Todo era relativo, relativo hasta que Kamijou Hiroki metía su cuchara en el asunto y entonces todo pasaba a gravitar a su alrededor, simplemente tenía ese don. Pues a pesar de ser denominado por muchos como el demonio Kamijou simplemente era imposible no reparar en su presencia, no notar la redondez que su cara aun conservaba, y en muy raras ocasiones como en este momento una mueca que lo hacía parecer “LINDO”
Los alumnos de la clase “2D” sabían que en cuanto despertara y los encontrara observándolo, les impondría tanta tarea como para que durara hasta graduarse, pero todos sin excepción al entrar a su oficina y encontrarlo durmiendo se quedaron mirándolo con cara tierna, preguntándose si realmente ese era sus profesor.
- Clik – ese sonido, ese simple sonido tuvo la facultad de hacer estremecer por completo al grupo de veintiséis jóvenes, todos voltearon buscando al culpable
- Ehm mmmhmm – gruño suavecito el maestro, los pupilos contuvieron la respiración, con unas pequeñas lagrimas en los ojos, un bostezo infantil y sus manos en puño dirigiéndose a sus parpados un cerrados, nuevamente esos veintisiete alumnos sintieron que había un error, ese no podía ser el demonio Kamijou
- Clik – esta vez estuvieron a punto de morir de un parao cardiaco
- ¿Pero qué? – ahora fue el turno del profesor de ser sorprendido, el silencio se instalo en el lugar- ¿QUÉ RAYOS HACEN AQUÍ?- grito tan fuerte que se escucho en toda la universidad T y como sabemos cuando el castaño se siente incomodo lo demuestra tirando cosas a dar.
Volaron enciclopedias, textos en papiro, obras selectas y todo cuanto a la mano tenia, sus finos dedos tocaron “los clásicos” alguien lo sujeto fuertemente acorralándolo contra el librero.
- Profesor pare – pidió de manera dulce – nosotros solo veníamos a entregarle el proyecto que hace dos semana nos encargo y como hoy tubo junta con los directivos, nos informaron que estaría libre a esta hora y usted detesta los retrasos, así pues
- Decidieron entregarlo…
- A si es - contestaron en coro
- Está bien póngalos en esa maesa – dijo señalando el lugar, su cuerpo se hizo hacia el frente en busca de avanzar pero lo que consiguió fue chocar con otro cuerpo, el joven que lo había detenido antes de que asesinara a alguien con los “clásicos de la literatura occidental” aun lo mantenía firmemente agarrado y parecía que no pensaba soltarlo aun .
Movió su cuerpo un poco intentando soltarse del agarre y el chico que por cierto era mucho mas alto que él, pareció divertirse con su pobre forcejeo
- Profesor es adorable cuando duerme – dijo susurrando a su oído, el castaño solo dio un brinco en su lugar
Ese no parecía uno de sus estudiantes, la mayoría tenia entre dieciocho y veinte años y este lo mínimo que le calculaba era veintiséis. Por fin se retiro dejando al último su trabajo, que con pasta roja, llamaba la atención.
Kamijou los despidió a todos, intentando no ver de frente a ese joven que parecía buscar su mirada de manera insistente.
- Tiene un hermoso cabello color caramelo – soltó al aire antes de salir, fue cuando Hiro pudo ver que el color de sus ojos era malva – me pregunto si son tan dulces como se ven
Hiroki no contesto a la insinuación y cerro una vez se fueron.
- ¿Quien era ese? – tomo su trabajo y lo abrió justo en los datos generales – Kotaro Shimaru – leyó con interés – ¿por qué se me hace conocido el nombre?
Dejo el escrito justo en donde lo había tomado volviendo hacia su escritorio, por un momento sus mejillas tomaron un leve tono rosa, sus alumnos lo habían visto dormir, comenzó a gritar
- Van a perderme todo el respeto – decía mientras tiraba de sus castaños cabellos – de seguro están burlándose de mi ahora mismo
- ¿Tanto como burlarse?
- Profesor Miyagi – dijo intentando no dejar que se notara su sorpresa
- My honey – lo abrazo – tus alumnos te quieren aunque no lo creas, ahora mismo me los acabo de topar, van muy animados, al parecer hoy descubrieron la razón de mi amor por ti
- Le suplico no diga esas sandeces
- ¡Eh! Pero Hiroki, si eres tan lindo cuando duermes, o el simple hecho de que dejes de fruncir el seño
- Eso no es asunto suyo profesor
- ¿Alguna vez te has visto al espejo cuando tienes la cara seria o triste?
- ¡Eh! ¿Ah que vienes esa pregunta?
- Pues, como decirlo, si dejaras de ser tan gruñón incluso podría confundirte con uno de tus alumnos
- ¿Cómo?
- Que si cambiaras un poco tu actitud – y lo envolvió con sus brazos – serias la cosa más adorable
- Con que adorable ¿no? – una voz algo siniestra se escucho en la puerta
- Espera Shinobu, no es lo que estas pensando – se apresuro a aclarar You - Shinobu ¡eh! Shinobu – gritaba saliendo detrás del chico
- Adorable, adorable – repetía Hiro parado en medio de la habitación – profesor es adorable cuando duerme – recordó esas palabras y sus mejillas nuevamente se colorearon de un tenue carmín
Continuara….