Mientras esperas…
Naruto, Sakura y Sasuke se encontraban esperando a su sensei Kakashi en el puente de siempre, cuando de pronto, a la chica se le ocurrió algo.
-¡Ei, Sasuke! ¡Vamos a jugar a un juego! – gritó emocionada.
-¡Ei, Sakura! – el pelinegro imitó el tono melodioso de la chica. - ¡Déjame en paz! – ahora había sonado demasiado áspero.
-¡Ei, Sakura! – dijo emocionado Naruto. - ¡Si quieres puedo jugar yo contigo! – añadió, con una sonrisa radiante y llena de emoción.
Sakura le miró mal para que se callara y volvió a hablarle a Sasuke.
-Bueno, yo digo que podemos hacer algo mientras esperamos al sensei. No creo que llegue todavía, y es mejor que quedarnos quietos sin hacer nada… - comentó.
-¡Te doy toda la razón, Sakurita! – volvió a interrumpir el rubio. Ella le miró mal por segunda vez, pero volvió su cara para esperar la respuesta del pelinegro. Él movió sus hombros para no darle importancia, gesto que indicaba que era una idea razonable.
-¡De acuerdo! – comentó Sakura contenta. – Naruto, tú te encargarás de perderte un rato, y yo y Sasuke, jugaremos a la botella.
-El burro delante para que no se espante… - susurró Sasuke por lo bajo.
-No, Sakura-chan… - el rubio se enrabió. – ¡Yo quiero jugar a la botella contigo! ¡Que vaya Sasuke a perderse!
-¡Ni loca! – gritó Sakura.
-Tengo una idea, Naruto. – habló Sasuke, con decisión. – Que Sakura se vaya a perder un rato y tú y yo jugamos a la botella. Así no habrá quejas, ¿verdad?
-¡Estoy de acuerdo! – apoyó Naruto con alegría. – ¡Y luego que Sakura nos invite a comer Ramen!
-Lo del Ramen lo hablamos luego, pero en general me gusta la idea…
-¡¡Yo me opongo!! – gritó Sakura conmocionada.
-Tienes razón, Sakura. – dijo serio Naruto. A continuación, se giró hacia Sasuke. – La botella es aburrida. Mejor juguemos al teto.
-¡Basta, chicos! – volvió a interrumpir la pelirosa. – Ya sé que soy una hermosura y os peleáis para que ninguno de los dos me tenga antes que el otro, pero resulta que…
-¡¡Tú te callas!! – interrumpieron los dos chavales, gritando al unísono.
-Sakura, no quiero que vuelvas a abrir tú bocaza. Estoy harto de fingir que me gustas para provocarle celos a Sasuke. He decidido que a partir de hoy, me voy a centrar sólo en conquistarle. –aclaró Naruto enfadado.
-Naruto, tú… - Sasuke estaba al rojo vivo. - ¡También me gustas, Naruto! – aclaró. – ¡Salgamos juntos y juguemos al teto ese que decías!
-Sasuke… ¿No sabes qué es el teto? – preguntó juguetón naruto, ignorando completamente a la chica, que en esos momentos estaba a punto de darle un ataque al corazón.
-Chicos… ¿Lo estáis haciendo para ponerme celosa, verdad? – insistía la chica.
-Pues no, Naruto. No sé qué es el teto… - reconoció sonrojado Sasuke (ignorando una vez más las tonterías de la chavala).
-No importa, amor mío. – Naruto le sonrió cariñosamente, y de una forma un poco pervertida, claro. – Lo descubriremos juntos. Te lo cuento por el camino de vuelta a mí casa…
Los dos chicos, abrazaditos, empezaron a irse, dejando a la chica traumatizada atrás. De repente, Sasuke, giró su cabeza hacia la chica, y la miró alegre.
Sakura pensó que en ese momento, Sasuke le diría: “Oh, flor de cerezo, era una broma… Claro que tú eres la más hermosa y te mereces todo mí amor… Enséñame tú lo que es el teto…” Ante la idea, Sakura le miró sonriente.
-Ah… Sakura… - el chico se le acercó lentamente. – Cuando venga Kakashi, dile que estamos en la casa de Naruto y que no estorbe, gracias.
Y ésa fue la guinda del pastel. Sakura se tiró al suelo y estuvo llorando seis horas seguidas, mientras esperaba a su profesor.
En casa de Iruka-sensei…
-Kakashi, tus alumnos te deben de estar esperando… - decía sonrojado Iruka mientras se tapaba su desnudez con las sábanas.
-Que esperen, que pueden descubrir muchas cosas entre ellos… - rió Kakashi mientras acababa de traerle la comida a su amante. – Además, seguro que a estas horas ya todos estarán en sus respectivas casas. ¿Qué imbécil me esperaría tanto?
Un imbécil que todavía llora en el puente y espera a su sensei. ^^
Fin.