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Los Piratas Firez por AnyelaWhiteFairy

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Capitulo 4:

  

    Ikki miro el libro que tenía en las manos, para el ese libro no debía de tener nada mas que un simple historial de piratas, pero no se detuvo a mirarlo, ya que escucho a Seiya gritar. Este salió al pasillo para ver la oscuridad absoluta que la luz de la linterna no lograba penetrar. Al este mirar a un extremo ve la silueta de lo que parecía ser una persona. Saory se lo aclaro nada de golpes ni peleas mientras estuvieran dentro de ese viejo barco. Por que correrían el riesgo de ser sepultados por la madera podrida. Este retrocedió viendo por donde podría irse y alejarse del que fuera que le estaba dando un mal rato.

 

  

  El diario lo coloco en el bolsillo del pantalón trasero, junto con el collar y el anillo. Dispuesto a salir de allí a como fuera. Pero dos brazos se cerraron en su cintura, este no se movió, por que sintió un escalofrío cuando uno de los brazos de este paso por su cuello. Era una sensación que él no comprendía por que el estaba allí sin evitar que el sujeto lo manoseara al contrario. Su cuerpo parecía tener vida propia, y su alrededor cambio totalmente. Los pasillos tenían un bello decorado rojo y la luz se colaba por los pasillos dejando ver a si todo su contenido. Pero sus ojos cayeron en los dos brazos que lo sujetaban y sentía su aliento en el cuello.

  

- Todos salieron {Le murmuró al oído} Mi capitán…

 

 

-  Por que debería de importarme {le dije sin poder evitarlo}

 

  

  Vi como este me sujetó de los brazos para voltearme, pero la luz me dio de lleno en el rostro evitando que pudiera ver su rostro. Sentí que atraparon mis labios con pasión. Sonriente veo que este sonriente me lleva al cuarto que estaba abierto a mi izquierda. Este me agarro de la cintura y sonriente me dijo al oído:

 

  

- Te amo, mi… Fire… {Me dijo besándome}

 

     La puerta se abre de golpe y entra un hombre que se parecía mucho a tatsumi con la única diferencia que ni vestía de negro y que tenía una cabellera negra. Este jalo al joven que hasta unos minutos no me quitaba las manos de encima. El hombre que se parecía a tatsumi lo golpeo en el rostro con fuerza y luego se volteo a verme con ira. Tomo la espada con solo un propósito en la mente atravesarme con ella. Este se detuvo unos minutos y luego se abalanzó sin piedad sobre mí. Pero un cuerpo evito que la espada me atraviese.

  

- ¡NOOOOOO! {Grite con angustia}

 

  

  No pude controlar mi propio cuerpo, vi como el joven que me protegió intentaba a toda costa que saliera del cuarto, pero de allí no me movería. No sabía por que, no lo conocía, ni siquiera sé porque pensaba de esa manera, tan solo sé que no podía mover y dejarlo a su suerte. A manos de ese hombre que no me daba ninguna gracia…

 

 

 

- Escúchame, Dimitri {dijo este tosiendo} No quiero que te rindas, tú debes de ser el capitán de este barco y ser feliz con tu niño. {Dijo mientras su vida se le escapaba de los brazos}

 

- No digas eso, connor {dijo llorando} No me puedes dejar {este me beso}

 

- No importa cuánto  tiempo pase, Volveremos a estar juntos {me beso a la vez que quedaba sin vida en mis brazos}

       

  Estaba mirando el paisaje que se veía por la ventana, cuando sentí un escalofrió que me recorrió la columna. Al ver a los demás, vi que ellos no sintieron nada y tan bien me di cuenta de que faltaba ikki que seguramente se había separado del  grupo de nuevo. Al salir al pasillo escuche un murmulló a lo lejos que me llamo la atención.

 

  

Camine por el pasillo siguiendo esa sensación que me envolvía, deteniéndome ante una puerta de madera. Rodee la desgastada cerradura con mi mano izquierda y gire la misma, abriéndose al instante. Una alcoba en total oscuridad me recibio, ilumine la misma para ver qué era lo que se escuchaba. Al iluminar el suelo vi que estaba lleno de sangre.

  

- Ikki {fue lo único que pude decir al verlo en el suelo inconsciente}

 

    Pero este no me contesto, al arrodillarme en el suelo vi que tenia la camisa húmeda, mojada seguramente por la sangre. Sentí una punzada en el pecho, no sabía que había pasado, pero temí que este no siguiera con vida. Coloque mis manos en su rostro con temor. Lo tome en brazos y lo recosté en lo que parecía ser una cama o sofá no lo sé especifícame.  La angustia recorría cada centímetro de mi cuerpo, no sabía qué pasaba. Ese lugar tenía un ambiente raro que a cada rato me daba mala espina, como si en cualquier momento algo fuera a surgir de la nada y me atacaría.  

 

- Ikki {murmuré a la vez que rosaba su rostro}

 

    Este lentamente me volteo a ver, el dolor se reflejaba en sus ojos. Mire a mí alrededor al comenzar a escuchar una voz que me decía cosas en un leguaje que no entendía. Pero solo me preocupe por ikki que intentaba levantarse, mas cayo sobre mi cuando una punzada de dolor le recorrió la espalda.  

 

- Está loco {fue lo único que dijo antes de agarrándose de mí, logrando al fin sentarse en él la cama}

 

- ¿Quien? {Le pregunte con preocupación mal disimulada}

 

- El hombre que ataco a un joven {dijo ikki sin percatarse}

 

- Esta bien, pero primero salgamos de este lugar {le dije mientras tomando uno de sus brazos lo pase por detrás de mi cuello para ayudarlo a caminar}

 

  Por alguna razón no fue necesario que Ikki me dijera lo mal que se encontraba. No fue el hecho de que se mordía los labios cuando daba un paso, tampoco el simple temblor que sentía atacar su cuerpo a cada paso que dábamos ni tampoco su entrecortada respiración. Mas bien era una inexplicable conexión que al parecer había entre nosotros y ni siquiera éramos consiente de ello hasta ese momento de angustia. 

  Un escalofrío me recorrió toda la espalda cuando sentí una presencia entre las sombras, una presencia que en algún lado recognito de mi cabeza yo reconocía de un pasado muy, muy lejano. Mi atención entonces paso a Ikki cuando retiro su brazo de mi agarre con una expresión de sorpresa… sus heridas habían desaparecido como por arte de magia.

 

 

 Las voces de los demás llamándonos llamo nuestra atención. Provenían de los pasillos más retirados de ese barco, por lo que con linterna en mano, nos internamos en esa oscuridad que a dura penas  las luces lograban traspasar. Antes de darnos cuenta sobre nuestras cabezas estaba el cielo estrellado y allí ante nosotros estaban los demás y una histérica Saory que la preocupación no la dejaba respirar normalmente. 

 

 - Están bien {dijo mirándonos}

 

 

- Si {le dije sin mencionar lo que allí dentro había pasado, la mirada de ikki era muy claro en ese sentido}

 

  

  Seiya miro la puerta abierta y un viento frio le dio de lleno en el rostro lo que fue lo que causo un terror en su cuerpo. Cada minuto causaba que hasta el último cabello del cuerpo se le erizo.

 

  

 - ¿Shun, sentiste eso? {Le dijo seiya mirando a Shun}

 

 - ¿No, que Seiya? {Le dijo sin saber de que hablaba} 

 

Una brillante luz rojiza ilumino el lugar dejándonos a todos ciegos por unos instantes. Tras recuperar la vista frente a nosotros se encontraba una hermosa mujer. De dorados cabellos, de amarillentos ojos y accesorios exóticos que parecían intensos rubíes. En los costados, brazos y alrededor de su cuello se distinguían unos raros tatuajes negros que se expandías y contrarían a voluntad dejando una sombra oscura en la blanca piel de la chica.

 

  

- Un fantasma... {dijo Seiya asustado}

 

  La mujer levanta la cabeza lentamente, a su alrededor se comenzaban a formar unas nubes negras que a cada minuto parecían mas humanas que otra cosa. Otras cuantas sombras rodearon a la mujer mientras las que ya habían terminaban de tomar forma humana.   Un mal presentimiento se instalo en los corazones de todos nosotros, preocupándonos erróneamente por Saory, cuando en realidad ellos buscaban a otra persona, que afirmativamente se encontraba entre nosotros.  

 

- Firest... {Dijo la mujer viendo el firmamento}

 

 

- Firest... {Mirando a la mujer} ¿Qué es eso? ... {Pregunto Saory}

 

- Los firest… casi se extinguen {Miro a Saory} Pero la llave existente esta… {Miro a la mujer}

 

 

- ¿Llave, que llave? {le pregunto saory}

 

  Los violáceos ojos de Saory miraron tras de ellos interrogantes. Un aliento tibio tras ella le advirtió que en definitiva estaban rodeados por entes que no podrían ver. Sus ojos antes violáceos tomaron un tono amarillento distinguiendo moviéndose tras ella que le miraba con una maligna sonrisa que le dijo.    

 

- Porque es tan importante que todos a su alrededor la protejan {Le dijo enojado.

 

 

- ¿Que quieren? {Le dijo saory}

 

 

 

- Vuelta... {Le dijo la sombra sin inmutarse}

 

 -¿Por qué? {Mirándolo directamente al rostro} ¿Porque después de tantos años? {le dijo saory confundida}

   - El tiempo pasado ... al ver la bandera todos se estremecían pero ahora ... solo nos queda el recuerdo de que las personas temblaban de miedo al vernos pero que nadie puede ver ... y después de conseguir fama y fortuna ... nos olvidan como si fuéramos trapos sucios ... QUEREMOS VOLVER ... pero la llave ... perdida ... llave ...

    Después de intentar muchas veces golpear a las sombras nada lograba lastimarlos. Los chicos se juntan más alrededor de saory. De la nada salió un hombre vestido de rojo totalmente, con botas rojas cogió a Seiya del cuello de la camisa, ante la mirada de asombro de los allí presente, el hombre rebusco cualquier cosa que ellos no sabían que era, pero al no encontrar nada fue lanzado al mar.

Shiryu vio al hombre que  lo agarro del cuello, y repitiendo lo mismo que le izo a Seiya, este lo arroja al mar... A Hyoga, repitió lo mismo solo que esta vez el hombre retiro la mano por la frialdad que recorrió su brazo.   

- Demasiado frío... {Se escucho una voz gritando}  

  Los otros dos se habían vuelto a subir al barco y vieron como tiraron a Hyoga al mar que fue agarrado del brazo por Seiya evitando que cayera al mar que tenía la temperatura más baja que pudiera haber sentido en su alma. Shun miro al tipo que se aproximo a ikki, este lucho con las manos que intentaban agarrarlo para sabra dios que razones en vano, pues en un descuide este le agarro por el cuello soltándolo al instante en que su mano se quemo en su totalidad.  

  - Calor.... {Fue lo único que dijo al sentir el calor que emanaba de ikki}  

  Ikki retrocedió aun en el suelo cuando el hombre se paro frente a el para agarrarlo por la camisa, choco contra una de las paredes y solo entonces sintió el agarre en la camisa para ser levantado segundos después. Sintió una mano urgando debajo de su camisa, buscando algo en especifico. 

  Todos se quedaron estaticos, arrodillándose frente a una sombra ahora de color rojo que se convirtió en un muchacho encapuchado y con una mascara. El hombre que estaba a punto de afixiarlo se reflejo en esa macara sonriendo con malicia absoluta.

   Una mueca en su rostro seguida de un grito que salió del hombre que lo sujetaba, ikki cayo al suelo aparatosamente tosiendo y sosteniéndose el cuello adolorido. Cuando miro a su anterior captor una daga se encontraba enterrada en su pecho. El chico se acerco a Ikki pasando su mano por su rostro al instante ikki cayo inconsciente en sus brazos.    

El chico miro a Shiryu a través de la máscara, viendo su mirada concentrada en ikki, luego su mirada se concentro en shun, en ellos encontró temor por la vida de su hermano mayor. El chico se acerco a Shiryu entregándolo en sus brazos “cuídalo con tu vida dragón” fue su respuesta, para luego, sin dejar que Shiryu hablara, acercase a shun y en sus manos depositar una fotos que por causa de la oscuridad no pudo ver…

 

  

Luego en medio de una nube rojiza el chico desapareció junto con el desaparecieron también todos los fantasmas y la mujer que antes les atacaran.

 

  Ya mas tranquilos Shun dirigió su linterna a la foto en su muñeca y cuál fue su sorpresa al ver al hombre que en ella salía con unos oscuros e inexpresivos ojos, mas en los más profundo de esos ojos sin sentimientos pudo distinguir un dejo de dolor que no podía explicar. 


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