-Qué haces??!!- Exclamó Ruki cuando sintió que las fuertes manos de Kai se aferraron a sus brazos y lo empujo contra la pared.- Suéltame!!
Kai estaba fuera de si, ahora que había probado esos labios quería más. No se podía conformar solo con un beso…
-Cállate!-Le grito Kai mientras lo arrastraba hacia su habitación.-Hoy serás mío…- Dijo con una media sonrisa en su rostro.
-Qué??!!!- Gritaba Ruki mientras intentaba en vano zafarse de los férreos brazos del otro golpeándolo.-Qué estas diciendo!!??-Por mas que le pegara, al otro parecían no afectarle los golpes.
-Tengo que hacerlo y no me importan las consecuencias.
En la habitación arrojo al pequeño vocalista a la cama. Este se quedó unos instantes inmóvil con los ojos desorbitados viendo como Kai sacaba de la mesita de luz una especie de soga de cuero con…pinches? Fue ahí cuando corrió hasta la puerta pero antes de que pudiera hacer algo más, Kai ya lo había agarrado de los pelos arrastrándolo ignorando los gritos de dolor para tirarlo en la cama nuevamente.
-A dónde creiste que ibas?- Dijo Kai tranquilamente mientras lo amarraba a la cama.-Qué parte de “Hoy serás mío” no entendiste?- Le susurro en la oreja y luego dejo escapar una risita maliciosa.
-Por favor…no hagas esto.-Suplicaba Ruki con los ojos vidriosos.-No me puedes hacer esto…
Kai se sentó sobre él con las rodillas a los costados y tomo su rostro con delicadeza para acercarse a escasos centímetros de la tentadora boca y susurrar:
-Es la única forma en la que podré tenerte…
Sin perder más tiempo comenzó a besar su cuello lamiendo cada centímetro de la blanca piel que estaba expuesta mordisqueando de vez en cuando dejando marcas mientras con sus manos recorría el abdomen debajo de la camisa. Ruki no paraba de forcejear y gritar que parara.
-Si no te calles y dejas de moverte voy a dejar de ser amable.
-Estás enfermo!!
Sin previo aviso Kai le propino un fuerte golpe en la cara que le provocó un moretón instantáneo.
-Te dije que te callaras!
-Maldito!- Le gritó Ruki y le escupió sangre en la cara.
A lo que Kai respondió ajustando más la cuerda para que se le clavaran los pinches evitando así que no se moviera.
-Cuanto más te muevas, más se clavaran.- Le advirtió al notar los gemidos de dolor que le provocaban los pinches clavándose en su tersa piel. Por alguna extraña razón, le excitaba mas ver a Ruki sufrir…
-Estás loco!!
-Ya lo sé, no hace falta que me lo recuerdes.-Dijo ajustando más la cuerda y sonriendo de placer al escuchar el grito de Ruki cuando los pinches perforaron su piel y sangre comenzó a manar de las heridas cayendo por los brazos.
Arrancó la camisa y empezó a lamer y morder bruscamente los rosados pezones provocándole más gemidos de dolor. Continúo lamiendo y mordiendo desesperadamente dejando marcas por todo el torso hasta llegar al pantalón, el cual quito rápidamente junto con los boxers.
-No! Detente!- Suplicaba Ruki en vano.
-Ya no puedo…-Dijo mientras se bajaba su pantalón.
Se coloco en posición y trató de levantar las piernas de su victima para penetrarlo fácilmente pero este seguía oponiendo resistencia.
-Quédate quieto!-Exclamó Kai propinándole otro fuerte golpe en la cara dejándolo medio inconsciente.
Sin prepararlo metió su endurecido miembro en la entrada de Ruki haciendo que este gritara y se retorciera del dolor. Pero esto hacia que Kai se excitara más y más.
La intensidad y frecuencia de las embestidas aumentaban como también los gritos de Ruki, pensaba que podía desmayarse en cualquier momento por el intenso dolor.
-Aahh Ruki…-Gemía Kai completamente extasiado.
Ruki ya había dejado de gritar porque no le quedaban fuerzas, pero a pesar del dolor y todo no podía dejar de pensar en Reita…Deseaba fervientemente que de un momento a otro apareciera para salvarlo.
Kai se vino dentro de Ruki lanzando un obsceno gemido.
-Y? Como estuvo?- Le preguntó con una sonrisa perversa.
-Púdrete.- Fue lo único que contesto.
Volvió a golpearlo unas cuentas veces más y lo hizo suyo de vuelta abriendo heridas en su interior que sangraban cada vez más. Pero esto no evito que lo hiciera de nuevo… y de nuevo…
***********
“Esta tardando demasiado” Pensaba Reita mientras fumaba un cigarrillo nervioso.” Tengo un mal presentimiento de esto”
El sonido de su celular lo sobresalto.
-Si?
-Taka esta contigo?-Pregunto la voz de Uruha.-Por que hace dos horas que lo estoy llamando a su celu pero no atiende.
-No atiende?!
-No…llame a Kai pero tampoco contestan.
-Voy a ir a su casa, tengo miedo de que haya pasado algo.
-Yo también, pero no me creo que Kai sea capaz de hacerle algo malo a Taka…
-No sé…desde el principio tuve un mal presentimiento. Bueno voy a su casa. Tu sigue intentando comunicarte.
-Si, cualquier cosa llámame.
-Ok.-Y cortó la comunicación.
Tomó su moto y rápidamente se dirigió a la casa del baterista.
**************
Una vez que Kai se sintió satisfecho cayo en la cuenta de lo que había hecho.
El pequeño vocalista se encontraba todavía amarrado, golpeado, ensangrentado e inconsciente. No podría solo irse y desaparecer porque tarde o temprano lo encontrarían.
Tenia que matarlo.
Se vistió y se quedó parado unos instantes viendo el cuerpo el cual tantos años había deseado y que ahora había poseído. Pero el no quería esto. El no quiso hacer esto a la fuerza. Quería que lo ame, como el lo amaba, pero eso nunca iba a ser posible, por eso tuvo que hacer esto.
Y ahora tendría que matarlo.
Con lágrimas en los ojos tomó un almohadón del piso, lo colocó suavemente sobre el rostro de Ruki y comenzó a hacer presión. Momentos después cuando la falta de aire lo hizo despertar comenzó a forcejear, inútilmente. Estaba atado y sin fuerzas, no podía hacer nada, sus débiles gritos eran ahogados por el almohadón.
-Te amo…-Susurró Kai haciendo más presión con el almohadón. No pasó mucho tiempo cuando Ruki dejo finalmente de forcejear. Retiró el almohadón y lo observó
Parecía dormido.
-Lo siento…-Murmuró tras darle un ultimo beso.
-Kai…
El aludido se dio vuelta para encontrarse con un shockeado Reita parado en la entrada en la habitación.
-Lo tuve que hacer…
-Que hiciste??!!
Reita no le dio tiempo a contestar porque ya estaba encima de él y comenzó a golpearlo.
-Porque?!-Le gritaba el rubio sin dejarlo de golpear.
Kai quedó rápidamente inconsciente o muerto, no lo sabia. Lo tenia agarrado por el cuello de la camisa y lo golpeaba contra el piso. Tenia la nariz y boca rotas, definitivamente estaba muerto.
-Maldito, maldito!!!- Seguía gritando el rubio con lágrimas en los ojos.
Corrió al lado de su amado y empezó a llorar descontroladamente cuando se dio cuenta que este no respiraba.
No paraba de llorar mientras lo desataba y miraba las marcas que esta cuerda le había dejado en los brazos. Furioso la arrojo lejos de su vista.
-Perdóname por no llegar a tiempo...-Sollozaba desconsoladamente.-Perdóname, perdóname!!
Enterró su rostro en el frío e inmóvil pecho de su amado y descargo toda su frustración en forma de llanto.
-Porque tenias que dejarme justo ahora?! Como voy a hacer para vivir sin ti?!
Su celular sonó, no se molesto en dejar de abrazar al frío cuerpo para atender. Pero el teléfono no dejaba de sonar. Vio el identificar a través de sus ojos anegados en lágrimas y vio que era Uruha. Atendió pero un golpe en su cabeza le hizo hacer soltar el celular.
-Akira? Estas ahí?
Kai le había pegado con un velador que se rompió con el golpe provocando que Reita se tambaleara aturdido.
-Akira que pasa?! Donde estas?!
-Shi-ma!..Kai..
Y la comunicación se cortó.
Aprovechando el aturdimiento de Reita, Kai se puso de espaldas y colocó la cuerda, que había usado para amarrar a Ruki, para ahorcarlo. Puso una rodilla en su espalda para apretar más.
-Kai..-Fue lo único que llegó a decir.
Los pinches de la cuerda se clavaron en la garganta del rubio. Uno de ellos perforó una arteria haciendo que un enorme flujo de líquido vital fluyera de esa perforación.
No podía gritar ya que tenia sangre en la garganta y en la boca, solo tosía ahogándose en la sangre mientras su vista empezaba a oscurecerse y los ojos se le cerraban…
“Ruki…perdóname…” Fue su último pensamiento.
No pasó ni un minuto cuando Kai dejo caer el cuerpo inerte de Reita al piso.
Las sirenas de la policía se empezaron a escuchar cada vez mas cerca.
Ya no tenía escapatoria.
Salió al balcón.
La policía ya estaba saliendo de sus coches para ingresar al departamento.
Puso las manos sobre la baranda e inhaló el fresco aire de la noche con los ojos cerrados.
Se subió a la baranda y en el mismo instante en que la policía entraba a su departamento, se tiro al vacío.
Fui yo quien te amo fui yo quien te observo...
Fui yo quien te anhelo fui yo quien te perdió...