Capítulo 6. Fin de semana en la playa.
-¡Itachi! ¡Apúrate!- gritaba el menor de los Uchihas desde la entrada.
-Si, si, ya voy- bajaba las escaleras. –solo tengo que—
-Nada- dijo con una vena en la cabeza. –ya vámonos de una buena vez-
-Ya, ya- se acercó al menor. –parece que estas muy emocionado por volver a ver a Kyosuke-kun y también a Naruto-kun- se burlaba.
-Ya cállate y vámonos- salio de la casa.
-Jajajaja. Nunca vas a cambiar- y siguió a su hermano para montarse en el coche del menor.
********
-Nee Naru-chan, apúrate ya Itachi y Sasuke deben estar por llegar- decía Deidara desde la sala.
-En un momento bajo- se oía desde el piso de arriba.
-¡Pues apúrate! ellos no son muy pacientes que digamos, en especial Sasuke-baka, así que baja de una buena vez…-
-Si, ya cálmate- venía bajando las escaleras. –De todas formas todavía faltan 15 minutos- decía con desgano.
-Solo lo digo porque esos dos se ponen histéricos de la nada, por eso es mejor estar listos antes de que ellos lleguen-
-Onii-chan, ¿no será que lo que en realidad pasa es que tu estas ansioso por volver a ver a Itachi-sama?- preguntó con malicia.
-Cla-claro que no- se sonrosó.
-Jaja, si claro jaja-
********
-¿Sasuke?- preguntó el mayor.
-¿Si?-
-¿Tú sabes donde queda la casa de Naruto-kun… verdad?-
-Si, ayer cuando estábamos en la noria Kyo-chan me dijo donde estaba su casa- dijo sin quitar la vista de la carretera.
-Oh, ya veo-
Unos minutos mas tarde, específicamente unos 35 minutos después y que Sasuke Uchiha se tragara su orgullo para preguntar por la dirección de la casa de los Uzumaki, divisan una casa de dos pisos a lo lejos de un color blanco.
-Que raro, ya se han tardado- se decía el mayor de los rubios.
-Sip, lo más probable es que se hayan perdido, jaja- decía burlón
-Naru, una cosa-
-Dime-
-¿Tú les dijiste la dirección? Ya que Itachi sabía donde vivía, pero eso fue antes de mudarme contigo-
-Pues- se quedó pensativo. -sinceramente yo no le dije nada-
-…- un aura negra cayó sobre él. –Esto es malo, muy malo, en verdad su carácter cuando se molestan es—
-“Ding-dong”- sonó el timbre de la puerta. –¡yo voy!- dijo Naruto.
-Jeje, perdón por la demora- decía un Itachi un poco apenado una vez que le abrieron la puerta, ya que en realidad habían llegado 20 minutos después de la hora acordada. –jeje, lo que pasa es que mí ototo-baka no sabía la dirección exacta y por eso nos demoramos un poco más de lo esperado- se explicaba rascándose la cabeza.
-No te preocupes, también fue mi culpa, no le dije a Sasuke-san la dirección.-
-¡¡Itachi!!- gritaba un pequeño pelinegro mientras se acercaba a este.
-¡Hola Kyo-chan!- lo recibió con un gran abrazo. –¿cómo está mi pequeño Kyo-chan?-
-Muy bien- dijo con entusiasmo y le sonrió.
-Que bueno- correspondió el gesto.
-Itachi ¿Y donde está mi onii-chan?- preguntó el menor.
-Sasuke nos está esperando en el coche, así que creo que lo mejor será que no lo hagamos esperar demasiado o se va a molestar más de lo que ya está- explico con una gota en la cabeza.
-Sip- dijo el menor con una sonrisa.
-Naruto-kun, dame tus bolsos para meterlas en el coche- le dijo el moreno.
-No te preocupes Itachi-san, yo puedo llevarlas- y se encaminó rumbo al coche.
-Ok, si tú lo dices- se encogió de hombros.
-Buenos días Itachi.- decía un sonrojado Deidara desde la puerta.
-Buenos días Dei- dijo alegre para luego darle un beso fugaz en los labios haciendo que el rubio se pusiera más rojo. –Vamos, te llevo las maletas.- las agarró y se dirigió al coche.
-¡Deidara!- llamó Sasuke que se había bajado del coche.
-Si dime-
-¡Móntate adelante!- le ordenó.
-¿Y cómo por qué tengo que hacer lo que vos me ordenes siendo un crío ah? jaja- se empezó a reír.
-Dos cosas: la primera: si hablamos de crío, vos y mi hermanos son mas críos que yo, mejor dicho, mucho más críos e infantiles que Kyo-chan- dijo burlón haciendo que el rubio frunciera el ceño. –y la segunda: a menos que quieras que nos estrellamos en medio camino por una pelea entre el tarado de mi aniki y yo, lo mejor sería que te montaras adelante- dijo esta vez más serio con una pequeña venita en la cabeza.
-Pero- trató de alegar.
-No te preocupes onii-chan, yo me voy con Sasuke-san al frente y tú te vas con Kyosuke e Itachi-san atrás- decía el rubio menor con una sonrisa.
-Bueno, si tú lo dices, pero con tal de que no se te vaya a pegar el carácter de ese engreído estamos bien jaja- decía burlón.
-¡Ya cállate de una buena vez y súbete al coche!- ordenaba Sasuke muy cabreado.
-Si, si, pero no me estés ordenando, yo no soy nada tuyo para que me mandes- se montó en el coche.
-Ja-ja. Si como no Dei, eso no te lo crees ni tú mismo, jaja- se montó en el coche seguido por los demás.
-¡Onii-chan!- saludó el menor efusivo.
-Hola Kyo-chan- dijo sonriente cambiante drásticamente su humor al ver al niño.
-Ototo, cada vez que vez a Kyosuke tu semblante cambia por completo- se burlaba Itachi.
-Bueno, tal vez sea porque el no tiene la culpa de las estupideces que tú y Deidara cometen- se burlaba mientras ponía el coche en marcha.
-¿Y yo por qué?- se quejó el rubio mayor.
-Porque si.- dijo con arrogancia
-Eres malo ototo-baka- dijo con falsa tristeza.
-Hump. Y por cierto Naruto-kun, ¿que pasó con tu invitado?- preguntó sin quitar la vista del frente.
-Pues no va a venir, primero dijo algo sobre su entrada al manicomio y luego sobre firmar su acta de disfunción- todos le miraron desconcertado. -bueno, eso si venía, Jaja- explicó dejando a todos ahora si muy, pero muy confundidos.
-Ya… ya veo- dijo sin entender nada todavía.
-Jajaja, no te preocupes Sasuke-san solo son tonterías mías- dijo ganándose una mirada más confundida aún por parte del azabache.
_Pasados unos minutos._
-Oe Sasuke- llamó el mayor y Sasuke solo le ignoró.
-….-
-Oe- le volvió a llamar pero Sasuke seguía ignorándole así que el solo rodeó los ojos. -¿Tú no tenías que hacer unas cosas hoy en la empresa?- preguntó de lo más sereno recostándose al espaldar del asiento.
-Tks- chasqueó la lengua con fastidio. -se me había olvidado por completo, bueno, lo mejor será que vaya a decirle a Ino que no estaré este fin de semana. Espero que no les moleste que nos desviemos un poco- le preguntó a los rubios.
-No importa, lo más importante es el trabajo- dijo Deidara.
-Pero- inquirió Naruto. -si quiere dejamos esta salida para otro día, ya que de seguro es más importante lo que tienes que hacer- dijo calmado sintiendo un aura asesina detrás de él así que ni quiso voltear.
-No te preocupes- apremió Sasuke. -tampoco son cosas tan importantes, solo son trivialidades, además Kyo-chan está muy emocionado con ir a la playa- utilizó al niño como excusa.
-¡Shiiii! ¡yo quiero ir! ¡Yo quiero ir!- formaba un pequeño berrinche en la parte de atrás del coche.
-Claro que vamos a ir- aseguró Sasuke y se encaminó a las empresas Uchihas. Ya estando allí. –Ya vengo, lo que tengo que hacer no durará mucho- dijo para luego bajarse del carro. Unos 30 minutos después vieron a Sasuke salir del local seguido por una joven rubia, que al parecer le estaba sermoneando.
-¡Pero Sasuke-sama! ¿¡qué va a pasar con—
-Ino- le llamó la atención para que la chica se callara. -ya cálmate- dijo sereno. -el lunes arreglo todo y listo- dijo con algo de superioridad.
-Pero—
-Ino, tú solo has lo que te dije y el lunes yo termino de arreglar las cosas- se montaba en el coche.
-¡Pero Sasuke-sama!—
-Yo confío en que tu puedes hacerlo Ino, dejo todo en tus confiables manos- dijo con cierto deje de arrogancia y se colocó unos lentes oscuros. –que pases un buen fin de semana Ino, nos vemos el lunes- y antes de que la chica pudiera alegarle cualquier otra cosa por tratar de extorsionarla con ese comentario, puso el coche en marcha dejando muy molesta a la rubia que sin poder hacer nada más tuvo que regresar dentro del local resignada.
*******
-Sasuke- llamó su hermano. -¿estás seguro que—
-Ya cállate Ictachi, no me molestes más al menos que quieras que te deje votado y tengas que irte caminado hasta la casa- dijo con una pequeña venita en su frente.
-…-
-Eso pensé- dijo con arrogancia al ver el silencio de su hermano.
-Jejeje- se rió Naruto por lo bajo al ver la cara que había puesto Itachi.
El camino hasta la casa de playa de los Uchiha era largo, pero todo el camino se fue muy animado, ya que aunque Sasuke iba callado y muy molesto por las estupideces que iba diciendo Itachi, todos los demás iban entretenidos: Naruto tenía la vista en la ventana observando el paisaje, aunque también se iba riendo de lo que Itachi decía; Deidara iba jugando con el pequeño Kyosuke quien estaba ya muy impaciente por llegar a la playa, e Itachi diciendo tonterías de sus anécdotas o cualquier recuerdo que se le viniera a la mente de cuando Sasuke era un lindo niñito, cosa que molestaba mucho más al azabache haciendo que un par de veces tuviera la tentación de dejar a su aniki allí varado en medio de la carretera, pero fuera de eso los demás iban muy entretenido, así que no hubo ni un solo momento de silencio.
Una vez que llegaron a la playa fueron directos a la casa, la que no fue muy difícil de encontrar por parte de los rubios, ya que sobresalía de todas las demás, no solo porque era la mas grande y lujosa, si no porque era la más apartada de todas debido a que se encontraba a orillas del agua, y hasta tenía su propio sector privado de la misma.
Sasuke e Itachi les dieron un recorrido rápido y les mostraron sus habitaciones, las que estaban decoradas con un estilo Hawaiano. Todos los pisos eran de madera, los muebles eran una combinación entre la era clásica y la moderna, con algunos toques de contemporánea.
La casa constaba de un salón de juegos, una sala de cine privada, un salón para fiestas, dos albercas, caballerizas, una estancia al aire libre y una al interior de la casa más las 16 habitaciones con sus respectivos baños. Cada habitación era diferente, ya sea en colores o en la combinación de los muebles, pero todas las habitaciones eran amplias con camas matrimoniales y una chimenea que le daba calor a la habitación, prácticamente parecía más una posada a una casa.
Naruto y Kyosuke estaban en una habitación del ala este al igual que Deidara, las que tenían una maravillosa vista de todo el mar; mientras que los hermanos Uchihas se encontraban en el ala norte de la casa.
Una vez que inspeccionaron toda la casa ya se habían hecho casi la 1 de la tarde, así que decidieron sentarse a comer afuera debajo de un pequeño tinglado que quedaba cerca de la alberca.
-¿Podrían calmarse por favor?- pedía Sasuke frotándose las sienes, ya que Itachi y Deidara estaban a punto de comerse con las miradas. –por lo menos respeten que esta Kyo-chan presente- les recordó. -si quieren hacer eso váyanse a una habitación- hablaba molesto.
-Ya cálmate ototo, tú lo que estas es ce-lo-so.- terminando de decir eso sintió un zumbido cerca de su oído el cual había sido producido por uno de los palillos que le había lanzado Sasuke. –Jeje, no tienes que ser tan agresivo.- decía nervioso con una gota en la cabeza.
-…- tomó uno de los palillos de Itachi y siguió comiendo.
-¡Oe!- se quejó -¿¡y con que se supone que coma yo!?- se quejaba.
-…- le volteó a ver con una mirada fulminante.
-Está bien, está bien- dijo resignado alzando sus manos en son de paz.
-No te preocupes Ita-chan, si quieres yo te doy la comida- decía Deidara dulcemente.
-Eso me encantaría- dijo seductoramente.
-¡Por dios!- se levantó de la mesa dando un leve golpe en esta. –Ven Kyo-chan- le tomó de la mano. -dejemos a este par de idiotas con sus cosas- y se lo llevó lejos de la vista de los demás.
-Jejeje, parece que hicieron molestar a Sasuke-san- se reía el rubio menor.
-Pues sip, ese es uno de nuestros hobbies favoritos- decía el moreno.
-Es muy divertido verlo cuando se molesta.- decía Deidara dándole de comer a Itachi en la boca.
-Pero tiene razón- se levantó de la mesa. –por lo menos no lo hagan frente a Kyosuke, váyanse a una de las tantas habitaciones- se burlaba mientras se alejaba por el mismo camino que tomo Sasuke.
-Parece que los molestamos a los dos- decía el rubio viendo por donde se habían marchado los otros tres.
-Tienes razón mi Dei, pero si no quieren ver, pues que no vean.- y besó dulcemente los labios del menor quien se sonrojo.
******
-¡Oe! ¡Sasuke-san!, ¡espérame!- decía Naruto acercándose al nombrado.
-¿Qué pasa Naruto-kun?-
-Solo… solo quería estar con ustedes- dijo tratando de recuperar un poco el aliento debido que había corrido un poco para alcanzarles. -creo que estaba haciendo un mal tercio con aquellos dos, jaja-
-Ya veo- siguió caminando.
-¿Y a dónde van?- preguntó interesado.
-Pues onii-chan dijo que montaríamos a caballo- decía el pequeño muy contento.
-¿A… a caballo?- tragó saliva.
-Si, los caballos que tenemos son muy dóciles así que no tienes por qué preocuparte, de todas formas me voy a montar con Kyosuke- aclaró y esbozó una sonrisa.
-Ya-ya veo- dijo nervioso.
-¿Acaso le tienes miedo a los caballos?- preguntó burlón.
-Cla-¡claro que no!- frunció el ceño.
-Jeje, entonces no sabes montar.- reiteró con burla.
-….- bajó la mirada.
-Jajaja- se empezó a reír.
-¡No te burles!- dijo un poco molesto.
-No te preocupes, tenemos una yegua muy tranquila para que puedas montar, jaja- se seguía burlando.
-Hump- volteó la cara molesto y se cruzó de brazos causando que la risa de Sasuke se incrementara un poco más, aunque la trataba de disimular.
Una vez en las caballerizas, Sasuke le pidió a uno de los empleados que le preparan su caballo y la yegua que era de su madre. A los pocos minutos venía el hombre con dos caballos, uno que era totalmente negro, con mucha elegancia y porte, y la otra era de un color anaranjado claro con la crin y cola blanca.
-Aquí tiene Sasuke-sama.- le entregó las correas de los dos caballos.
-Gracias.- tomó las riendas. -Toma- le pasó la correa de uno de los caballos al rubio.
-Pe-pero- trató de alegar. –yo… te dije que no se montar-
-No te preocupes, esta yegua era de mi madre y es muy mansa- le acariciaba la crin. –te aseguro que no te pasará nada- le dijo con una cálida sonrisa para tratar de relajar al rubio quien por alguna extraña razón lo hiso, y no solo eso sino que sintió como sus mejillas se encendieron levemente.
-Bu-bueno- se acercó al caballo.
-Vamos, yo la sostengo mientras tu subes- le dijo para colocarse al lado de la yegua y acariciarle la crin calmándola mientras esperaba a que el rubio se subiera.
-Ha-hai- dijo temeroso y se montó con un poco de dificultad y temblando un poco.
-Solo cálmate- le pasó las riendas. –Solo respira hondo.- dijo para luego agarrar a Kyosuke en peso y montarlo en el caballo negro y él también montarse. –solo toma las riendas con firmeza, pero tampoco muy fuerte.-
-Ok- asintió levemente. -¿Y? ¿qué hago después?- preguntó inseguro.
-Hump- una sonrisa se formó inmediatamente en sus labios al ver la expresión asustadiza del rubio. -No te preocupes por eso, la yegua me seguirá, así que solo cálmate y no hagas movimientos muy bruscos- le aclaró.
-Ha-hai- asintió como un robocot.
-Claro, a menos que quieras que el caballo empiece a correr de la nada- se burlaba.
-¿Uh?- dijo un poco asustado mientras sus ojos se abrían de par en par por el comentario.
-Jaja, Vamos. tks. Tks.- chasqueó la lengua jaló suavemente las riendas del caballo y se pusieron en marcha.
Naruto iba muerto de miedo ya que el caballo se movía de un lado a otro y lo primero
que se le venía a la mente era que se caería y se rompería algún hueso sino es que se rompía la cabeza, pero por suerte eso no ocurrió, Sasuke le iba explicando que hacer en el camino, y así al poco tiempo perdió el miedo. Empezaron a charlar para conocerse mejor y Sasuke le contó de los miles de accidentes que tuvo montando a caballo lo que hizo que Naruto se pusiera un poco (MUY) tenso ya que ese no era precisamente un buen tema de conversación para alguien a quien le aterra montar, así que al Sasuke notar esto cambió de inmediato el tema y empezó a hablar de la primera tontería que se le viniese a la mente para tratar de calmarse, cosa que ocurrió rápidamente.
Se la pasaron charlando toda la tarde y solo se dieron cuenta de que se les había hecho tarde porque el sol ya se estaba empezando a ocultar, así que decidieron volver llegando a la casa cuando ya el sol se había metido por completo, y dejando los caballos en las caballerizas entraron a la casa.
Al entrar ven que Itachi y Deidara se encontraban muy “cómodos” en la estancia viendo la televisión, en realidad Itachi estaba sentado frente al televisor mientras que Deidara estaba recostado en el pecho de Itachi el cual lo estaba abrazando y acariciándole suavemente el brazo más que satisfecho.
-Cosf-cosf- carraspeó disimuladamente Sasuke acercándose a la estancia.
-¿Cu-cuando llegaron?- preguntó Deidara separándose rápidamente del Uchiha mayor y sus mejillas se ponían de un color carmín.
-Llegamos hace unos minutos- decía Naruto con una pequeña sonrisa burlesca dibujada en sus labios sentándose en uno de los sillones.
-¡Oji-san!- decía el menor sentándose en medio de Deidara e Itachi.
-Hola Kyo-chan.- saludó Itachi. –y… ¿ototo?-
-¿Qué pasa?- se sentó en otro sillón.
-¿Dónde fueron ustedes que se tardaron toda la tarde en volver?- preguntó con malicia.
-¡Nosotros fuimos a cabalgar!- dijo el menor felizmente.
-¡¿Naru?!- preguntó sorprendido. –¿tú?, ¿cabalgando? ¿No era que le tenías miedo a los caballos?- preguntó con sorpresa sin poder creérselo.
-¿Umn?- Sasuke le volteó a ver sorprendido.
-Cla-¡claro que no!- alegó empezando a colorarse.
-Entonces ya se te paso ¿no?, porque cuando eras pequeño si les temías, y a horrores, ya que no podías ni verlos porque salías corriendo- decía divertido recordando los viejos tiempos.
-¡¡Onii-chan!! ¡ya cállate!- dijo un poco molesto y avergonzado con su cara cada vez más roja.
-Pero ¿por qué te molestas? ¿acaso dije algo malo?- preguntó haciéndose el inocente y su hermano solo bajó la mirada más que apenado-
-Jajaja- se empezó a reír por lo bajo haciendo que los mayores le voltearan a ver confundidos.
-¿Sasuke?- preguntó su hermano sin comprender.
-Jaja, Naruto, si les tenías miedo no tenías porque cabalgar si no querías- decía el menor de los Uchihas.
-¡Ya les dije que yo no les tengo miedo!- se quejó levantando la mirada y todos pudieron ver lo roja que estaba. –es solo… es solo que…- y sin poder decir palabra para defenderse sus labios empezaron a temblar levemente mientras desviaba un poco la mirada hacia uno de los lados.
-Hump- sonrió un poco. -No te preocupes- dijo Sasuke. –a pesar de si era miedo o no, lo enfrentaste y eso es bueno, y además, para ser tú primera vez cabalgando lo hiciste muy bien- le felicitó y esbozó una cálida sonrisa.
-Gra-gracias- sus mejillas se pusieron rosadas por el halago del mayor.
-¡¡Sasuke!!- dijeron sorprendidos Itachi y Deidara. – ¿¡Tú!? ¿¡haciéndole un cumplido a alguien!?- dijo extrañado Itachi.
-¡Oh no! ¡por dios! ¡sálvennos! ¡se va a acabar el mundo!- decía Deidara con fingido terror mientras se burlaba.
-Ja-ja. Ya cállense- dijo con venitas en la frente. –A menos que quieran acabar con marcas de cascos por toda la cara.- dijo serio causando que los mayores se quedaran pasmados.
-Jajaja, Sasuke-san jaja eres muy gracioso, jaja- se reía Naruto.
-Naruto- tragó saliva.
-¿Que pasa Dei?-
-Él no lo dice en broma.- dijo esta vez Itachi.
-¿Eh?-
-Él de verdad lo va a hacer- completó Deidara con un aura depresiva rodeándole.
-¿Eh? Jajaja- se empezó a reír más fuerte. -eso si sería bueno jajaja. Quisiera verlo. Jajaja- se burlaba causando que los mayores lo fulminaran con la mirada, cosa que ni le importó con lo más mínimo y siguió riéndose haciendo que una pequeña sonrisa también se formara en los labios de Sasuke quien trataba de contener su risa.
-Con permiso- dijo una joven entrando a la estancia. –la cena esta servida.- les avisó.
-Gracias.- dijo cortés el azabache, entonces se levantó del sofá y se dirigió al comedor siendo seguido por los demás.
Después de terminados de comer se sentaron de nueva cuenta en la estancia y se pusieron a conversar de lo que harían mañana mientras jugaban alguno que otros juegos de mesa, se divirtieron, algunos se molestaron, como Naruto cada vez que perdía, y otros simplemente se creían el “rey del mundo” cuando ganaban como Sasuke Uchiha, pero bueno, pasaron muy animadamente el rato y por eso se les hizo media noche entre juego y juego. El pequeño Kyosuke ya hace rato que se había quedado dormido y Sasuke ya lo había llevado a la habitación de Naruto.
Recogieron las cosas, se dieron las buenas noches y cada uno se dirigió a su correspondiente habitación. Naruto se quedó observando por un rato la vista, ya que la luna reflejándose en el mar era muy hermosa. Y como estaba haciendo un poco de frío, decidió cerrar la ventana y encender la chimenea para meterse a la cama y cerrar los ojos cayendo a los minutos presa del sueño.
A la mañana siguiente todos se despertaron muy temprano bajaron a desayunar y luego como estaba planeado se meterían a bañar en la playa. Kyosuke estaba muy contento, ya que era su primera vez que entraba en un lugar con tanta agua; tan contento estaba que les dio un gran susto a todos, ya que sin querer se fue alejando de la orilla y se fue adentrando a lo profundo, aunque por suerte el Uchiha menor estaba cerca de él y logró cogerlo a tiempo antes de que pasara algo realmente malo.
Después de eso Kyosuke se quedó jugando en la orilla construyendo castillos de arena como buen niño obediente, mientras que los mayores se pusieron a jugar voleibol dentro del agua; Naruto y Sasuke era un grupo y Deidara e Itachi el otro, el juego iba muy parejo hasta que por un solo punto ganaron Sasuke y Naruto. Luego los equipos se invirtieron quedando los Uchihas de un lado y los Uzumakis de otro, los que perdieron aplastantemente con un puntaje de 20 a 0. En verdad una derrota muy significativa y humillante para los rubios que pedían revancha. Y accediendo a sus súplicas los hermanos Uchihas jugaron otra ronda, esta vez con un puntaje de 20 a 6, lo que todavía seguía siendo una vergüenza, pero como ya estaban cansados, ya que contra esos dos morenos de cuerpos esbeltos y carismáticos, era imposible que ganaran, así que decidieron tenderse en la arena al lado de Kyosuke.
-¿Qué? ¿Ya se cansaron tan rápido?- se burlaba el Uchiha menor.
-Tsk- chasqueó la lengua con fastidio. -¡ya cállate Sasuke-baka!- gritó molesto el rubio mayor.
-¿Qué pasa Dei? ¿No me digas que todavía te disgusta perder?- se paró frente al rubio mayor.
-¡Cállate! ¡Y muévete, que me tapas el sol!- refunfuñaba molesto
-Jajaja… y después dices que yo soy el crío- se burló Sasuke.
-¡Urusay!- se volvió a quejar.
-Jajaja- se tumbo a un lado de Naruto. –ustedes de veras que no sirven en los juegos- se burlaba Sasuke. –jaja, ni siquiera en los juegos de mesas sirven, porque que yo sepa ustedes son los que mas perdieron ayer, en especial tu Naruto-kun jaja-
-¡¡Teme!!- rugió molesto el rubio ante tales “infames” comentarios. -¡No es nuestra culpa que ustedes dos sean invencibles-ttebayo!-
-Jeje gracias por el halago- dijo con arrogancia.
-No seas tan arrogante Sasuke-san- se quejó molesto. -solo estoy diciendo que si jugamos una vez mas, de seguro te gano- hablaba confiado el rubio menor.
-Si ese es el caso, vale, me parece bien- se levanto.
-¿Ah? ¿Qué cosa?-
-Pues la revancha, pero eso si, para que sea justo para ustedes solo jugaré yo solo, jeje- decía con arrogancia y supremacía.
-Por favor- dijo con arrogancia. -te dije que no seas tan arrogante, yo solo puedo contigo- aclaró con supremacía y se levantó para quedar a la altura del moreno y enfrentarle la mirada.
-Na-Naru- le llamó su hermano. -no tienes que humillarte de esta manera- decía Deidara con una gota en la cabeza.
-Dei, Dei… tsk-tsk-tsk- chasqueaba la lengua y negaba levemente con la cabeza. -no te preocupes por mí, yo estaré bien, deberían más bien preocuparse es por este teme de aquí- señalo a Sasuke. –Ya que le voy a dar una paliza-
-Naru, hazme caso, no te humilles así- le decía Deidara sabiendo que Sasuke era uno de los mejores jugadores de Voleibol en la preparatoria, y que incluso había ganado unos cuantos torneos, además de algunas competiciones de Voleibol playero, en ese sentido Sasuke si era un “Dios”, y por eso la sonrisa de satisfacción que mostraba ante el reto del rubio.
-Dei, ya déjalo de una vez- decía el Uchiha mayor. –él es igual de cabezota que tú, así que dudo que nos haga caso-
-¿Me estas llamando cabezota?- se molestó.
-Pues… emmm- empezó a producir monosílabas para no responder a la pregunta, cosa que molestaba mucho más a Deidara.
-Bueno, bueno, ya vasta de estupideces. ¡Itachi!- le llamó. -Tú serás el árbitro.- le ordenó.
-Hai, hai- se levantó con pesar de la arena y se sacudió un poco la bermuda. -Pero solo no seas tan malo con Naru-chan, se suave- le pidió.
-Jajaja, no te preocupes aniki, me contendré- dijo con arrogancia.
-Hamp- bufó Naruto. -Eso no hace falta teme- dijo molesto. -te ganare de todas formas- dijo muy seguro y con superioridad. –así que no intentes darme ventaja porque no la necesito- dijo con arrogancia y Deidara solo se llevó su mano a su cara e Itachi sonrió nerviosamente mientras una gota de sudor le resbalaba por la sien.
-Ok, Dobe, tú lo has pedido- dijo con arrogancia para agarrar el balón y tomar su posición para sacar.
Y unos 7 minutos después ya el partido había terminado indudablemente con un ganador indiscutible y muy previsto. Sasuke ganó sin ningún problema aplastando por completo a Naruto, que no había podido anotar siquiera un solo punto, lo que hizo que se cabreara mucho y mucho más cuando su hermano le contó de los trofeos que había ganado Sasuke jugando al Voleibol y empezó a decir que eso no era justo porque Sasuke obviamente llevaba las de ganar porque él era un novato, y muchas otras tonterías más que salían por su rabia de haber perdido, así que para no estorbarles el ambiente con su malhumor se retiró de la playa y se fue a meter a la alberca.
Un rato después Sasuke se fue a acompañar a Naruto a la alberca dejando a Kyosuke a cargo de Deidara e Itachi, lo que por alguna razón le pareció mala idea, pero el pequeño se quería quedar en la playa, así que no le quedo de otra que dejarlo con esos dos.
-¿Pasando el malhumor de tu derrota dobe?- preguntó con burla acercándose al jacuzzi, comentario que molestó al rubio.
-Solo cállate teme- dijo molesto.
-Hump- rodeó los ojos, ya que el rubio todavía seguía de mal humor porque no le había dicho que él había sido campeón de Voleibol, así que quiso cambiar el tema. -Parece que te gusta el jacuzzi- se puso de cuclillas en la orilla de este.
-Umm… Pues si, es muy relajante.- decía disfrutando del agua con los ojos cerrados tratando de ignorar la presencia del moreno.
-Si, es muy relajante.- se metió al agua. –Mamá, Itachi y yo, siempre que veníamos nos metíamos aquí de noche, la vista es muy hermosa, en especial porque las estrellas se ven muy claramente.- se acomodó de la misma forma que Naruto.
-Si, me lo imagino.- se sentó erguido y volteó a ver al moreno. –Sasuke-san, ¿puedo hacerte una pregunta?-
-Solo llámame Sasuke, y si, si puedes- el rubio se sonrojó un poco y asintió.
-Pues, usted se ve que quiere mucho a su madre… jeje parece una buena persona, si no es mucha molestia me gustaría escuchar de ella- dijo con una pequeña sonrisa.
-Pues- se sentó erguido. –Ella murió cuando yo todavía era pequeño, así que no tengo muchos recuerdos de ella- dijo un poco triste.
-Pe-perdón, no quise incomodarte.- se disculpó. –la verdad no fue mi intensión—
-No, esta bien, no te preocupes- le sonrió un poco para hacerle saber al menor que de verdad estaba bien. -pero si quieres saber, podrías preguntarle a Itachi, él de seguro te dirá con mucho gusto- sonrió gentil para luego acomodarse nuevamente en el jacuzzi y luego de unos segundo.
-Jajajaja- se empezó a reír sin control el rubio haciendo que el azabache se sorprendiera un poco y más que todo se desconcertara.
-¿Naruto-kun? ¿Qué pasa?- preguntó un poco preocupado por el repentino ataque de risa del rubio.
-Pues, jaja…. es muy divertido… jaja.-
-¿Eh? ¿Qué cosa?- preguntó sin comprender.
-Pues… Gaa-chan me dijo que tú eras una persona muy arrogante, ego-centrista, malhumorado, y pues, un sin fin de cosas- el moreno le enarcó una ceja un poco incrédulo y sorprendido por como lo decía el rubio. -Y aunque si eres esas cosas, no eres tan así-
-¿Eh?- ahora si que se confundió.
-Si bueno, me explico. A pesar de que seas de esa forma tal cual como te describió Gaara y creo que mucho peor- recalcó lo que molestó un poco al moreno. -al mismo tiempo- dijo más calmado y sereno. -eres una persona muy amable, cariñosa y carismática, y eso es muy bueno- dijo con una sonrisa dulce haciendo que las mejillas del azabache se sonrojaran un poco.
-No digas tonterías- dijo para tratar de disimular su pequeño sonrojo que gracias a dios era bien camuflajeado por su roja piel al estar tanto tiempo bajo el sol. -Y si no te gusta mi forma de ser, pues simplemente no—
-Jejeje- se empezó a reír al notar la molestia del moreno, haciendo que este le volteara a ver al ver que se reía. -en realidad me gusta- dijo sincero sorprendiendo un poco al moreno. -me parece muy interesante, cada vez descubro facetas nuevas de ti, y eso es muy interesante, parases un chico misterioso y nunca se sabe con que vas a salir.- se puso a observar la nubes pasar.
-…- observó la cara del rubio un momento y luego también se puso a observar las nubes pasar.
-Las cosas siempre son mas interesantes cuando nunca sabes lo que va a pasar, pero cuando ya esta decidido, de alguna forma se vuelve aburrido- dijo con tono nostálgico sin dejar de ver las nubes, lo que hizo que Sasuke lo volviera a ver un poco extrañado por ese comentario aunque tampoco quiso preguntar nada porque el rubio parecía no querer hablar sobre el tema, así que solo regresó la vista al cielo para seguir contemplando las nubes pasar.
Y así se terminó de ir la tarde. En lo que todos entraron a la casa pudieron ver el color rojo de las pieles de los Uchihas, ya que por ser blancos, el sol los había dejado de ese color, tal como si fueran unos camarones fue el comentario de Naruto haciendo que Deidara riera y Sasuke e Itachi no les hiciera mucha gracia; y a pesar de que habían usado bastante bloqueador los Uchiha estaban completamente rojos, mientras que Naruto y Deidara estaban un poco más canelas dándoles un hermoso color bronceado, aunque Kyosuke también estaba igual de rojo que los Uchiha, pero por ser pequeño todavía no entendía el porqué de las molestias de los morenos mayores y las risas de su familia.
Cenaron y cada uno se fue a su habitación, esta ves se acostaron muy temprano ya que tanta diversión, al final los cansó, el primero en caer fue el pequeño Kyosuke; Naruto se fue a su habitación al igual que los otros para acostarse a dormir, pero por más que lo intentara no podía, así que salió a la cocina para buscar un poco de agua, ya se habían hecho cerca de la media noche, y cuando iba camino a su habitación, vio una puerta que dirigía al tejado, la tomo y se acostó a ver las estrellas en el techo, ya que como Sasuke había dicho, se veían muy hermosas de noche.
Al rato siente que es observado por alguien, y en lo que se da la vuelta resulta ser que Sasuke estaba atrás de el observando las estrellas.
-Hola dobe, parece que no tampoco puedes dormir- recalcó lo obvio.
-Urusay teme- se quejó. –Y de paso no me estés insultando- se volvió a acostar.
-Jaja, tú fuiste el que comenzó con los insultos- aclaró y el rubio solo permaneció en silencio haciendo que Sasuke riera por lo bajo. -Parece que no soy el único que le gusta ver las estrellas desde el tejado cuando no puedo dormir- se sentó a un lado del rubio y este le volteó a ver con una cara de pocos amigos, viendo así la cálida sonrisa que tenía el azabache haciendo que suspiraba y le sonriera también.
-Hump, digamos que si, me gusta tomar aire fresco cuando pienso- dijo sereno regresando la vista al cielo.
-¿Y en que piensas pues?, bueno, si se puede saber.-
-Nahhh. Solo son trivialidades- dijo como si nada. -estaba pensando en Kyosuke y pues también en… como será el futuro- dijo en un pequeño suspiro. -cosas como esas- sonrió con un poco y Sasuke solo le miró por unos segundos.
-Ya veo. Por cierto, hay algo que me intriga-
-¿Qué cosa?- se irguió un poco para verle mejor a la cara.
-Pues, el día que Kyo-chan se perdió en la feria, nos dijo que solo vivía con su tío y su papá-
-Uh-huh- dijo sin comprender mucho.
-Bueno, sé que tal vez no sea de mi incumbencia, pero, me gustaría saber que pasó con la madre de Kyo-chan- preguntó no muy seguro haciendo que un pequeño silencio se formara en el lugar. -Yo…- trató de hablar ya que por lo visto no era un tema que al rubio le gustara.
-Bueno, eso…- se volvió a callar
-Jeje- se empezó a reír levemente haciendo que el rubio le mirara desconcertado. -ya se, ya se, fue una pregunta estúpida, a lo mejor no quieras hablar de eso, así que mejor olvídalo, no tienes porque hablar si no quieres- le sonrió y levantó su mirada al suelo, ya que de verdad había sido estúpido hacer esa pregunta.
-….- bajó la mirada.
-Y bueno- se levantó. –lo mejor será que yo me vaya, y tú deberías hacer lo mismo, mañana tenemos que pararnos temprano para volver- le dijo.
-Aja- fue lo único que dijo.
-Bueno, que pases buenas noches Naru-chan- y se acercó un poco al rubio y le dio un beso en la mejilla y le colocó su bata, ya que por lo que se veía Naruto no se iba mover de ahí en un buen rato, así que no quería que cogiera un resfrío.
-Ha-hai- se sonrojo un poco rozando levemente su mejilla que acababa de ser besada con tal dulzura que eso le había hecho sentir algo extraño en su pecho. –que descanses Sasuke-san- dijo con una pequeña sonrisa
-Hump. Ya te dije dobe. Llámame solo Sasuke- dijo antes de desvanecerse por las escaleras y de que el rubio pudiera alegarle algo por la forma en la que le había llamado, así que Naruto solo suspiró al saberse solo en el tejado.
Naruto se quedó un rato mas observando las estrellas y pensando en lo que le acababa de preguntar Sasuke, ya que a los ojos de las personas que no lo conocen y no saben de su situación, Kyosuke es el hijo de una mujer, de la cual nadie sabe quien es. Pero en realidad es todo lo contrario, ya que se tiene a la “madre”, pero no al “padre”; al final, mírenlo, por donde lo miren es una situación muy confusa y no fue fácil de contar. Después de pensar un rato y sin hallar ninguna respuesta se fue a su habitación.
A las horas todos se despertaron muy contentos y radiantes como Itachi, Deidara y Kyosuke, mientras que Sasuke y Naruto, se despertaron un poco malhumorados ya que solo lograron dormir parte de la noche. Desayunaron y acomodaron las cosas en el coche. De camino a casa todo iba callado, el ambiente en la parte delantera del auto estaba un poco tenso, pero no se sabía porque, y por miedo a que los bajaran del coche y les hicieran irse caminando hasta la ciudad, simplemente no preguntaron y decidieron ignorarlo.
Llegaron a la cuidad como a eso de las 11 de la mañana. Dejaron a los rubios en su casa y se dispusieron a regresar a la mansión Uchiha para cambiarse y dirigirse a las empresas, Sasuke tenía que arreglar lo que había dejado pendiente para irse el fin de semana a la playa con su rubio ángel y su hijo, y ya en las empresas, se consigue con una histérica Ino en la recepción.
-¡Sasuke-sama!, ¡al fin llega! ya estaba pensado que no iba a llegar hoy.- decía alterada.
-Ino, cálmate, ya estoy aquí.- se encaminó a su oficina.
-Pues, que bueno porque tiene mucho trabajo atrasado por andarse yendo un fin de semana completo.-
-Si, si, esta bien.- dijo resignado afincándose en la mesa. –¿Y?, ¿que es lo primero de hoy?-
-Pues, para hoy tenemos el almuerzo con los Aburames y