Era una fría mañana, era invierno, y nevaba. Watari me levantó y me ayudó a vestirme, parecía apresurado. Y , al quedarme mirando la nieve, me tiró del brazo.
- Devemos apresurarnos- Dijo con los labios cortados.
- Donde vamos? - pregunté
Watari no dió respuesta.
-Eh?- insisti.
Y seguí sin obtener respuesta.
No pude casi ni desayunar, Mi copa de nata con fresas y extra de chocolate noe staba preparada.
así que em comí unos ositos rellenos de nata que tenia guardados.
me fuí al recibidor, watari estaba llamando..
- Si si, ya vamos señor, en 10 minutos estamos allí- Por la cara que puso, el devieron de colgar en las narices.
Me agarró la mano.Salimos por la puerta, yo me quedé deslumbrado por los grandes copos que caían del cielo. Watari sacó su paraguas negro y su abrigo largo más elegante .Y me agarró la mano.
tras 5 minutos caminando, miré a Watari, quien no me devolvió la mirada, un sentimiento de Culpa y tristeza le invadía su arrugada cara. Él siempre me respondía y me había dado cariño, pero esta vez, nose que le pasaba..
Caminamos bastante tiempo. Hasta llegar a las puertas de hierro de un edificio alto y grande. Parecía una iglesia.
-Vamos a rezar?- Pregunté, inseguro de obtener respuesta.
-hgmm. No- Masculló Watari.
- Entonces?- dije frunciendo el entrecejo.
-hhggmm...- gimió.
No pregunté más, porque sabia que no btendria respuesta. Aunque estaba muy nervioso,.
Me quedé mirando ese extraño edificio durante bastante tiempo, tenía torreones, y un gran patio, me fijé en que la torre más alta, no tenía ventanas. Ni campanas ni nada, No era una iglesia.
De pronto, las puertas empezaron a chirriar, Una figura alta, delgada, y vestida de negro, estaba abriendo la puerta.
- Elle Lawliet?- Dijo ese individuo.
Se me quedó mirando fijamente, la verdad esque yo no dava ninguna buena impresión, Nunca había salido de casa, era muy pálido, con el pelo oscuro y alborotado, y encima, no dormía, eso em causaba unas ojeras enormes. Así que, no em extraña que se me quedase mirando así.
- Exactame..nte - Dijo Watari, con un tono algo inseguro.
-Él se llama Watari- dije.
- AJAJA..JAJAJA..JA- ese hombre se río de uan extraña forma.- No veniis por tu Papá, Venís por tí.- Dijo aun riendose.
-Pues.. yo no me llamo así.- Dije con desprecio.
-Disculpe sr. L , pero ´me temo que no se sabe las normas del centro, me equivoco?- y me sonrió falsamente.
- No- le solté
- Pues creo que las deveriamos de hablar en mi despacho- Y sonrió de nuevo, Esta vez puse cara de asco.
Quitó esa cara sonriente, emnos mal.
Watari me soltó la mano. Entonces ese hombre se agachó y me puso las manos en lso hombos.
- Bienvenido al Orfanato Western James, Elle- Dijo, msotrando una sonrisa algo falsa, pero con unos dientes blanquisimos.
di unos pasos hacea atrás, entonces, Watari se agachó y me miró fijamente.
-Deves prometerme, de que serás bueno. Ryuzaki.- Dijo con unos ojos llorosos.
El hombre extravagante me volvió a agarrar. Esta vez algo más brusco.
Y empezamos a caminar hacia las puertas de ese edificio tan sinistro.
Miré hacea atrás, Watari se alejaba agazapado y mirando al suelo.
Continuará.