Capítulo 4. ¡Kyosuke se pierde! ¿Solo casualidad o destino?
-Nee Ototo-kun- se metió un pedazo de pastel a la boca y se puso a jugar con la cuchara.
-¿Si?-
-¿Qué buscas?- preguntó como si nada.
-¿Uh?-
-Si, o mejor dicho ¿a quien?- preguntó con interés dándole un sorbo a su bebida.
-…Nada ni a nadie- dijo secamente.
-Si claro, ¿y yo se supone que tengo que creerte eso no?-
-…-
-Oh vamos Sasuke, di la verdad, no creo que hallas venido a este lugar solo por que “los pasteles son buenos”, cuando tú ni comes pasteles, además de que hay miles de lugares mas famosos que una simple cafetería como esta-
-…-
-Además Sasuke, soy tú hermano y conozco esa mirada que tienes-
-¿Eh? ¿A qué te refieres?- se hizo el desentendido.
-Bueno, esa mirada de ansiedad en tu rostro, ya que desde que llegamos has estado buscando “algo” o mejor dicho a “alguien”… ¿o me lo vas a negar?- preguntó con superioridad.
-…-
-Jajaja… parece que acerté… jajaja-
-Ya cállate- dijo serio tomando un sorbo de café.
-Jejeje-
-Come rápido así nos vamos de una buena vez a tú dichosa feria.- dijo molesto, y el mayor muy divertido hizo lo que Sasuke le dijo y terminó de comerse su pastel, el cual de verdad estaba muy bueno, entonces luego de pedir la cuenta se marcharon rumbo a la feria.
********
-Ne oto-chan, ¿nos vamos a subir a todos esos juegos?- preguntaba un pequeño niño de cabello azabache.
-Hai- dijo el rubio menor con una sonrisa.
-Siiiii. ¡Vamos a ese!- decía mientras jalaba al rubio por la mano hacia el carrusel.
-Hai, hai, pero no tan rápido, tenemos suficiente tiempo para montarnos en todos- decía el rubio menor.
-Si Kyosuke, cálmate, te prometo que nos subiremos a todos- dijo el rubio mayor.
-Está bien- puso un pequeño puchero, haciendo que los mayores soltaran una pequeña sonrisa.
-Nee Naru-chan, se parece a ti cuando eras mas pequeño ¿no crees?- dijo Deidara.
-¿Yo?… ¿yo era así cuando pequeño?- dijo colocando un puchero.
-Jejeje… creo que me equivoque, no solo cuando eras pequeño, todavía haces lo mismo… jaja-
-Nee, nee, oji-san, oto-chan, apúrence- decía el pequeño ya estando cerca del juego.
-Kyosuke, no te separes tanto de nosotros- dijo Naruto corriendo hasta el pequeño. –Eso es malo, si te separas mucho de nosotros te puedes perder- le regañaba.
-Hai oto-chan- dijo bajando la cabeza.
-Bueno, vamos a montarnos de una vez- dijo el mayor de los rubios.
Después de bajar se esa atracción fueron a la casa de los espejos, luego decidieron ir por unas golosinas, se pusieron en algunos juegos de habilidad, en los cuales ganaron unos peluches y otras cosas por el estilo. Se la estaban pasando de lo mejor cuando Deidara decide ir a comprar unas bebidas ya que hacía mucho calor, a los minutos llega con las bebidas y se sientan en una pequeña banqueta a descansar, Kyosuke fue a uno de los juegos que quedaban cerca mientras que Naruto y Deidara se quedaron ahí sentados esperándolo, pasó el tiempo y Kyosuke no volvía todavía, los dos rubios se alarmaron y lo empezaron a llamar, cuando estaba a punto de ir en su búsqueda.
-¡Buu!- les llega el pequeño por detrás, haciendo que ambos rubios pegaran un gran brinco por el susto. –Jeje… los asuste… jeje- se burlaba.
-¡Kyosuke!- regañó el rubio mayor.
-…-
-¡No vuelvas a hacer eso!, casi haces que nos de un infarto- decía el rubio menor muy molesto.
-Pero si solo fue un pequeño juego- dijo con la cabeza gacha.
-No es por eso, es por que no volvías y ya nos estábamos preocupando mucho- decía Naruto todavía molesto.
-Go… gomen- se estregaba los ojos mientras una lagrima rodaba por su mejilla.
-No, no… mi amor, no llores- dijo el menor de los rubios hincándose para quedar a la altura del menor. –perdón, no fue mi intensión- mientras secaba las lagrimas que corrían por la cara del polo azulado.
-Sniff… sniff-
-Solo no lo vuelvas a hacer… ¿ok?-
-Ha… hai-
-Bueno, vamos a la siguiente atracción- dijo Deidara.
-Siiii… vamos a esa- dijo con una sonrisa.
-¿A esa?, ¿estás seguro?- preguntó el rubio menor.
-Hai-
-Pero esa es la casa embrujada, allí salen fantasmas y monstruos para asustarte- decía el mayor.
-Deidara, no digas esas cosas, lo estas asustando- decía Naruto, ya que el menor se estaba escondiendo detrás de él.
-Y luego salen y te atrapan… Gaarrr- agarró al menor entre sus brazos con si de verdad fuera un monstruo.
-¡Deidara!- le regañó Naruto.
-No… no… no…. ¡Waaaaaaaa!- se soltó del agarre del mayor y empezó a correr.
-¡Kyosuke!… ¡Kyosuke!… ¡no corras!- decía el menor de los rubios. –¡Deidara!, ¡¿vez lo que haces?!- dijo molesto saliendo en la misma dirección para donde Kyosuke se fue. –¡Kyosuke!… ¡Kyosuke, no corras!- decía tras él.
-¡Kyosuke, no corras tan rápido!- decía el mayor de los rubios, ya que el azabache los estaba dejando atrás.
-¡Kyosuke! ¡Kyosuke! ¿Dónde estás?- gritaba el menor de los rubios, ya que había perdido de vista el menor entre tanta gente.
-¡¡Kyosuke!! Vamos, ven… no juegues así, ya te dijimos que eso es malo- decía el mayor empezando a ponerse un poco histérico.
-¡¡Kyosuke!!- le seguían llamando, mientras que seguían corriendo por la feria. –Deidara, esto es tu culpa- decía con lágrimas en los ojos. –Te dije que no siguieras ya que él estaba muy asustado, pero tú no me hiciste caso y ahora mira- decía muy histérico con miles de lágrimas en los ojos. –Kyosuke se ha perdido-
-Naru…- le llamó pero este todavía seguía viendo a todos lados. -Naruto, por favor cálmate- abrazó al menor. –si nos ponemos así va hacer peor, primero vallamos con los guardias de la feria para que nos ayuden a buscar-
-Si… pero… Kyosuke… sniff- decía tratando de calmarse.
-Naruto, acuérdate de que el es un niño fuerte y muy inteligente, de seguro va estar bien-
-Hai… sniff-sniff-
-Mejor vamos rápido a buscar ayuda- dijo el mayor y fueron a donde se encontraban los guardias de la feria para pedirles ayuda, al llegar allá les explicaron lo ocurrido, como era el niño, y en la dirección en que había salido, y con eso partieron en su búsqueda, se dividieron en varios grupos, y el que lo encontrar primero avisara.
*********
-Hey Sasuke- decía el mayor de los morenos.
-¿Qué quieres?-
-¿Por qué la gente nos mira tanto?-
-…- solo se frotó las sienes.
-¿Sasuke?-
-¿Tú qué crees aniki?- decía molesto.
-No lo se, por eso te pregunto- ese comentario tan sereno por parte del mayor crispó mucho más los nervios de Sasuke haciendo que una gran vena apareciera en su frente.
-Bueno, no lo sé, tal vez sea por que cargamos trajes a esta hora del día con un tremendo calor y de paso en medio de una feria de diversiones…. Y tú todavía tienes las santas bolas de venir a preguntar por qué se nos quedan viendo- dijo sarcásticamente y muy enojado.
-Nee ototo-kun, no seas tan malo, tus palabras hieren-
-Ya cállate, y ve por unas bebidas- decía sentándose en una banqueta debajo de un árbol.
-¿Y por qué yo?-
-Pues… primero y principal fue tú idea venir a la feria hoy en la tarde… y dos…-
-¿Si?- preguntó interesado.
-Simplemente porque yo quiero- se cruzó de brazos y colocó una mirada muy desafiante y superior.
-…- rodeó los ojos. –Hai, hai, esta bien, yo voy.- y se fue a comprar las bebidas.
-Ese baka, ¿quien se cree que es ah?… hump, la próxima vez que quiera venir a la feria de tarde que venga el solo… ja- hablaba para sí quitándose la chaqueta y enrollándose las mangas de la camisa un poco más arriba de los codos. Entonces se puso a contemplar como se veían las hojas de los árboles atravesadas por pequeños rayos de luz mientras su hermano volvía con las bebidas cuando sintió que alguien lo observaba fijamente, entonces fija la mirada en el frente observando a un pequeño niño, un poco parecido a él, exceptuando el color de sus ojos que eran de un color azul cielo, los cuales se veían un poco rojos, seguramente porque había estado llorando, o eso era lo que demostraba su cara llorosa.
-Oto-chan… sniff- decía estregándose un ojo.
-¿Qué dices?-
-Onii-chan… ¿dónde esta mi oto-chan?- dijo entre sollozos.
-Yo no se donde está tu oto-chan.-
-Oto-chan… oto-chan… ¡Waaa!- empezó a llorar muy fuerte haciendo que los que estaban alrededor voltearan a ver y a comentar.
- Agachándose al lado del menor. –ya… ya, no llores…. Te ayudaré a buscar a tu oto-chan- dijo con una voz muy dulce desordenando más de lo que la estaban los cabellos del pequeño.
-¿Hontou-ni?- se frotaba los ojos con ambas manos.
-Hai, bueno, primero ¿cómo te llamas?-
-…-
-Yo me llamo Sasuke-
-Yo… me llamo Kyosuke- dijo nervioso.
-Mucho gusto en conocerte Kyosuke-kun.- y colocó una sonrisa muy tierna, entonces se levantó y agarró su saco. –Vamos.- y le extendió la mano al menor.
-¡Hai!- tomó feliz la mano del mayor.
-No te separes de mí, no te vayas a perder ¿vale?-
-Uh-hum- asintió con la cabeza.
Comenzaron a caminar hasta donde vendían bebidas ya que Itachi todavía no había vuelto, cuando iban a medio camino se lo encuentran.
-¡Sasuke! Pensé que me ibas a esperar sentado-
-Si, pero te tardaste mucho y por eso vine a buscarte y también—
-¡Oh! ¿Y quien es este pequeño tan mono?- le interrumpió a Sasuke.
-Eso era lo que iba a decir, llegó donde yo estaba diciendo que está perdido y no encuentra a sus padres, por eso lo vamos a ayudar a buscarlos-
-¿Eh? ¿Enserio?-
-Hai-
-Bueno, por mí bien, no tengo nada más que hacer… y por cierto- se inclino para quedar más cerca del pequeño. –¿cómo te llamas?-
-…- se escondió detrás de las piernas de Sasuke.
-Es tímido e inteligente, no creo que te lo diga por la cara de pervertido que tienes- se burlaba.
-Si no nos lo dice ¿cómo encontraremos a sus padres?... vamos, dime, ¿cómo te llamas?-
-…- se ocultó más detrás de las piernas de Sasuke.
-Creo que no le gustas aniki… ¿vez?, hasta los niños pequeños saben que eres malo y por eso no se te acercan jaja-
-Sasuke, no sigas diciendo esas cosas, vas a hacer que se ponga peor- decía un poco molesto.
-Esta bien, no digo más, y como se que no te va a decir su nombre, se llama Kyosuke- dijo agachándose frente al pequeño.
-¿Ah?- dijo un poco desconcertado el mayor.
-No te preocupes por él, aunque parezca mala persona este baka que esta aquí es mi hermano, así que no te va a hacer nada malo- le dijo al menor para tranquilizarle. –Pero de todas formas no te le acerques mucho, no sabemos cuando se pueda volver loco- le susurro al menor al oído sin que Itachi escuchara.
-¿Qué le estas diciendo mío Sasuke?- le reclamaba.
-Nada, solo la verdad- dijo divertido e Itachi le enarcó una ceja. –bueno, lo mejor será que comencemos a buscar a tus padres-
-¿Y? ¿Cómo son ellos?- preguntó Itachi.
-…-
-Mejor déjame a mí Aniki-
-Ok- dijo en un suspiro rodeando los ojos.
-Nee Kyosuke-kun, ¿cómo son tus padres ah?, necesitamos saberlo para poder encontrarlos- dijo con una voz dulce dejando a su hermano muy sorprendido por esa forma de hablar.
-Mí… mí oto-chan tiene el pelo de color amarillo y sus ojos son iguales a los míos.- dijo cohibido.
-¿Algo más?-
-…-
-Uff… Bueno, mejor los comenzamos a buscar, si buscamos de rubio en rubio nos vamos a llevar un buen rato, así que mejor empecemos ya- dijo Itachi.
-Uh-hum- asintieron el pequeño ojiazul y el azabache.
-Por cierto Sasuke, ¿cómo sabías su nombre?- preguntó interesado.
-Pues simplemente porque el me lo dijo. Hump. Hay que ver Itachi, a veces preguntas unas cosas muy estúpidas…jaja- decía mientras el pequeño los guiaba hasta donde había visto a sus padres por última vez.
Legaron al sitio y ahí empezaron a buscar, así comenzó a pasar e tiempo, y mientras más tiempo pasaba el pequeño Kyosuke iba dejando un poco de su timidez y comenzando a ser como realmente era, un chico hiperactivo e inquieto, y fue cuando comenzó a contarles como era su padre y cosas por el estilo que antes no quería contar.
-Nee, onii-chan- decía el pequeño ojiazul.
-¿Qué pasa Kyo-chan?- preguntó Sasuke.
-Tengo sed-
-Yo también tengo sed- dijo el mayor. –llevamos un buen rato buscando y nada de nada, la feria es muy grande-
-Itachi, tú ve por unos refrescos mientras que yo me quedo aquí con Kyo-chan.-
-¿Por qué siempre tengo que ser yo?- preguntaba molesto.
-Ya te lo dije- se cruzó de brazos. –Simplemente por que yo y Kyo-chan queremos- dijo volteando a ver dulcemente al menor.
-Pero Kyo-chan no ha dicho que quiere que yo vaya- trato de zafarse de ir por las bebidas pero.
-Yo también quiero que Ita-chan vaya por las bebidas- dijo divertido poniéndose en la misma posición de Sasuke, haciendo que Itachi soltara una pequeña risa.
-Es que son tal para cual… Sasuke, ¿estás seguro que este pequeño no es un hijo perdido tuyo?- preguntó burlón.
-¿Uh? ¿Por qué lo dices?-
-Bueno, ambos son igualitos en el físico, tiene tu carácter y claro esta, ambos piensan que yo soy su sirviente- dijo esto último con lágrima de cocodrilo en lo ojos.
-Jajaja. Itachi, no digas payasadas. Y ve de una buena vez por las bebidas-
-Hai, hai- se fue resignado.
-Por cierto Kyo-chan… ¿tú papá esta solo contigo en la feria o esta con alguien más?-
-Nop, estamos, mi oto-chan, mí oji-san y yo… aunque a oji-san no le gusta que le llame así, el prefiere que lo llame—
-Aquí tienes Kyo-chan- dijo Itachi entregándole una bebida al pequeño.
-Arigatou- dijo con una sonrisa muy cariñosa
-Sasuke, ¿te acuerdas que dije que este niño era igualito a ti?- le dijo entregándole una bebida.
-…-
-Pues me retracto, este niño es demasiado mono para parecerse a ti- dijo viendo al pequeño como tomaba de su bebida.
-Si… eso ya lo se, por eso me imagino que sus padres deben estar muy preocupados buscándolo, bueno, o por lo menos yo lo estaría- dijo mirando tiernamente al ojiazul.
-Ototo, creo que tú te verías muy bien de padre, así cambiarias ese carácter que tienes- dijo en voz baja pero que Sasuke alcanzó a escuchar.
-¿Qué carácter?- le miró con cara asesina.
-Na-nada- dijo con una gota en la cabeza y Sasuke le mató los ojos. -Nee Kyo-chan, ¿por casualidad no sabes de un lugar donde tus padres vayan a ir a buscarte?- le preguntó el mayor.
-Pues….- se quedo pensativo un ratito y luego dijo. –nosotros pensábamos subir al atardecer a la rueda de la fortuna…-
-Umm… pues ya casi se empieza a poner el sol… ¿por qué mejor no vamos allá y así tus papis nos encuentran mas rápido no?-
-¡Kami-sama! ¡se va a caer el cielo! por fin a Itachi se le ocurrió una idea, ¡dios! tenemos que cuidarnos del Apocalipsis- decía burlón.
-Eso no me hace gracia- decía con una gota en la cabeza y con un aura depresiva a su alrededor.
-Pero a Kyo-chan si, ¿verdad?-
-Yo no se, mejor vámonos a buscar a mi oto-chan- dijo ignorándoles por completo y comenzando a caminar dejando atónitos a los mayores, la verdad es que parecía un “mini-Sasuke”, solo que de ojos azules.
-Jaja… ¿viste?, que Kyo-chan no piensa igual que tú- le sacó la lengua de manera muy infantil.
-Si, si, lo que tu digas aniki- dijo con desgano. -¡Oe! ¡Kyo-chan!, ¡espérame!- se acercó a este y le agarró la mano mientras Itachi los observaba desde más atrás.
-Ja… cada vez pienso que son más parecidos- decía Itachi para sí algo nostálgico reflejando en Sasuke y Kyosuke, a él y a Sasuke cuando este estaba más pequeño y de verdad que era muy mono persiguiéndole de una lado a otro. –hump- sonrió un poco. –de verdad que son idénticos-
-¡Itachi!… ¡apúrate o te vamos a dejar!- le grito Sasuke desde lo lejos.
-Hai- dijo y se acercó corriendo hasta los otros dos.
Así llegaron a la rueda de la fortuna, una vez en esta se quedaron buscando por los alrededores hasta que por último decidieron esperar frente a la atracción, ya que solo era cuestión de tiempo que llegaran los padres del menor.
-Nee, nee, onii-chan- jalaba del pantalón de Sasuke. –¿Por qué no subimos al juego?- insistía por enésima vez.
-Vamos a esperar un ratito más, y luego subimos, ¿vale?-
-Ok- dijo con una gran sonrisa.
**********
-¡Kyosuke!- seguía gritando el rubio menor, aunque ya estaba un poco afónico por tanto gritar, pero a pesar de eso, todavía buscaba a su pequeño.
-Señor, ¿usted no se acuerda de algún lugar en específico al que el pequeño halla querido ir?- preguntó uno de los guardias.
-Yo… no se, no me…-
-¡¡Ya se!!- exclamó el rubio mayor interrumpiendo a Naruto.
-¿Dónde?- dijeron los demás al unísono.
-Naru, te acuerdas que cuando llegamos el dijo que quería subir a la rueda de la fortuna, y nosotros le dijimos que subiríamos al atardecer-
-Ha… hai...- dijo sin entender nada.
-A lo mejor está allá esperándonos, ¡vamos!- y lo jaló por el brazo corriendo desesperadamente por la feria, hasta llegar al posible lugar del encuentro del menor.
*********
-Nee, onii-chan, ¡vamos a subir!- le seguía insistiendo el menor.
-Uff… Está bien- dijo al fin, ya que llevaba un buen rato pidiéndoselo.
-Siiiiii- dijo muy emocionado. –Vamos- cuando estaban a punto de subirse a la cabina.
-¡¡Kyosuke!!- se escucho un grito a lo lejos.
-¡Ah!- volteó a todos lados para ver quien lo llamaba pero no vio nada, así que pensó que era su imaginación.
-¡¡Kyosuke!! ¿Dónde estás?- volvió a escuchar esa voz que lo llamaba que era la misma de su oto-chan, volvió a voltear, pero esta vez divisó unos cabellos dorados que resaltaban a lo lejos entre la multitud.
-Oto… ¡oto-chan!- pegó un grito sorprendiendo a los dos morenos.
-Kyo-chan, ¿los encontraste?- preguntó el mayor.
-Hai… hai… oto-chan- y salió corriendo en dirección a esa cabellera dorada y cuando llevaba un pedazo, se giró y dijo. –nee, nee onii-chan, Ita-chan, ¡ya vuelvo!- dijo feliz y siguió con su destino.
-¡¡Kyosuke!! ¡¡Kyosuke!!-
-¡¡Oto-chan!! ¡¡Oto-chan!!- iba corriendo hasta los dos rubios.
-¡Kyosuke!- el menor de los rubios estrechó fuertemente a su pequeño en sus brazos, mientras que lágrimas corrían por sus ojos. –¿Estás bien?- le preguntó besando su cabeza.
-Hai- le dijo muy contento.
-Me alegro mucho- dijo el rubio mayor abrazándolo.
-Por favor, no vuelvas a hacer eso, me preocupaste mucho- decía todavía sin dejar de llorar.
-Sip… lo prometo oto-chan-
-Uff, creo que lo mejor será regresar, siento que he corrido lo suficiente para todo un año- decía Naruto parándose y agarrando la mano del menor para salir de la feria.
-Pero oto-chan… yo…- decía sin moverse.
-¿Qué pasa Kyosuke?- preguntó Deidara.
-Es que yo quiero montarme en la rueda de la fortuna- decía formando un berrinche.
-¡No Kyosuke!- dijo severo. -nos montaremos después, ahorita nos vamos a casa- y se lo llevaba a rastras por el camino, ya que este no quería mover ni un solo músculo.
********
-Creo que el pequeño Kyo-chan, ya se va- decía Itachi divertido viendo a lo lejos como se llevaban al menor a la fuerza.
-Si- se escuchó algo desilusionado. -sus padres deben de haber estado muy preocupados- se dio la vuelta y empezó a caminar en la dirección opuesta a la del pequeño ojiazul.
-<<Jejeje… parece que ese pequeño crío te dejo muy entusiasmado Ototo jejeje>>- pensaba el mayor de los moreno, viendo embelezado la cara de Sasuke.
-¿Qué me vez? ¿Acaso tengo monos en la cara?- decía un poco molesto.
-Jajaja… no es nada- dijo sereno riendo por lo bajo
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-¡¡Nooo!!- seguía forcejeando para tratar de soltarse del agarre del mayor. –¡yo dije que me quiero subir! ¡Se lo prometí a onii-chan!-
-¡Kyosuke!, ¡ya te dije qu— el menor se logró zafar del agarre y empezó a correr en dirección a la rueda de la fortuna. –¡Oe! ¡¡Matte!! ¡No sigas corriendo que te vas a volver a perder!- decía Naruto corriendo tras el menor.
-¡¡Onii-chan!!- gritó el menor ya cerca de la atracción haciendo que los dos morenos, que ya iban un poco más adelante voltearan a ver, y al ver al pequeño de ojos azules corriendo hacia ellos se detuvieron.
-¡Oe! ¡¡Kyosuke!! ¡¡Matteee!!- le seguía diciendo el rubio atrás de él pero este no le escuchaba.
-¡¡Onii-chan!!- dijo lazándose a los brazos de Sasuke, quien le estaba esperando con los brazos abiertos
-¿Qué paso Kyo-chan? Pensé que te ibas con tus padres- le desordenaba los cabellos.
-Sip, pero…yo…-
-¡¡Kyosuke!!- le regaño Naruto un poco alterado estando frente al pequeño.
-Ho… hola oto-chan-
-<<¿¡Oto-chan!? ¿entonces el ángel rubio que conocí en la cafetería ya es papá?>>- se preguntaba mentalmente Sasuke al reconocer al rubio frente a él, la verdad ahora no entendía nada.
-Nee… oto-chan… quería que conocieras a onii-chan- decía sin despegarse del moreno.
-¿Ah?- dijo desconcertado y fue cuando miró por primera vez la cara de aquella persona a la que el niño llamaba “onii-chan”.
-Oto-chan, onii-chan me ayudó a encontrarlos a oji-san y a ti- decía con una amplia sonrisa.
-¡Kyaa! ¿por qué son tan malos?- decía el rubio mayor llegando a donde estaban los demás, sin percatarse de quienes estaban a su alrededor.
-¡Deidara!- dijo un sorprendido Sasuke.
- Volteó a ver quien lo llamaba por su nombre quedando un poco pasmado. –¡Sasuke! Y… I… Ita… chi…- dijo esto ultimo bajando su cabeza para que no se notara el reciente cambio de color que había sufrido su cara.
-¿Los conoces?- preguntó un Naruto muy desconcertado.
-Ha… hai- dijo sin levantar la cabeza.
-¿Tú eres Naruto-kun verdad?- no estaba preguntando, más bien estaba afirmando.
-Si… ¿cómo lo sabe?- preguntó aún mas desconcertado.
-Pues tú mismo me lo dijiste en la cafetería el otro día-
-…-
-Vale, ya veo que no te acuerdas- dijo con voz fría
-<<Umm… ¿así que esto era lo que estabas buscando eh?>>- pensaba el mayor de los Uchihas. –jaja-
-¡Ah! ¡Yaaa!- dijo Naruto al acordarse. –Tú eres el excompañero de Gaara- dijo con una sonrisa.
-…<<¿cómo sabes eso?>> eh… si-
-Pues… muchas, muchas gracias por cuidar de mi pequeño Kyosuke- dio una reverencia. –espero que no halla sido una molestia para ustedes-
-No, para nada, no tienes de que preocuparte, Kyo-chan es un buen niño, ¿no es así Kyo-chan?- le preguntó al menor.
-Hai- dijo con una sonrisa.
-De todas formas le pido mil disculpas- dio otra reverencia. –usted ha debido de tener cosas más importantes que hacer.-
-No, esta bien, más bien se nos hizo entretenido cuidar de él, es un chico muy activo ¿o no Itachi?- le preguntó a su hermano, pero sin recibir respuesta a cambio. –¿Itachi?- dijo entre dientes golpeándolo con el codo.
-¿Ah? ¿Qué?... perdón, estaba viendo algo muy hermoso y me distraje- dijo viendo de reojo al rubio mayor, que ya no sabía donde meter la cara, para que no vieran lo colorado que estaba. –Pero si, Kyo-chan ha sido un buen niño toda la tarde.-
-Bueno, pero de todas formas lamento las molestias ocasionadas, vamos Kyosuke, ya tenemos que irnos a casa- le extendía una mano en señal de que la tomara.
-¡Nop! ¡yo me quiero subir a la rueda con onii-chan!- decía aferrándose a las piernas de Sasuke. (A/C: creo que olvidé mencionar que ya Sasuke se había levantado cuando llegó Deidara n.nU)
-Kyosuke, ya te dije que no, además, Sasuke-san debe estar cansado-
-Bueno, si es por mí no hay ningún problema, además el pequeño a tenido un largo día hoy, para mí no sería ninguna molestia acompañarlos en una vuelta, claro está, si tú estás de acuerdo-
-Por favor Oto-chan, solo una vuelta…. ¿¡¡Siii!!?- puso unos ojitos de cachorro que eran demasiado irresistibles para decirles que no.
-Uff… Está bien.- dijo resignado. –pero solo una vuelta, después nos vamos ¿ok?-
-Siiii- dijo contento lanzándose encima del rubio para luego comenzar a caminar hacia la atracción que estaba un poco más atrás.
-Oe Itachi, ¿te piensas quedar toda la noche observando la cara de ese baka, o piensas venir de una buena vez?- preguntaba Sasuke, ya que estos dos, Itachi y Deidara no se habían movido ni un centímetro.
-¡Oe teme! ¡No llames a mi onii-chan baka!- decía Naruto muy infantilmente.
-Perdón, ¿pero como no hacerlo, si esos dos que vienen allá atrás son unos completos bakas ah?, en especial mí aniki… jaja- decía divertido.
-…-
-Ey ustedes dos, apúrense, o nos vamos a subir sin ustedes.- decía Sasuke.
-¡Noooo!- dijo el rubio mayor acelerando el paso.
-Yo voy primero- dijo Itachi ya en el lugar.
-Esta bien, pero vas a subir con Deidara.- decía Sasuke, empujando a Deidara dentro de la cabina.
-¡Oe no!, ¡yo no quiero— no pudo terminar la oración, ya que Sasuke le había cerrado la puerta de la cabina en la cara.
-<<Ototo, te debo una, jeje>>- pensaba para sí esbozando una sonrisa maliciosa.
********
-¿Por qué hiciste eso?- le preguntó el rubio al azabache ya dentro de la cabina.
-Yo se porque lo hice, pero no te preocupes mí aniki no le hará nada que él baka ese no quiera- dijo colocando una sonrisa de medio lado, dejando al rubio aún más desconcertado.
-…Por cierto, ¿de dónde conoces a mi hermano?-
-Pues, lo conozco desde que tenía más o menos unos 14 años, él era muy amigo de mí hermano en ese entonces y a veces se la pasaba en mi casa, por eso es que digo que es un baka, pero por algunas cosas que pasaron hace algunos años, pues, no lo había vuelto a ver más- le explicaba mientras que su vista se posaba sobre Kyosuke que iba de un lado a otro en la cabina para ver todo el panorama.
-Umm… ya veo- dijo mientras pensaba en que los únicos amigos que habían sido tan cercanos a su hermano eran los miembros de Akatsuki, pero no podía preguntarle de buenas a primeras si su hermano pertenecía a esta, además lo mas lógico es que ni supiera de que le preguntaba.
-Te quedaste callado- dijo con una sonrisa de medio lado típica de los Uchihas.
-Pues…-
-¿Te preguntabas si mi hermano pertenece a Akatsuki verdad?- una vez más afirmaba en vez de preguntar.
-…-
-Pues si… mi hermano es uno de ellos- dijo como si nada. –oh bueno, lo era-
-…-
-…- la pequeña cabina se llenó de un silencio un poco incómodo hasta que.
-Nee onii-chan ¿cuál es tú casa?- preguntó emocionado viendo por la ventana.
-Ummm… Pues veamos- veía por la ventana. –la mía es esa de allá, junto al parque-
-¡Uwaa! ¡onii-chan tú casa es muy grande!-
-Jeje… pues si- dijo causándole una gran curiosidad al rubio, él que también decidió ver por la ventana.
-Nee onii-chan ¿yo podría ir a jugar contigo?- pregunto poniendo ojitos de cachorrito.
-¡¡Kyosuke!!-
-Por mí esta bien, siempre y cuando tu oto-chan este de acuerdo-
-… <<Hump, la verdad no se por qué Gaara dice que él es de esa forma a mí me sigue pareciendo muy amable, más bien me parece demasiado amable>>- pensaba volteando a ver por la ventana mientras que de sus labios se escapaba un gran suspiro.
-¿Qué dices?- le preguntó.
-Pues, mientras mi hermano o yo lo acompañemos creo que no habrá ningún problema- dijo con un poco de pesar, pero al final colocó una sonrisa sincera, causando que en las mejillas del azabache brotara un leve sonrojo, el cual logró disimilar muy bien volteando a ver por la ventana.
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-…- el silencio reinaba la cabina, ninguno de los dos decía nada, ni siquiera se movían, el rubio estaba viendo por la ventana mientras que el moreno tenía sus ojos fijados en él rubio que se encontraba frente a él, después de unos minutos alguien decide hablar
-I… Itachi… ¿por qué volviste después de tantos años?-