Capítulo 9. Un susto de muerte.
En la habitación se encontraban dos chicos de lo más cómodos recostados sobre la cama. El pelirrojo estaba sobre el rubio y le besaba intensamente, ya sin camisas ambos estaban acariciando con libertad la piel de otro, cuando un molesto sonido irrumpe en el lugar haciendo que Gaara dejara de besar a Naruto.
-Uff- suspiró con pesar el rubio. –debo contestar, tal vez es Dei- dijo con pesar mientras se quitaba al pelirrojo de encima quien suspiró cansino. Naruto se estiró un poco y cogió su celular que estaba sobre la mesita de noche y lo miró y el número era desconocido.
-Es desconocido- dijo Gaara mirando por encima del hombro del rubio. –así que puede esperar- y sin dejar que a Naruto le diera tiempo de replicar le quitó el celular de las manos y lo volvió a dejar sobre la mesita comenzándole a besar con igual de intensidad.
-Jejeje, ¿sabes que a veces puedes ser un poco posesivo?- preguntó con algo de burla rodeándole el cuello con sus brazos.
-Hump, quizás si lo sea un poco- y volvió a cazar los labios del rubio y en eso el telefonito vuelve a sonar rompiendo nuevamente el ambiente, y el rubio lo alcanza y lo vuelve a mirar. -¿Numero desconocido de nuevo?- preguntó y el rubio asintió. –dame- le pidió el celular y una vez colgó la llamada puso el teléfono en vibración y lo dejó de nueva cuenta sobre la mesita, pero ni bien intentó volver a cazar los labios del rubio el móvil empezó a sonar y esta vez es Gaara quien lo coge y al ver el mismo numero desconocido solo cuelga la llamada y decide apagar el teléfono. –así no nos molestarán más- dijo dejando el celular en la mesita para luego volver a besar al rubio.
-Jejeje, no solo eres posesivo, sino que egoísta- decía con algo de gracia.
-Por ti lo seré con gusto- y sin dejar de besar al rubio le empezó a desabrochar el pantalón.
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-¡¡Ah!! ¡Ahora ni repica y cae al buzón de mensajes!- decía un alterado volviendo a marcar el número. -¡el muy tonto lo apagó!- dijo más que molesto.
-Si bueno, de todas formas sigue intentando- decía Itachi mientras estacionaba el auto en la entrada de la clínica donde ya les esperaba una camilla para recibir al menor, porque Sasuke había llamado unos minutos antes para decirles que estuviesen preparados y Sasuke y Deidara se bajaron rápidamente del coche.
-Yo iré a estacionar el carro- fue lo único que dijo cuando los menores se bajaron y una vez estos asintieron el movió el carro y lo llevó hasta el estacionamiento.
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Ya Gaara había logrado quitarle con facilidad el pantalón al rubio y ahora se encontraba acariciándole con más libertad dejando algunas pequeñas marquitas en el cuello de Naruto quien no se resistía para nada, pero en eso el celular de Gaara empieza a sonar rompiendo nuevamente el ambiente y Gaara solo suspira.
-¿Gaara? ¿Vas a contestar?- preguntó con sus mejillas sonrosadas y su respiración un poco agitada y Gaara solo sonríe.
-Hump, si es importante que deje un mensaje, pero con esa cara que tienes ¿cómo quieres que conteste ah?- mordió la clavícula del rubio.
-Ahh- gimió un poco mientras se dejaba hacer y las manos de Gaara recorrían su piel.
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-¡Joder! ¡El estúpido de Gaara tampoco me contesta!- gritó Deidara ya en la sala de espera caminando de un lado a otro.
-Tsk, dame el número del idiota ese- dijo Sasuke acercándose al rubio.
-¿Eh? Pero—
-¡Solo dámelo!- ordenó Sasuke y Deidara le dio el numero.
-¿Y? ¿Qué pasó con Kyo-chan?- llegó preguntando un alterado Itachi.
-No se, lo acaban de meter a observaciones para hacerle los exámenes y tratar de estabilizarlo- decía Deidara que estaba a punto de romper en llanto de la angustia.
-Uff, todo saldrá bien Dei, ya veras que todo saldrá bien- le abrazó con fuerza y le apegó a su pecho.
-Si, lo sé- dijo en un hilo de voz aferrándose con fuerza al cuerpo del moreno.
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-¡Tsk!- chasqueó la lengua con fastidio para tomar su celular que estaba en el suelo. -<<mejor apago este maldito aparato>>- pensó para si al coger el celular, pero en lo que abrió la pantalla apareció un nombre “Imbécil”, lo cual le extrañó muchísimo. ¿Qué hacía el imbécil de Sasuke llamándole?, y sabía que era él, porque él mismo le había colocado eses nombre de cuando Kankuro había hecho unas negociaciones con la compañía del Uchiha ese, así que levantó a ver al rubio quien estaba esperándole y recordó que Naruto le había dicho que Deidara había ido a comer a la casa de los Uchiha y es cuando todo se le vuelve claro, así que contesto. -¿Aló?- y el rubio le miró desconcertado por haber contestado.
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-¡Hasta que contestas mapache sin cejas del demonio!- gritó un colérico Sasuke haciendo que ambos mayores le voltearan a ver. -¡Joder! ¡Más de media hora tratando de comunicarnos con ustedes y ustedes haciendo quien sabe que carajos! ¡JODER si tienen a Kyosuke en manos del imbécil de Deidara por lo menos deberían contestar las llamadas! ¡Estamos es la clínica y Kyosuke está en terapia intensiva! ¡Así que dejar de hacer estupideces y vénganse de una maldita vez hasta la clínica Konoha! ¡Ahora!- y colgó antes de que el chico del otro lado de la línea alcanzara de decir algo.
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-¡Tsk! ¡Joder!- se levantó de encima del rubio. -¡Vístete!- le ordenó lanzándole la ropas al rubio.
-¿Eh? ¿Qué pasó?- preguntó sin comprender comenzando a vestirse.
-No sé que pasó pero Kyosuke está en terapia intensiva en la clínica Konoha ¡así que apúrate!- fue lo único que dijo colocándose la camisa.
-¡Oh por dios!- fue lo único que alcanzó a decir Naruto para ahora todo nervioso terminar de vestirse.
Y aunque la forma de Gaara de decirle que el pequeño niño de Naruto estaba en terapia intensiva no fue la mejor, al poco rato ya estaban saliendo del hotel y montándose en el coche del pelirrojo para ir a la clínica a toda prisa mientras en el camino el alma de Naruto estaba que le dejaba el cuerpo sin saber que hacer ya que llamaba a Deidara y este no le contestaba y solo le caía el buzón de voz, haciendo que las lágrimas se empezaran a acumular en los ojos del rubio.
-Ya Naruto, trata de calmarte, llegaremos a la clínica en unos minutos- fue lo que le dijo Gaara para tratar de calmarle y el rubio solo asintió tratando de contener sus lágrimas.
Y unos minutos después ya estaban entrando a la clínica para llegar a recepción y preguntar por Kyosuke.
-¡Disculpe enfermera!- llegó el rubio. –Quisiera saber si el paciente—
-¡Naruto! ¡Gaara! ¡Por acá!- les gritó Deidara que había estado esperando a que estos llegaran e inmediatamente esos se le acercaron.
-¡Dei! ¿¡Qué pasó!? ¿¡Qué le pasó a Kyosuke!?- preguntaba alterado siguiendo al mayor.
-No sé, no sé que le pasó, estábamos en la casa de Itachi y de repente Kyosuke colapsó y empezó a tener problemas respiratorios- decía algo alterado sin dejar de caminar por los pasillos. –según Sasuke puede ser una alergia a los mariscos-
-Pero Kyosuke—
-¡No sé!- gritó alterado llegando así a la sala de espera donde estaban Itachi y Sasuke hablando con el doctor haciendo que Naruto y Deidara y más atrás Gaara aceleran el paso para llegar con el doctor.
-¡Kyosuke! ¿¡Cómo se encuentra Kyosuke!?- le preguntó un alterado Naruto al doctor.
-Por favor señores, cálmense- pidió el doctor. –el pequeño se encuentra un poco estable, tuvo una severa intoxicación por lo que comió y ahora le estamos suministrando las medicinas necesarias para controlarle las convulsiones y poder sacar el intoxicación de su sistema para poder hacerle un lavado de estómago, pero para eso necesitamos su permiso para poder proseguir- decía el médico.
-¡Hágalo! ¡Haga lo que sea pero salve a mi niño!- decía Naruto casi al borde del llanto.
-Ok, entonces procederemos a lavarle el estómago para ver como evoluciona, con su permiso- fue lo único que dijo para retirarse.
Y mientras no recibían noticias fueron los minutos más largos para todos, ya que a pesar de no tener ningún parentesco con el pequeño, Sasuke e Itachi estaban muy preocupados, en especial un alterado Sasuke que caminaba de un lado a otro en la sala de espera mientras Itachi abrazaba a Deidara y Naruto era abrazado por Gaara, y a pesar de ver esto Sasuke solamente prefirió ignorarles por el momento, ya que era mucho más importante el saber como estaba Kyosuke en esos momentos que buscar la manera de conquistar a su rubio ángel y separarle del mapache sin cejas esas; y mientras caminaba desesperadamente llega por fin el doctor a avisarle que el menor ya se encontraba mucho mejor y que ahora se encontraba en observación esperando a que despertara, lo que alivió en sobremanera a todos ya que por lo menos ya había pasado lo peligroso.
-Bueno, eso es todo por ahora, cualquier cosa que surja se los haré saber, por ahora el pequeño tendrá que pasar la noche acá en observaciones a ver como evoluciona y si dios quiera ya para mañana en la tarde se podrá ir tranquilamente a su casa- decía el doctor.
-Gracias Doctor, de verdad muchas gracias- dijo el rubio menor.
-No se preocupe, para eso estamos, ahora con su permiso, me retiro.- dio una reverencia con la cabeza y se fue.
-Uff- suspiraron todos más que aliviados. –Dios, ¿cómo fue que pasó esto?- preguntaba retóricamente el rubio menor dejándose caer de lleno en una de las sillas.
-Bueno, digamos que jamás volveremos a comer mariscos- decía Dei dejándose caer en otra de las sillas.
-Hump, jaja- se empezaron a reír todos, ya que bueno, no les quedaba de otra y la risa es un buen sedante para la angustia.
-Por cierto Naru, ya es tarde, así que yo tengo que irme, mañana me toca el turno de la mañana así que lo mejor será que me vaya yendo- decía el pelirrojo acercándose al nombrado.
-Hai, no te preocupes Gaa-chan te aviso cualquier cosa- dijo Naruto con una pequeña sonrisa
-Ok, también le avisaré a Iruka-san que no podrás ir- le besó la frente.
-Hai, gracias-
-Hump, bueno, nos veremos mañana- y le besó tiernamente los labios.
-Uh-huh- sintió y el pelirrojo emprendió su marcha.
-Por cierto Dei ¿tú tienes trabajo mañana no?- preguntó Itachi y el rubio asintió. –si quieres puedo llevarte a tu casa- se le acercó.
-No, no te preocupes, puedes irte, yo me quedaré hasta mañana-
-Pero necesitas dormir para ir a trabajar- le decía el moreno.
-Si pero—
-Ve Dei- le dijo Naruto. –yo me quedaré, ya que si ninguno de los dos vamos a trabajar será problemático, así que ve con Itachi-san a casa-
-Pero—
-Yo me quedaré con el Deidara, así que tranquilízate- le dijo Sasuke desde la pared y todos le voltearon a ver.
-Pero es que—
-Vamos Dei, Sasuke-san se quedará conmigo, así que no te preocupes- le dijo el rubio con una pequeña sonrisa para tranquilizar a su hermano.
-Uff, ok, pero me llamas cualquier cosa ¿si?-
-Uh-huh, no te preocupes Dei, tú anda a descansar, yo me quedo acá-
-Ok- se acercó a su hermano y le besó la frente. –nos vemos mañana entonces Naru, trata de descansar un poco ¿si?- el menor asintió. –bueno, adiós- le dijo con una sonrisa. –y adiós Sasuke-baka- le dijo y este rodeó los ojos.
-Vamos Dei- le dijo Itachi colocando su mano en la cadera del rubio. –nos vemos en un rato ototo- le dijo a Sasuke y este solo asintió, y así emprendieron su marcha.
-Uff- suspiró con pesadez el rubio.
-Oe- le llamó la atención.
-¿Si?- le levantó a ver.
-Perdón por… perdón porque Kyosuke esté acá- se disculpó ya que sentía que debía hacerlo.
-No- negó con la cabeza. –no tienes que disculparte, tú no sabía que Kyosuke iba a ser alérgico a los mariscos, así que no tienes que preocuparte… oahh- bostezó un poco.
-Umm, ya veo, pero de todas formas lo siento-
-Hump, si te sientes mejor con esto te disculpo, pero de verdad no fue tú culpa- le volteó a ver con una pequeña sonrisa en labios.
-Hump, gracias- sonrió y se acercó al rubio sentándosele al lado mientras Naruto bostezaba un poco. -¿estás cansado?- preguntó.
-Hump, si, un poco- dijo sin quitar su sonrisa.
-Si quieres puedes dormir un poco y yo te despierto si viene el doctor-
-No, no creo que sea la mejor-
-Oh vamos, estás cansado y si Kyosuke despierta lo menos que querrá ver es que su oto-san está en esas condiciones ¿no crees?-
-…-
-Si quieres apóyate en mí y descansa un rato, o si quieres no duermas pero por lo menos descansa ¿si?- le pidió.
-Hump- sonrió al ver la insistencia del moreno. –ok, solo porque-oahh- bostezó de nuevo. –de verdad estoy un poco cansado, solo por eso tomaré tú oferta- dijo con los párpados de sus ojos pesados.
-Ok, solo por eso, alabemos al dios del cansancio- dijo con algo de burla y el rubio rodó los ojos con una pequeña sonrisilla formándose en sus labios para recostarse levemente en el hombro del moreno y pronto quedar dormido, mientras que Sasuke se cruzaba de brazos esperando a que apareciera el doctor.
******
-Oye Dei, ya llegamos- le dijo al rubio quien se había medio dormido en el asiento del coche.
-¿Eh? Ah, ok- se espabiló un poco frotando sus ojos. –gracias Ita-chan- dijo con una pequeña sonrisa.
-Hump, no hay de que- le correspondió el gesto.
-Bueno, nos veremos luego- trató de bajarse del carro pero le cogieron por el brazo. -¿Itachi?-
-¿Puedo quedarme contigo esta noche?- preguntó el moreno sorprendiendo al rubio. –te juro que no haré nada, solo quiero quedarme contigo, no quiero dejarte solo- decía sincero y el rubio sonríe.
-Hai, la verdad me encantaría que te quedaras conmigo esta noche- dijo con una sonrisa cálida e Itachi sin decir una palabra más apagó el motor del coche y se bajó del mismo al igual que el rubio y le cogió por la cintura para apegarlo a él y así entrar a la casa.
******
Ya habían pasado unos minutos cuando el doctor vuelve a aparecer por la sala de espera encontrándose con una escena enternecedora. El rubio afincando su cabeza en el hombro del moreno, mientras que este afincaba su cabeza en la del rubio, ambos completamente dormidos que ni se dieron cuenta de su presencia, esos si que eran buenos “padres” fue lo único que pensó, para acercarse mucho más al moreno y moverle levemente por el hombro para despertarle un poco, y Sasuke pegó un pequeño respingo y frotó un poco sus ojos para poder ver a quien tenía en frente.
-Ah Doctor ¿qué pasó? ¿Cómo sigue Kyo-chan?- preguntó frotando su ojo izquierdo.
-El pequeño ya está mejor, le pasamos a una habitación, así que si gustase podrían ir a recostarse un poco, además, le dimos unos sedantes al pequeño, así que no creo que despierte hasta mañana en la mañana-
-Oh, ya veo- sonrió un poco. –gracias- sonrió para luego voltear la vista hasta el rubio. –oe Naruto- le movió levemente la cabeza. –Naruto-
-Umññ- medio gruño sin despertarse, lo que causó que una pequeña sonrisa se formara en el rostro de ambos mayores.
-Hump, bueno- y con mucho cuidado para tratar de no despertar al rubio le tomó en brazos para llevarle a la habitación del menor siendo guiados por el médico.
Una vez en la habitación Sasuke dejó al rubio en el mueble y miró el cuerpo del pequeño acostado en la cama conectado a algunas máquinas.
-Bueno, yo ya me retiro, que descansen- le dijo al moreno con una sonrisa. –de verdad tienen un hijo muy fuerte- fue lo único que dijo antes de salir.
-¿Eh? No es— fue a aclarar, pero el doctor ya se había ido, así que regresó su vista al cuerpo del pequeño, ya que por alguna extraña razón no le había molestado en lo más mínimo que le creyeran el padre del niño, es más, hasta le había gustado esa idea, así que solo volteó a ver el cuerpo del rubio quien empezaba a titiritar un poco del frio y se acercó al pequeño closet y sacó de allí una sabana y se la colocó al rubio mientras él se sentaba en el piso apoyando su espalda en el mueble, estirar una de sus piernas y cruzarse de brazos apoyando su cabeza en la orilla del mueble, y así, al poco rato se quedó dormido, importándole muy poco que la posición en la que se encontraba era algo incómoda.
A la mañana siguiente, cuando el sol salió y los rayos de luz entraran tenuemente entre las rendijas de las cortinas Naruto fue el primero en despertarse desconcertándose un poco por el lugar en que se encontraba hasta que recordó lo que había pasado el día anterior y se espabilara inmediatamente viendo así como en la camilla frente a él se encontraba su pequeño Kyosuke durmiendo todavía plácidamente, lo que hizo que una sonrisa se formara en sus labios, y en lo que frotó sus ojos y bajó su mirada vio una cabellera negra al borde del sillón donde él se encontraba, y con sorpresa detalló el cuerpo durmiente en esa posición.
-¿De verdad pasó toda la noche acá?- se preguntó con algo de sorpresa viendo como el moreno todavía seguía durmiendo, y por alguna extraña razón una pequeña sonrisa se formó en sus labios por ver que no se había ido, aunque esto fue un pensamiento extraño que desechó negando varias veces con la cabeza, así que se quitó la sábana que cubría su cuerpo y se levantó de la cama para acercarse a la camilla y besar suavemente la frente de su pequeño niño y quedársele mirando por un rato.
En eso siente el rosar de telas y voltea a ver como Sasuke estaba despertando lentamente de su letargo frotando un poco sus ojos y estirándose cual gato perezoso, lo que hacía que Naruto soltara una leve risilla al ver tal escena, por alguna razón le parecía “lindo”
Entonces Sasuke se frotó un poco los ojos y miró al rubio delante de él mirándole con una risilla y el solo pudo sonreír para luego levantarse del suelo.
-Buenos días Sasuke-san- saludó el rubio sin quitar su sonrisa.
-Hai, buenos días Naruto-kun- le dijo quitándose las lagañas de uno de sus ojos y se acercaba al rubio.
-¿A qué hora pasaron a Kyosuke a la habitación?- preguntó regresando la vista a su niño.
-Cerca de las 12- llevó su mano derecha hasta su cuello para así poder masajearlo un poco y tratar de estirar los músculos encogidos por haber dormido en esa mala posición.
-¿Y tú me trajiste has acá?- preguntó volteándole a ver.
-Bueno, no me quedó de otra dobe, no te querías despertar- dijo con algo de gracia sin quitar la vista del pequeño en la camilla.
-…
-¿No te vas a quejar?- preguntó sorprendido volteando a ver al rubio.
-Hump, ie, es la verdad, la verdad tengo el sueño pesado, así que no me extrañaría que no me hubiese dado cuenta de nada- le explicaba.
-Oh, ya veo- se volvió a llevar la mano hasta su cuello y lo empezó a mover en todas direcciones esbozando una clara mueca de molestia en su cara.
-¿Estás bien?
-¿Eh?- le volteó a ver.
-¿Qué si estás bien? ¿te duele el cuello?- preguntó algo preocupado.
-¿Eh? Si, digamos que no fue precisamente una muy buena forma de quedarse dormido- decía con algo de gracia para restarle importancia.
-….- solo se quedó cayado y miró al azabache quien todavía movía su cuello, claramente si le dolía, y se sentía en cierta forma culpable por eso. –si quieres…- dijo por lo bajo.
-¿Uh?-
-Bueno, que si quieres puedo darte un masaje, no es que sea un Adonis en eso, pero algo se- dijo con una zurrona sonrisa.
-Eh… no, no es necesario que lo hagas- le dijo cortés.
-Oh vamos, en cierta forma siento que es mi culpa ya que te quedaste a pasar la noche acá y dormiste en una mala posición, así que por lo menos déjame hacer eso ¿vale?- no le preguntaba ni se lo proponía, más bien se lo imponía, y claramente no aceptaría un no como respuesta.
-Hump, ok- fue lo único que dijo y el rubio sonrió satisfecho para tomarle de la mano y llevarle hasta el sillón y sentarle por uno de los laterales para el arrodillarse tras él y posar sus manos sobre los tensos hombros y cuello del moreno y empezar a masajearle.
-Uwao, de verdad que estás tenso- le dijo sorprendido sin dejar de masajearle.
-Si bueno, entre las negociaciones en la empresa, la llegada de mi hermano, el personal y todo eso, pues… creo que no es para menos- decía con sus ojos cerrados y moviendo levemente su cabeza en círculos mientras el rubio le masajeaba.
-Oh, si, me imagino y… ¿puedo hacerle una pregunta?-
-¿Eh? Claro-
-Bueno, ¿en qué trabaja usted?- preguntó interesado.
-Bueno, en la compañía de la familia, como soy el presidente soy el que tengo que encargarme de todo, así que digamos que hago de todo un poco- dijo con algo de gracia.
-No, no me refería a eso, quería saber de que era la empresa- preguntó algo divertido.
-Hump, bueno, es una empresa de Diseño y Publicidad, aunque estamos empezando en el mercado de importaciones y exportaciones textiles-
-Oh, interesante, debe ser difícil hacerse cargo de una empresa así-
-Si bueno, digamos que si lo es, pero tiene sus recompensas de vez en cuando-
-Hump, me imagino que si- consintió.
-¿Y tú?
-¿Eh?
-Si, ¿trabajas solo en la cafetería?- preguntó interesado.
-Sip, como te imaginaras, teniendo un hijo las cosas cambian, así que Deidara y yo nos turnamos para cuidarlo. Yo lo cuido de día mientras Dei trabaja, y él lo cuida en la tarde hasta que yo llego de trabajar.
-Debe ser difícil.
-¿Eh?
-Si, criar a un hijo.
-…
-Las preocupaciones, que si se enferma, que si tiene pesadillas, que si se pelea, que si no quiere comer.
-Si bueno, eso—
-De verdad eres fuerte.
-¿Eh?
-Si, eres fuerte, y estoy seguro, es más, apostaría mi propia vida a que tú eres capaz de dar tú vida y más por ese niño- volteó a ver al pequeño todavía durmiente en la camilla. –de verdad que eres fuerte- seguía diciendo y en eso las mejillas de Naruto se tornaron de un ligero color carmín.
-Gra… gracias- dijo avergonzado y es cuando Sasuke le voltea a ver y ve la cara del rubio así de sonrojada y a escasos centímetros de su propio rostro.
-No tienes porqué- le dijo sin apartar su rostro del de el rubio y apoyando una de sus manos sobre una de las del rubio, tan enternecidos en los ojos del contrario que ni se dieron de cuenta cuando la puerta fue abierta.
-Buenos días Naru… chan- dijo un poco sorprendida la chica que acababa de entrar a la habitación y ambos chicos le voltearon a ver, y la chica estaba completamente en shock por tal escena. –in… ¿interrumpí algo?
-…