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Con el sensei de mi universidad... por Mfer

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Notas del fanfic:

Nota Inicial: Espero que lo gocen de mi nuevo fic.


Notas del capitulo:

Aclaración: Uzumaki “Kawaii” Naruto le pertenece al Uchiha “Bastardo” Sasuke y todos los demás personajes de la serie le pertenecen a su propietario el Sr. Masashi Kishimoto, yo sólo utilizo a sus personajes para animar mis fic y lo hago sin fines de lucro.

Estaba en mi último año en la universidad Suna, cuando me sucedió algo que nunca imagine que me podría pasar a mí. Antes de nada les diré que soy un chico de 23 años, moreno claro de ojos negros, 1.75 metros, delgado (61 kilos) y según “guapo”, dice mi hermana y sus amigas.


Pues como iba diciendo, ocurrió el mi último año en la universidad, debía de hacer un trabajo libre para mi asignatura preferida que la daba Baki, un hombre de unos 38 años, que estaba de muy buen ver todavía. Sus clases me encantaban sobretodo porque solía llevar vaqueros bastante ceñidos y le marcaban un culito bastante redondito.


Era de los sensei más inteligentes, divertidos y simpático de toda mi carrera, por eso aprovechando la excusa con tal de verlo fui a su cubículo. Cuando entré ahí lo vi sentado en una silla junto al ordenador. ¡Que guapo era! y además atractivo. Él tenía curiosos triangulitos rojos en su mejillas, una boca perfecta y sensual, ojos negros oscuros, y un buen cuerpo de 1,88 metros por 78 kilos… ¡era fantástico!.


Hice ver que su asignatura me interesaba por su contenido (no sé si me creyó) y que me interesaría muchísimo hacer un estudio sobre ella y documentarme. Baki parecía encantado por mi interés y lo agradeció ofreciéndose para lo que necesitará, con tal de ayudar a un alumno que desea saber más sobre su materia.


Transcurrieron un par de semanas y mis visitas a su despacho cada vez eran más frecuentes, no podía pasar el día sin mirarlo. Me masturbaba pensando en él, en sus ojos, cabello y esa hermosas pompis, era uno de los hombres por los que más me había llegado a excitado.


El trabajo parecía complicarse un poco y Baki-sensei decidió dejarme algunos archivos, se levantó de la mesa en dirección al librero, el paso era muy estrecho y tuvo que pasar a escasos milímetros de mí, me encontraba sentado y pude noté como su paquete me rozaba. ¡Kami-sama! no podía soportar más. Así que tome los libros que necesitaba y como pude disimulé para salir de allí sin que se notase demasiado el bulto que me había ocasionado entre las piernas, y eso que solo me toco.


No podía dejar de pensar en mi sensei, me tenía loco, debía de hacer alguna cosa y comprobar si le gustaba o no, si tenía novia o era homosexual. Todo eran dudas y debía de actuar rápidamente, pero la cosa fue en mi contra porque no tenía ninguna excusa decente para estar más tiempo a su lado.


Sin embargo, en una de aquellas visitas me felicitó por el transcurso de mi trabajo y me dijo que estaba a punto de llegar a mi objetivo, y para hacerles sincero no sabia a cuál objetivo, pero con tal de estar con él.


- Kankuro, si deseas te puedo dar más bibliografía que te puede ayudar con tu trabajo.


- En serio sensei.


- Si, pero esta es mía, y se encuentra en mi departamento, si quiere podemos quedar en algún lugar e ir por ella.


- Claro.- No sabia si estaba alucinando o no, ya que parecía un sueño, un sueño cumplido. Iba a quedar con él.


- Si deseas quedamos en mañana a la salida de la faculta, y podemos ir a tomar un café.


- Me encanta la idea Baki- sensei.


- Nos vemos mañana Kankuro.


- Nos vemos.


 


A la mañana siguiente andaba un poco distraído, pensando que iba a pasar con el sensei Baki, ya que además estaba feliz por que ese día era el mejor cumpleaños hasta el momento, ¿Por qué?... simplemente por que iba estar con él.


Cuando llegue a la salida de la universidad, él ya me estaba esperando.


- Disculpa que haya llegado tarde.- me disculpe.


­- Esta bien, fui yo él que llego antes.


- Y a donde vamos.- le pregunte un poco nerviosos.


- Vamos a mi casa.


No conteste, solo lo seguí, ya que él vivía un poco retirado de la facultad por lo que tuvimos que tomar al metro. No podía dejar de pensar que estaría llenísimo pero no me importaba mucho, así que ya en el subterráneo para tomar el metro, como pudimos entramos y me puse delante de él.


El metro se movía demasiado y tropecé para atrás dándole con mi mano en su paquete y ¡que pedazo de bulto tenía!. No quería, pero rápidamente quité la mano y le pedía perdón, pero por dentro estaba como en una nube, porque le había rozado el paquete a mi sensei favorito.


Gracias a Kami-sama llegamos a nuestro destino y salimos del metro.


- Kankuro por que no vamos a tomar un café y después pasábamos por mi casa a recoger los libro.


- ¿Cómo usted quiera sensei? – dije más nervios que antes, pero encantado, cuanto más tiempo pasase con él, mejor.


Cuando llegamos a un café, estuvimos como más de media platicando tranquilamente, pero necesitaba mirarle el paquete que había sobado, por eso fingí que se me caía la cuchara al suelo y contemplé la dimensión que tenía su paquete, marcaba un miembro grande, al menos el pantalón le hacía mucho bulto.


Terminamos alrededor de la siete de la tarde y le acompañé hasta su casa. Era un edificio un poco antiguo, tomamos el ascensor y subimos hasta el quito piso. No podía más, que bien olía a Baki. Abrió la puerta de su departamento y ahí estábamos, todo parecía un sueño.


- Toma asiento.- dijo amablemente mientra el dejaba su maletín en la mesita de la entraba.- ¿quiere algo de tomar?


- Sí.- respondí.


Él se retiro, pienso que rumbo a la cocina y me trajo una copa de vino tinto. Después fue hacia unas estanterías donde se puso a buscar y me dio algunos libros, y con eso entendí que ya debería irme. Así que con toda la pena de mi corazón me disponía a marchar cuando Baki.


- ¿Por que no te quedas y cenas conmigo?


­- Claro.- dije algo emocionado, ya que esa era mi oportunidad para preguntarle.- ¿Tienes novia?


- No, no tengo pareja.- dijo mientra camina hacia la cocina y que vista me estaba dando.- Pero si te quedas conmigo, ya te contestaré.


Poco tuvo que insistir, así que me quedé. Entre los dos preparamos la cena y en menos de una hora, cenamos y bebimos bastante, pero platicamos de cosa muy interesante, hasta que él.


- Sabes Kankuro, me la estoy pasando muy bien pero estoy un poco agotado.- dijo levantándose de la mesa.- por que no nos sentamos en el sofá.


Estábamos en el sofá como si llevásemos años como amigos, parecía increíble. Empezamos a conversar con el paso del rato y la entrada de la noche de temas más íntimos y Baki me preguntó por mi vida sexual. Le expliqué que había tenido novia pero que desde hacía un tiempo había descubierto que los chicos también me iban, y bastante.


Su cara dio un giro y me confesó que a él le pasó algo parecido conmigo. Me encontraba alucinado, Baki estaba atacándome y de qué manera, así que decidí dar el primer paso y moví mi mano a su pierna, poco a poco subiéndola hasta llegar a su bulto y le estaba tocando el miembro, la quería o mejor dicho me urgía tenerla en mi boca.


Ambos estábamos súper excitados, nuestra respiración se aceleraba. Le desabroché el pantalón y dejé que ese miembro se saltase de los calzoncillos. Tenía una herramienta preciosa, era bastante grande y muy gorda. Me la metía en la boca con urgencia y comencé a hacerle una mamada de película. Estaba gozando y pronto también empezó a tocarme mi paquete. Como pudo me sacó el instrumento y comenzó a tocarlo, me estaba masturbando con esas ricas manos...


Estuvimos recostados en el sofá con nuestros penes bastante rato, hasta que terminamos con haciendo un 69. Para ser un poco inexperto se la chupaba muy bien. Nos levantamos y me dijo que fuésemos a su habitación. Una vez allí le quité la camisa y pude ver un pecho con algo de pelo muy marcado, estaba buenísimo y no podía dejar de sobarlo. Nos besábamos y mientras nos tocábamos el cuerpo, nuestros miembros chocaban entre sí.


Su culito me fascinó desde el primer instante, era suave y redondito. Pero lo que más deseaba es que todo su hermoso y grande pene entrará en mi culo. Me lo tocó con deseo y le dije que trajese crema. Así lo hizo de tal manera que en un par de minutos tenía dentro de mis tres de sus dedos. Estaba ya lo suficiente dilatado por eso lo tumbé en la cama y me senté encima de él, me metí toda su herramienta, hasta que chocaron sus testículos con mis pompis.


Que gustazo tenía. Baki se movía lentamente pero su deseo y ganas de envestirme hicieron que el ritmo se acelerase, me estaba penetrando muy deprisa mientras me decía muchas cosas que me están poniendo mucho más caliente, si eso fuera posible.


Me moría del gusto, me la metía fuerte hasta dentro me sobaba y me lamía por todas partes, cada vez con más potencia hasta que en su cara y en el chorro de mi culo noté que se había corrido.


- Que rico tienes ese hoyito. – dijo, pero él tenía que acabar todavía conmigo, ya que necesitaba también correrme.


- Al menos chupamela para terminar. – dije.


- Quiero que tú también me taladres mi culito.- dijo, sorprendiéndome mucho.


Estaba encantado y tras una buena chupada, le abrí un poco su culito virgen y me dispuse a metérsela de una vez. Le metí la punta y apenas se quejó de dolor, por eso, me decidí a continuar. Poco a poco, hasta que de una embestida la metí entera, ahí si que le dolió algo, por lo menos se quejó.


Intenté moverme con suavidad hasta que su hoyito tomase la medida de mi miembro y así fue. Pronto se acostumbró a mi pene y el propio Baki me pidió que acelerara mi ritmo que le envestirlo con más fuerza. Le hice caso y me moví mas rápido, lo tenía a cuatro patas y su instrumento estaba también a mi disposición.


Mientras se la metía lo masturbaba. No aguantó mucho más porque en una de mis embestidas se corrió en mi mano, y al poco tiempo yo también me solté todo mi chorro en su culo. Fue una gran noche para los dos.


Quedamos recostados en cama… hasta que él rompió el silencio.


- Feliz cumpleaños Kankuro. – Dijo dando me un beso.- Te gusto tú regalo.


- Si sensei. Gracias.


Así nos quedamos dormidos, no sabia y pues no me importaba como es que él sabia de mi cumpleaños, pero me encanto su regalo. La noche se hizo bastante corta, despertamos temprano, nos bañamos juntos y pues fin de la historia.


Ya que entre Baki-sensei y yo, no llegamos a nada serio, solo quedó en una noche de pasión o un regalo de cumpleaños de un sensei a su alumno.


Por cierto, el trabajo me quedó fantástico, jajaja.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y haya sido merecedora de un comentario. Ya que lo hice con el fin de festejar el cumpleaños del hermano mayor de mi Gaarita y disculpas por si hay faltas de ortografía.


 Así que…


“Feliz Cumpleaños Kankuro”


 


Su amiga Mfer.


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