Feliz cumpleaños a mi…
Feliz cumpleaños a mi…
Cantaba deprimidamente el joven mientras que le colocaba las últimas balas a su pistola nueve milímetros e insertaba el cartucho con fuerza en el arma…
Que los cumpla muy feliz…
Solo, en aquella habitación, sentado al borde de la cama, sus ojos bañados en lágrimas que salían solas, no le importaba, la tristeza se iría pronto, porque este seria, su mejor cumpleaños…
Feliz cumpleaños a mi…
Porque este seria día en el todo habría terminado. En el que por fin volvería a sentir lo que era la libertad. Llevo su mirada a la luna que se asomaba por la ventana frente a el mientras que sonreirá, ella seria el único testigo, que triste, pasar el día de tu cumpleaños solo en su compañía, pero eso no era importante.
Feliz cumpleaños a mi…
Continúo cantando mientras que recordaba el tiempo pasado hasta llegar a este día, las humillaciones, el dolor, toda su vida hecha pedazos y todo para complacer a un hombre que jamás fue suyo.
Lo amaba, lo amaba como nunca amo a nadie, pero, las relaciones de uno no son placenteras, ¿Cuántas veces lo había hecho suyo sin su consentimiento? ¿Cuántas veces lo había golpeado, le había proclamado en su cara que era suyo como un objeto cualquiera? Quizás eso era, simplemente un juguete sexual.
Sonrió para si mismo, quizás porque era lo único que podía hacer, reír, reír de su desgracia, sintiéndose patético y vulnerable. Miro la pistola en sus manos y continúo sonriendo.
- Sonríe, Elliot, hoy es tu cumpleaños –dijo para si mismo y continuo cantando-
Feliz cumpleaños a mi…
El ser humano, en un espécimen tan complicado que es capaz de todo cuando la cordura ya no esta, y cometemos las mayores locuras en nombre del amor, todo por amor, amor que simplemente puede ser una ilusión, amor que nunca te perteneció y que solo te carcome las entrañas.
Pero lo soportas porque de cierta manera masoquista, te hace feliz. Pero te agota, pierdes todo y ya nada te importa.
Giro su cabeza a su izquierda y un espejo le mostró su reflejo magullado, su rostro lleno de moretones, sus brazos con cicatrices y eso era lo que se podía ver, el resto de su cuerpo estaba igual o en peores condiciones, y todo, por amor.
Feliz cumpleaños querido Elliot…
Escucho la puerta principal abriéndose, claro, escucho el sonido de algunas cosas cayéndose, estaba borracho lo mas seguro. Si, el olor de la sustancia llegaba a su habitación. Mas a el no le importo y continuo cantando, sonriéndole a la luna y a su propia desgracia.
Feliz cumpleaños a mi…
El sonido de los torpes pasos subiendo las escaleras ¿Con cuantos se habrá acostado hoy? Se preguntaba sin conocer exactamente la respuesta, más lo conocía, y sabía que tenía un gran apetito sexual.
Maldito bastardo.
Lo escuchaba, escuchaba sus pasos acercándose segundo a segundo, gritaba su nombre que resonaba por toda casa, Elliot lo escuchaba, y solo seguía sonriendo y cantando, esperando.
La perilla de la puerta se movió de manera lenta, abriendo la puerta por fin, mientras que un cuerpo se recostaba del marco.
- Elliot… -dijo una voz masculina con lujuria-
Elliot giro su cara mientras continuaba sonriendo.
- Feliz cumpleaños a mi… - dijo cantarinamente, al siguiente segundo se escucho la explosión proveniente de la pistola. Había dado justo en el blanco. Provocando la agonía de la victima, Elliot se levanto de su asiento mientras que aun sostenía la pistola en sus manos, se recargo en el marco de la puerta el cual se mancho de sangre- Canta…
El hombre solo lo miro con interrogante y rabia ¿Cómo era posible que le hubiera hecho aquello? Con su mano intentaba tapar su herida de bala que había dado justo en el medio de su pecho
- Canta… -volvió a pedir Elliot- Feliz cumpleaños… querido Elliot… -lo miro esperando que continuara, quería que el continuara-
El hombre abrió un poco la boca para decir algo pero un escupitajo de sangre fue lo que salio mientras que el menor solo lo veía desde el marco de la puerta manchando su ropa de sangre con su mirada fija en el.
- Fe-Feliz….cumpleaños….a… ti…. –dijo el hombre con mucha dificultad, volviendo a escupir sangre, Elliot soltó la sonrisa mas sádica jamás vista por ese hombre. Ese hombre que creyó haberlo dominado y sometido, ahora el era el dominado, y de la peor forma.
- ¡Feliz cumpleaños a mi! –Canto Elliot casi gritando completamente feliz apuntando rápidamente la pistola a la cabeza de aquella victima-
- ¡NO, ELLIOT! –Grito suplicante-
¡BANG!
El liquido escarlata salpico en todas direcciones, manchado la magullada cara de Elliot el cual simplemente se quedo allí de pie, sonriendo.
Feliz cumpleaños a mi…
Este había sido, su mejor cumpleaños…
FIN