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NUESTRO PEQUEÑO SECRETO por ANTARES

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Dieciséis años. Solo tenía dieciséis años. Y estaba asustado del sentimiento tan fuerte que apresaba su cuerpo, su alma, su sangre y sus vísceras. Ese fuego que le quemaba por dentro, que le invadía las venas como líquido caliente y lo ponía en ebullición… obligándole a hacer cosas que jamás pensó que haría, llevándole por caminos que jamás creyó que recorrería.

Porque amar a un ex mortífago (y no cualquiera sino a la mano derecha del Dark Lord), entregarte a él como puta barata, engañar a tus padres y a toda tu familia (y a la del novio de tu hermana), escaparse de casa y del colegio por las noches para dejarse follar por unas horas… y quererlo hasta la locura de desear pasar con él no el resto de su vida, sino el resto de la tuya, no era normal. No era sano. No era cuerdo.

Pero Albus amaba a un pureblood ex mortífago y brazo derecho del Dark. Se acostaba con él cada noche con la devoción de una esposa y la entrega de una ramera, mentía no solo a su familia sino a su compañero de cuarto, a sus profesores, a la directora y hasta a la enfermera… cada vez con más cinismo para justificar el quedarse dormido en clases y en el gran comedor, para justificar sus ausencias, el bajón en sus notas, las profundas ojeras y el cansancio general que parecía poseerlo. Mentía a su hermana que lo miraba culpable, a Scorpius que lo miraba doblemente culpable… a sus amigos, a su padre, madre, hermano, primos tíos…. Y estaba loco, completamente loco por ese rubio que podría ser su abuelo, que lo tocaba con una reverencia que rayaba en la adoración, y él se dejaba follar enloquecido… lo besaba, lo chupaba y se lo cabalgaba con un entusiasmo y una vitalidad que solo parecían despertar en las noches, en esas madrugadas en la que se encontraban en esa vieja cabaña a las afueras de Hogwarts, donde acudía escondido tras una capa de invisibilidad que su padre le heredó sin saber para lo que le serviría.

Entre follada y follada, beso y beso, mamada y mamada, Albus prometía amor eterno, amor más allá de la muerte, amor más allá del tiempo y de los dioses… y Lucius prometía fidelidad, entrega, protección… y por supuesto igual cantidad de amor. Y lo mejor o peor, era que el rubio prometía en serio, de corazón… por primera vez en su vida dispuesto a entregar la piel  por cumplir aquellas promesas.

Sesenta y cinco  años son muchos años, casi toda una vida en realidad, aunque si eres un mago es solo la tercera parte de tu existencia. Pero como iban los tiempos y con todo lo vivido Lucius se sentía realmente cansado, casi como   Dumbledore poco antes de su muerte. Sabía que seguía siendo hermoso, con un rostro de dios nórdico y un cuerpo de campeonato… pero dos guerras, haber caído de la gracia de Lord Voldemort, sus años en la cárcel y sobre todo la muerte de Severus y de la mayoría de sus amigos lo habían acabado. Tanto que ya se sentía listo para dar el gran paso y reunirse con los suyos al otro lado. Por qué entonces, se preguntaba, a sus años y con todo lo vivido, se arriesgaba a terminar sus días en una celda (o peor aún desmentorizado) por un muchachito cuyo único merito era su inocencia (ahora ya perdida) y su similitud con un amante muerto.

Pero Lucius, pese a la voz de su slytheriana conciencia que lo llamaba al orden y a la reflexión, seguía acudiendo a sus citas clandestinas, amando con reverencia ese cuerpo adolescente, hablando con él por celular una hora si y otra también (habían encontrado la forma de burlar la magia del colegio), descuidando negocios, hijo y familia…  marcando en el calendario el tiempo que faltaba para que pasasen los 4 meses y  por fin su amor sea mayor de edad (y por ende él se libre de la justicia mágica, aunque no de las iras del Salvador y el clan Weasley).

“¡Capricho, locura, pasión, amor! Aparece bajo la forma de un suspiro….” (1) Pero las cosas no siempre son como uno desea, sobre todo cuando uno se deja guiar por la entrepierna y no por el cerebro.

 

****************

 

El aparente decaimiento de Albus era un tema obligado del profesorado, de Minerva McGonagall y Poppy… y también de Harry, Ron, Hermione y el resto de los pelirrojos. Tanto y tanto se habló del tema que llegó a los oídos de James, a la razón viviendo solo desde que sus hermanos regresaron a Hogwarts.

James ya era todo un hombre, y uno bastante mañoso, digno merodeador y sucesor de Sirius Black (es decir promiscuo y mujeriego hasta el hartazgo). A él su pequeño hermano no iba a engañarlo. Él sabía que la misteriosa enfermedad de Albus, que lo hacía penar como sonámbulo, tenía nombre propio. Y no precisamente el de algún virus muggle.

Dormirse en clase, falta de atención, inapetencia y decaimiento general, amén de golpes y moretones extraños, no eran dolencia de médico sino de culo. El pendejo de su hermanito paraba las noches follando con un amante y por eso penaba por los pasillos del colegio de día. No necesitaba pociones, ni ungüentos ni remedios. Necesitaba sueño… descanso y sueño… y aprender a dosificar la pasión.

Ahora, él había comentado con algunos amigos, que habían comentado con sus hermanos menores, que habían esparcido el rumor en Hogwarts, de que Albus y Ándrax eran pareja. En parte para proteger los intereses de Al (que creía tenía algo con el niño) y en parte para resarcirle el honor que había quedado mermado por el rechazo de Scorp. James entendía a su hermano. Estaba dolido. El hubiese disimulado mejor y no se hubiese expuesto a la burla y al rechazo. Pero eso ya no tenía remedio. Por eso esparció el chisme, para ayudarlo. Pero quería ayudarlo a superar un mal amor y no alcahuetearlo para que ande de regalado con quien sabe que imbécil.

Porque lo primero que averiguó a través de sus amigos fue como andaba el pequeño Zabinni. Y él andaba muy bien, gracias. Vivaz, despierto, cada vez sacando mejores notas y ya no tan interesado en el medio de los Potter. Eso lo llevaba a concluir que su adorado Al no follaba con el querubín ¿con quien mierda follaba entonces? Otras averiguaciones lo enteraron que no había nadie más que ostentara los síntomas de su hermano, y eso lo hizo concluir que no era nadie del colegio. Ningún alumno al menos. Profesores que pudiesen ser los causantes no había.  Neville Longbottom  era el único joven y algo guapo pero estaba casado, era amigo de la familia, era intachable y ponía sus manos al fuego de que no tenía “los gustos” de Al… ¿Quién mierda entonces? ¿Alguien que conoció por allí? La ropa que llevaba el día que no los acompañó al callejón Diagon era la que utilizaría él para impresionar a un hombre (no a un muchacho), a un hombre mayor ¿Qué tan mayor? Eso era lo que tenía que averiguar. Su hermanito tenía 16… hombre podría ser uno de 25 o 26… lo cual le indicaba que ya se lo estaba tirando pero que quizá lo estaba queriendo… es decir, que no era solo un “polvo complaciente”. Esperaba por el bien del maldito que fuese en serio o él lo haría tomar las cosas con respeto a fuerza de puñetazos y maldiciones. Nadie jugaba con un Potter.

Con estos pensamientos y otros más oscuros marchó a Hogwarts dispuesto atener una laaarga charla con Al y a sacarle la verdad aunque sea a fuerza de cruciatus. Desgraciadamente llegó tarde para ello pues “el negro destino”, como diría Shakespeare,  “se había extendido de ese día a muchos más” (2).

 

****************

 

Cuando James llegó fue directamente a buscar a su hermano. No lo encontró. Ni en clases, ni en el comedor, ni en su Sala Común. Utilizando el mapa del merodeador que había heredado a Lily él, su hermanita y Scorpius vieron su nombre en uno de los baños de la torre de astronomía.

Hacia allá marchó el mayor de los Potter para encontrar a Al con la cabeza metida en un wáter, vomitando sin parar y al borde del desmayo. Cuando el más joven vio al mayor solo pudo llorar y taladrarlo con sus grandes ojos esmeraldas presas del más puro terror. Se sentía morir y no sabía porque, que le estaba pasando… hace dos días que solo se arrastraba al baño para devolver hasta el agua que ingería… no había ido a clases, no se había aparecido por el comedor y  por primera vez, no había podido acudir a ver a su amado.

-Al ¿que te ocurre? – el mayor frunció el ceño preocupado.

-James… por Merlín ayúdame – y cayó exánime en sus brazos.

El otro lo sostuvo, respiró hondo y se preparo para la inminente tragedia.

 

****************

 

Poppy miraba a James y al matrimonio Potter con profunda tristeza. No era la primera vez que tenía que dar tan mala noticia a unos preocupados padres, pero era la más dolorosa. No todos los días escuchas que tu muchacho de 16 años (hombre para mayor tragedia) esta embarazado.

Ginny lloraba, Harry estaba pálido, Ron (que había ido de curioso) estaba furioso y James resignado. Él se había dado cuenta desde que lo encontró verde y con la cara metida en el inodoro.

Lily y Scorpius, que estaban presentes de metiches y para enterarse de si tanta enfermedad era por culpa de sus amores, estaban anonadados ¡¿Embarazado?! ¡¿Al embarazado?! ¡Eso no era posible! Solo un mago poderoso, con un elevado nivel mágico, podía embarazarse. Y  él era solo un mago promedio que, y de eso estaban seguros, no había tomado ninguna poción de fertilidad. Bastaba verle las lágrimas y el temblor en el cuerpo para saber que la noticia le era absolutamente inesperada…

-¡¡¡¿Quién?!!! ¡Dime quién fue! – Harry tomo a Al del brazo y lo apretó rudamente.

-Pa…pá… me lastimas.

-Harry – Ginny terció protectora.

-¡Harry nada Ginebra! ¡Basta de engreimientos! Esto no va a quedarse así. No vas a darle un regaño y enviarlo a la cama sin postre – y dirigiendo su mirada a un lloroso Al exclamó – Ahora mismo me dices quien fue el infeliz que te embarazó para ir a ajustarle las cuentas.

- Habrá sido Ándrax – Lily preguntó inocente y hasta su novio volteo los ojos.

-Cariño – Scorpius se armó de paciencia - es claro que el embarazo fue accidental. Y solo un mago poderoso, que haya alcanzado todo su potencial, podría haberlo preñ… - la cara furiosa de James le calló la boca en el acto.

-Tiene que ser un adulto –gritó Ron- Y siendo Al un menor esta claro que debemos buscar al infeliz y mandarlo a pudrirse en Askabán por violación…

-¡El no me violó! ¡Yo lo amo! – chilló Albus.

-Harry, esta claro que se aman. Sino no hubiese podido darse el embarazo.

-¡Se aman un cuerno – grito el héroe furioso – Se metió con mi hijo y pagara por ello! ¡Lo refundiré en la cárcel después de cruciarlo hasta que enloquezca! ¡Sedujo a un menor, a mi hijo… que nadie lo entiende!

Al estaba llorando hecho un ovillo y Scorpius tuvo lástima de su amigo. El no era gay, así que no lo amaba, no de esa forma al menos… pero habían sido uña y mugre hasta esa noche en que el moreno se le coló en la cama. Si él no lo hubiese rechazado tan feo, pensó, hiriéndole el orgullo al contárselo a todos, quizás no hubiese buscado el consuelo en los brazos de un infeliz que había abusado de su inocencia.

Sintiéndose profundamente culpable se acercó al lloroso muchacho y le acarició tímidamente la espalda.

-Al, tranquilo. Vas a hacerle daño al bebé… - Al volteó molestó y trató de alejarlo. Justo allí la mano del rubio se deslizó y rozó el preñado vientre y entonces si que se vieron chispas. Todos pudieron ver la trasferencia de magia más colorida de sus vidas.

Scorp quitó su mano boquiabierto y James exclamó furioso:

-¿Tú?... Tú…tú eres el padre.

Harry lo jaló de un brazo y ante la estupefacción de Al comenzó a zamaquearlo furioso:

-Maldito infeliz… te acostabas con mi hijo mientras eras novio de Lily.

Scorpius miró aterrado a su futuro suegro y comenzó a negar con la cabeza

-No…yo… jamás… Lily no es cierto… - el chiquillo sentía que todas sus pesadillas se hacían realidad.

-Basta Harry lo estas aterrando – la voz de Poppy lo hizo reaccionar – No puede ser Scorpius. Él todavía es un chiquillo que no ha alcanzado todo su potencial mágico.

-¿Por qué entonces absorbe su magia? Eso solo ocurre con el padre del bebé

-O con algún familiar cercano. Es decir, el bebé reconoce su línea mágica y…

Albus miró a su padre aterrado y este pasmado.

-No entiendo ¿Cuál línea mágica? Scorp es hijo único – otra vez la inocencia de Lily hizo que todos sacasen la misma conclusión

-¡¡¡Draco!!! – exclamaron  en diferentes tonos Harry, Ron, James, Ginny y Poppy.

Al convocó su varita con un hechizo no verbal (producto de su desesperación) y lanzó de sorpresa una serie de hechizos a todos los presentes.

-¡Aresto Momentum! (3) ¡Bombarda! ¡Expulso! ¡Flipendo! ¡Desmaius! ¡Confundus! ¡Glacius! ¡Incarcero! ¡Petrificus Totalus!

Una vez que todos los presentes fueron inmovilizados, golpeados, lanzados por los aires, confundidos, congelados, amarrados y petrificados indistintamente Al se arrastró hasta la Red Flu y pronuncio temblando

-¡Mansión Malfoy!

 

****************

 

-Mi padre viene detrás y busca matar a su esposo - le dijo a una sorprendida Astoria que lo miraba arribar vía chimenea – Cierre la Red Flu de prisa.

Astoria, mujer inteligente, obedeció primero para preguntar después. Quería saber que hacía Albus en su casa, como era que había entrado cuando solo los Malfoys podían  traspasar las protecciones y lo más importante, por qué su futuro consuegro quería matar a su Draco. Sin embargo cuando volteo el muchacho ya se había metido al interior de la casa gritando como un poseso:

-¡¡¡Lucius!!! ¡¡¡Lucius!!! ¡¡¡Lucius ya lo saben!!!

Draco, que acababa de llegar de la oficina a almorzar estaba en su despacho cuando lo oyó. Narcissa estaba en el jardín y también escuchó el griterío. Goyle, que comía un pastel en la cocina se levantó pensando “ya se enteraron” y Lucius, a la razón tomando una ducha fría, se paralizó.

Vestirse y aparecerse en las escaleras fue cosa de nada. Décadas de mortífago lo habían preparado para afrontar los imprevistos con total sangre fría. Para lo que no lo habían preparado fue para lo que escuchó de labios de su chiquillo.

-Lucius estoy embarazado. Mi familia ya lo sabe… y saben que es de un Malfoy porque accidentalmente me vieron absorber magia de Scorpius. Sospechan de Draco y vienen para acá. Pude detenerlos pero llegarán en cualquier momento…

Lucius palideció y tuvo que apoyarse en el elegante pasamano de las gradas de mármol. “Estoy pagando todos mis crímenes”, pensó. La voz de su amante lo hizo reaccionar.

-¡¡¡Lucius!!! Por Merlín. No permitas que dañen a nuestro hijo…

El patriarca reaccionó al instante y convocando su bastón reforzó con un movimiento las protecciones de la mansión. Luego llamó a Goyle de un grito y le dio unas cuantas instrucciones.

Ante unos sorprendidos Draco, Narcissa y Astoria (que habían llegado junto a la pareja) Lucius abrazó a Albus y dirigiéndoles una última mirada murmuró:

-Lo siento. Lo siento de veras. Draco, discúlpame con Scorpius…

Y con un sonoro “Plop” desapareció justo cuando las barreras caían y un cabreadísimo Harry Potter entraba haciendo volar la puerta principal.

 

****************

 

Draco yacía en el suelo sangrando. Astoria y Narcissa lo cubrían con sus cuerpos mientras que un furioso Scorpius puñeteaba a Harry Potter, quien estaba de pie frente al rubio caído apuntándole con su varita. Goyle estaba tumbado en el piso, inconsciente. Lily se aferraba a su tío Ron mordiéndole la mano con la que sujetaba su varita y James, a lo lejos, analizaba la escena sintiendo que se le escapaba algo.

-¡Quítense señoras, que voy a matar a este infeliz!

-¡¿Se puede saber que mierda te pasa Potter?! – Draco estaba furioso.

-¡Todavía lo preguntas! ¡¡¡Lo se todo!!!

Draco meditó a que “todo” se refería. Hizo memoria y descubrió que había varias cosas en su pasado que ameritaban esa reacción. Su affaire con Remus Lupin  antes de que se casara con Nympadora era una de ellas.

-¿A que te refieres con todo maldito cara rajada? – el insulto siempre le funcionaba bien con el Gryffindor, así que esta vez también lo empleó.

- A la aberración que cometiste con Albus. ¡Lo violaste y lo embarazaste pervertido!

Astoria y Narcissa se separaron de Draco y lo miraron, la una con pasmo y la otra con furia.

-Draco… - la voz de la menor de los Greengrass cortaba como un cuchillo. Scorpius tragó en seco y miró a su padre con pena.

-¡¡¡No es cierto!!!  Querida… jamás he siquiera tocado al chico de manera sexual. Ni siquiera he pensado en él. Lo juro por mi magia. Que caiga muerto si miento – dijo levantando su varita y lanzándose un hechizo. Una luz roja lo recorrió por entero para luego volverse blanca y esfumarse en el aire.

-Dice la verdad – murmuró James.

Harry bajó la varita y miró apenado a Draco.

-Yo… pensé… lo siento… pero entonces como….

-Draco Lucius Malfoy – la voz de Astoria bramó en el silencio – ¡¡¡Te has atrevido a tener un bastardo fuera de nuestro matrimonio!!!

-¡¡¡NOOOO!!! – Draco se alejó de su mujer amedrentado - ¡Jamás querida! Solo he follado con 5 mujeres antes de casarme contigo y ninguna tiene hijos grandes.

-Es verdad. Bellatrix no tuvo hijos. El de Pansy solo tiene 13 años y…

-¡¡¡Weasley!!! – lo calló Draco. Una cosa era que su mujer supiese de oídas quienes fueron antes que ella y otra que la comadreja le restregara la información en la cara.

- Aun así. Solo un mago adulto puede embarazar a otro de su mismo sexo sin una poción. Y no cualquier mago adulto, tiene que ser uno bastante poderoso – explicó James con suficiencia.

-Señor Draco – Lily miró al rubio apenada – usted cree que su padre haya tenido otro hijo fuera del matrimonio, es decir,  que usted tenga por allí un hermano que no conozcamos…

Los Malfoys la miraron en conjunto y luego se miraron entre si sobresaltados. Sus privilegiadas mentes Slytherin (privilegiadas para las intrigas) recordaron acontecimientos recientes y acabaron por solucionar el enigma.

Los Potter y Weasley aún se miraban confundidos. Ellos no tenían tanta malicia. Hasta que Harry dio un respingo y su rostro pasó de la duda a la incredulidad y luego a la furia. Volteó para apuntar de nuevo a Draco y gritarle:

-¡¡¡Tu padre….!!!  El maldito de Lucius embarazó a mi pequeño. Lo violó y lo embarazó…. Te lo juro hurón, VOY A MATARLO.

 

****************

 

Alrededor de 5 aurors habían llegado a Malfoy Manor avisados por Narcissa. Y ahora se interponían entre su jefe y Draco Malfoy, a quienes habían encontrado enfrascados en un duelo mágico.

-Mi padre no es ningún violador maldito cara rajada. Ni mucho menos un secuestrador. Él no se llevó a tu hijo, fue el muy puta el que llegó por nuestra chimenea gritando y llamándolo desesperado. Si algo paso entre ellos fue consentido.

-Mi hijo jamás se acostaría por voluntad propia con ese viejo pervertido…

-¡Oh vamos! Todos conocemos la historia. Se le metió desnudo en la cama a Scorp. Y claro, como mi inteligente nieto lo rechazó fue a probar fortuna con el estúpido de mi ex, que todos sabemos se folla cuanto pantalón encuentra desde la muerte de Snape. Es solo una zorra oportunista que se preñó quien sabe con que poción oscura para hincarle el diente a nuestra fortuna – Narcissa hablaba por la herida. “Otro hijo”, pensaba “otro Malfoy con quien dividir la fortuna que por derecho es de mi Draco”.

- Mi hijo no es ninguna zorra Narcissa – Harry estaba indignado – No necesita “hincarle el diente” a ninguna fortuna porque para eso tiene la suya. Y te adelanto que el engendro que lleva en el vientre no verá la luz. Yo mismo se lo arrancaré de las entrañas para arrojarlo al primer basurero que encuentre.

-¡No te atrevas a lastimar a mi hermanito! – Draco saltó  furioso y su madre lo miró como si le hubiese salido otra cabeza. “Es que esta loco”, pensaba la matriarca “¿de donde le afloró ese amor fraternal?”.

-Esa abominación no es ningún hermano – Ron tercio sujetado por dos colegas – Es el fruto de una violación que debe ser extraída de mi sobrino antes de que le cause algún trauma irreparable. Harry vámonos, aquí no tenemos nada que hacer.

-Es cierto Ron – y Harry se soltó del abrazo de sus colegas para alejar de un tirón a su hija del menor de los rubios – y ni pienses que tu mocoso le pondrá un dedo encima a mi pequeña. Este compromiso fue una estupidez desde el principio y queda irremediablemente roto.

-¡No, no! ¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Scorp! ¡Scorp! – la niña chillaba y se debatía en los brazos de su padre – Scorp… – sollozó tendiéndole sus manos.

-¡Lily! ¡Lily! ¡Lily! ¡¡¡Lilyyyyy!!! – el rubio más joven quiso lanzarse en pos de su amada pero su padre lo aferró por los hombros

-Déjala hijo. No vale la pena.

Segundos después los “visitantes” se habían ido dejando a un muchacho lloroso arrodillado en el suelo,  mientras que los adultos se miraban angustiados. Goyle se había recuperado y estaba de pie sobándose la cabeza.

-Oh Merlín bendito ¿Qué ocurrirá ahora? – Astoria era presa de los nervios.

-Sea como sea, y por más aberrante que nos parezca, Lucius es tu padre Draco. Llama a nuestros abogados y prepárate para afrontar el escándalo. Debemos protegerlo y proteger nuestros intereses.

-Y defender a mi hermanito. No dejare que el maldito de Potter lo dañe. Es un Malfoy – Draco estaba alteradísimo.

- Cálmate Dragón – Goyle le habló como en sus días de escuela – Para dañarlos primero tienen que encontrarlos. Y dudo que lo hagan antes de que el bebe nazca. No en balde tu padre fue primera espada del Dark Lord. Sabe como esconderse y afrontar a esa panda de tarados.

-¡Tú lo sabías! – lo acusó Narcissa.

Goyle se encogió de hombros.

-¿Qué se follaba a un Potter? Desde que comenzó la historia, aunque al principio ninguno de los dos sabíamos quien era el chico, y por lo que sé, él tampoco sabía quienes éramos nosotros.

-Gregory – la mirada de Draco era inescrutable – Tenemos que hablar  laaaargo y tendido– y tomándolo del cuello lo arrastró hacia el despacho. Mañana la noticia sería portada en todos los diarios.

 

Continuara….

 

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(1) Romeo y Julieta Acto II Escena I

(2) Romeo y Julieta Acto III Escena I

(3) Hechizo que sirve para detener un acontecimiento. Utilizado por Dumbledore en Harry Potter y el prisionero de Azkabán  cuando Harry caía desde los cielos después de ser atacado por los dementores.

 


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