Debes saber que conmigo siempre estarás en peligro - advirtió Ichigo levantando la mirada.
- Me gusta el riesgo.
Ichigo besó el cuello de Renji.
- A mi también.