Ciel soltó un bufido, ese lugar le exasperaba. Maldito Sebastián con su estúpido gusto tan a la antigua…supuso que quizá ese ser estuvo bajo una roca sin comunicación durante unos cuantos siglos…
Sonrió, el sitio le hacía sentirse extrañamente nostálgico, casi añorado pero no al punto de aceptado, esa confusión de emociones se la hecho a la adolescencia.
Jugó un rato con las llaves entre sus manos mientras estaba esperando en el gran living del departamento de Sebastián, desde hace mucho se había aburrido de curiosearlo ese ser parecía no tener vicios, no alcohol, no cigarros, no fotos comprometedoras, no novia neurótica gritándole por haberle robado el novio….se podría acostumbrar a eso…
Había decidido llamar a Sebastián ser, pues humano no era, no era normal, el lo sabía de la misma forma en que Sebastián sabia que él tampoco lo era…nunca lo había sido. Golpeteo el suelo con sus pies, le gustaba el sonido seco que hacían las converses contra el mármol blanco del suelo llenando la habitación silenciosa de un intento de compañía…una de ojos rojos que ni estaba cerca.
Chasqueo la lengua, como no lo pensó? Nada mejor para acompañarse un lunes en la mañana escapado de la escuela que su fiel mejor amigo, saco el ipod del bolsillo y se lo coloco a alturas que amenazaban dejarlo sordo pero igual no le importo mucho.
“No voy a la escuela todos los lunes.
Tengo mis razones para dormir.
No te atrevas a decirme como debería ser.”
The rasmus debería ser ley, el seguía todos sus consejos a veces se preguntaba porque el profesor lau de geografía no…en fin el no iba todos los lunes tampoco, también tenía motivos para dormir…O visitar cierta “persona”
“Yo decido que música escuchar.
Yo decido que estilo usar.
Se que soy estable y puedo soportar el juego
Pero me mantengo
c-c-c-cayendo”
Hay te iba esa Sebastián, el es capaz de soportar tu juego ser!!
Ríe un poco ido dejando reposar su cabeza contra la pared…
Sebastián…
Ojos rojos.
Aroma a menta.
Sebastián…
Traje negro.
Cabello de seda.
“Cayendo con el sol.
No puedo quedarme.
La noche me está llamando con su tambor.
Mientras continuo cayendo”
Recordó cuando comenzó a “despertar” como ese demonio le decía a veces, la despersonalización, el miedo de desaparecer, un enojo inexplicable y las pesadillas…muchas siempre, con ojos rojos y cabello negro. Pesadillas donde le faltaba el oxigeno…nunca le pregunto a Sebastián que paso o pasaría…no quería saber, está bien justo como ahora, solo necesitaba seguir siendo un súper dotado, tratando de no matar a su amigo soma y esquivando a la niña rubia efusiva del salón de al lado, esa de rulos y ojos verdes que Sebastián veía con el ceño fruncido…
Sonrió de nuevo…esa vida ya no era suya, pero la de ahora sí, ya no le gustaba el te Sebastián había tenido que cambiar los sobres de quien sabe qué país lejano raro y caro por coca-cola “quizá al de antes le gustaba esto, pero al de ahora no” recuerda que le dijo frente al te de pétalos de rosa para terminar comiendo hamburguesa…
Antes pudo haber sido incluso rey pero ahora era un adolescente japonés al que le gusta el rock y el visual y si lo quería se tendría que acostumbrar, se lo dijo con tono frio y determinación, hubo sorpresa y después una mirada tierna…
“quizá ahora use palabras distintas, pero antes el tono y la expresión era la misma”
“esta vida esta tan llena de tentaciones.
Y deseo mantenerla así..
Me conozco y puedo manejar el juego”
Puede que ese temperamento suyo en vez de haber cambiado solo se halla purificado…como los buenos vinos mientras más tiempo mejor, entonces Sebastián debía de ser también así, porque la persona que lo vigilaba las 24 horas del día era incluso más guapo que el de sus sueños si era eso posible.
-“yo decido sobre mi futuro, yo decido sobre mi pasado..Sé que soy estable y capaz de aguantar…”-murmuro con los ojos cerrados esa parte como si se la dedicase a si mismo
-me alegra que siga teniendo tan fuerte temperamento bocchan…-ciel dio un salto en su puesto, ese asqueroso ser como siempre aparecía cuando no lo esperaba, lo miro con reproche en sus ojos azul-oh bocchan no me vea así…le traje esto..Pero considerando que debería estar en clases…- dijo con gesto divertido el demonio mientras alzaba una bolsa con comida chatarra y malteadas de chocolate, junto con otro dulces.
-yo no voy a la escuela todos los lunes….
Bien por chocolate y hamburguesas ciel le podría perdonar hasta que fuera de nuevo por su alma…
“C-c-c-cayendo.
Cayendo con el sol.
No lo puedo soportar.
La noche me llama con su tambor
Mientras continuo cayendo…”
Quizá no pudiera soportar el juego, quizá debería correr lo más rápido posible como hace tanto tiempo…claro solo que secuestrando los chicles de fresa sobre la mesa en el proceso…hubiese seguido pensando en lo que debería hacer de no ser por los dientes que tiraron un poco de uno de los lados de su labio inferior…
“necesito una chispa.
Necesito una llama.
(Cayendo)
Ya no tengo miedo de abrir mi corazón.
(Cayendo)
Necesito un juego.
Necesito acción.
(Cayendo)
No tengas miedo mi corazón está abierto.”
Sonrió un poco, solo un poco.
Alguien o algo como Sebastián no podría tener una novia neurótica gritando su infidelidad, se pregunto con que clases de chicos se estaba metiendo antes, como Sebastián le pregunto hace ya un tiempo...no importa de seguro eran perdedores….
Por eso ladea suavemente su rostro mientras siente como Sebastián lo tomo delicadamente, seguro por miedo a lastimarlo una vez más…pero de algo estaba seguro a su yo de antes no le hubiese gustado que lo trataran como damisela…y al de ahora tampoco, por ello toma a Sebastián bruscamente de el cuello de la camisa y le regala una mirada traviesa…a él le gusta el chocolate…ese que se devora…
“sé que soy capaz y estable.
(Cayendo).
Y que me podría derrumbar”
Lo sabía, lo sabía muy bien…pero solo por esta vez no le haría caso a the rasmus……
Al fin y al cabo caer no es tan malo…