Manos atadas, cabeza dolida, y un lugar en el que nunca había estado…
¿Cómo era posible que el vengador del clan Uchiha se encontrara en esa situación tan vulnerable?
Es más…
¿Cómo demonios había llegado ah aquella situación?
Veamos, lo último que recuerda es haber estado con Karin, la mando en una misión a buscar unos pergaminos en una aldea cercana, ella se fue y luego… nada, el mundo se le apago…
Sus sentidos se agudizaron en un segundo, alguien se acerca con paso decidido, el Uchiha trato como pudo de liberarse de sus ataduras pero, estas estaban bañadas en un chakra muy poderoso…
Un chakra de color rojo…
- “¿¡Rojo!? – no evito pensar, pero, no podía ser, era imposible que su captor fuera…
- ¿Aun dolido, Sasuke? – dijo haciendo acto de presencia en la habitación, pero a diferencia de cualquier captor este tenia una pequeña sonrisa en su rostro mas no era de victoria era como si en verdad estuviera feliz de verlo, de verlo atado, sin nada que pudiera hacer, como un rata de alcantarilla.
- Vaya, vaya dobe… -dijo sonando superior aun en sus condiciones- ¿Qué? ¿Planeas llevarme a Konoha? Sabes que me escapare, una y otra vez-
- Si ya lo se –dijo sin quitar su sonrisa-
- ¿Y entonces? - dijo perdiendo la paciencia-
- ¿Sabes Sasuke? – dijo acercándose a una pequeña mesa en la habitación, hurgando sus cajones, buscando un objeto en especifico- Hace algunos días, nos dimos por vencido con tu búsqueda, y pasaste directamente la lista de uno de los criminales mas buscados de Konoha – el Uzumaki saco por fin varios objetos, colocándolos encima de la mesa, objetos que el Uchiha no pudo ver-
- ¿Ah si? –dijo sin sorpresa y con cinismo-
- Yo no pude cumplir mi promesa, Sasuke –dijo en tono deprimido- No pude traerte de vuelta…
El Uzumaki giro su rostro mostrándole a Sasuke una sonrisa tan sádica que hasta el mismo Orochimaru hubiera flaqueado
- Al menos no de buenas manera… -dijo concluyendo su frase-
- ¿¡Qué piensas hacer maldito dobe!? –dijo perdiendo ya los estribos, lo que fuera a hacer que lo hiciera ya mismo! No estaba dispuesto a que ese desgraciado Uzumaki se divirtiera con su dolor…
Pero eso era exactamente lo que Naruto planeaba hacer, y nada iba a impedir su “diversión”
- Planeo recordarte… -dijo acercándose a el, agachándose a su altura- como es cuando deseas algo – dijo pasando las manos lentamente por debajo de su kimono, provocando un espasmo en su cuerpo, acariciando sus perfectos abdominales – y cuando no lo obtienes –enterró sus garras sin piedad en el vientre bajo de Sasuke sacándole un grito de dolor – lo único que piensas es en vengarte…
Sasuke a pesar de su dolor como movió su cabeza hacia delante y lo vio, ese maldito chakra rojo empezaba a apoderarse de Naruto, los colmillos ya se hacían presentes y presencio unos ojos de odio, que nunca había visto desde la muerte de su padres, en verdad Naruto… en verdad la venganza es un plato que se sirve frió
- Bienvenido a mi venganza Sasuke… -