Siento todas las miradas sobre mí, giro mi rostro y todos esos pares de ojos clavados en mi persona, siento que el aire me falta, miro al frente y sus ojos me miran preguntándome que pasa conmigo, un nudo en mi garganta crece y yo no se qué hacer.
La culpa de todo la tiene Tom mi estúpido hermano mayor, del cual he estado enamorado desde que tengo memoria pero sé perfectamente que amarnos es imposible.
Cierro mis ojos, si tan solo me hubieras hablado con la verdad hace tres días cuando yo te dije que te amaba y tú solamente me dijiste que eso era un error, por qué tenias que hacerlo hasta el último minuto y dejarme solo en esto.
-Bill? Que te ocurre. Me susurró el joven rubio de hermosos ojos azules que estaba frente a mi.
-yo… mis palabras no salen, no dejo de pensar en su rostro apagado, triste y lloroso.
*flash back*
-Mamá tu crees que la corbata está bien puesta? Le pregunté a mi madre que aun me miraba de manera triste y no entendía por qué, se supone que hoy seria el dia mas feliz en la vida de una madre, su hijo se casa, no es lo que se supone que hacen todas las madres, contonearse orgullosas del gran paso que por fin da uno de sus hijos? Por qué la mia no luce asi? –mamá? .repito ella luce pensativa y triste.
-si cariño tu corbata está muy bien, luces precioso. Me respondió fingiendo una sonrisa.
-mamá ocurre algo? Yo sabia que si y necesitaba respuestas.
-Estoy triste porque mi niño se irá de su hogar para formar uno propio eso es todo cariño. Aunque trató de sonar creíble y que la conozco mas que su propio esposo sabia que me estaba mintiendo, algo mas ocurría y no quería decirme.
-pero voy a visitarte muy seguido. Traté de hacerla creer que le había creido.
-Lo se, pero ahora tu lugar será al lado de tu esposo porque asi debe ser y porque lo amas verdad Bill?
Frunci el ceño, no entendía el por que de la pregunta de mi madre, bajé la mirada y apenas mi voz salió en un susurro. –si mamá le quiero.
-Bien, estas listo, voy a ponerme al lado de Gordon que de seguro ha de estar desesperado. Me dijo de lo mas rápido saliendo de allí dejándome intranquilo. Acaso mi madre sospecha de mis sentimientos? Muy metido estaba en mis pensamientos cuando la puerta se abrió y allí estaba el parado frente a mi la persona que mas amo en este mundo, mi hermano Tom.
-No lo hagas Bill. Me dijo sin mas.
Que? fué lo único que pude responder.
No lo hagas, no te cases con el, no puedes hacerlo Billy.
-Tom. Susurré
-Bill te mentí, fui un cobarde, cuando me dijiste que me amabas yo lo negué porque tenia miedo, porque lo nuestro es imposible y lo sabes, me diste una oportunidad y lo eché a perder lo se, pero si te casas, si me dejar yo… yo no voy a poder vivir sin ti.
-Tom basta. Sentí que el mundo se me vino encima.
-Bill perdóname fui un idiota
-Tom voy a casarme. Respondí sintiendo lagrimas rodar por mis mejillas.
-Billy no lo hagas por favor, estoy dispuesto a luchar contra todo para que esto pueda ser posible, enfrentaremos al mundo juntos, pero por favor no te cases, no me dejes, no lo hagas.
Todo lo que me estaba diciendo sonaba tan convincente tan real, pero y si después se arrepentía? Yo no podía hacerle eso a Andreas, después de todo siempre ha estado conmigo, Tom me hizo sufrir mucho, siempre con sus amoríos de una noche, chica tras chica pasando por su cama y yo solo como el hermano bueno que no dice nada y lo ayuda en todo.
-Tommy lo siento, ya tomé mi decisión, te di muchas oportunidades y jamás tomaste alguna y hace dos noches te volví a ofrecer una mas y me rechazaste, voy a casarme con Andreas, lo siento. Mis palabras apenas y salían pero ya estaba dicho mi decisión estaba tomada.
Yo… esta bien. Bajó la mirada, limpió sus lagrimas con las mangas del esmoquin que tan bien portaba apretó los puños y se acercó a mi. -Que seas muy feliz Bill. Sonrió y me dio un fuerte y caluroso abrazo. Le correspondí aferrándome a el, sintiendo su calor y respirando su delicioso aroma por ultima vez.
-Te amo. Me susurró y al siguiente momento sus labios estaban besando los míos, un delicado y suave beso, el primero y el ultimo, mis lagrimas no dejaban de salir, nos separamos y sentí un frio recorrer mi cuerpo, me dirigió una última mirada y salió dejándome solo.
-También te amo… Tom. Pronuncié rosando mis labios con mis dedos, jamás olvidaría su sabor. Limpie mis lagrimas, retoqué el delicado maquillaje que hoy estaba llevando, acomodé bien mis ropas y salí a cumplir con mi compromiso.
*Fin del flash back*
-Bill? .Volvió a repetir Andreas.
-yo, lo siento Andreas no puedo, no puedo casarme contigo, perdóname.
-Bill? Preguntó por si no había escuchado bien.
-Andy sabes que te quiero mucho pero…
-No me amas verdad? Me interrumpió
-No. Respondi. No te amo y no puedo hacerte esto, no puedo hacernos esto.
-Lo amas a el verdad? Abri mis ojos, acaso Andreas lo sabia?
Asentí con la cabeza y miré en dirección de mis padres y ellos estaban… FELICES?
-Anda Bill ve por el. Me dijo Andreas sonriendo.
-Pero Andy….
-Oh pequeño Bill tu eres de los que solo aman una vez y mereces estar con esa persona asi que si quieres estar con el solo vete y alcánzalo, porque hace mucho rato que se fue.
-Eh? Lo sabia, Andreas lo sabia.
-Es Tom lo se, me lo dijo, me rogó para que no me casara contigo pero le dije que la decisión tendría que ser tuya. Susurró para que solo yo escuchara.
Sonreí, lo abracé y salí corriendo tras Tom mi Tom. Afuera estaba lloviendo pero no me importó yo solo necesitaba encontrarlo a el, sentía mi corazón latir fuerte y corrí y corrí. Solo podía dirigirme a un solo lugar, a nuestra casa sabia que allí lo encontraría.
Afortunadamente decidí utilizar no utilizar botas de tacón alto y en su lugar unas cómodas botan de tacón bajo por lo que me permitió correr a lo que mis largas piernas daban. Después de unos minutos de carrera logré ver a alguien vestido de esmoquin caminando con las manos metidas en sus bolsillos y la mirada clavada en el suelo, sin duda ese era mi Tommy y mi corazón se aceleró nuevamente.
-Tom!!! Grité pero no me escuchó. Tommy!. Volvi a gritar y el se detuvo pero no se giró.
Corri un poco mas y llegué hasta el.
T-Tom-my. Mi voz apenas y salía por la carrera, pero allí estaba frente a el con el corazón latiendo a mil por hora en medio de la solitaria calle bajo la fría lluvia, mi cabello y maquillaje arruinados pero eso no importaba.
-Bi-Bill! Se giró y me miró con sus hermosos ojos marrones haciendo que mi piel se estremeciera pero no de frio si no de emoción.
-no- no lo- hice, no me casé con-con Andreas.
-Billy… sonrió. Dios mío es posible que alguien hasta bajo la lluvia luzca maravillosamente hermoso? Mordí mi labio y decidí hablar de una buena vez. –Tommy no pude hacerlo porque es a ti a quien amo con toda mi alma pero eso ya lo sabías y si no es contigo con quien deba casarme entonces no lo haré con nadie mas, te amo como yo se que nadie mas va a hacerlo y se que tu también me amas.
-Si Billy fui un idiota pero ver que te perdía me hizo comprender que tu y solo tu eres el dueño de mi corazón, tu eres y serás siempre la persona a quien amo y amaré. Se acercó a mi y me abrazó fuertemente.
Correspondí el abrazo…. Ok ok me le lancé en brazos y sin perder más tiempo volví a probar esos labios que tanto me gustaban. Comenzó a girarme en brazos sin romper el beso y allí bajo la lluvia me prometió hacerme feliz.
El sonido del claxon de un coche nos sacó de nuestra burbuja y para sorpresa de nosotros eran mamá y Gordon que nos sonreían felices y pude comprender que ellos lo sabían y por eso estaban asi conmigo.
Tom me tomó de la mano y sin dejar de sonreír caminamos a casa.
-gracias Bill. Me dijo mirándome con una expresión feliz.
-Por qué? Le pregunté curioso.
-Por darme una última oportunidad y te prometo no desperdiciarla. Me dijo con sinceridad.
-Pues mas te vale, por que dejé ir a un sexy rubio de ojos azules. Respondí sonriendo al ver la expresión de mi Tommy.
-Oye!!! Yo también soy rubio… bueno era rubio… pero si te gustan los rubios podemos arreglarlo y no tengo los ojos azules pero si soy sexy. Terminó con una sonrisa aun más amplia.
-Tommy!! Aquí en vanidoso soy yo y no a mi me gustan los azabaches. Respondí acariciando una de sus hermosas trenzas.
-Te había dicho que cuando no llevas el cabello tan largo y esponjado te ves más hermoso? Aunque debo aceptar que tu hasta con arrapos te ves bello.
-O vamos mejor di que lo que yo use me hace lucir sexy, bello y te dan ganas de comerme. Le dije comprendiendo muy tarde el por qué de la mirada picara de mi amado. Y la verdad eso no importa porque yo también lo deseo y ahora que se que las personas de las que mas temíamos nos apoyan ya no hay más a lo que tener miedo si nos tenemos el uno al otro, no necesitamos nada más.