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Lluvia a cantaros en Baker Street por Tierna Kikyo

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Notas del fanfic:

Para alguien que nunca me fallará...¡Para mí! xD

Notas del capitulo:

Espero que les guste ^^ y pues realmente tiene dedicatoria este fic xD para Ada, Hector y Gala que se la pasan alimentando mis vicios con imagenes de Sherlock Holmes o viviendo en mi facebook xD enserio *o* gracias mis niñ@s!!

 

La lluvia caía a cantaros en Baker Street y las goteras acababan con la razón después de una hora seguida de ese sonido combinado con las maldiciones de Sherlock por las fallas en sus experimentos extraños. Watson suspiró tomando unas cuantas ollas de la cocina para ponerlas en donde caían unas cuantas gotas insistentes que provocaron un sonido sordo poco después de colocar el recipiente debajo.

-Gracias al cielo...- Suspiró subiendo las escaleras hasta donde el detective.

-Disculpe la interrupción, pero sólo venía a ver si no tiene goteras en su cuarto.

-Para nada, yo mismo me he encargado de sellarlas, descuide Watson lo que he aplicado en ellas será suficiente para toda la temporada de lluvias.-

-¿Habla enserio? ¿Cómo es que ha hecho tal cosa?-

-Pues muy sencillo, todo el día de hoy me he dedicado a crear una masa que al secarse sea resistente y al fin lo he logrado, aunque para serle franco aun no apunto todos los ingredientes pero ya le mostraré después, exactamente como es que la he elaborado. Pero quiero que mire hacia arriba, notará que donde la he aplicado no hay ni rastro de agua, ¡Es magnífico! ¿No lo cree así?- Dijo como niño emocionado, Watson notó aquel brillo hiperactivo en sus ojos y suspiró mirando hacia arriba comprobando las palabras de Holmes.

-Vaya, eso sí que es resistente, tendrá que mostrarme definitivamente...dígame ¿No gusta que bajemos a comer algo? Tiene horas aquí, además yo tendré que hacer el intento por preparar algo ya que la sirvienta no ha podido venir, por la lluvia me imagino.-

-¿La señora Hudson no ha venido?...Eso sí que se sale del contexto de "perjudicar a Holmes" ya que eso no me perjudica en lo absoluto- Comentó con desdén hacia la mencionada.

-¿Porqué insiste en eso? Ya le dije que esta bien que usted le saque de sus casillas pero no hay que exagerar, ella no lo odia.-

-No, solo le gusta arruinar todos mis planes- Contestó mientras analizaba un pedazo de aquella cosa tan extraña que había inventado y anotaba en una hoja cualquiera lo que había utilizado.

-Planes de destruir toda la casa...- Agregó rodando los ojos -Ya, hágale un favor a su cuerpo y vamos a comer, se le ve algo pálido-

-Esas son cosas suyas, yo estoy en perfectas condiciones. Pero con gusto acepto su propuesta- Le dijo al fin despegándose de lo que hacía y mirándolo -¿Vamos entonces?-

-Claro que si- Dijo rápidamente precipitándose a la puerta.

Una vez en la cocina fue muy divertido para el pelinegro ver como Watson no era muy diestro en la cocina, mientras el comía un trozo de pan que había cortado siendo realmente práctico Watson luchaba por hacer un par de emparedados decentes.

-¿Ya están?- Se sorprendió al notar como realmente este había terminado de pelearse con la sartén.

-Si. Afortunadamente lo logré- Le dijo divertido llevándolos a la mesa, realmente tenían muy buen aspecto como para haber sido hechos por las manos de un hombre. Empezaron a comer callados mirándose de vez en cuando.

-¿Holmes?- Le preguntó al verlo de repente tan ensimismado.

-Dígame- Reaccionó dando un saltito en su lugar

-¿Si le ha gustado?-

-Claro que si- Contestó sonriéndole divertido -No debería preocuparse tanto, realmente solo es para librar un apuro y para serle franco quedaron de muy buen sabor-

-Me alegra- Le dijo sonriendo también, le gustaba complacer a aquel pelinegro tan... ¿adorable?... por favor ¡el no había pensado eso! Era seguro su subconsciente que gritaba con todas sus fuerzas pero ya no le escucharía más.

Holmes apartaba la mirada tratando de no observar mucho al doctor...habían quedado en que sus encuentros sexuales sólo serían en casos de emergencia, pero el detective juraba que en segundos se declararía en tal estado si el rubio seguía comportándose así... ¡tan él! <<¡Ahora entiendo a la maldita señora Hudson! No vino por que quería verme sufrir estas contradicciones crueles, es de lo más malvada esa mujer...>> Pensó dándole gracia al asunto, le hubiera gustado mencionarlo en voz alta, pero lo considero inapropiado siendo que incluso sin hablar ya ambos estaban comprendiendo lo que sucedía y lo que empezaban a necesitar uno del otro.

-Ya tenía tiempo que no nos quedábamos solos ¿cierto Watson?- Le dijo como intentando empezar una astuta platica que conduciría con habilidad.

-Cierto, sin embargo...pareciese la casa muy tranquila a pesar de la incesante lluvia que hay fuera...ese sonido logra tranquilizarme, pero el agua sobre mis ropas no me hace gracia en lo absoluto-

-Y ya ni mencionar que incluso se cuela dentro de la casa- Agregó divertido -Pero es un bueno momento para tener un punto de reunión y plática, e incluso concentración en cosas diferentes...- Mencionó empezando a encaminar la plática a lo que realmente deseaba como tema a tratar.

-Cierto Holmes- Le dio la razón sin darse cuenta de lo que este planeaba pero empezó a analizar la "amable" plática del pelinegro.

-Y también funciona para tratar temas...algo delicados, como por ejemplo...-

-¡Ni siquiera se atreva Holmes! Yo ya le había mencionado los términos. Entienda que no soy su droga personal-

-Lo siento pero ese concepto usted no me lo puede arrebatar nada más así- Dijo sorprendiéndose por lo dicho -Nunca discutimos sobre no hablar más del tema, no podrá evitarlo toda la vida- Expresó particularmente ofendido.

-Basta, miré no sea desvergonzado, sabe muy bien que esas cosas no están bien...-

-¿Pero que le preocupa? Si ya estos "pecados" que dice no se deben tener, usted ya los ha cometido- Le dijo como siempre haciéndole enfrentar la realidad.

-Holmes...de verdad...no pienso discutir sobre esto-

-¡Usted! ¡Usted tiene la culpa de esta obsesión mía!- Le Acusó señalándole con el dedo y levantándose de la mesa para ir hasta él. Le habló tan cerca que Watson podía sentir el aliento de este rozando en su oído cuando Holmes se paró tras la silla y se agachó al nivel del rubio a pronunciar estas palabras -Yo no sé como piense solucionarlo, pero es problema suyo- Sonó realmente autoritario pero poco le importaba ya que la verdad era esa. Watson era el que había empezado el juego del cortejo y ahora tenía que hacer algo con el detective ya que desde aquel momento le era imposible pensar en el como sólo su amigo.

-Sé que fue mi culpa...más lo que usted sienta sobre eso, no es problema mío...- Le contestó del mismo modo.

-... ¿Esa es su respuesta? Bueno, entonces ¡váyase al diablo!- El pelinegro se dio la media vuelta, estaba muy lastimado por aquellas palabras. Caminó hasta la puerta y salió fuera, cerrando de un azotón y sentándose en los primeros escalones de la entrada para poder pensar mejor, la lluvia le limpiaba las ideas...el verla caer, el oler su aroma era muy liberador. Le gustaría que las cosas fueran diferentes, pero siempre eran así, ya que Watson se resistía a quererle y le avergonzaba lo que ambos sentían ¿Qué objeto tenía el jugar al acostón de oportunidad con tu mejor amigo si era sólo por distracción o experimentación y después le rehuías con palabras crueles?

Suspiró y bajó la cabeza después de hacerse esa pregunta así mismo ya que sabía la respuesta...y es que Watson no le quería de verdad, seguramente lo que había pasado entre ellos había sido un accidente del destino.

Watson se quedó allí con las palabras de enojo de su amigo en la cabeza, quizá lo había lastimado al contestarle así "Pobre Holmes..." Esas palabras cruzaron por su cabeza como si su conciencia le estuviera regañando por su conducta, además que la verdad el también le quería pero la sola idea provocaba una revolución de prejuicios en su mente que le enloquecían por meses enteros después de sus casuales encuentros.

Se levantó de donde estaba y fue a la puerta tomando su abrigo y una sombrilla preparado para ir a buscarle, tenía que disculparse con el por haberle hablado de esa manera, y al abrir la puerta allí estaba Holmes mojándose bajo la lluvia con la cabeza baja y las manos en la nuca intentando no pensar... era divertido porque cuando intentaba eso solo lograba sobre analizar las cosas. Se acercó a él con cuidado y se agachó a su lado -Lo siento Holmes...- Le musitó al oído -¿Podría entrar a la casa?, ya no lo evitaré, le prometo que hablaremos como me lo pide...-  Aseguró hablándole bajito al oído mientras posaba su mano en un hombro del pelinegro. Holmes le escuchó y sintió como su corazón latía más aprisa, no pudo negarse a la propuesta de este por lo que se puso de pie rápidamente viendo a Watson que estaba frente a él, tuvo ganas de besarlo en ese momento pero todos les verían y aquel amor era tan sagrado para Holmes que se lo guardaba al propósito celosamente para sí mismo.

Se adentraron a la casa y el detective caminó en silencio hasta su habitación escuchando como el doctor iba siguiéndole, al entrar Watson cerró la puerta y al fin Holmes se dio la media vuelta mirándole a los ojos, serio y calculador, acortó las distancias y le plantó un beso se separó al no sentirse correspondido pro eso no duró mucho tiempo ya que el rubio se precipitó a darle otro beso que buscaba atrevidamente más contacto, se besaron sin tocarse, sólo conformándose con el sabor del otro degustándose en sus sentidos hasta que se separaron y se miraron en silencio nuevamente.

-¿Sabe lo que la lluvia significa para mí Watson?- Le cuestionó sonriéndole tiernamente. El rubio negó con la cabeza sonriendo divertido, de seguro Holmes ya iba a empezar con sus juegos.

-Me recuerda a usted, todas sus características me recuerdan a usted- Al ver el rostro de desconcierto del ojiverde prosiguió con su explicación -Verá...la lluvia se deja ver sólo cuando  es necesaria, suele ser muy caprichosa ya que puede caer en gotas de roció que apenas van mojando poco a poco y hasta cálida se siente, haciendo que uno la disfrute o puede enfurecerse y entre truenos en el cielo darte tremenda mojada de un solo golpe sin consideración alguna congelándote hasta los huesos, cuando el sol estuvo compaginado con ella aparece el arcoiris como si le agradara de sobremanera la buena compañía y lo más importante...después de todo es agua y esta es vital para la vida. Así es usted para mí, el cómo yo lo percibo a usted. Por eso ahora que me ha hecho enfadar salí afuera a encontrarme con que lo más parecido a usted esta vez, por fortuna, estaba a mi alcance.- Mientras decía esto caminó hasta la cama y se sentó, suspirando al terminar de hablar, el que Holmes se expresara así en parte lograba asustar y sorprender mucho, pero también el que Watson hubiese logrado causar ese tipo de definición en la mente del cautivador detective era encantador y el mejor halago que hubiera recibido nunca.

Caminó hasta donde el y se inclinó para darle un beso suave en los labios al separarse Sherlock le miró sin comprender por qué le había besado si se suponía que no quería nada. Le miró dudando y como todo buen detective procedió a intentar preguntar pero Watson alzó la palma de la mano en señal de que no hablara.

-No, ni se atreva a preguntar por que entonces podría pasar algo muy malo- Le dijo mirando una duda más grande todavía en este.

-Pero...-

-No, no, no es posible que después de decirme todo eso no se dé cuenta de que es lo más lindo que usted ha dicho a otro ser humano quizá en todo lo que lleva de vida...- Le dijo serio como regañándole, al pelinegro como le gustaba que hiciera esa carita seria y usara ese tono con el, era una ironía como había crecido poco a poco la relación que comenzaron por simple curiosidad de ambos en casos interesantes, antes Watson no se atrevía a reclamarle nada pero ahora cuidado con que algo no le gustara por que protestaba. Le daba gracia que ahora le controlara así. Sonrió y empezó por decir -¿Sabe? La verdad es que no lo había pensado así...pero si usted lo dice...- Comentó alzándose de hombros -Lo que no termino de entender es ¿Cómo con estas cursilerías logré que usted me besara?...Si por lo que entiendo usted no quiere nada conmigo...no debería jugar así, ¡Digo! Pareciera que no tengo sentimientos, pero lamentablemente los tengo...- Le dijo al rubio desviando la mirada a la ventana donde aún se veía el grisáceo clima que era refrescado por la lluvia que se negaba a dejar de caer.

Watson se quedó mirándolo serio y dio un paso hacia el, el ultimo que faltaba para estar peligrosamente cerca uno del otro, Holmes no esperaba nada a lo mucho un abrazo de consolación, incluso se levantó para abrazarlo pero el doctor le empujó con fuerza de los hombros haciendo que el pelinegro cayera violentamente contra la cama, se acomodó sobre él empezando a besarle con profundidad sin decirle una sola palabra, dejando que las acciones hablaran por el.

El detective estaba sorprendido pero le correspondía ya que aunque ni siquiera a él mismo le gustara la idea amaba con gran intensidad a aquel hombre que ahora le tocaba de esa manera...cada caricia, cada beso, cada contacto el uno del otro eran palabras inexistentes dentro del mundo del amor que ellos pintaban con devoción en ese momento. No sabían ni siquiera cómo habían terminado desnudos en una cama pero era mejor no intentar ponerse a averiguarlo nuevamente...

El pelinegro volteó a ver a Watson aún con la respiración algo agitada, sus orbes cafés le recorrieron sin poder creer que ahora ambos habían mezclado todo lo que les constituía como únicos para ser uno por breves instantes que unían sus lazos de ¿Amistad? ¿Amor? O quizá ambos. La mirada verde se posó segundos después sobre la de este de la misma manera, le observo y después ambas miradas se encontraron analizándose una a la otra.

-¿Qué se supone que...- Colmes no dejó que el rubio completara la frase ya que le abrazó ocultándose en su pecho.

-No necesita saberlo...sólo intente por un momento aceptarme...- Le musitó.

-Holmes...no me dejaste terminar, no iba a preguntar sobre eso...- Musitó abrazándole bajando la mirada -Yo no he sido justo con usted al fingir que no lo acepto...por que la verdad es que lo he aceptado en mi mente tanto que el estar con alguien más me es imposible si no pienso en usted...quiero que sepa eso...-

-...Lo amo...- Aquellas palabras fueron casi inaudibles para el rubio ya que este se las dijo muy tímidamente, se sentía indefenso cuando el rubio le evadía, pero en ese momento se sentía mejor con aquellas palabras que estarían en su cabeza siempre que tuvieran algún malentendido. El definitivamente era como la lluvia, mojaba a muchos agradándoles o disgustándoles pero la única compañía por la que se alegraba era el Sol...era egocéntrico de su parte ponerse en aquel papel...pero era inevitable ya que "Es la verdad".

 

Notas finales:

Reviews!! >w<


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