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Tres mundos cruzados por Shiochang

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Notas del capitulo:

Al fin está listo

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Se que les gustó el lemon que puse en el capítulo anterior, pero no esperen tantas maravillas del de este, el hecho es que Heero es más fácil de poner en el plano ese que Harry, porque el Soldado perfecto tiene esa vena de buscar y encontrar más de lo que necesita (el mismo Heero lo explicara), pero de todas maneras Harry va a ponerle de su cosecha.

Gracias y espero les guste.

 

La historia de Draco

Era de día y Draco se sentía mareado, no se había sentido así desde que llegaron a este mundo, pero sabía de qué se trataba, el síntoma era el de la abstinencia ¿no que Potter le había desintoxicado?  Quizás fuera eso lo que le hiciera falta, la magia cálida de este corriendo por sus venas… Negó con la cabeza, no podía depender de él, si el moreno no lo quería ni en pintura, ya muchas veces se lo había demostrado cuando estaban en el colegio.

- Chicos, es hora de desayunar – les llamaba una voz femenina que el rubio reconoció como la de la hermana del kasekage.

Harry salió del baño a medio vestir y con el torso todavía húmedo, cosa que a Draco le causó que se le hiciera agua la boca, así que apartó la mirada.

- Parece que hoy no tienes buen aspecto, dragón – le dijo Harry sentándose en la otra cama frente a él – siempre has sido un chico guapo, pero tu piel tiene un tono ceniciento ¿Estás enfermo?

- Necesito ir al baño – le dijo levantándose velozmente para que Harry no notara el sonrojo por su piropo.  Pero una vez allí, y a causa de la rapidez en que salio de la cama, se tuvo que sujetar del lavabo y vomitar.

Harry se estaba poniendo la camiseta cuando escuchó a Draco vomitando y sin pensarlo dos veces, corrió a su lado evitando que el rubio cayera al suelo al perder las fuerzas.

- Relájate, ya pasó – le dio abrazándolo con fuerza para llevarlo hasta la cama en donde se sentó con él sobre su regazo – ¿estás enfermo?

- Es la abstinencia – le dijo con voz ahogada  por estar apoyado contra su pecho – es por lo que los drogadictos no pueden dejarla así como así.

- Pero es que nunca debiste haber caído ¿acaso Snape no te enseñó que había cosas tan malas que era mejor no probarlas? – le acaricio el cabello – tendremos que preguntarle a Naruto al respecto, pero ahora te desintoxicaré con mi magia para que te sientas mejor – le dio un beso en la frente.

Draco cerró los ojos y se apoyó en el hombro del moreno, era una delicia sentir como ese calorcito corría por sus venas tocando cada punto sensible de su interior, removiendo todo lo malo dentro de si, alegrándole el corazón necesitado de afecto y comprensión.

Harry sonrió tiernamente al ver con cuanta confianza el rubio se entregaba a su magia, era un cuadro casi perfecto, porque su magia también le alteraba los nervios a él, ojalá y este no notara lo que se empezaba a despertar por allí abajo, se dijo, porque no sabía cómo pasar al siguiente paso, quizás debiera preguntarle a Heero qué hacer en el caso que se diera la ocasión, por la cara que tenía el día anterior Dúo de seguro su novio era un amante experto, no que quisiera comprobarlo, sino que requería con suma urgencia unos cuantos consejillos al respecto.

- Me siento mucho mejor – le dio Draco totalmente relajado.

- Bien, entonces es mejor que vayamos a desayunar, no vaya a ser que vengan por nosotros y nos encuentren en una pose tan comprometedora – le sonrió soltándolo de mala gana.

Draco asintió y se separó de la misma manera, después de todo si tenía hambre y debía vestirse.

 

Salir de Suna había sido mucho más fácil que entrar ya que el kasekage les había proporcionado un transporte y una escolta que los acompañó hasta fuera del desierto guiándolos en la dirección correcta al templo del Sol.

- Estaba pensando en lo raro que has estado hoy – le dijo Naruto a Draco – creo que las drogas te entraron fuerte y a Harry le has dado su trabajo eliminándolas ¿no?

- Es la tercera vez que lo desintoxico – le dijo Harry.

- ¿Se puede saber como un chico de buena familia y situación cae en algo así? – le dijo Dúo – porque debes de tener tus razones.

- Yo nací en una familia de magos de sangre pura, mi madre es una mujer hermosa de clase alta y mi padre de una antigua familia de magos cuyas raíces se pierden en la edad media.  Soy hijo único, por lo tanto mis caprichos me fueron complacidos cada vez que los tuve, pero ellos casi nunca estaban conmigo – miró a Harry – tú sabes, mi adre siempre fue fanático de las artes oscuras y desde joven pregonó que debía haber una limpieza en el mundo mágico, para él los magos que eran hijos de muggles no eran más que basura.  Son sus palabras, no las mías – le dijo a Harry cuando este iba a intervenir – fui educado con ello, un niño generalmente no discute las creencias de sus padres.

- Debe haber sido terrible.

- Oh, Lucius jamás le haría daño a su único hijo – dijo Harry.

- Mi padre fue un decidido seguidor del Señor oscuro mientras este tuvo poder, pero fue uno de los primeros en dejarlo cuando este fue derrotado por primera vez, alguna vez lo escuché decirle al abuelo que él había sido muy idiota al atacar a un bebé en esa forma, que no se podía subestimar el poder de la magia blanca de los Potter, el abuelo estaba indignado y le dijo que ni se los mencionara, ni a ellos ni al niño que vivió.

- Así que tu padre es enemigo de Harry.

- Ya no – dijo este – Lucius Malfoy es un hombre astuto, que busca siempre obtener ganancias de lo que hace, se dio cuenta a tiempo que perdía más de lo que ganaba ayudando a Voldemort y cambió de bando.

- Mi madre es una dama de alta sociedad y como tal se la pasa en fiesta y eventos de caridad, nunca esta en casa – continuó Draco – ni siquiera cuando yo era pequeño estaba allí para mí, no recuerdo alguna noche que llegase antes que yo estuviera dormido o que estuviera cuando o me levantase.

- ¿Y quien te cuidaba por las noches? ¿Dobby?

- No, los elfos no eran bastante buenos para cuidar al heredero de los Malfoy – le dijo este – tenía una niñera a la que le importaba más coquetear con mi padre que cuidarme, cada dos o tres días mamá la despedía pero papá la traía de vuelta, mamá lo tuvo que amenazar con un escándalo publico para que ella no volviera.

- ¿Y cómo era ella que la cuidaba tanto?

- Era una muchacha bastante común, después nos enteramos que estaba emparentada con los Potter y que mi padre sólo la estaba protegiendo para poder llegar hasta Harry – suspiró – mi abuelo siempre estuvo orgulloso de lo manipulador que era.

- Pero ellos te quieren, estaban muy preocupados por ti la noche de la última batalla – le dijo Harry.

- Porque no sería bien visto que ellos estuvieran a salvo y su hijo no.

- ¿Y se arriesgaron a que Voldemort los matara?  Ellos te quieren, muy a su manera, pero te quieren.

- ¿Quién es ese Voldemort? – dijo Heero.

- El señor oscuro era un mago muy poderoso – le dijo Harry – se levantó contra el mundo mágico en su afán de dominarlo por completo pregonando la limpieza de la sangre de los magos, siendo él un medio sangre, por todos lados sembraba la muerte y la destrucción, pero surgió algo que hizo tambalear sus afanes de grandeza, una profecía que decía que su peor enemigo había nacido, así que fue por mí e intentó matarme cuando tenía poco más de un año.  Mis padres murieron por protegerme y él desapareció por trece años – movió la cabeza – volvió buscando venganza y lo detuve una y otra vez hasta que lo vencí no hace más de un año.

- Mi vida se arruinó antes de eso – dijo Draco – cuando mi padre fracasó y perdió sus puntos frente al Señor oscuro, este me reclutó a mí con la orden de encontrar una manera de entrar al castillo del colegio y matar a Dumbledore – suspiró – tenía miedo, así que mi tía comenzó a darme un polvito blanco para que cumpliera como debía, pero creo que fue eso mismo lo que me hizo fracasar tantas veces, me nublaba la razón y después no estaba muy seguro de lo que había hecho, pero sabía que necesitaba más.

- ¿Y cuando hace de aquello? – dijo Naruto.

- Más o menos tres años.

- Con razón no te lo puede sacar por completo del organismo – dijo al fin – necesitarás como treinta dosis de magia desintoxicativa para libarte por completo de ella – miró a Harry – mientras más tiempo se consume una droga, más se depende de ella y más cuesta dejarla.

- ¿No hay una forma rápida de hacerlo? – dijo Draco.

- Si, lo hay, pero dudo que te guste – le dijo pensativo – puede traer graves consecuencias el apurar el proceso, además, no estoy muy seguro aún de los resultados, sólo había probado eso con chakra y la magia es ligeramente diferente.

- Allá al frente se ven ruinas – dijo Heero interrumpiéndolos.

- Debe ser el país del Maíz.

 

Las ruinas del país del Maíz eran extensas, pero sólo quedaban los cimientos de lo que fuera un próspero pueblo.  Heero había visto en muchas imágenes de archivo ciudades así, pero nunca las vio en persona, aunque en muchas ocasiones hubiese destruido bases completas, pero jamás asentamientos civiles, esto era más terrible de lo que parecía.

- El pergamino que nos entregó Gaara habla de la historia de este país – dijo Naruto – se dice que aquí habitaba una próspera nación que vivía del cultivo del Maíz, la gran mayoría de sus habitantes eran rubios en todas las tonalidades, decían ser descendientes de los hijos del Sol – desenrolló un poco más – sin embargo, estaban en medio de dos naciones en guerra y no tenían un ejército y mucho menos ninjas propios que los protegieran, así que acudieron a un tratado con el país del Viento, ellos les procurarían alimento siempre que los protegieran de cualquier ataque del país del Fuego.  Sin embargo, no era el país del Fuego quien quería la guerra, por mucho tiempo estuvieron a salvo por lo mismo.  Pero un día, el ambicioso feudal del Viento quiso más de lo que ellos pagaban como tributo y finalmente arrasó con todo cuando no le dieron lo que pedía, todo ello al comienzo de la primera guerra ninja.

- Siempre hay quien tiene y quiere tener más – dijo Harry.

- Así parece – aseguró Naruto – cuenta la leyenda que el dios Sol lo maldijo cuando se atrevió a profanar su templo, su mujer lo abandonó, sus hijos lo despreciaron y aparecieron horribles llagas en su piel como quemaduras, las que eran terriblemente dolorosas y lo empujaron al suicidio.

- Lo que mal se hace, mal se paga – dijo Dúo.

- La muerte parece ser la salida más fácil – dijo Draco.

- La muerte no es el final de nada – le dijo Harry – no arreglas nada con ella, al contrario, le dejas más problemas a los que te rodean de los que tenías tú en vida – miró el lugar – la salida fácil no siempre es la mejor.

- No hay camino rápido para obtener lo que se quiere – le dijo Naruto – quienes se tratan de ir por ese camino lo único que consiguen es hundirse en la oscuridad de sus almas, un lugar desde donde no se puede salir tan fácilmente.

- Pareces tener experiencia con eso – dijo Heero abrazando a Dúo.

- Bueno, desde pequeño que he ido sacando de la oscuridad a muchos, empecé con mi primer tutor, seguí con mis amigos y finalmente lo conseguí con toda mi aldea, Sasuke ha sido la única excepción, pero no me daré por vencido hasta conseguir llevarlo de vuelta a Konoha.

- Recorramos un poco la ruinas, quizás encontremos a ti amigo.

Heero tomo de la mano a Dúo y recorrieron las desoladas calles del pueblo, había claros signos de violencia por todos lados, cosa que no le gustó mucho al trenzado, se parecía a sus pesadillas pero sin cadáveres.

- Heero ¿puedo hablar a solas un momento contigo? – le dijo Harry y este se apartó junto al moreno del resto del grupo que revisaba lo que parecían ser los restos de la casa de gobierno.

- ¿Qué pasa, Harry? – le dijo mirando a los demás.

- Bueno, es que me gusta Draco, pero no sé que hacer para conquistarlo, y como tú y Dúo ya han… tu sabes.

- ¿Quieres saber cómo se tienen relaciones entre dos chicos? – le dijo divertido viendo como el moreno se ponía rojo.

- Bueno, pienso que el amor físico es importante para darle seguridad a tu pareja respecto a lo que sientes por ella.

- Bueno, existen formas de comenzar – dijo Heero – yo soy un experto encontrando información y un día, por simple curiosidad, me encontré con una página en donde relataban historias de ese tipo, fue cuando me di cuenta que era gay – miró a Dúo – desde ese momento me dedique a buscar información sobre cómo complacer a tu pareja y quise hacer la prueba con Dúo, aunque creía que a él le gustaban las mujeres, pero le ha gustado bastante lo que hago para que se olvide de sus pesadillas.

- Pensé que tenías experiencia en eso.

- Supongo que Dúo cree que si, pero ni siquiera lo había hecho antes con una mujer, soy del experto teórico.

 - Pero ¿me puedes dar algunas ideas?

- Tengo un “manual para principiantes” – sacó una libreta de su bolsillo – quizás te sea de utilidad leerlo un poco, está en inglés, es más fácil de escribir que mi lengua nativa, pero debes prometerme cuidarlo por los huesos de tu madre ¿eh?  Mira que si llega a manos de Dúo, voy perdido.

- No soy tan tonto, si Draco se entera, me matará luego de hacérmelo él a mí.

- ¿Qué tanto cuchichean ustedes dos por aquÍ? – Les dijo Naruto y Harry estuvo convencido que lo vio esconder la libreta – vengan, hemos encontrado algo interesante.

Alcanzaron a los otros y se detuvieron frente a una pared cubierta de ideogramas.

- Parece escritura antigua – dijo Dúo – me recuerda a los escritos egipcios.

- Los egipcios eran hijos del Sol – dijo Harry pensativo.

- Veamos que dicen – dijo Heero acercándose a mirarlos – no estoy bien seguro, pero parece decir lo siguiente: “los hijos del Sol se han marchado, su pueblo ha sido destruido por los traidores, han ido en busca de sus amados”

- Una historia muy romántica – dijo Draco – y sin final feliz.

- Que extraño – dijo Naruto – ese símbolo es del clan Uchiha, aquí hay una guadaña y aquí lo que parece ser un dragón.

- En la cultura egipcia no parecen los dragones, ellos no forman parte de su mitología – dijo Heero pensativo – ellos son más bien posteriores, una extracción de las ideas traídas del lejano oriente – revisó una vez más los escritos – al parecer son los signos de los guerreros de sombras, no dice nada más que “los amados de los hijos del sol”.

- Siendo nietos de shinigami, lógicamente uno de ellos debía representar la muerte – dijo Harry – la guadaña siempre la ha acompañado en los mitos ¿no? Y el dragón debe representar la sentencia a los fuegos eternos.

- Y el Pai-pai el control que los shinigamis tienen sobre este – dijo Naruto.

- Y representan a ciertos seres – dijo Heero enderezándose – miren aquí – les dijo – un zorro luminoso que controla el viento ¿no se les hace familiar?  Creo que nos señala a Naruto – rozó otro con los dedos – este nos señala a un cervatillo que controla el rayo.  Harry ¿de casualidad no tienes algo que ver con ciervos?  Porque lo otro hace alusión a la cicatriz que tienes en la frente.

- Mi padre y mi madre se transformaban en ciervos – asintió.

- Y este último hace alusión a mi persona, un ángel con un cañón – los miró – el tipo que nos trajo hasta aquí sabía de esto y cree que nosotros somos esos guerreros, es más, tiene la certeza que es así.

- No entiendo – dijo Naruto y Dúo lo secundó.

- Naruto, Harry y yo somos los guerreros de la luz – le explicó – el pai-pai representa a Sasuke ¿no dijiste que era el símbolo de su clan? – Naruto asintió – la guadaña representa a Dúo y el dragón hace clara alusión a Draco.

- Todo mito tiene su origen en una verdad – dijo Harry sorprendido – por eso no le servíamos en ese momento, hace falta la pareja de Naruto para que el pueda cobrar su recompensa.

- Sasuke no es mi pareja – dijo Naruto.

- Ni yo la soy de este – le dijo Draco señalando a Harry, pero pudo detectar una sonrisita maliciosa entre Harry y Heero.

- Bien, creo que debemos buscar un lugar adecuado para comer antes de seguir nuestro recorrido hacia el templo del Sol – dijo Heero.

 

Se habían quedado a descansar en una cueva subterránea que los llevo a una laguna oculta bajo la tierra, allí encendieron una fogata y comieron tranquilamente.

Heero y Dúo se retiraron del otro lado de la laguna y estaban “descansando” alejados de ellos.

Naruto, quizás por curiosidad o por no hacer de violinista, se había ido a investigar una presencia que se le hacia conocida en el lugar dejando a Draco y a Harry solos junto a sus cosas y a la fogata.

Harry lo siguió con la mirada y este le hizo un gesto con la mano animándolo a intentarlo.  Pensativo volvió la mirada hacia Draco y notó que estaba tomando el mismo color de la mañana.

- Venga – le dijo levantándolo para sentarlo luego en su regazo – no dejaremos que te sientas así de nuevo ¿verdad? – se quitó la chaqueta y lo apoyo sobre su pecho contra su corazón – creo que vamos a cambiar un poco la forma, la dosis de esta mañana debió de durar más.

Draco suspiró y simplemente se dejo hacer ¿a qué quejarse si en verdad le gustaba estar entre esos brazos aunque no le pertenecieran?

Harry tomó la mano de Draco y la metió bajo su camiseta para ponerla sobre su corazón mientras hacía lo propio con la suya.  Su brazo izquierdo sujetaba con firmeza los hombros del platinado mientras este cerraba los ojos disfrutando casi de manera inconsciente, según Harry, de su calor.

Lentamente comenzó a extender su magia por las venas de Draco, un calorcillo delicioso y excitante, muy diferente a los anteriores, comenzó a caminar por la piel de ambos, Harry, que mantenía lo ojos abiertos, podía ver como un vaporcillo dorado cubría la suya y uno de plata cubría la del rubio mezclándose y dando una nueva tonalidad alo tornasolada, era como si su magia y la del rubio ve volvieran una en un magnífico y brillante color.  Casi sin darse cuenta se fue recostando contra el piso sobre le cobertor que habían extendido para sentarse, con Draco siempre encima, el mismo que no quería sin separarse de la fuente de esa deliciosa sensación. 

Draco podía jurar que esto podía causarle mucha más adicción que las drogas, diablos si era mucho más delicioso y placentero, por lo mismo no quería que se acabara, se mantendría pegado a él todo el tiempo que le fuera posible.

Harry estiro las piernas haciendo que Draco lo imitara y su mano izquierda comenzó a acariciar primero el cabello sedoso del rubio, tirando levemente de las suaves hebras de platinadas, luego pasó delicadamente los dedos por el cuello hasta rozar su mandíbula, frotando levemente el mentón hasta llegar a los labios.  En sus dedos sintió el fuego cuando Draco los besó.  A partir de allí su mente pareció nublarse, había fuego corriendo por sus venas y su boca buscó la del rubio dando besos aquí y allá sin dejar de traspasarle magia

Boca con boca comenzó a tratar de apartar la ropa que no le permitía sentir la suavidad de su piel, no era que el dragón se lo estuviera poniendo difícil, era que a los dos parecía estorbarle lo mismo.  Molesto, estiró su mano izquierda por la cintura de Draco y descargó su magia, quedando ambos desnudos y la ropa prolijamente doblada a un lado.  ¿Cómo? ¿A quién le importaba? A Harry obviamente no porque se dedicó a acariciarlo por todos lados por donde le alcanzaban las manos olvidado por completo de lo que se trataba todo eso, lo único que le importaba era darle placer al chico entre sus brazos, tanto así que la magia, aunque rota la conexión, siguió circulando entre ambos, más caliente y sensual con cada beso dado.

“Placer” le susurraba una voz interior, “dale placer”. Y Harry ni corto ni perezoso comenzó a hacerle caso.  Hizo que Draco se le quitara de encima colocándose él arriba, dando besos por todo su rostro comenzando a bajar por un costado de su cuello hasta el pecho mientras su mano derecha acariciaba lentamente hacia abajo recorriendo suavemente su piel hasta llegar al objeto de su deseo frotándolo en toda su extensión, provocando en Draco un violento jadeo de placer.

Sonriendo maliciosamente se pregunto que reacción tendría si le chupaba una tetilla, decían que los pezones femeninos eran muy sensibles ¿sería igual con los masculinos?  Sin pensarlo mucho se inclinó hacia el más cercano y lo tomó entre los dientes, casi de inmediato su dueño respondió con otro gemido de placer, así que comenzó a acariciar un lado con una mano mientras daba suaves mordidas y succiones en el otro haciendo que el rubio se revolviera de placer.  Sonrió para si y dejó de torturarlo en esa zona comenzando a bajar lentamente arrastrando su lengua hacia abajo.

Draco lo miraba con los ojos abiertos sin atreverse a detenerlo, sabía que terminaría abajo y, aunque quisiera impedirlo, no quería que el moreno se detuviera en su embrujo, si esto era un sueño de “esos”, era mejor que nadie lo despertara o lo mataría a punta de imperdonables.  Pero ya no pudo pensar más, Harry había llegado a la parte más sensible de su anatomía y la estaba besando salvajemente.

- ¡Ah, Harry! – gimió en voz alta casi sin aire.

Harry, cuya mente estaba centrada en darle placer al rubio, no lo escuchaba, el fuego lo impulsaba a seguir en su afán frotando el miembro excitado de su amante en toda su extensión, le daba besos a todo su alrededor y en la punta, lentamente, arrastrando y frotando la piel, mientras sus manos acariciaban la cara interna de sus muslos.

Draco se sobresaltó al sentir que le separaba las piernas pero se olvidó de ello al sentir su lengua acariciando esa zona, yendo y viniendo de adelante hasta atrás humedeciendo la zona levemente con su saliva caliente.  Dio un fuerte gemido que trató de acallar poniéndose una mano sobre la boca cuando el moreno tomó entre sus labios su pene mientras un dedo juguetón se habría camino  en su interior.

Casi sin notarlo, Harry tuvo la entrada de Draco lo suficientemente dilatada, este estaba por terminar, así que lo detuvo dejándolo casi listo. Le levantó las caderas y apunto su propio miembro excitado a la entrada del rubio y lentamente comenzó a penetrarlo, porque pese a la dilatación se notaba que su pene era más grande que su cavidad.

Draco se mordió la mano al ser penetrado, pese a lo suave que era el moreno, su “cosa” era más grande de lo que esperaba y la penetración era tan lenta que forzaba demasiado sus músculos.  Estiró ambos brazos y se sujeto de los hombros de Harry para enderezarse, lo consiguió con un poco de esfuerzo evitando que se saliera de él.  Así, terminó sentado sobre sus muslos obligándolo a entrar de una vez en su interior.  Ocultó su rostro en el cuello del moreno aguantando el dolor hasta sentir que su cuerpo lo recibía por completo.

- Ya, puedes moverte – le dijo.

Harry le hizo caso saliéndose suavemente y volviendo a entrar dando en algo dentro del rubio que hizo que todo el dolor antes sufrido valiera la pena, el placer era enorme y con cada embestida se hacía más delicioso y fuerte.

- Más rápido – pedía cada vez con menos voz – más.

Y Harry lo complació tomando su miembro olvidado entre sus manos masturbándolo a la misma velocidad de sus embestidas haciéndolo acabar entre ambos, a tal punto que casi al instante acabo el mismo en el interior del rubio.

- Espero que esta dosis sí te dure – le dijo sonriendo saliéndose de él, pero el rubio ya estaba dormido del agotamiento – te quiero, mi dragoncito – le dijo dándole un beso en la frente mientras con otro hechizo los vestía a ambos y se dormía a su lado abrazándolo hacia su costado.

 

Naruto caminó hacia las ruinas del pueblo nuevamente. Conocía perfectamente esa sensación, es chakra poderoso sólo podía pertenecerle a una persona en este mundo: Sasuke Uchiha, pero no podía encontrarlo.  ¿Dónde se había metido si le dijo que se encontrarían allí? Y él ¿Cómo era tan idiota de creerle a alguien que no sólo lo había traicionado una vez, sino que había tratado de matarlo en tres ocasiones?  Quizás algún día terminara haciéndole caso a Tsunade y se olvidara del Uchiha definitivamente.

Caminaba de regreso cuando sintió el hielo que provoca un señor de la muerte, era casi como sentir la presencia de Itachi.  Sobresaltado, se volvió de regreso con los demás antes de escuchar un violento grito proveniente de la cueva. Sin pensarlo demasiado, se echó a correr a toda velocidad.

 

Heero se volvió sobresaltado hacia el lugar donde el trenzado había desaparecido, le dijo que iba a vaciar la vejiga a un sector apartado, no iba armado porque allí estaban sólo ellos y Harry y Draco dormían profundamente luego de su sesión de “terapia”, como él prefería llamarlo, pero el grito los había despertado y llegaron junto a ellos rápidamente, siendo seguidos por Naruto que a duras penas alcanzó a frenar sin estrellarse en el muro de piedra.

- ¿Qué te pasa, Dúo? – le dijo Heero.

- Había alguien aquí – le dijo molesto.

- No sentimos a nadie – le dijo Heero fastidiado.

- Pues si había alguien – insistió el trenzado perdiendo la calma – era más alto que yo, pero lo único que pude ver fueron unos intensos ojos rojos.

- ¿Ojos rojos? – dijo Harry preocupado, le recordaba a Voldemort.

- ¿Estás seguro? – dijo Naruto más calmado – ¿no viste nada más?

- Estaba oscuro – le dijo cruzándose de brazos – pero su mirada me heló la sangre, no le tengo miedo a la muerte, pero esto presagiaba algo peor.

- Ese era Sasuke, estoy seguro – dijo Naruto molesto – esperen que les ponga las manos encima ¿Cómo se le ocurre usar esa técnica con mis amigos? – dijo muy molesto – ¡Sasuke, si sigues aquí es mejor que nos alcances en el templo del sol! – le gritó dejando medio sordos a los demás – andando.

Heero movió la cabeza y enlazó sus dedos con los de Dúo comenzando a seguir a Naruto fuera de la cueva.  Un poco más atrás de ellos caminaban Harry y Draco que miraban sus cosas que estaban alejadas de ellos pensando en si llevarlas o no.

- Más tarde volveremos por nuestras cosas – dijo Naruto interpretando sus miradas – ahora lo más importante es descifrar lo que descubrimos en la mañana – miró a Heero – estuve pensando en la información que hemos recabado, si somos lo que el tal Fei Won cree que somos, lo mas conveniente sería buscar nosotros mismos la recompensa del dios Sol ¿no?

- Es un riesgo que debemos correr – accedió – y mucho menos peligroso de lo que podría ser si él consigue el premio de Shinigami.

- ¿Qué es lo que le podría pedir a Shinigami? – dijo Harry.

- ¿Quién es Shinigami? – dijo Draco mirándolos.

- Es la parca, el dios de la muerte – le dijo Heero – también es el hades y controla a quienes van al cielo o al infierno en las culturas orientales.

- Shinigami ha hecho muchos pactos con los humanos desde tiempos ancestrales – dijo Naruto – pero no siempre ha cumplido su parte del trato y se ha llevado las almas de los pactantes.

- Olvidémonos de eso y hagamos algo más constructivo – dijo Dúo – Heero, dijiste que cuando estuviéramos todos juntos me dirías que me ibas a pedir.

- Cierto – dijo sin inmutarse y se agachó frente a él – Dúo ¿quieres casarte conmigo? – agregó tomando su mano izquierda entre las suyas.

- ¡Si! – accedió rodeándole el cuello con los brazos dándole un gran beso en la boca – pero ¿será válido en nuestro mundo?

- ¿A quién le importa? – le dijo este divertido – lo importante es que nosotros lo sepamos y nuestros amigos nos acompañen.

- Pero faltan los demás – dijo acariciándole la cara.

- Si quieres esperar, por mí esta bien.

- ¡No!  En nuestro mundo aparecería esa bruja y rompería tan mágico momento – le dijo sobresaltado – nos casaremos hoy si o sí.

- Que envidia me dan – suspiró Draco llamando la atención de todos.

- ¿Acaso quieres que yo haga lo mismo? – le dijo Harry.

- No, si no quieres hacerlo – le dijo controlando a duras penas el sonrojo.

- Pues bien – se agachó frente a él – Draco Malfoy ¿accederías a ser mi esposo para el resto de nuestras vidas? – le tomó la mano izquierda del mismo modo que lo hiciera Heero con Dúo y el rubio asintió aturdido.

- ¡Bien, matrimonio doble! – celebró Naruto dando saltos alrededor de ellos – lástima que no tengamos la ropa apropiada… - se cayó un momento – que tonto, puedo ir al mundo de las ranas a pedir algo prestado – les dijo – espérenme en el templo ¿vale?

Los cuatro asintieron y Naruto desapareció.

 

Draco estaba sentado en la escalinata junto a Dúo que se veía inquieto.  Harry y Heero conversaban sentados a cierta distancia de ellos estando el castaño de espaldas a ellos mientras Harry sólo asentía con la cabeza.

- ¿De qué hablaran tanto? – dijo el trenzado al fin.

- No lo sé, hace años que dejé de intentar meterme en la cabeza de Harry.

- ¿Lo conoces de mucho tiempo?

- Desde que teníamos once años, fuimos compañeros de colegio – suspiró – nos la llevábamos peleando, yo intentando llamar su atención y él fastidiándome con sus aires inconscientes de héroe.

- ¿Y por qué querías llamar su atención?

- Harry me gusta desde que era un bebé – Dúo alzó las cejas – Harry es famoso en el mundo mágico, no es raro que todos lo admiren, no cualquiera recibe una maldición asesina y sobrevive a ella – le explicó – y había visto fotos de los Potter y especialmente de su padre, un tío bastante bueno, buen partido, además, dado que venia de una larguísima dinastía de magos de sangre pura y rico, para darle más.  Pero ellos era “renegados”, es decir que les gustaban los muggles y la madre de Harry era bruja sin tener sangre de magos.

- Tu mundo es bastante elitista ¿no?

- Algo así – admitió – cuando le conocí actué como mi padre me enseñó a actuar y menosprecié a alguien que a la larga llegaría a ser uno de los mejores amigos de Harry, creo que él influyó en Harry para que me odiara, aunque también es parte mi culpa por ser tan pretencioso, pero estaba acostumbrado a tener lo que quería sin gran esfuerzo de mi parte, que no pude prever las consecuencias de mis actos.

- Así que Harry te rechazó ¿verdad?

- Así, de frentón – respiró hondo – peleamos por años mientras estábamos en el colegio, le decía cosas, me decía otras, yo decía odiarlo y él simplemente quería pasar de mí, aunque nunca lo dejé. ¿Quién me iba a decir que mi amor sí tenía futuro? Es como un sueño.

- Heero y yo nos conocimos hace cuatro años y me enamoré de él cuando casi se mata por cumplir con su misión – sonrió divertido – por eso estoy seguro que si dice que me va a amar siempre es porque lo hará.

- Espero que Harry también lo haga – dijo.

En eso apareció Naruto con seis túnicas blancas, tres bordadas en oro y tres en plata.

- Má dice que debo estar preparado, aunque no sé para qué – dijo Naruto repartiendo las ropas – esto es lo que se necesita para una boda en el templo del Sol – y la última desapareció de sus manos. – ¿Qué..?

- Esta me corresponde a mí, dobe.

 

Continuará…

Les dejo hasta aquí el último capitulo, aunque creo que ya saben quien llegó.

El lemon corre por cuenta de Anónimo_Namikase, me pareció interesante agregarlo y pega bien ¿no creen?

En fin, veré si actualizo el próximo sábado.

Shio Zhang y Wing Zero.

PD.  ¿Quién toma la iniciativa, Naruto o Sasuke?

Notas finales:

Espero comentarios!!

A votación qué va promero el SasuxNaru o el NaruxSasu


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