Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La más terrible enfermedad por Shin Black

[Reviews - 142]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Episodio XVIII

 

Debía admitirlo, no solía ser violento ni pensar en hechos que pudiera costarle un ida sin retorno a la prisión de máxima seguridad de Kanagawa, a decir verdad, nunca había manipulado un arma y pensó millones de veces que tenía los dedos torpes, pero sabía perfectamente que el utilizar ese elemento letal era la última opción o al menos era más que nada para defensa personal y de Chitose.

Cruzó el pequeño jardín delantero y escuchó unos ruidos provenientes de la casa, estaba totalmente listo para enfrentarse a quien sea y como sea, tal vez nunca estuvo seguro de muchas cosas, probablemente nunca quiso dar a entender algo o prometer algo, pero por primera vez en su vida estaba seguro de esto, iba a terminar, esto iba a terminar; no podía dejar que esa BESTIA, para llamarlo de alguna manera, vuelva a ponerle un dedo encima a SU Chitose, definitivamente no dejaría de lado ésto por nada del mundo, no sólo porque le amaba, sino también porque sabía que un golpe mal dado, una herida en un lugar inapropiado y su amigo, su compañero, Senri, SU Senri, moriría brutalmente.

 

Sonó el timbre y la puerta se abrió lentamente dejando ver a una mujer pálida, con un ojo morado y temblando, tragó un poco de su saliva, que dios le diera fuerza para enfrentarse a todo esto.

 

–¿Señora Chitose? –preguntó a la flacucha mujer, ésta simplemente asistió y con la voz quebrada preguntó:

–¿Quién eres?

–Shiraishi Kuranosuke –susurró lentamente, intentando no asustarla–. Vengo por Senri.

–El…..él esta indispuesto ahora.

–No me mienta, déjeme entrar –murmuró tranquilo.

–N….no, váyase por favor…..–la mujer comenzaba a ponerse más nerviosa cuando Shiraishi avanzó–. ¡Déjenos en paz!

–Quiero ver a Senri, y no me importa si tengo que tirar abajo la puerta ¡DEJEME VER A SENRI! –Shiraishi empujó la puerta, la mujer cayó al suelo y se arrinconó a una pared–. Disculpe, pero no puedo dejar que esta bestia acabe con él, si usted quiere encubrirlo y morirse, no es asunto mio, pero no dejaré que él mate a Senri.

 

Lágrimas, simples lágrimas brotaron de sus ojos. Chitose Aiko hubiera deseado tener un amor tan fuerte como el de Kuranosuke y Senri, que aun contra la posibilidad de morir, iba a rescatar a la persona que más amaba. Sonrió y señaló con su mano el pasillo.

 

–Él esta allí, en el fondo, por favor Shiraishi-kun, salva a mi hijo –susurró con melancolía al borde del llanto, Shiraishi sonrió y corrió por los pasillos.

 

Esto iba a acabar, esto TENIA que acabar. Estaba completamente listo para darle fin a todo eso, no podía simplemente olvidar  lo ocurrido y echarse atrás como seguramente hicieron otros sujetos que estuvieron con Senri, a nivel amistad, obviamente.
Abrió la puerta, casi tirándola y descubrió lo que no quería descubrir, Chitose Shouta, el padre de Senri, se encontraba allí, pateando a su mal herido hijo en el suelo mientras la pequeña Ai, hermana menor de Chitose, lloraba desconsoladamente con los labios rotos producto de un horrible golpe.
El silencio reinó cuando el hombre forzudo y corpulento miró intensamente a Shiraishi.

 

–No dejaré que toques un pelo más de Senri –susurró Shiraishi y sacó el arma–. Esto tiene que acabar ahora.

–….Shi…..Shiraishi –la pequeña niña levantó la mirada y apenas musitó el apellido del novio de su hermano. Lo conocía porque siempre los veía juntos en el parque, su oniichan era muy feliz cuando estaba con Shiraishi, y Ai-chan agradecía que el joven tuviera tanta fuerza de voluntad para hacer lo que estaba haciendo.

–Jajajajajajajaja, un niño con un arma, tal vez ni siquiera sabes usarla –con desprecio levanta a Senri con una mano y lo coloca como escudo–. ¿Cuánto apostamos que debido a tu poca habilidad con “eso” le pegas a mi hijo?

–¡¿Cómo puede ser tan vil de abusar de sus hijos de ésta forma y más encima no importarles su vida?! –Intentó no llorar, debía mostrar un ímpetu, debía ser más fuerte.

–¡Son mis hijos! No te tiene que importar.

–Ku…Kuranosuke…..–murmuró Senri, lo cual sacó a Shiraishi de su profunda ira–. No….no hagas esto por mi….lo prometiste…..

–¡No Senri! ¡No me pidas esto por favor! –Gritó aferrándose más al arma–. Puedes pedirme cualquier cosa, dejaré todo por ti, pero no me pidas que te deje morir a manos de este HIJO DE PUTA.

–CALLATE, SIN VERGÜENZA –gritó el hombre y sacó una cuchilla de la parte de atrás de su pantalón–. Bien…..ahora veras lo que….. –el hombre le clava el cuchillo en el brazo a Chitose.

–HIJO DE PUTA –gritó aferrando más el arma.

–NOOOOOO

 

Una explosión se escuchó desde adentro de la casa, Marui y Nioh, quienes estaban en la puerta viendo a la madre de Senri temblar inmediatamente entraron a la cocina donde se encontraban Senri y los demás. La escena era pocas veces vista, un hombre adulto bañado en sangre luego de recibir un tiro en la cabeza, el joven Senri con el brazo herido y Shiraishi bañado en la sangre ajena del señor Chitose, tembló y cayó el arma al suelo.

 

–Lo….lo hice…. –murmuró Shiraishi–….yo….yo mate…..maté a alguien…..

–Ku…kura….chan…–susurró Chitose arrastrándose, también se encontraba bañado por la sangre de su padre.

–¿Qué pasó aquí? ¿Shiraishi? –Marui se encontraba confundido, qué había pasado y peor aun ¿por qué Shiraishi había tomado la decisión de matar a alguien?

 

–Shiraishi-kun –Susurró Chitose mirando el cielo estrellado una noche en la azotea de la casa de Shiraishi.

–¿Hm?

–Algún día quiero….que nos casemos.

–Jajajaja, dalo por hecho Senri….–murmuró abrazándolo–. Dalo por hecho.

–Tal vez, podamos adoptar a Ryoma y Kintaro.

–¿Eh? ¿Ryo-ma….y Kintaro? –Preguntó confundido recordando a esos niños solitarios del hospital, que no habían recibido nunca, desde su internación, la visita de sus padres–. Pero ellos tienen padres.

–Ryoma me dijo que su padre encantado de darnos la adopción, y Kintaro me dijo que su madre se quiere deshacer de él, por eso nunca han venido a verlos –susurró–. Es triste ¿no? Que tus propios padres te rechacen. Quiero darles todo mi amor a esos niños….

–Sen….Senri….

–Perdóname Senri –susurró arrodillado frente a su novio–. No podré cumplir la promesa.

 

Los ruidos de la ambulancia y la policía se hicieron escuchar, poco a poco todo iba aumentando su ritmo. El señor Shouta fue declarado muerto a las 11:37 am, Marui y Nioh fueron testigos, pero no quisieron declarar contra Shiraishi, la policía se llevó esposado al joven mientras Chitose lloraba desconsoladamente, arrastrándose para llegar a Kuranosuke, pidiendo a llanto vivo que no se lo llevaran a prisión.

A fin de cuentas, Shiraishi había matado, y debería cumplir su condena en la cárcel de Kanagawa.

 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

–¿Eh? –Atobe se encontraba atónito firmando los papeles para que Seiichi fuera dado de alta, mientras Nioh le comentaba lo ocurrido días anteriores y porque había tenido que salir temprano en varias oportunidades–. Entonces, ¿Shiraishi y Chitose no volverán al hospital?

–No señor, Shiraishi está en prisión y Chitose se tomará licencia, y luego se irá de Kanagawa.

–Que horror –murmuró sellando el último papel–. Al final uno nunca sabe con quien está trabajando.

–Yo confió que pronto salga de la cárcel, fue legítima defensa –tomó los papeles y los observó–. ¿Se los llevo a Sanada?

–Si, y por favor, dile a Jirou que venga a mi despacho.

–Si Atobe.

 

Desde que había pasado el “asunto” de Shiraishi, Nioh y Marui estaban muy distintos, ambos se encontraban haciendo demasiado bien su trabajo, tal vez y sólo tal vez, porque vieron que la vida, la muerte, el trabajo, y sobre todo, ellos, nadie era inimputable, todo podía pasar de un día al otro, sus mentalidades habían cambiado rotundamente, tal vez, al ver que los deseos no se cumplen a veces.

 

–¿Dónde está Sanada? –murmuró Nioh a Marui, éste le señala con el dedo el pasillo.

–Habitación 7.

–¿Hm? ¿Ustedes se encuentran bien? –preguntó Yagyu acomodando sus papeles, ambos afirman–. No lo parece.

–Han actuado raro toda la semana, ¿les ocurre algo? –esta vez quien preguntó fue Jackal, quien inmediatamente puso una mano en la frente de Marui.

–No pasa nada, en serio.

–Solo que….–Nioh intentó hablar pero Marui le calló con la mirada–. Estamos bien –sale a buscar a Sanada.

–Mmm, hablaré con él después –susurró Yagyu–. Iré a ver si está todo listo para la próxima cirugía.

–Suerte ah, Yagyu –Marui lo detiene–. Carpe diem.

–¿Eh?

–Vive la vida al máximo, no te calles nada, di lo que sientes a Nioh, porque tal vez no tengas una segunda oportunidad –sonrió, Yagyu le devolvió la sonrisa y se fue.

–¿Eh? ¿Qué fue eso? ¿Latín?

–Jajajaja nada Jackal, jajaja nada.

 

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

Genichirou se encontraba en los pasillos cuando vio a Nioh cruzarle, le comunicó que los papeles de Yukimura ya estaban firmados y le darían el alta en los próximos minutos, inmediatamente el más joven de la casta de los Sanada fue a comunicárselo a su familia, los cuales se alegraron al saber que Yukimura al fin podría regresar a casa.

Por otro lado Tezuka se encontraba con Fuji en su consultorio cuando escuchan los golpes en la puerta, Tezuka da permiso para que entren y allí en el lumbral aparece Mizuki Hajime, el nuevo bioquímico.

 

–Tezuka-san, necesito hablar con usted en privado –murmuró el joven, Fuji lo mira con recelo.

–Enseguida, em, Suke, ¿te molesta? –preguntó entrecortado, Fuji inmediatamente se levantó y abandonó el consultorio haciendo entrar a Hajime que cerró la puerta tras él–. ¿Qué pasa?

–Tal vez, deba leer éste informe antes de darle el alta a Yukimura –susurró mostrándole estudios de sangre.

–¿hm? ¿Por q…..? –Abre la boca al ver los resultados–. Dios, ¿esto es?

–Si.

–Tengo que avisarle…..discúlpame.

 

Tezuka abandonó su consultorio para correr hacia el ascensor y subir al primer piso donde estaba Yukimura, caminó lentamente y al notar que no había nadie fuera ni acompañando al adolescente se alivió. Ingresó al cuarto un poco dudoso y temeros, Seiichi se encontraba colocándose las medias para poder salir de allí lo antes posible y al ver al doctor inmediatamente se levantó.

 

–Doctor Tezuka.

–Seiichi, ¿te sientes mejor? –preguntó notando el vigor en los ojos del chico.

–Muchísimo, gracias a usted y el cuerpo médico –agradeció con una reverencia y se volvió a sentar para atarse las agujetas.

–Seiichi, antes que te vayas, tengo que informarte algo que, notó Mizuki-san en tus estudios de sangre.

–¿Qué tengo bajo el hierro? Ya me lo dijeron.

–No, no Seiichi –suspiró y siguió hablando–. Encontramos una “anormalidad” en tus estudios, pero resultó que esa “anormalidad” no era algo que debe preocuparse porque….

–Tezuka-san, me esta asustando –murmuró el chico.

–Estas embarazado.

–¿q….qué….? –Inmediatamente Seiichi se levanta y mira sus estudios de sangre notando, que efectivamente, había dado positivo en el test de embarazo–. Pe….pero… ¿cómo?

–Si tú no lo sabes –murmuró con cierta ironía, pues sabía perfectamente que el pequeño Yukimura y su compañero Sanada habían mantenido una relación, pero no sabía que habían llegado a índices sexuales que permitieran esto.

–Por dios, ¿como….cómo se lo diré a mi familia?

–Seiichi, decidí decírtelo a ti primero porque, no quiero que Genichirou se altere demasiado, pero creo que deberías ser tú el que se lo diga ¿no crees?

–Decírselo…..no, no puedo –comienza a temblar ligeramente, lo que altera a Tezuka y trata de tranquilizarlo–. No puedo….mis padres me matarán.

–Ja, tranquilo que tu padre ya tiene muchos problemas…–Tezuka nota que por sus ganas de ayudar a Yukimura a no estar nervioso ha metido la pata.

–¿Qué? ¿Qué problemas tiene mi papá? –preguntó sorprendido.

–Nada, nada, se me escapó…..

–¡Tezuka-san, dime que problemas tiene mi papá! –gritó enojado, Kunimitsu claudicó, estaba algo temeroso por los ojos de Seiichi, pero intentó permanecer tranquilo.

–……Yo no soy el padre del hijo de Nai.

–¿Eh? –susurró pensando, Nai….claro, el hijo de Nai–. ¿Syusuke lo sabe?

–Si….intentamos encubrirlo….pero….la verdad es que….–Seiichi lo mira sorprendido y esperando el golpe más duro–. La verdad es que………tú papá es el padre del niño de Nai.

 

Un baldazo de agua fría sintió caer en su cuerpo Seiichi, su presión arterial había bajado muchísimo por el shock e inmediatamente se empezó a descomponer, se aferró a su vientre y empezó a caer lentamente con sus piernas, Tezuka lo tomó antes que se cayera del tolo observando la palidez del rostro.

 

–Mi….mi papá…..–tembló.

–¡AYUDA! ¡AYUDA POR FAVOR! –gritó Tezuka en un estado de completo pánico esperando que sus gritos atrajeran la atención de otras personas, inmediatamente Jirou, Marui y Nioh acudieron en su ayuda–. Llévenlo a que lo examine Yanagi, tranquilo Yukimura, estarás bien.

–Mi…..Mi…. –antes de terminar la oración, Yukimura se desmayo.

 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

–¿Crees que esté muerto? –susurró una voz.

–Por dios, su presión arterial es baja pero sigue latiendo el corazón –otra voz distinta pero más gangosa se hizo aparecer.

–¿Apostamos? –una tercera voz se coló, esta era mucho más varonil pero no dejaba de ser suave.

–JIROU, MARUI, NIOH, SALGAN DE AQUÍ –gritó Tezuka, lo que ocasionó que Yukimura abriera sus ojos rápidamente–. Ah, despertaste, lo siento.

–¿Qué….qué me pasó? –preguntó el joven.

–Te descompensaste, pero tranquilo, estarás bien.

–¿Y….el bebé? –susurró acariciando su vientre.

–Me sorprende Yukimura, ese niño es un Sanada, es más fuerte que una montaña, así que está ahí perfectamente –le colocó una mano en la cabeza–. Discúlpame Yukimura, no debí darte tanta información de golpe.

–Esta bien, era mejor que lo sepa ahora antes que mi estúpido padre niegue todo.

–¿Estás enojado?

–¡COMO NO ESTARLO! Mi papá engañó a mi madre, a mi POBRE madre, no debería ni decir su nombre, aaagh, me da una bronca.

–Jajaja, entiendo, pero de verdad no quería que supieras que soy un idiota por dejar a Syusuke por un chico que apenas conozco –susurró.

–En realidad, siempre supe que estaban juntos, porque Suke no parecía afectado por tu “pseudo-paternidad” –sonrió–. Pero me alegra que estén juntos.

–Gracias –musitó Fuji.

–¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH! –gritó cuando vio aparecer de repente a Fuji.

–Jajajajaja siempre quise hacer eso.

–Casi me matas de un infarto Syusuke ¿hace cuanto que estás aquí?

–Lo suficiente para saber que estás embarazado, vaya, Seiichi, me haz ganado.

–Aun tienes tiempo para alcanzarme.

–Creo que no –murmuró Tezuka acomodándose los lentes–. Tienes tres meses de embarazo Yukimura.

–¿Tres? ¿Eso significa que me operaron cuando estaba embarazado?

–Exactamente. Parece que fue engendrado un día antes mmm –habló Tezuka con una mirada de regaño a Yukimura que baja la cabeza.

–Lo siento.

–Bien, somos todos felices ahora, ¿quieres pastel? –preguntó Fuji.

 

 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

Su pulso firme como siempre, tenía que aceptarlo, llevaba su profesión en las venas y eso nunca iba a cambiar. Intentaba ser paciente, pero no soportaba estar mucho tiempo encerrado en completa soledad con Nioh, y no es que sólo estuvieran ellos dos en la sala de operaciones, pero los demás iban y venían, salían y entraban en busca de material para realizar la cirugía.
Evitaba verle a los ojos, más que nada, evitaba pensar que estaban en el mismo lugar, ya tenía suficiente con mantener la calma durante esas dos horas como para que encima, tener la compañía de aquel engañador. Pero admitía que por más que no quisiera, Nioh le hacía sentir más joven.

 

–Dame el bisturí –susurró Yagyu mientras observaba el cuerpo de un hombre frente a él, Nioh inmediatamente le alcanzó lo que sería un especie de cuter–. ¡Nioh! Esto es un cuter.

–¿Tiene el mismo efecto, no?

–Pero no puedo abrir a este hombre al medio con un cuter, tráeme el bisturí –odiaba tener que gritarle en la sala de operaciones, pero últimamente Masaharu estaba muy distraído.

–Perdón –masculló y buscó entre los objetos de la mesita un bisturí y se lo alcanzó–. Aquí tienes.

 

Nuevamente el abrumador silencio y sólo el sonido del contador de pulsaciones hacían que el clima no sea monótono. Extrañaba un poco aquel Nioh alegre, pero desde que vio como Shiraishi asesinaba al padre de Chitose, sus ojos habían cambiar a un oscuro intenso, parecía más desganado y un tanto más distraído.

 

–Te he notado muy raro Nioh –susurró para que nadie lo escuche, sólo el muchacho frente a él–. Pásame las gasas.

–¿Raro? –preguntó alcanzándole el elemento en cuestión.

–Sí, últimamente no estas muy concentrado, te veo distraído y hasta cierto punto muy…. –levanta la vista para verle a los ojo–. Deprimido. Tú no eres así, Nioh.

–Bueno yo…..–quería inventar una excusa, pero, necesitaba desahogarse de alguna forma–. Me shockeo mucho lo que pasó con Chitose y Shiraishi.

–Hm, sabía que era eso.

–Me di cuenta que de un día para el otro pasa algo que acaba con nuestras vidas.

–Es extraño que no te dieras cuenta de ello cuando Inui se volvió loco y entró a disparar a diestra y siniestra –sonrió, no porque le fuera divertido el que Inui casi matase a medio personal, pero el hecho que Nioh no se haya despertado en aquel momento le pareció extraño.

–Lo sé, pero, sentí otra cosa en ese momento y ahora con esto, termine de caer en cuenta que tengo que vivir el AQUÍ y el AHORA –inmediatamente posó sus manos por encima de las de Yagyu, quien levantó la cabeza para mirarle a los ojos nuevamente–. Me gustas.

–……. ¿eh? –vaciló, aun no entendía lo suficiente lo que quería decir el joven.

–Que…….te amo Yagyu, te amo maldita sea…..

–…….Nioh, no sé si te das cuenta que estoy operando –murmuró con un ligero temblor.

–¡No me importa! Necesitaba decírtelo ahora, porque creó que la cabeza me esta dando vueltas con todo este asunto –suspiró y se le acercó–. Eres lo mejor que me ha pasado, y odio tener que admitirlo pero Marui tiene razón.

–¿Razón? ¿Qué dijo Marui? –a pesar que el sonido del contador de pulsaciones se iba haciendo más espaciado y que probablemente dejar mucho tiempo expuesta la herida podría ocasionar efectos secundarios, a Yagyu y Nioh no les importaba mucho.

–Que debía aclararte lo que siento para sentirme mejor –susurró con un hilo de voz.

–N-Nioh………yo……yo…..

–YAGYU, NIOH, ¿QUÉ DEMONIOS HACEN? –Atobe apareció en la sala, vestido completamente para cirugía y llegando en el momento más inoportuno. Nioh y Yagyu se encontraban cada uno al costado del cuerpo, pero con las manos juntas y los rostros demasiado cerca–. No sé si se dan cuenta que hay un cadáver ahí.

–Em, señor, todavía esta vivo –susurró Jirou, también al igual que Atobe, preparado para cirugía.

–Peor aun, APARTENSE los dos, ahora Atobe tendrá el poder.

–Atobe, yo que tú no…..–antes que Yagyu pudiera terminar Atobe lo hizo y se escuchó un largo “piiiii” que indicó la muerte del hombre.

–Hora de la muerte, 18:30.

–¡ATOBE! –Gritó Yagyu y volteó a ver a Nioh­–. Trae ya el aparato “levanta muertos”.

–Sí –inmediatamente Nioh corrió hacia el pequeño cuarto junto al salón.

–Voy a salvar a este hombre que mataste –Yagyu levantó la ceja mientras Atobe dictaminaba la hora de la muerte.

–Este hombre murió por TÚ negligencia.

–Claro que no, estaba vivo hasta que le golpeaste el pecho –señalo al hombre que inmediatamente estaba siendo sometido a técnicas de reanimación.

–Todos debemos morir algún día.

–Pero no así, además, tacharía mi reputación como cirujano.

–Mira Atobe, está vivo –dijo Jirou viendo que el sujeto había vuelto a la vida gracias a las técnicas de reanimación implementadas por Masaharu.

–Ahora, sal de mi vista, hay una operación que debo terminar –inmediatamente Yagyu le hecho una mirada sínica y volvió a su trabajo, Atobe salió todo furioso de la sala.

 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

 

Ya era hora, Sanada caminó directamente hacia el cuarto que había ocupado Yukimura durante los últimos tres meses y medio, aun la rehabilitación no estaba completa pero podría regresar a su casa cuando antes para insertarse a la vida estudiantil nuevamente, Genichirou no quería que su sobrino perdiera más días de clase. Estaba a pocos metros del cuarto cuando vio salir a Tezuka y le saludo, no hablaron mucho dado que Fuji los interrumpió olímpicamente, pero lo suficiente como para que Sanada se preocupase por el estado de salud de su pequeño sobrino.

 

Ingresó al cuarto y se encontró con el muchacho que le abrazó fuerte y le pidió que se sentara, tenía una noticia que darle y probablemente era mejor recibirla sentado que parado.

 

–¿Qué pasa? Te ves tan feliz.

–Bueno, tío, hay algo que debo decirte, algo importante –estaba nervioso, no sabía como se lo tomaría, aunque ya habían tenido una charla sobre bebés hace un tiempito atrás.

–Me estas asustando, Seiichi.

–Bueno, prepárate para asustarte más –murmuró y sonrió–. Genichirou, estoy embarazado.

 

La cara de Sanada era un poema, uno que jamás pensó que leería. ¿Estaba embarazado? ¿De verdad? ¿Sería padre? ¿Tendría otro problema más? Sonrió, no sabía si era porque veía próxima su muerto o porque.

–Tendremos un bebé.

 

Respiró profundo, quería decir algo amigable pero no le salía absolutamente nada, tendría un hijo, sería padre primerizo, pero no esperaba que fuera con SU sobrino, el mismo vio nacer a Seiichi y ahora, con todo esto, no, definitivamente no, quiso abrir la boca cuando una voz interrumpió.

 

–¿Qué? –esa voz era conocida. Ambos dejaron de verse para notar la presencia de un hombre–. ¿Qué dijiste Seiichi?

–…….Pa…..papá……..

–Vuelve a decirlo, ¿qué dijiste Seiichi? –Nuevamente firme, duro, detrás de él se encontraba Kaoru algo afligida, su abuela y su pequeño hermano–. ¡REPITELO SEIICHI!

–¡ESTOY EMBARAZADO! –gritó parándose rápidamente–. YO AMO A GENICHIROU Y ESTOY EMBARAZADO DE ÉL.

 

Continuará.

Notas finales:

Espero no haberlos decepcionado con este cap jajajajaja

 

Lo deje picando, si, bueno quiero avisarles que tengo un nuevo mail, por si quieren escribirme o algo: shinblack89@hotmail.com , tenía muchos contactos pero me hackearon el mail y tuve que cerrarlo y quiero recuperar alguno de los contactos, asi que si tenían mi antiguo mail agregenme a este.

 

Espero que les haya gustado, faltan dos capítulos más. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).