El día había empezado mal, desde el momento en que salio de su dormitorio, hasta el momento que se le ocurrió la brillante idea de ayudar a Zero. Y para colmo de males no encontraba a Ichijo, pero eso si, tenía detrás de él a otro rubio que parecía cotorra hable y hable y poco le faltaba para darle un golpe tan fuerte que lo pudiera mandar al otro mundo.
- Donde te metiste Ichijo? - Murmuro el sangre pura entre dientes mientras se sentaba en su amplio sillón, mirando la hora que era suspiro - Ya es hora de clases y ni así apareces - sin más se puso de pie y camino hasta la silla donde estaba el saco de su uniforme, mirando un por un momento por la ventana, se puso el saco y salio del dormitorio para dirigirse junto con los demás al salón de clases, pero entre esos no se encontraba Takuma.
Las clases parecían ser eternas.
- Que le sucede Kaname-sama? - pregunto Ruka al ver como el presidente de la clase nocturna estaba tan ausente que ni cuenta le había prestado atención a que las clases ya se habían acabo.
- No has visto a Ichijo? - fue lo único que respondió.
- Me parece haberlo visto en la tarde en los jardines, hablando con una de las jovencitas del turno diurno - dijo Hanabusa de una manera muy cortante.
La noticia no le callo en gracia al sangre pura, quien dejo saber su gran enojo al hacer que todos los objetos de cristal explotaron, incluyendo las ventanas que se fragmentaron.
- Que demonios!!! - grito el rubio de ojos celestes, cubriéndose la cabeza.
- Parece que se enojo - comento Shiki observando como el presidente del dormitorio se retiraba fría e indiferentemente.
Kaname llego a su estudio, la sangre le hervía de estar imaginando que podría estar haciendo Ichijo con una mocosa de la clase diurna. No aguantando más, se dirijo a los dormitorios de dicha clase y topo con Zero.
- Que haces aquí? Yuuki no esta - dijo el peliplateado, mirándole fijamente.
- No busco a mi hermana - corto enseguida, siguiendo su paso, pasando aun lado de Kiryuu.
- Entonces no tienes nada que hacer aquí - sentencio, apuntando detrás de la cabeza del sangre pura con su arma.
- No conozco a una persona más estupida y mas mal agradecida como tú. Si no fuera por mí estarías muerto, deberías de dejar de creerte el todo poderoso porque no siempre estaré para defenderte … o a lo mejor seré yo mismo quien te de el golpe de gracia.
- Lo de esta mañana lo tenía controlado, te metiste porque quisiste.
- Jajajaja, si como no, te tenían sometido Kiryuu, si no hubiera estado pasado por ahí, estarías muerto porque un vampiro de nivel E tenía mucha sed y tu eras su desayuno - la burla en las palabras de Kuran provocaron que el peliplateado frunciera el seño - Déjame en paz, busco a Takuma y créeme que nada ni nadie evitara que lo encuentre - sentencio aprentando las manos como puño.
- Qué podría estar haciendo Ichijo en estos dormitorios?
- Eso mismo me pregunto yo - los ojos del pura sangre resplandecieron en color rojo y el arma de Kiryuu simplemente exploto, se podía percibir el gran enojo de Kaname.
Sin prestarle más atención a Zero continuo caminando, paseándose por los dormitorios, tratando de percibir la energía de su compañero, pero simplemente no encontraba nada, maldecía y maldecía con cada paso que daba, hasta que arto de buscar en vano, regreso a su dormitorio.
Sin tomarse la molestia de prender las luces, se comenzó a desvestir para acostarse, no sin antes caminar hasta el gran ventanal de su habitación y mirar la luna un tanto rojiza.
- Donde estar? Con quien estas? - murmuro al tiempo que tocaba el cristal.
- Buscas en todas partes menos donde es más obvio - el pura sangre escucho una suave voz susurrarle al oído, un calido aliento chocar contra su cuello y unas manos suaves posándose sobre su pecho, esa voz hermosa de un divino rubio que lo abrazaba por la espalda, un rubio de ojos esmeraldas que estaba desaparecido desde la mañana, haciendo quien sabe que y con quien sabe quien. Pero aun con eso le alegraba sentirlo y escucharlo y saber que estaba bien.
- Donde estabas? - cuestiono controlando su tono de voz, pero dejando saber que estaba molesto, tanto que se quedo en la misma posición aun cuando moría por girarse y abrazarle para besar a Takuma.
- Preparando una sorpresa para ti - dijo el rubio juguetonamente mientras besaba el cuello del sangre pura.
- Ah si? Entonces porque hablabas en la tarde con una muchacha de la clase diurna? - no podía negar que sentía celos por lo que le habían dicho.
- Quien te dijo eso? -- dijo el rubio algo sorprendido.
- Eso lo de menos - la respuesta le molesto, porque significaba que Ichijo no pretendía decirle nada al respeto y si eso era así, es porque hago había pasado y se lo quería ocultar - Contéstame la pregunta Icijo! - reclamo fríamente, zafándose del agarre del rubio, aun si mirarle.
- Necesita algo de ropa que me quedara, y esa chica tiene una complexión muy parecida a la mía, su ropa me quedo a la medida - respondió en voz baja, algo asustado y retrocediendo.
- Ah? - esa respuesta no le cuadraba, hasta el momento que sorprendido se voltio a ver a Takuma, sorprendiéndose más aun.
Se veía hermoso, o hermosa?
El lindo rubio, que estaba cabizbajo por la resiente regañada y temblando un poco, llevaba puesto un vestido blanco con tonos verdosos, un vestido de tela medio transparente y corto que dejaba ver gran parte de sus lindas y pálidas piernas, ciñéndose a su pequeña y finita cintura, la falda esponjosa le hacia ver más caderon de lo que era, cualquiera que lo viera podría decir que era una mujer sin mucho pecho, además el cuarto estaba hermoso, la cama repleta de pétalos de rosas blancas y verdes. De donde había sacado flores verdes? No sabía, pero se veía hermoso, todo combinaba perfecto, las sabanas era blancas con holanes verdes también, todo iluminado solamente por la luz de la luna.
- Yo…. - no sabía que decir, todo estaba lindísimo, sin duda era una sorpresa de la cual no se percataba por estar ciego de celos y coraje, tanto que al entrar no había notado tanta belleza.
- Perdón, lo mejor será que te deje descansar, con permiso Kaname - sin levantar la cabeza, el rubio dio media vuelta para salir de la habitación.
- Perdóname a mí - antes que el rubio pudiera dar un paso, el sangre pura ya lo tenía atrapado entre sus brazos, abrazándolo delicadamente, rozando con su nariz ese blanco y terso cuello que olía a rosas - Hueles delicioso.
- Gra-gracias - las mejillas del sangre noble se encendieron en un tono carmesí, el contacto con Kaname siempre lo ponía de esa manera, podía sentir como la lengua de su príncipe recorría su cuello traviesamente, como buscando comérselo - Tienes sed? - dijo apenas en un susurro y obteniendo como respuesta un roce por parte de los colmillos del castaño.
Kuran no espero más, en un movimiento delicado y certero enterró los colmillos en ese pálido cuello que se le ofrecía y comenzó a beber con desesperación, la sangre de Ichijo lo enloquecía y no pretendía controlarse, sus manos por otra parte apretaban firmemente la cintura del rubio para no dejarlo ir. Takuma por su parse te limitaba a tener sus ojos cerrados y las mejillas encendidas, dejando que Kaname hiciera lo con el lo que quisiera, aun cuando una mordida como esa dejaría una marca segura..
- Ahnmh…aahhm… - las manos de Kaname ya había avanzado más hasta meterse debajo del vestido, apretando con algo de brusquedad los suaves muslos del rubio, arrancándole gemidos.
Dejo de beber del cuello de Takuma, para lamer la zona y cerrar las pequeñas heridas de sus colmillos.
- Eres delicioso Ichijo - le susurro el sangre pura al oído, sin dejar de estrujar el pequeño y delicado cuerpo del vicepresidente.
- Kaname.. Hnmnh… con cuidado… ahnmh… - de la garganta de Takuma solo podían salir gemiditos y suspiros que le provocaban las manos de Kaname.
- Es que eres tan suavecito y pequeño - se defendió el castaño, mientras volteaba a Takuma para tenerlo de frente y acercándose lentamente, tomándolo de la babilla - Te amo - susurro ya sobre los labios del rubio para cellar sus palabras con un tierno beso.
Takuma al tener su boca ocupada solo se limito a sonreír, correspondiendo el beso a su príncipe, al tiempo que le abrazaba. Kaname sin dejar el beso, lo tomo de la cadera y lo cargo para llevarlo hasta la cama donde lo deposito entre pétalos de rosas, recostándose sobre él.
- Ya te dije lo lindo que te vez? - susurro Kaname, una vez terminando el beso que dejo sus labios enrojecidos.
- No tienes porque decirlo, ya me demostraste que te gusto - contesto el rubio sonriendo tiernamente, con esa carita de gatito que sabía que a Kaname le gustaba, le gustaba porque solo él podía verlo así.
- Aunque, me gustas más desnudo, pero no estaría mal que te vistieras así más seguido, te conseguiré un uniforme femenino - dijo riendo un poco, al tiempo que acariciaba el finito rostro del sangre noble.
- Pensé que te molestarías al verme con ropa de mujer.
- Siendo tu, no tengo porque enojarme, te vez tan lindo - afirmo Kuran comenzando a besar el cuello de Ichijo, dando mordiditas, mientras sus manos comenzaban a quitarle el vestido.
- Kanahhme…unhhm… te ahmo….- suspiro, al sentir la presión de Kaname sobre su muslo, el sangre pura estaba duro y le restregaba su erección atrapada en el pantalón, suplicando silenciosamente que lo liberara.
El vestido de Takuma había sido removido entre besos, mordidas y caricias a tersa piel nívea, dejándolo solo en ropa interior, una ropa interior de encaje que lo hacía aun más probocador.
- Te esmerestes - susurro Kuran.
- Quería sorprenderte.
- Lo lograste - dijo sonriendo mientras ponia su mano sobre la entrepierna de Takuma y presionando el miembro de este por sobre la telita.
- Ahnmh….aahanmh… kahnahmme… uuhnhm…. - arqueándose un poco de espalda, el contacto de la mano de Kaname lo enloqueció.
- Sabes? A mi también me gustaría algo de atención - le susurro tomando la mando del rubio para ponerla sobre su abultada entrepierna, era doloroso estar así, su pene pedía a gritos ser liberado, pero quería que Takuma lo hiciera - Por favor amor…. - suplico mirándole directamente a los ojos.
Las mejillas de Takuma no podían estar más rojas, no importaba cuantas veces lo hicieran, siempre le apenaba el estar tan íntimamente con Kaname, ser tocado por esas manos expertas y tocar ese perfecto cuerpo. Manteniendo su vista fija en esos ojos, froto el bulto de Kaname, en respuesta el sangre pura cerro los ojos y suspiro. Sin más ceremonias, agarro el cierre del pantalón de Kuran y lo bajo lentamente, quitándole algo de presión, para enseguida desabrochar el botón y provocando que el erecto miembro saliera y le golpeara en el muslo, le sorprendía como Kaname andaba por ahí sin ropa interior.
- Huhnh… tócalo suave - pidió Kaname, quitándole al rubio su pequeño bóxer de encaje, para dejarlo completamente desnudo.
Takuma, solo sonrió dulcemente y dejándose hacer, envolvió calidamente el pene del vampiro sangre pura para comenzarlo a frotar, el tronco estaba caliente y húmedo, el pantalón le impedía llegar hasta la base y los testículos que se podían notar por el bulto que hacían.
- Uhnmnh…así…ahahmor… suabesito… ahhnm…que rico… - Kaname, acariciaba los muslos de Takuma con suavidad, jugueteando con sus dedos entre los glúteos del rubio.
De manera desesperada ambos vampiros unieron sus labios en otro beso apasionado y lleno de amor,, Kaname no aguanto mas, el cuerpo de Takuma le gritaba que lo tomara como solo el sabia hacerlo y no le negaría ese placer a su amado compañero. Sin dejar de besarlo, se acomodo sobre él, separando con cuidado las piernas y tomándolo delicadamente de la cadera, para enseguida apoyar su húmedo glande en la pequeña y sonrosa entradita del rubio.
- Perdóname… no aguanto más - sin previa dilatación y solo con la lubricación de ambos, sonrió y de una sola embestida lo penetro hasta tocar fondo.
Takuma no pudo evitar dar un grito de placer y dolor por la brusca penetración, sin embargo ese pequeño dolor no se comparaba con el inmenso placer y la gran felicidad que Kaname le producía cuando hacían el amor. El placer era inmenso, tanto que los dos vampiros tenían sus ojos brillando al rojo vivo, su sangre hervía, y los colmillos se veían claramente en esas bocas abiertas que gritaban mudamente el placer que sentían al ser uno mismo.
Moviéndose suavemente, Kaname comenzó a marcar un ritmo, disfrutaba de la estreches del rubio, apretándolo tan fuerte de la cadera que sus dedos dejaban marcas en la pie.
- Aaahnmmnh,..ahanmh…aaahmor!!! - las embestidas de Kaname eran profundas y tan fuertes, que le estaba pegando en la postrata.
- Te estoy pegando en tu lugarcito rico verdad? - comento entre gemidos el sangre pura, ya que siempre que le daba en ese lugar Takuma se ponía más estrecho y la presión sobre su pene era sofocantemente deliciosa, sin controlarse más modio nuevamente al rubio en el cuello, bebiendo desesperadamente de él.
Takuma estaba que moría de placer, agarro la cabeza de Kaname y lo presiono contra su cuello, acariciando sus castaños cabellos, mientras movía sus piernas desesperadamente y se arqueaba en la cama por las fuertes embestidas de su príncipe.
Estaba llegando, Ichijo lo llevaba al limite, su dulce sangre nublaba sus sentidos, y el placer que producía ese suave interior esta por provocarle un orgasmo.
- Uhmhh… -dejo de beber del cuello del rubio y tomándolo de la barbilla para mirarle fijamente comenzó embestir más fuerte y profundo.
Ambos cuerpos se movian a un ritmo frenético, cubiertos de sudor, Kaname tenia sus labios manchados de la sangre de Takuma, aun mostrando sus imponentes colmillos, Takuma por su parte su boquita entre abierta solo dejaba escapar gemidos del más puro placer y sus mejillas seguían tan rojas como en un principio.
La imagen de Ichijo termino por enloquecer al sangre pura y con unas embestidas más que pegaron en esa próstata, se dejo recorrer dentro del cuerpo de Takuma, quien a su vez se corrió en el abdomen de ambos, volviéndose más estrecho. El castaño tomo el miembro del rubio para masturbarlo un poco y así prolongar ese sublime orgasmo, a su vez se movía suavemente para dejar toda su semilla dentro del rubio.
- Te amo - Susurro Kuran casi sin aliento, usando casi nada de fuerza para girarse y dejar a Ichijo sobre él y abrazarlo.
- Mi príncipe… te adoro - Susurro sonriendo, mientras cerraba sus ojos y bostezaba, para quedarse dormido sobre el pecho de su amado.
El miembro de Kaname salio del interior de Takuma, dejando correr el semen, arrancando un suspiro del sangre pura quien se dejo vencer por el sueño y abrazando a su querido “amigo” se quedo dormido.
Ya pasaban de medio día y el presidente de la clase nocturna apenas se despertaba, pero apenas desperto callo en cuenta que Takuma no estaba con él. Carajo! No podía ser, de nuevo lo dejaba solo, fruncio el seño y se de mala gana se levanto para bañarse y cambiarse. Una vez listo y con el unifrome puesto, bajo a la estancia, donde encontro a todos sus compañeros menos a Takuma.
- Antes de que preguntes, Ichijo -sempai dejo dicho que no tardaba que tenía que devolver algo - dijo indiferentemente Seiren.
Kaname sonrió, recordando la noche que habían pasado juntos y sin mirar a nadie termino de bajar las escaleras.
- Porque estará tan feliz el presidente - pregunto en voz baja Hanabusa a su primo.
- Porque no le preguntas? - respondió secamente.
Antes que alguien más pudiera decir nada, las puertas se abrieron y dejaron ver a un sonriente Takuma, quien como de costumbre saludo a todos los presentes hasta llegar con Kaname quien sin decir una palabra lo jalo del brazo para atraerlo hacia si y sentarlo en sobre sus piernas enfrente de las miradas atónitas de todos.
- Buenos días Ichijo - dijo el pura sangre, mientras con una mano abrazaba al vicepresidente que tenia sentado sobre sus piernas y con la otra sostenía una copa de “sangre” de la cual bebió y reteniendo el liquido en su boca, beso al rubio pasándole la bebida, dejando que por las comisuras brotara el rojizo liquido.
Todos los presentes estaban atónitos, era increíbles lo que estaba viendo.
- Que significa esto?! - grito Hanabusa todo rojo de coraje-
-Esto… - contesto el presidente con una sonrisa, apenas alejándose de Takuma - Esto, es la forma en la que me gusta darle los buenos días a mi novio.
Todos los presentes quedaron boquiabiertos, casi en shok, y por su parte Takuma rojito como tomate, abrazo a Kaname. Ya tenían mucho tiempo juntos, pero jamás imagino que Kaname fuera a admitir públicamente su relación, bueno la clase no era mucho, pero ya era un gran avance, un avance que quizás les permitiría estar juntos pasara lo que se pasara, porque si podrían afrontarse contra la clase nocturna, podían hacerlo contra su abuelo y el consejo de vampiros.