Saga se encontraba dando vueltas sin saber nada que hacer por decima vez ese día. Muy temprano bien se levanto Shion lo mando a orden algunas cosas de los informes antiguos, era algo fácil, no le había costado nada reagrupar correctamente viejos librejos, pero en un mal esfuerzo un estante completo se le había caído, de suerte logro esquivarlo, pero desparramo cientos de libros en el suelo. Los levanto y guardo uno a uno, comenzó a temer de lo que el patriarca fuera capaz al ver que varios libros se le habían roto, decidió hacer lo mismo que Kanon guardarlos tal los encontró y así nadie se daría cuenta.
Muy ingenioso de su parte, guardo cada libro hasta que vio uno extraño con una tapa marrón que decía la tapa “el día que naciste” se rio un poco y luego vio varios nombres que conocía en la tapa, cada uno con su fecha de nacimiento, releyó varios inicios de páginas, en cada uno había día, hora, clima y hasta lugar especifico de nacimiento quedando asombrado con la mayoría. Bajo a toda prisa hasta el templo de Aries donde hice que Mu los llamara a todos para leerle aquel descubrimiento.
-¿Qué pasa Saga?- dijo DeathMask molesto- me estaba afeitando.
-Shion escribió en un libro lo que paso el día en que cada uno nació- dijo mostrándolo.
-¿Cómo sabes?- pregunto Shura intrigado ante tal cosa.
Saga lo saco de dentro de su armadura y comenzó a leer el principio- “Athena está al porvenir, me dijeron las estrellas, dentro de quince años vendrán y según las estrellas comenzarían a nacer los santos dorados que la protegerán, solo once ya que el doceavo esta en rozan cumpliendo con su deber de cuidar el sello de Hades, mi viejo amigo Dohco, el primero está por llegar. El patriarca Sage me dejo en una libreta escrito que si quería expresar de alguna manera los sentimientos ante el nacimiento de los santos dorados que lo hiciera escribiéndolos, los escribiré en este libro, espero no sea solo una exageraron de él lo que me dijo “cuando nazcan querrás expresar esta alegría, pues serán como tus hijos”
-Así que encontraste mi libro he- dijo Shion apareciendo de la nada.
-¿Te sirvió el consejo de Sage?- pregunto Dohco con intriga.
-Algo, pero si era cierto, ¿me devuelves eso Saga?- se lo pidió tranquilamente.
-¿Podemos sabes que pensaste el día en que nacimos?- pregunto poniendo cara de cachorrito.
-No-
-Yo quiero saber maestro- dijo Mu- si para nosotros usted es como nuestro padre…quiero sabes que hizo cuando me vio.
-Yo también quiero saber viejo Shion- dijo Aioros con picardía- dijo gran patriarca.
-¿Todos quieren?- pregunto mirando, la mayoría levanto la mano aceptando el saber.
Cinco de mayo, ocho de la noche, Santuario, Atenas, Grecia.
Clima: parcialmente nublado.
Las estrellas me han avisado, el primer santo, Géminis ha de nacer, baje de StarHill y me tele transporté donde Pólux y Castor me llevaron, una casa al parecer de una familia pobre. Podía ver una pequeña luz en la habitación más atrás de la pequeña y rustica casa, entre sigilosamente y busque la habitación de la luz, no fue difícil la casa solo tenía dos cuartos. En la habitación donde se iluminaba por la pequeña luz de una vela, una mujer joven estaba dando a luz, sola, entre al percatarme que tenía problemas, la ayude en lo que pude, no tenía mucho que hacer en un parto, era el primero y no sería el último, solo pude darle agua y ayudarle a bajar la fiebre que había levantado.
Dos horas después de mi llegada, nació el primero, el elegido como Santo de Géminis, pensé, lo tome ente mis brazos una vez nació y lo bañe en agua tibia que había puesto un rato antes, el pequeño sonrió con las caricias, luego lo acobije en unas mantas blancas y lo acerque a su madre, volví a la cama rápidamente para esperar al último, según se los géminis siempre son y serán dos, nunca nacerá un solo niño. Hice exactamente lo mismo con el segundo, una vez toda termino, limpie un poco la habitación para quitar el olor a sangre del parto y les coloque a los gemelos unos pequeños amuletos con los nombres mitológicos de los dos.
-Saga- me dijo la mujer una vez que pudo volver a respirar tranquilamente- así te llamaras, Saga.
-Es un hermoso nombre- le elogie- el será el santo de Géminis y tal como los gemelos hijos de Zeus, este otro será el hermano fiel que siempre ira donde su hermano.
-Kanon- siguió mirando al otro pequeño con dulzura.
-No soy nadie para reprocharle- dije cortésmente.
-Maestro- me dijo casi en susurro- temo que estos niños tengan problema al tener un padre.
-Tendrán de su lado al caballero más poderoso del santuario, Yo, el Gran patriarca, los tratare como a mis propios hijos y los intuiré en las sagradas enseñanzas, serán los gemelos Saga y Kanon, los más fuertes del santuario, tal como quiso en el pasado Aspros de géminis lograr, no les faltara nada- le jure en aquel momento al verla débil, intuía que esta debilidad solo duraría poco, el parto había sido muy duro para ella, esperara resistiera pero no tenía muchas esperanzas.
Salí tranquilamente de la casa, apagado la vela y cubriendo con mi cosmos la casa, para que al menos los pequeños y su madre dormirían tranquilamente esa noche y las que siguieran, al día siguiente los llevaría a una casa más cerca de las doce casas, quizás llevaría a la mujer a vivir en casa de Géminis, no eso era erróneo, Saga debía ganar su honor antes, si los aria ir a una casa lo más cerca posible, así pudieran estar cerca de mí y yo siempre vigilarles.
Para terminar con esta página y quizás con esta pequeña aventura, debo admitir que Sage tenía razón, este libro me hace sentí bien, puesto que no entiendo aun porque jure ser como un padre para esos niños…pero no me arrepiento de mi decisión, espero que alguno de los siguientes en nacer si tengan un padre y madre, y que sean pocos con esta suerte nefasta del destino.
Por último y para terminar este día con un broche de oro, o al menos esta página en blanco amarillenta, Bienvenidos al mundo Saga y Kanon de Géminis.
Todos miraron con sorpresa al terminar de escuchar esas palabras, Saga y Kanon quedaron casi petrificados al escuchar tales líneas.
-Su madre vivió gran parte de su niñez, un pueblo abajo, custodiado por la casa de Géminis, ella vivía junto a ustedes en la casa más cercana a la esplendida vista del templo, su madre vive aun abajo, en la primera casa y los mira, lo sé porque diariamente la veo cuando bajo por el periódico y ella me sonríe y a veces creo que me dice, disciplínalos un poco mas ayer los vi pelear.
-Una pregunta- levanto la mano Mu- cada página está escrita por orden de nacimientos verdad, es decir, los primeros en nacer fueron Saga y Kanon, el siguiente será Aioros.
-Así es Mu, la página siguiente viene Aioros y a este le sigue Shura, a este le sigue Cáncer, y así van en orden de nacimiento- explico- ahora viene alguien que no solo ayudo a Athena, sino a otros.
-¿Qué?- dijeron todos a la vez.
-Aioros, ya sabrán porque, mientras avance con la lectura- dijo volviendo a tomar el libro.
30 de noviembre, doce del mediodía. Santuario, Atenas, Grecia.
Clima: soleado.
Las estrellas en la noche anterior me dieron la peor noticia posible, bueno, el nacimiento no es una mala noticia, pero el día y el signo, encima en el mismo día, el clima… bueno es todo lo contrario ¡ha de ser una broma de los dioses! No puede ser posible que en el mismo año nazcan dos contrarios y como poco, cuando debo ir a ver al santo de Sagitario nacer por esas casualidades divinas debo de cuidar de Saga debido a un incidente casero donde Kanon resulto quemado en su baño, su madre lo llevo al médico del pueblo y no podía dejar a Saga solo y me no he tenido más opción que tenerlo conmigo, espero este incidente no ocurra en el futuro.
Interrupción Abrupta.
-¿ocurrió otra vez?- pregunto Aioros mostrando una sonrisa picaresca.
-Sí, unas…dos veces más, creo, no recuerdo bien, pero si ocurrió de nuevo…en esa oportunidad tú fuiste a quien lleve, en otras yo decidí llevarlos.
Regresando a la historia.
Recibí a Saga en brazos antes de irme a donde nacería Sagitario, el pequeño de inmediato comenzó a extrañar a su hermano, espero siempre sean así de unidos este par, su madre se alejo lentamente mientras tenia a Kanon cubierto con toallas húmeda.
Me tele-trasporté inmediatamente donde Kaus Australisme había marcado la noche anterior. Era una casa algo grande, se podían ver más de dos habitaciones en ella, era hora de almorzar pero a lo lejos se escuchaban los gritos de la mujer que estaba dando a luz, ente lentamente y suspire aliviado al ver a un hombre en la habitación matrimonial haciendo todo lo posible para que este nacimiento fuera perfecto o al menos lo pareciera, iba por agua, calentaba agua, le pasaba un paño húmedo a su mujer por la frente y muchas otras cosas por las que tome apunte para nacimientos futuros.
Espere pacientemente hasta que Saga comenzó a inquietarse para que lo bajaran ¿Cuántos meses tenía ya ese niño que se puso quisquilloso? Lo baje con lentitud y él se sentó a mirar desde su lugar, un alivio, hasta que el bebe nació, Saga se escapo y a toda prisa fue donde estaban los felices padres. Corrí a toda prisa a agarrar a Saga y la familia me quedo mirando, menos el recién nacido que estaba al parecer durmiendo chupándose el dedo índice de la mano derecha.
-Gran maestro- dijo el hombre levantándose.
-Bueno- dijo nervioso- es deber mío presenciar que el nacimiento de un santo de Oro o el futuro santo de oro, las estrellas me marcaron a su pequeño hijo como el siguiente Santo de Sagitario.
-Aioros- se apresuro la mujer- se llama Aioros.
-Aioros de Sagitario, suena bien- acote sonriendo, luego levante en brazos a Saga- Disculpen las molestias.
-¿Ese pequeño es hijo suyo gran maestro?- me pregunto el hombre mirándome con intriga.
-No, es el siguiente santo de géminis, Saga, tiene solo unos meses, pero aprendió a gatear muy pronto, su madre tenía que hacer una diligencia y lo dejo a mi cuidado.
-Se ve que serán grandes amigos- agrego la mujer.
-Esperemos- dije saliendo a toda prisa, no podía decirles que según las estrellas, y por la eclíptica misma Aioros y Saga se odiarían a muerte.
Regrese a casa y luego me senté a escribir este libro, Saga al parecer le agrado Aioros, porque mira siempre a la puerta, por Aioros dejo de llorar por Kanon y por Aioros pues, mira como perdido, ¿quizás le agrado? Espero, no me gustaría que por la eclíptica estos dos se odien, al menos se que Saga siente interés por Aioros, espero sea un interés bueno y no todo lo contrario, una cosa que note, Saga y Kanon nacieron sin cabello, Aioros nació con un poco de cabellos castaños sobre la cabeza ¿serán indicios que serán contrarios? Espero que no.
Para finalizar esta página y ahora que la madre de Saga ha venido por él, dejara de interrumpirme mi escritura, lo ha hecho al menos quince veces, pidiéndome leche, que le cambie el pañal y escapándose de mi recamara, este niño es muy inquieto, espero Aioros sea todo lo contrario.
Ya me desvié de nuevo pensando en Saga ¿Por qué escribo esto?, finalmente Bienvenido al Mundo, Aioros de Sagitario.
Aioros lo miro con intriga y luego pregunto sorprendido- ¿Qué paso con mis padres?
-Viven en el pueblo custodiado por el templo de Leo, vigilando a tu hermanito, tu padre en especial.
-¿Saga estaba interesado en Aioros?- pregunto Shura.
-Era bebe, al ver a otro bebe, le dio curiosidad.
-¿Quién sigue maestro?- pregunto Mu sonriendo inocentemente.
-Shura… ¿seguro quieres que lea esto?- pregunto preocupado.
-Debe ser igual que los demás, no me molestaría saber cómo naci.
-Aquí vamos- dijo dando vuelta a la pagina.
Doce de enero, seis de la tarde, Provincia de Huesca, cuidad de Huesca, Comunidad autónoma Aragón, España.
Nota: ¿Por qué este niño ha elegido nacer en un país con tanta delimitación geográfica? Espero que los que siguen no sea tan largo el lugar de nacimiento.
Interrupción Abrupta
Aioria levanto la mano- ¿Hubo quienes nacieron en lugares más largos?
Shion miro decaído- Camus nació en un lugar de difícil pronunciación, lo escribí como nota, Afrodita igual, Aldebarán más o menos, Shaka también.
-Ya quiero que llegue a mi parte maestro- dijo Mu emocionado.
-A ver ¿en que quede? Así iba por el clima.
Clima: nublado, con fuertes vientos, leve llovizna.
La noche anterior en StarHill, las estrellas me dijeron que algo pasaría, algo preocupante, pero extrañamente me dijeron que Aioros debía estar presente para evitar que la catástrofe fuera mayor, quizás leí mal las estrellas, aunque nunca he fallado en los últimos doscientos años. Esa misma tarde había ido a buscar a Aioros, para mi suerte él se había escapado de su casa para evitar comer vegetales y claro, acudió a mí para que le diera de comer su comida favorita, ya que Saga y Kanon comían siempre conmigo desde que madre comenzó a trabajar.
Estaba seguro y esperaba que fuera algo erróneo lo que me dijeron las estrellas, pero esperaba que aquella situación alarmante no involucrar al pequeño por nacer, solo esperaba que Aioros fuera de verdad de ayuda y no todo lo contrario. Scheddi me mando a una casa situada casi al centro de los pirineos, muy cerca del salto de Roldan, al parecer el siguiente niño, el siguiente capricornio será el portador de la espada Escalibur, porque no tiene sentido que nazca tan cerca de un lugar que se dice fue hecho por la hoja de una espada y que él no posea la espada sagrada, sentido no tiene.
En fin, llegamos con Aioros, quien todo el camino me dijo que estaba cansado y tuve que llevarlo en mis brazos, tiene tres años mucha resistencia de él no me conviene esperar. Entramos a la casa de igual modo que lo hice años atrás cuando nacieron los primeros dos santos de oro, la casa parecía de una familia de clase media, tenía varias habitaciones, dos pisos, en la planta baja había un estante lleno de adornos y en algunos cuadros se veían grandes espadas, también había estatuillas de hombres con espadas, definitivamente el niño a nacer seria portador de la espada sagrada.
En la habitación principal se veía un ambiente tenso, una mujer estaba utilizando todas sus fuerzas dando a luz mientras el hombre, sentado en una silla, le agarraba la mano y esperaba el momento de levantarse, una imagen deprimente, al menos Aioros no la vio, por ponerse a jugar con una de las estatuillas donde habían un hombre en un caballo portando un arco y una flecha a punto de disparar.
El niño nació de un momento a otro, pero había algo fuera de lo normal, el hombre se levanto lentamente y lo cubrió con un paño blanco totalmente, mis temores me acecharon, al parecer el niño había muerto al nacer, Aioros instintivamente dejo a un lado la estatuilla de porcelana y se acerco a donde el hombre, desconsolado, lloraba al pequeño que tenía en sus brazos, le galo de la remera y le pido ver al niño. Me sorprendió cuando aquel hombre triste le permitió verlo, pero aun mas, cuando Aioros le apretó con su dedo índice el pecho provocando que el pequeño tragara una bocanada de aire y luego tosió con fuerza escupiendo sangre y saliva, limpiando sus pulmones.
Me acerque lentamente, Aioros se me acerco con el pequeño niño con algunos cabellos negros en la cabeza y me sonreía abiertamente, me acerque para felicitar por el nacimiento a aquel hombre, mas este tapo con las sabanas blancas, que ya estaban preparadas a un costado de la cama a su mujer, me acerque más y note que esta respiraba con dificultad.
Le quiete al niño de los brazos de Aioros, quien se puso de mal humor y comenzó a protestar, le deje en brazos de su madre al pequeño niño y le dije- usted póngale el nombre, es su hijo.
Ella me miro con una mirada triste y en cierta manera vacía, miro al niño que dormía plácidamente acurrucándose en sus brazos, le tomo su pequeña manita y le dio un beso dulce, para luego respirar tranquila y dijo- Shura, como mi padre- derramo unas cuentas lagrimas y luego sus brazos soltaron al niño.
El padre afligido le saco al niño de los brazos y se lo regreso a Aioros quien ya tenía una estatuilla en manos para jugar con el pequeño, termino de tapar a su mujer con lentitud y se sentó en la silla con desgano -¿Van a llevarse a mi hijo?- pregunto tristemente.
-No, soy Shion, vengo desde Atenas, Grecia, su hijo ha sido iluminado para ser un protector de Athena, del más alto rango señor, un santo dorado, el santo de capricornio.
-¿Eso es bueno o malo?
-Es bueno señor, su hijo será un valiente y fuerte guerrero, uno de los doce entre una legión de ochenta y ocho, el niño que lo tiene es Aioros, futuro santo de Sagitario.
-¿Se lo llevaran ahora?
-No señor, todavía es joven para empezar el entrenamiento, pues acaba de nacer, ni Aioros, que tiene ya cuatro años ha comenzado su entrenamiento, pero pronto lo hará, en cambio su hijo entrenara aquí, en los pirineos, será un fuerte santo dorados.
-¿Podre ayudarle en algo?- dijo con los ojos brillosos, yo solo le asentí- Shura…hermoso nombre.
Nos quedamos un largo tiempo con Aioros allí, el jugando con Shura y yo platicando con aquel hombre acerca de lo que sería la vida de Shura como sirviente de Athena, ese mismo día, me jure a mi mismo que aria hasta lo imposible para que aquel pequeño se alejara mucho de su padre. Pero como dicen las estrellas el nacimiento de Athena es próximo, creo que no podre cumplir esa promesa, ya que con la reencarnación de Athena vienen las guerras santas, lo único que si se cumplirá será que ese pequeño será posiblemente el mejor amigo de Aioros y uno de los más fuertes.
De regreso a Grecia, mande por carta algo de dinero para que por este mes aquel hombre pudiera mantenerse, luego comencé a averiguar de una buena niñera y comencé los preparativos para el funeral. Esta noche me toca quedarme con el dúo tempestad, apodo que les puse a Aioros y Saga debido a sus constantes peleas.
Veo a saga dormir y me pongo a pensar ¡que contrariedad! Saga nació sin un padre y ama a su madre como a nada, al igual que a su hermano, en cambio Shura, el mismo día que nació, su madre a muerto, no la conocerá y su padre lo criara como al tesoro más preciado de la tierra. Saga tiene madre y no padre, Shura tiene padre y no madre ¡Mundo al revés! Pobres niños.
En estas páginas juro que si encuentro algún día al desgraciado padre de los gemelos géminis, lo voy a hacer pagar por el sufrimiento injusto de sus hijos, al no estar él. En cambio Shura, para ti, juro que estas páginas que para ti, no volverás a perder a ningún ser amado.
Por último Bienvenido al mundo Shura de Capricornio.
Instintivamente Aioros fue y abrazo a Shura, este casi de inmediato comenzó a llorar, Aioros cubrió en su pecho y comenzó a pasar sus manos por sus cabellos, para cubrirlo totalmente y de paso darle cariño, cariño que solo él podía darle- Tranquilo Cabrita, mira desde chiquitos que nos llevamos bien…
-No me llames cabrita- dijo haciendo puchero.
-Ya Shura, aquí estoy yo para ti.
-Shura, tu padre ayudo mucho durante tu entonamiento, llevándote alimentos y todo eso, aunque no lo sepas, el aun vive, después de la guerra de Hades y cuando regresamos, pues, recordé este libro y mande a traerlo, ahora vive en el pueblito que vigilas y sé que trabaja de afilador.
-¿Qué?- dijeron todos a la vez sorprendidos.
-Allá en España comenzó siendo forjador de espadas, acá como no encontraba quien comprara espadas, se hizo afilador, al menos eso me conto.
-Más tarde vamos a verlo Shura- le prepuso Aioros- de paso pasamos por casa de mis padres.
-No llores Shura- acoto Shion- ahora viene la historia más tétrica, DeathMask.
Shura se sentó firmemente, pero Aioros no le permitió quedarse mucho tiempo, rápidamente lo sentó cerca de si para luego abrazarlo y tenerlo oculto en su pecho o al menos bien acogido, lo que causo una sonrisa en Aioria, ya que desde que había vuelto a la vida Aioros quería ser sobre protector con él, Aioria no se lo permitía argumentando ser ya un hombre, en cambio ahora con Shura era diferente, Shura se comportaba tal como Aioros quería, un hermanito menor que buscaba cariño, aunque ya sabía que esa relación había evolucionado y ahora Shura era su cuñado.
Shion al ver que todo volvió a calmarse y que todos esperaban la lectura, tomo el libro con cierta emoción, todavía no había olvidado los incidentes ocurridos en Italia en aquel tiempo.
Veinte y cuatro de junio, ciudad de Palermo, provincia de Palermo, Isla de Sicilia, Italia.
Clima: nublado, con una tormenta eléctrica.
Subi a Star Hill a le medianoche, no supe porque, solo me agarro interés en ir y Altarf me mostro que estaba naciendo el nuevo santo de cáncer. Esa noche había dormido con Shura, su padre me lo dejo a cargo cuando supo de una oportunidad de trabajar en una fábrica, y cuando le lleve a Aioros a jugar me pidió que cuidara unos días, como es de noche y no tengo opción deberá llevarlo conmigo, dicen que Sicilia es una de las ciudad más hermosas, ya veré, esperaba que Shura no se despierte.
Me tele transporte a un extraño lujar, una casa medio macabra diría yo, dos pisos, hecha de madera que parece que se desquebraja, para colmo se despertó Shura con los relámpagos, de suerte soy algo así como amoroso, no sé cómo es la palabra, la cosa es que logre calmarlo, entramos a la casa y más miedo daba, tanto que Shura estaba temblando y abrazaba tan fuerte como podía, estaba al borde de gritar. Llegamos a la única habitación con luz, había un hombre, con cara de medio muerto, una mujer que estaba dando a luz y un niño, de más o menos la edad de Aioros, espere con Shura a que naciera el tal niño para dar la noticia que era uno de los futuros santos de Athena, lo peor no comenzaba.
Cuando el niño nació, todo bien, me acerque con Shura en brazos y el hombre con cara siniestra comenzó a reír, lo que estremeció a Shura, lo tape con mi manto para que no viera mas nada que lo asustara, yo ya estaba al borde de un colapso seguro, pero por el bien de Shura debía resistir.
-Señor, soy el patriarca, vengo de Grecia- dije secamente- su hijo a nacido bajo el signo de cáncer Altarf lo ha nombrado el nuevo santo de cáncer, el cual defenderá a Athena cuando esta renazca.
-¡Que alegría! ¡Felicidad por el mundo! Mi hijo defenderá a una diosa pacifista- dijo sonriendo sínicamente- yo lo criare para sembrar el terror.
-No le haga caso señor- dijo la mujer- Ángelo es así, vive atemorizando a la gente y pensar que de eso vivimos.
-No se preocupe- le dije- Está todo bien.
-¿qué espera hombre? Ya vio nacer al niño, ¿Qué más quiere?- me dijo el hombre mirándome amenazadoramente.
-El nombre del niño y me voy- dije retrocediendo un poco.
-A eso… Ángelo, como su padre.
-Ángelo de cáncer, bonito nombre- dije intentando salir de la casa macabra.
No sé en qué momento el niño tomo al bebe y me lo acerco, solo por cortesía decidí conocer al pequeño, cuando le saque las mantas que cubrían su cabeza, me escupió sangre y comenzó a reír, el padre reía a carcajadas, la madre miraba molesta y el hermano reía como el padre. Me levante y limpie la cara con lo algo de mi ropaje, esperaba que Shura no me viera y se asustara, estaba a punto de salir cuando me di con que no sabía ni por donde entre para mi suerte el niño junto a su hermano me llevo hasta la salida de la casa, pero siguió su camino hasta unos lugares después, el niño estaba solo con el bebe y temí por el santo de cáncer así que baje con él y me di con que bajaron a unas catacumbas. Apresuradamente intente sacar al niño de allí, pero este fue a la sección niños, allí quede petrificado, lo peor de todo Shura vio los cráneos, y el niño seguía avanzando a donde estaba el cuerpo de otro niños, al parecer un recién nacido.
-Allí terminaras- dijo macabramente.
Yo agarre al bebe como pude y Salí corriendo devolviendo el niño a los padres y me devolví a Grecia, Shura al parecer pasaría días conmigo hasta que se le pasara el susto.
No sé si valdrá la pena poner la frase que he puesto siempre al final de pagina de cada nacimiento, pues los anteriores ameritaban ponerle…pero con la familia que va a criarse el santo de cáncer va a dar más miedo, no me imagino cómo será cuando él sea santo de cáncer, ha de dar miedo, solo espero que Shura al ser de la misma edad que él pueda manejarlo y ponerlo en orden, si en eso voy a creer y lo esperare.
Aun sigo inseguro si poner esto o no, pero Bienvenido al mundo Ángelo de Cáncer.
Cuando termino de leer, todos se alzaron en risas acerca del afamado nombre de su compañero, aquel que siempre dijo llamarse DeathMask, Afrodita fue el único que no rio, puesto que no consideraba gracioso el hecho del nombre Ángelo, el resto argumento que Ángelo es un nombre para personas de carácter más o menos bueno y que obviamente Death era todo lo contrario.
Shion alzo la vos con enfado- dejen de reírse así, ya no son niños, ¿saben porque Death es así? Por el sarcástico y con un fuerte desorden mental del padre, el tipo sí que estaba loco ¿saben acaso de que trabajaba? Cuidando catacumbas, el tipo tenía a su cuidado ocho mil muertos…
-Es el número de cabezas en mi templo… paren, mi hermano me quería matar.
-No, tengo entendido que tu familia tiene lugar en esa catacumba, por lo tanto cuando murieras terminarías allí- dijo con una gota en la cabeza.
-Maestro- dijo Mu levantando la mano- ¿Cómo destrastorno a Shura?
-Aioros, lo llevaba siempre a los pirineos para que pasara ratos con Shura, y se lo llevaba a caminar por largos ratos… hasta que nació Aioria.
-Siguiente es rosita- dijo Death en burla, por lo que recibió un golpe del nombrado santo de piscis.
-Veamos Piscis- dijo pasando a la siguiente página.
Diez de marzo, provincia histórica de Dalsland, Provincia de Vastra Gotaland, región de Gotaland, Suecia.
Nota: este niño nació en el país más dividido que he visitado, le gana a Shura, además que algunos nombres son difíciles de escribir.
Clima: Nubado, nevando.
Casi dos años van a cumplirse del último nacimiento, que fue el de Ángelo de Cáncer, pobre niño el padre que tiene lo va a traumar. Las estelas anoche me marcaron lo que pasaría hoy, Kullat Nunu esta mañana de madrugada me ha informado que nacerá el santo de Piscis, a este paso dentro de poco tendré en mis manos al de Aries, ya me imagino de donde vendrá, aunque aun faltan seis santos dorados, es muy posible que el siguiente sea de Mu, si espero, ya quiero tener a ese pequeño en brazos, aunque ya sé quiénes serán sus padres si viene de donde vendrá.
Al principio pensé ir solo, pero luego pensé de nuevo, ¿Y si llevo a alguno de los niños para que lo conozca? Saga quedaba desacatado junto a Aioros, porque ya habían comenzado sus entrenamientos, no podían desvelarse, Shura tampoco, el padre está de vacaciones y la esta pasado muy bien con él, no puedo ir y arruinarles las vacaciones, no se lo merecen. Solo me quedaba Ángelo, el demonio maquiavélico, fui hasta su casa en Italia, su padre estaba cuidando las catacumbas y su madre me autorizo a llevarlo, su hermano me llamo la atención, estaba jugando con un cuchillo decapitando muñecos…espero que a la larga Ángelo no sea como lo están criando, en ese caso debo ponerme en marcha lo antes posible para que comience su entonamiento.
Me tele trasporté hasta el lugar que me marco la estrella, eran como las cuatro de la tarde, estaba nevando pero le daba un suave toque blanquecino a la cuidad, parecía que la primavera apenas había terminado puesto que había pasto verde por todos lados. Camine hasta la casa del santo de piscis quedando petrificado, en ella había ni más ni menos que un jardín enorme de rosas de todos los colores rodeando una enorme mansión, Ángelo intento tocar las flores, pero por las dudas decidí alejarlo, parecían de las venenosas de Alfabica, toque la puerta ya que estaba temblando de frio, un hombre muy gustoso me abrió la puerta y me llevo donde su mujer.
-Tengo unos amigos por Italia y España y me dijeron que están naciendo los santos dorados y que sus hijos son los siguientes, hola Ángelo ¿Cómo estás?- me explico amigablemente.
-¿Conoce al niño?- pregunto muy curioso.
-Sí, es hijo de Ángelo, un cuidador de catacumbas en Italia, nos conocimos con su familia en un viaje hace ya como quince años ¡qué lindo bebe eres ANGELO! Sabes ya va a nacer un amiguito- dijo haciendo reír a Ángelo, lo que me causo asombro, ya que nunca lo vi reír y eso que lo visitaba cada vez que me acordaba de su existencia porque su familia da miedo y sabia por ejemplo que se riera al ver las decapitaciones de su hermano hacia sus muñecos.
Finalmente fuimos hasta una habitación, toda rosada, donde una mujer estaba dando a luz, Ángelo, extrañamente, aplaudió cuando vio salir sangre, me alegra que no hable, finalmente se quedo atónito al ver salir un bebe.
-Se llamara como la diosa de la belleza, Afrodita- dijo la madre muy emocionada debo admitir.
-Es nombre de mujer….
-Yo lo lleve nueve meses, además ha de ser un hermoso guerrero al servicio de los dioses.
Esperamos a que lo limpiaran antes de verlo, era un lindo niño, de aspecto algo fino, por no querer decir afeminando, era el sucesor de Alfabica, no había duda, hasta el momento de entre los nacidos, el más lindo era él. Ángelo intento tocarlo, pero se lo negué, el me golpeo en la cabeza y volvió a intentarlo, volví a golpearle la manita para que dejara de intentar tocar al niño, pero volvió a resistirse y así estuvo hasta que nos fuimos.
Regrese a Ángelo a su casa y yo me fui para el santuario, ya allí fui recibido por la avalancha griega de Aioros y Saga, que estaban peleando de nuevo por quien había subido más rápido a verme, por supuesto dije que empataron, porque sino pelearían hasta el día en que las vacas vuelan.
De regreso con el tema del nacimiento, Afrodita es un niño realmente hermoso, espero no sea egocéntrico o algo por el estilo, que la típica personalidad de los que se creen los seres más bellos del mundo, se que será un santo sin igual, debido a donde nació y como se criara, las rozas serán más que su arma mortífera, tal como Alfabica, su sangre también lo será.
Para terminar y esta vez sí agradado por lo vivido, Bienvenido al mundo Afrodita de Piscis.
Shion miro a todos después de leer aquello, la mayoría se quedo asombrado de saber de dónde venía Afrodita y más aun, que el primero a quien vio fue a DeathMask, puesto que era el único con quien ambos se llevaban bien desde que regresaron al servicio de Atenea.
-Ahora sigue Cami- dijo Milo emocionado abrazado al santo de Acuario.
-Milo no seas empalagoso.
-Tú fuiste quien lo hizo empalagoso- le marco Shion.
-¿Yo? Perdone maestro Shion, pero yo nunca he sido empalagoso- dijo marcándose a sí mismo.
-Es verdad, es más aburrido que una piedra- dijo Death en broma.
-Cuando bebe no lo eras- dijo secamente.
-Shion ¿puedo hacer una pregunta?- dijo Aioros mirando son seriedad- digamos que hace trece años Saga no te matara ¿Tendría que haber presenciado los nacimientos de los de bronce?
-No, el patriarca solo tiene el deber de asegurar el nacimiento de los santos dorados Aioros, en años antes, hubo muertes de ciertos futuros santos dorados, por ejemplo, el hermano de Degel de Acuario iba a ser santo de Capricornio, pero este murió al nacer, Shura, casi se muere al nacer, menos mal que ese día te lleve, eres más que una leyenda muchacho- le elogio.
-Yo presencie el nacimiento de Isaac y de curioso el de Hyoga- dijo Camus mirando sin importancia.
-¿Cómo?- dijeron todos a la vez.
-No es nada, cuando Isaac nació yo apenas había llegado a Siberia, me escape ese día de mis maestros y lo vi, después, tenía seis años cuando nació Hyoga, me quería tomar un día libre y fui al pueblo, allí estaba su madre dando a luz.
-¿Cómo era la madre del llorón?- pregunto Milo con burla.
-No le digas así, recuerda que hay mucha diferencia ente los de bronce con él, Shiryu no conoció a sus padres y Dohco y Shunrei se volvieron la familia de él, Ikki y Shun se tienen entre si, Seiya tiene a Seika, el quedo solo, es entendible.
-¿Cómo era?- rehízo la pregunta Death.
-Rubia, alta, bonita, no la recuerdo mucho, solo la vi un par de veces, cuando me le escapaba a mis maestros para ir a comprar algún dulce al pueblo- aclaro.
-Siguiente pagina, el santo de Acuario- dijo Shion dando por finalizada la charla intermedia, por lo que todos se pusieron a escuchar atentamente.
Continuara