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Passionate Desires por LuniYuki

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Notas del fanfic:

Hola!!! aquí con mi primer original!!! wiiiiiiiii me costó lo suyo hacerlo pero aquí lo tienen ^^

Los personajes salieron todos de mi mentencita y los nombres los hicimos entre Cari y yo xD

Bueno, sin más !disfruten del fic!

Notas del capitulo:

En este cap se encontraran con los protagonistas y los encuentros entre algunos de ellos...a si que lean ^^ 

nos vemos abajo!!

 

 

Passionate Desires

 

-Prologo-

 

Hay muchas formas de propinar encuentros. Están los casuales y los provocados. Se pueden ocasionar en cualquier lugar, desde un supermercado hasta un callejón. Pero esta historia se centra en otro lugar…uno muy conocido aunque no a mucha gente le guste ir, la biblioteca publica.

 

Yo les vengo a contar una historia, pero no se confíen, esto es mucho más de lo que parece. Mi meta es que vean que hasta un lugar como este tiene su lado oscuro. Así es, yo les contaré el lado oscuro de las bibliotecas.

 

Es increíble como un lugar en donde se supone se viene a estudiar e investigar puede ser lo que varias personas estaban buscando. Esto es el comienzo de muchas historias de amor, pasión y amistad en donde nuestros personajes se conocerán más así mismos y buscaran salir de sus monótonas vidas. Pasados ocultos, deseos reprimidos que saldrán a la luz poco a poco entrelazando sus destinos de una forma increíble.

 

Permítanme presentarles el universo de las bibliotecas… pasionales.

-------------------------------- O ----------------------------------

 

 

 

Capitulo 1: Encuentros Provocados y Casuales

 

Axel Cailín era un chico que lo tenía todo. Una familia adinerada que lo consentía, amigos que lo idolatraban y una novia preciosa. Según él, no deseaba nada más en su vida ¿para que querer algo más si lo tenía todo? Esos eran sus pensamientos mientras recorría los pasillos de su colegio.

 

Pero aunque el no lo sabia, había algo que le faltaba. A sus dieciséis años nunca había conocido a alguien que estuviera con él por cariño más que interés. Y eso era lo que más quería en el fondo de su corazón.

 

Sus pasos lo llevaban a un lugar que no solía frecuentar a menos que tuviera tarea que no pudiera buscar por Internet. La biblioteca del colegio.

 

Al llegar a la gran puerta de madera la abrió con desinterés entrando como si fuera dueño del establecimiento. Como no tenia idea de donde encontrar lo que buscaba se dirigió a la bibliotecaria que leía detrás del escritorio.

 

—Disculpa… ¿Dónde puedo encontrar libros de educación sexual?— preguntó sin amedrentarse por la mirada que la joven le dedicó.

 

—Sección tres— respondió ella dedicándole una mirada pícara. Quien sabe que estaría pensando esa loca se dijo internamente el muchacho. Una vez se alejó para ir al lugar indicado atrás de la chica aparecía un chico de su misma edad.

 

—¿Porqué le mentiste Marikena?— interrogó el ojidorado mirando a su mejor amiga —sabes bien que ahí no hay nada de ese tema, es más, ahí lo único que encontrará es…—.

 

—Ya se lo que hay ahí— le cortó la nombrada girándose para ver al otro. —pero él no, y es justamente por eso que lo hice—

 

—¿Qué estas tramando?— demandó saber dándole una sonrisa divertida— si descubre lo que está pasando en esa sección puede que lo divulgue—.

 

—No lo hará— contestó segura la castaña. —y tú ¿Qué haces aquí, Gato?—.

 

—Sabes que detesto que me digas así— reclamó el chico— pero bueno, vine porque necesito un pequeño favorcito—

 

—¿En qué líos te metiste ahora? Te eh dicho un millón de veces que dejes de buscar problemas— regañó la muchacha.

 

—Yo no busco problemas, ellos me encuentran a mí— replicó enojado.

 

—Ok, te creo, mejor dime que necesitas y veo como ayudarte…— terminó la discusión Marikena suspirando ya que su amigo nunca cambiaría.

 

—Es simple solo tiene que…— y siguieron conversando olvidándose de lo demás.

 

-------------------------------------------- O -------------------------------------------------------

 

En la sección tres, Alex seguía buscando lo que necesitaba pero lo único que veía ahí eran libros más viejos que su abuela y estantes sucios y descuidados. Caminaba tranquilo igual, después de todo, no tenia nada mejor que hacer en ese momento. A pesar de que ya estaba ahí por varios minutos el recorrido parecía interminable, pasando cerca de una gran repisa escucho ruidos que venían detrás de ella. Curioso se acercó para ver de qué trataba y lo que descubrió hizo que abriera la boca de la impresión.

 

Dos chicos totalmente desnudos, uno estaba arriba del menor mientras lo penetraba salvajemente y el otro se dedicaba a soltar gemidos que seguramente eran esos ruidos que había escuchado. Ambos en el suelo sin percatarse de que eran observados. Axel reaccionó y lentamente fue alejándose de allí sin percatarse que detrás de él venía un joven repleto de libros por lo que lo inevitable sucedió y terminaron chocando haciendo que todos los libros terminaran en el suelo. El mayor se volteó topándose con unos ojos chocolate y una cara que nunca antes había visto.

 

—Lo siento, no podía ver por donde iba— dijo la persona con una voz suave que les fascinó a sus oídos.

 

—En realidad es mi culpa por no fijarme que estabas ahí— comentó agachándose para ayudarlo a recoger lo caído. — ¿Quién eres? Nunca te eh visto por aquí…—.

 

—Jeje, creo que es al revés, yo soy el que nunca te ha visto por aquí. —replicó regalándole una dulce sonrisa que dejó embobado por unos segundos al más grande.—no sueles venir mucho por aquí ¿verdad?—.

 

—Eh…si, jeje tienes razón— respondió golpeándose internamente por parecer un tonto frente a ese chico. — por cierto ¿Cómo te llamas?—.

 

—James Daniel pero me gusta más que se dirijan a mi por mi segundo nombre— expresó de forma tímida.

 

—Un gusto, yo soy Axel y dime ¿para que llevabas tantos libros?—

 

—Tenía que ir a ordenarlos a la sección cinco— contestó poniendo todos los libros de nuevo sobre sus brazos, pero al intentar volver a caminar casi se le caen otra vez. Axel dándose cuenta que no avanzaría mucho así decidió ayudarlo y agarró la mitad del montón dejando así que se le pudiera ver bien la cara al menor. —no hace falta puedo hacerlo solo…—.

 

—No es ningún problema, además con tantos libros terminarás convirtiéndote en parte del suelo al caer por el peso—bromeó haciendo reír al otro. Así, ambos se dirigieron a la sección mencionada mientras platicaban de varios temas.

 

De nuevo en el escritorio Marikena observaba orgullosa como ellos se dedicaban a apilar los libros y conversar. Su plan había funcionado.

 

—Perfecto, estoy segura que Dani debe estar muy contento ahora, jeje y Cari me debe una caja de chocolates que tendré que reclamarle tan pronto venga con Mara— se dijo a si misma riendo.

 

Y esto tan solo era el comienzo

 

------------------------------------------ O ---------------------------------------------------------

 

Una semana pasó desde ese día y nada nuevo había sucedido. En la ciudad un pelirrojo corría sin parar tratando de escapar de cuatro sujetos que lo venían persiguiendo hace varias cuadras. De nuevo su mala suerte le había hecho toparse con un grupo de ladrones que le querían robar y el se opuso dándole un puñetazo al que era el líder lo que provoco su furia y por consiguiente que tuviera que huir antes de salir golpeado.

 

Venia de esa forma hace ya varios kilómetros y su cuerpo le exigía un descanso por lo que viendo su oportunidad ingreso a una biblioteca publica que se veía bastante concurrida, dudaba que esos tipos se animaran a hacer algo ahí. Para que no lo vean se metió debajo de una de las mesas esperando a que ellos se vayan. Una vez observó los zapatos de ellos alejándose del establecimiento suspiró aliviado al verse por fin libre pero justo cuando se disponía a irse una voz llamó su atención.

 

—¿Podrías salir de ahí abajo? Interrumpes mi concentración— espetó un joven de unos dos o tres años mas grande que él.

 

—¿Perdón?— increpó ante el tono rudo que había usado el otro.

 

—Que salgas de ahí antes que de aviso a la policía de que un delincuente esta escondiéndose—

 

—¡Yo no soy ningún delincuente!— exclamó ya enfadado el menor ¿Quién se creía ese tipo para hablarle de esa forma?

 

—¿Así? Y entonces ¿Qué haces ocultándote debajo de mi mesa?— interrogó aun con el mismo tono.

 

—Algo que a ti no te incumbe idiota— respondió saliendo de ahí para mirarlo a la cara.

 

—¿Cómo me dijiste niñito?— reclamó el pelinegro levantándose dispuesto a dejarle unas cuentas cosas en claro pero una mano en su brazo lo detuvo.

 

—¡Hey! ¿Qué pasa aquí?— inquirió una chica de cabellos castaños y ojos del mismo color que miraba sonriente al mayor hasta que se percató del otro chico— ¡hola! ¿Qué haces con mi amigo, bonito? ¡Waaaaaa! ¡No me digas que por fin te conseguiste novio!— gritó emocionada y saltando hasta encerrar en un abrazo al menor.

 

—¡¿QUÉ?! ¡Por supuesto que no! ¡Jamás saldría con un imbécil como él!— gritó el chico apartándose de la joven.

 

—¿No te mordiste la legua?— replicó el mayor calmándose pero sin dejar de lado su mirada fría.

 

—¡Aish! Me voy, no soporto estar cerca de alguien tan amargado como tu— manifestó el pelirrojo volteándose para irse pero una mano tomando su brazo lo hizo voltearse de nuevo.

 

—¿Cómo me llamaste?— indagó el pelinegro dedicándole una mirada seca pero al conectar sus ojos con esos pozos dorados algo se removió. Por un segundo, solo por uno creyó ver una gran tristeza dentro del pequeño aunque sus ideas fueron borradas al sentir como el otro apartaba su mirada y le respondía burlonamente.

 

—¿Eres sordo? Te dije A-M-A-R-G-A-D-O—

 

—Senji mejor suéltalo ¿si? El niño tiene razón— habló Carina, como se llamaba la muchacha tratando de que no se le note la diversión por la escena.

 

—Me llamo Felix ¿vale? No niño, ni bonito, ni delincuente, solo Felix— expresó ya harto el más joven.

 

—No me importa como te llames para mi sigues siendo un enclenque maleducado y sospechoso— dijo Senjirou.

 

—No seguiré discutiendo contigo es una perdida de tiempo y saliva. Adiós, ah sido un placer conocerte Mara— terminó sarcástico y retirándose del lugar.

 

En las mesa quedaron los otros dos, Senji se volvió a sentar suspirando mientras que su amiga hacia lo mismo y se quedaba mirándolo.

 

—¿Qué?— comentó él incomodo al ser observado de esa forma.

 

—¿Qué de qué?— devolvió la pregunta ella.

 

—Carinaaa— la nombró perdiendo (de nuevo) su paciencia.

 

—Es que me pareció muy gracioso lo que vi, nunca había visto con mis propios ojos eso pero ahora compruebo que es verdad—

 

—¿De que hablas?— preguntó confundido ante los desvaríos de su amiga.

 

—No te hagas ¡Estaban teniendo sexo por los ojos!—

 

—¡¿Pero en que cosas piensas mujer?!— cuestionó dedicándole una de sus miradas de “si no te callas te mueres” pero la castaña estaba tan acostumbrada que lo único que hizo fue ampliar su sonrisa y levantarse para decir:

 

—Debo irme pero recuerda lo que siempre te digo: “si nunca dejas que nadie vea tras tu caparazón nunca podrás ser feliz” y estoy segura que ese chico te removió sensaciones que antes no habías sentido, jeje, ¡Bye, bye Mara ten un buen día!— y así salió del establecimiento.

 

Senjirou se quedó ahí pensativo pero luego sacudió u cabeza y mejor se dedicó a seguir estudiando…lo que no sabia, era que cerca de ahí había otra persona igualmente confundida sobre lo sucedido ese día.

 

Muchas cosas pueden suceder…y como ya lo había dicho antes, esto recién comenzaba.

 

CONTINUARÁ…

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, ojalá les halla gustado y prometo progresar más. Despues de todo es mi primer original y se me dificulta un poco. jeje

Bye bye na no da!! por favor dejen reviews!! 

 

sayonara!!


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