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Una falda X un pantalón por kayku100

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Notas del fanfic:

Por fiiiiiiiinnnnnnnnnnnn!!

Ya lo subi! n-n

buenoe s mi primer fanfic, yo queria empezar con uno de slam dunk pero se me adelanto este XD

espero que lo disfruteis!!

n-n

Notas del capitulo:

....¿eh?

DISFRUTADLO!! n-n

 

-Tienes un pantalón ¿ me lo das por una falda?- Eso es lo primero que oyó Mikiti de su escuela. Su madre le sacudia frente a sus narices una falda tableada de un uniforme femenino.

Mikiti tenia dieciséis años y se acababa de mudar, dejando a sus amigos en Madrid, yendo a ese apacible y aburrido pueblo de Francia para que su madre enseñara en un colegio de señoritas.

Mikiti suspiro y dejando a un lado la revista que estaba leyendo, tumbado en el sofá, miro a su madre con odio resoplando.

-¿Qué es eso?- pregunto lentamente, a lo cual su madre sonrió aun mas y exclamo.

-Tu uniforme- Mikiti no vario su rostro pero un tic se instalo en su ojo y lo mas calmadamente y pausadamente que pudo dijo.

-¿Qué has dicho?- Su madre volvió a sacudir la falda azul marino con rayas turquesas y le explico, segura de que su hijo iba a protestar.

-Veras, en el Santa Jean Maurice de Cospedal me bajan un montón la matricula y te inscribí en ella- Mikiti se levanto como un resorte y miro a su madre con la boca abierta y muy enojado y si a eso le sumabas la molestia de dejar todo lo que conocías, incluso a tu padre que se había divorciado de tu madre, eso era suficiente para una crisis emocional.

-¡¿Qué?! ¡Pero si es una escuela para tías!-exclamo Mikiti.

-Señoritas- le corrigió su madre acostumbrada a los arrebatos de su hijo.

-¡Me da igual! ¡Por si no te das cuenta soy un chico! ¡un chico! ¡me falta algo ahí arriba y me sobra abajo!- Mikiti estaba ya casi encima de su madre.

-No te preocupes por eso, te inscribí con el nombre de Ikki que suena mas femenino y con el disfraz no hay problema, que bien que te haya crecido el pelo- Mikiti suspiro, sabia que con su madre no se podía hacer nada y en parte tenia razón, no es que estuvieran precisamente bien de dinero, ademas seria fácil hacer pasar desapercibido, pues Mikiti era delgado y esbelto, no muy alto, tenia unos ojos verde plateado y desde hacia un año que no se cortaba el pelo por lo que su cabellera castaña caía lacia hasta el cuello, capeada.

Sin embargo Mikiti no estaba dispuesto a aceptar tan pronto y gimió intentando encontrar una salida.

-¿ Y mi voz? Se notara que soy un hombre-

-No pasa nada, consegui una gargantilla que cambia la voz, es una ayudita de la directora- explico su madre sacando del bolsillo de su pantalón vaquero una gargantilla negra con una pedrería azul en el centro que Mikiti supuso que contenía algún chip dentro.

-¡¿L-la directora sabe de eso?!-

-¡Claro! ¡Recuerda que es tu tía!- Mikiti se quedo plantado pensando en el curso que le esperaba, le recorrió un escalofrío y entro en la cocina casi corriendo desesperado.

-¡No mama! ¡No lo haré!

 

 

***********

 

-Llega un poco tarde señorita Ikki- exclamo una mujer vestida de traje de pantalón, bastante alta y con anteojos de montura roja, tenia su largo cabello negro recogido en una coleta alta, dándole un aire mas severo.

Mikiti la miro molesto y avergonzado. Era su primer día de clases y estaba vestido con la falda que su madre agitase frente a el días atrás, una blusa color azul cielo y un chaleco de lana color beis , su madre le había obligado a peinarse por lo que estaba con su cabello castaño con el flequillo recto y una diadema elástica verde.

-Solo tres minutos, tía- replico el joven mientras se ajustaba su mochila verde claro.

-Tres minutos tarde es tarde, y aquí soy la directora no tu tía, recuerdalo- Mikiti bufo y empezó a seguir a su tía que se había internado en el edificio antiguo de estilo románico con varios detalles germánicos en la puerta y ventanas.

Justo cuando entraba oyó unas risas que procedían de mas allá del jardín bien cuidado del colegio, donde se encontraba una valla alta camuflada por arboles, se podía vislumbrar por lo alto la fachada lateral de un edificio similar al del Santa Jean Maurice de Cospedal.

-Es el San Bartolome de Roma, la escuela gemela de la Santa Jean Maurice de Cospedal, un instituto solo para chicos- explico su tía al ver como Mikiti se detenía, este suspiro y gimió

-¿ Por qué tengo que venir aquí en vez de allí?-

-ya lo sabes- comento de nuevo su tía mientras retomaba el camino llevándolo por largos pasillos con alfombras y salones cubiertos por tapices y cuadros hasta llegar a unas escaleras paralelas, la directora cogió la derecha y pronto Mikiti se encontró caminando en un pasillo con ventanas a un lado y aulas al otro, todo totalmente moderno, tan diferente al piso inferior.

El joven frunció el ceño, el silencio en este enorme y largo pasillo no le gustaba y el golpeteo de los tacones rojos de su tía no ayudaba así que intento entablar una conversación.

-Directora..¿ Hay alguna forma de llamar al Santa Jean Maurice de Cospedal? Es que es muy largo-

Su tía lo miro de refilón y contesto alegre por que su sobrino no montara bulla, aun se acordaba de cuando su hermana vino con un niño de cabellos castaño rebelde y unos ojos verde sinceros y desafiantes, en aquel momento solo tenia ocho años,pero Lucia, la directora de un colegio prestigioso de Francia, recordaba que había estado a punto de perder su trabajo por culpa de ese niño, pero no le culpaba, Mikiti no tenia pelos en la lengua y su capacidad de observación y racionalización era superior al de cualquiera , ademas de que su carácter era desconfiado y arisco.

Lucia sabia que Mikiti no había cambiado mucho pero le estaba mas que agradecida de que se contuviera de decir lo que pensaba.

-Nos referimos a esta escuela como la Cospedal y al San Bartolome de Roma como el san Bart-

-ya veo...-murmuro Mikiti con la vista clavada en el suelo embaldosado.

-Aquí es- Mikiti levanto la vista y con un rápido vistazo se situó.

Estaba el la catorce clase a la derecha a partir de las escaleras.

En la puerta había colgado una sencilla placa de metal con la letra y numero 4-D.

Su clase.

-Espera aquí, cuando te de permiso entras-Mikiti solamente asintió resignado. Lucia con una mano en el pomo, sonrió y peinandole el flequillo susurro

-Gracias- a lo cual Mikiti aparto levemente la mano de su tía y mascullo mirando hacia otro lado molesto.

-De nada- Lucia volvió a sonreír y golpeo la puerta entrando sin esperar una respuesta, bueno, era la directora razono Mikiti.

Oyó que su tía pedía orden el la clase, y empezó a asustarse, Mikiti se maldigo interiormente mientras agarraba con fuerza las correas de su mochila. En casa, cuando su madre le dijo que tendría que hacerse pasar por una mujer se enfado si, pero no se preocupo para nada y en el resto de días hasta ahora tampoco y en el ultimo y ahora que llegaba el momento las preguntas se agolpaban en su cabeza ¿y si lo descubrían? ¿Volverían a España? ¿Multarían a su madre? ¿Despedirían a su tía?

Mikiti suspiro nervioso, pues se había dado cuenta de que no solo el se arriesgaba sino también su madre y su tía, así, se volvió a prerjurar la promesa que hizo a ambas mujeres.

-Señorita pase por favor- la voz de su tía lo saco de sus pensamientos, Mikiti respiro profundamente y entro en la clase.

Diecinueve pares de ojos femeninos se clavaron en el.

Mikiti no se creyó capaz de decir nada pero se somprendio a si mismo decir con voz femenina

-Buenos días, soy Ikki y vengo de España, espero llevarme bien con todas- Paula sonrió y la mujer madura que había a su lado, una mujer de estatura mediana, piel blanca y ojos azules, con su cabello rubio salpicado de canas invisibles recogido en una trenza lo sonrió con calidad.

-Bienvenida Ikki, esperamos que te lleves bien con nosotras, así que se bienvenida a la clase 4-D- la voz de la profesora le recordó a Mikiti el crujir de las escaleras de su casa y de descubrió a si mismo con la boca abierta a punto de decirlo, pero la cerro rápidamente al ver la mirada de advertencia de su tía.

-Pues os dejo a mi sobrina, Claudica, chicas, pórtense bien con ella- exigió primero mirando a la profesora y luego a la clase que asintieron al unisono, Paula volvió a asentir satisfecha y pasando al lado de Mikiti, salio de la clase, dejándolo solo.

-Solo con diecinueve chicas.

Mikiti presentía que esa iba a ser una mañana muyyy larga.

 

     

Notas finales:

COMENTAD!!!

COMENTAD!!!

COMENTAD!!!

COMENTAD!!!

...y espero que os haya gustado n-n


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