Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor de Muerte. por Rei chan

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Perdonen el KyuMin inderecto. Pues hace tiempo no subía nada aquí. Y lamento que no sea de Jrock, pues creo que nadiie me leerá xD Y me da igual D: xd Gracias a Day, que me iluminó :D~ Wi! xD (?) Y.. Es un poco Gore Q2. xD *Huye*

 

Luego de verlo salir, me quede esperándolo, KyuHyun tenía que volver, debía hacerlo. Me mordí el labio y toqué mi vientre, lo acaricié como si mi vida dependiera de ello, entonces cerré los ojos, sumergiéndome en un mundo repleto de ilusiones, ilusiones que divagaban en hermosas mentiras, mentiras que se habían vuelto mi única verdad. KyuHyun, el era mi verdad y mi realidad, mi pasado y mi presente, y sin duda mi futuro.  

 

Sin embargo sus ojos no me mostraron felicidad, sino agresividad. Y no entendía el enigma de ello. No sabía por qué no compartía la felicidad que yo sentía, cuando la noticia debía ser un milagro de Dios, si es que éste existía. La tristeza se deslizó por mi mejilla, y no podía creer la cruel palabra que emitía KyuHyun. Sin ni siquiera una gota de compasión, sus ojos, como fríos fragmentos de hielo apuntaron a mi vientre, y sin dudarlo lo vociferó a gran volumen.  

 

–¡Quítatelo! No lo quiero.- Habló mal humorado, y luego se fue. Sin importar que yo en ese momento había muerto. Sin embargo el volvería, debía hacerlo, porque era su hijo quien lo esperaba. Volví a acariciar mi vientre, sin duda el se llamaría KyuHyun, y sería tan hermoso como su padre.  

Mas el no llegó...  

 

El tiempo pasó, los segundos y las horas no se detuvieron a pesar del nefasto estado en que me encontraba, no importaba que KyuHyun haya dicho esa pequeña mentira, porque a pesar de todo, el me quería, yo lo sé, y no dejaría atrás a un niño que llevaba su misma sangre dentro de sus venas. 

 

Los escalones se habían vuelto cansadores, subir con otra vida sobre mi cuerpo era agotador. Observé el número de bronce que estaba en la fría madera que correspondía a la puerta de KyuHyun. Golpeé y toqué el timbre, mas el no salía, mi paciencia y la de mi hijo se comenzaban agotar, llevé mi mano al vientre, y lo intenté sostener, como si aquello fuese posible, pero el cansancio me estaba matando, y a mi hijo también. Entonces él se asomó, abrió la puerta y apareció, la fría madera ya no estaba frente a mis ojos, sino estaba él, desnudo del torso hacía arriba, su cuerpo seguía igual de espectacular como hace meses atrás.

 

-KyuHyun sshi- Sonreí a modo de saludo, y yo sé que mi hijo también sonrió, pues éramos uno.  

 

-Katherin- Respondió con un poco de fastidio, mas no le tomé importancia, pues debía de estar cansado.  

 

El se alejó del umbral de la puerta, y yo lo seguí con pasos cautelosos, cerrando la puerta con cuidado, observando la espalda que por tanto tiempo me había aferrado en calurosas noches.  

 

-¿Qué quieres?- Preguntó sin ni siquiera levantar la mirada a mi rostro, puesto que prestaba mas atención al remolino que se formaba en su café al revolver.  

 

-Pronto nace...- Hablé sin terminar, pues un intruso me interrumpió, un intruso que salía de la habitación de KyuHyun.  

 

-SungMin- Su tono de voz era tan ameno como la vez que le conocí. -¿Ya te vas?- Preguntó él. El padre de mi hijo prestaba más atención a un muchacho.

 

El nombrado asintió, y entonces apoyó su mirada sobre mis ojos. Dudoso de quien podía ser yo, luego observó mi vientre, mi gordo y formado vientre, y sus mejillas se tiñeron de un rojo carmesí, sintiéndose culpable. Avergonzado intentó escabullirse del lugar, mas no le fue posible, pues KyuHyun lo sujetó de un brazo para sellar sus labios, un rápido y doloroso beso que contrajo mi estomago.  

 

-¿P... Por qué lo haces?- Pregunté una vez que el intruso se haya escapado del lugar con la vergüenza arrastrando de los pies.  

 

-Siempre fue él- Fue la simple respuesta, y una vez más sin una gota de compasión, mi corazón estalló, y la tristeza se desbordó por mis ojos. -Estoy enamorado de SungMin- continúo torturándome.

-¡Cállate! ¡Cállate por favor!- Supliqué.  

Mas el continuó. -Me vuelve loco. Necesito poseerlo durante cada noche, peor aún, lo necesito a mi lado en cada instante, tocarlo, besarlo, acariciarlo.-  

 

-¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE!- Caí al suelo. Las manos ocupaban lugar en mis oídos, intentando obstaculizar el sonido molestoso, mentiras que bañaban el aire, porque eran mentiras. -No digas mentiras delante de nuestro hijo, no delante de él, KyuHyun- Lloré como una niña, con lagrimas por toda mi piel.  

 

-¿Acaso no entiendes?!- Gritó. -¡NO LO QUIERO, NO ME IMPORTA!- Se acercó a mi cuerpo, y su rostro se desencajó.  

 

No recuerdo cuanto grité, sólo podía oír el llanto de mi hijo, mientras KyuHyun golpeaba mi vientre, las patadas se volvieron punzadas en mi pequeño, y el dolor me estaba matando.  

 

Escupo sangre que aflora de mis suplicios y lamentos. Escupo la sangre de mi hijo. Bastarda, me volví una bastarda, alucinando por aquel perturbador espectáculo. Los hilos del viento se cortaron, el tiempo se paralizó, el segundero se perdió y el tiempo desapareció. El aroma del pecado ajeno floreció.  

 

Abres la boca incierta, saboreas el placer, mirando el suelo, observando la imagen de tu hijo fallecer. Por fin te causa pasión tu hijo, por fin tus ojos han de mostrar alegría cuando tus ojos se clavan en mi vientre, en mi redondo y mal formado vientre, en mi feo y muerto vientre. Por fin te causa placer, por fin haz de estar alegre, maldito bastardo.  

 

-Lástima que tu piel no pueda degustar mi sabor, nunca más…- Hablaste, y volviste a tu café, el café no se podía enfriar, ¿no? 

 

Mezclando colores, juntando aromas, entre pinceles y perfumes, formé la imagen que tanto anhelé. Y siempre llegué a ti, siempre observé tu rostro en nuestro hijo, mi hijo aún vivía dentro de ti, mi hijo aún sufría por tu culpa. Sujeté la corbata, la deslicé con cuidado por entre mis dedos. No me causó problema el entrar a tu hogar, pues el portero no dudó en entregarme las llaves, a la mujer que era tu novia, después de todo, siempre fui la novia de KyuHyun.  

 

La tensión en demasía, mil ideas viajan a mi mente dislocada, mil ideas de cómo acabar la vida que posees en el cuerpo, deseo que desaparezcas, y que tu vida quede en vagos recuerdos como ha de quedar mi hijo, en mis únicos recuerdos.

 

Enredé la suave corbata por tu blanca piel, eran casi cadenas las que te estrangulaban, y tú sin saber que sucedía intentaste aferrarte a la vida como nunca, tus manos con fuerza intentaban hacer lo imposible, pues tu aíre se comenzaba a disolver en comparación al aíre que ahora yo poseía, y por fin tus pulmones dejaban de inhalar el aíre que le debía de haber pertenecido a mi pequeño.  

 

No, pero no es suficiente, aún no estaba todo listo. Haz de sentir lo que sentí yo. Traspaso las barreras indebidas, mi piel se eriza al sujetar las tijeras, pero mi corazón lo disfruta al abrir tu estomago. Ahora por fin los dos estamos igual de vacíos, yo muerta en vida, y tú... bueno tú estás muerto para siempre.

Es esto lo que causaste, SungMin.

La imagen perfecta, el vacío que tanto anhelé. Por fin KyuHyun sufriría al igual como lo hice yo. Su tan amado niño había dejado de existir. SungMin había fallecido al igual que mi hijo. 

FIN

 

Notas finales:

Que demente salio todo D: xDDD

 

Merece algo? *-*~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).