POV Malick
-¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!
¿Qué esos idiotas qué? Ahora si los mato, ¿a qué imbécil se le ocurría de un momento para otro volver su mascota a otra persona? Esperen enfrente mío no tengo a un imbécil ¡Tengo cinco!
-Pues como ustedes ya no tienen a donde ir, nosotros les daremos un hogar.
-¿Pero por que demonios…?-Comenze a hablar antes de que el otro rubio cenizo me callara poniendo uno de sus dedos en mis labios.
-Esa boquita… Soy Marick, el peliblanco con mirada de sádico es Bakura
-¡¿A QUIEN LLAMAS SÁDICO MALDITO PSICOPATA?!-Le grito muy enojado.
El otro lo ignoro y me continuo diciendo.-El otro peliblanco es Kohaku, el castaño es el sacerdote, Seto.-
-Cuantas veces te tengo que decir imbécil, que no soy un sacerdote, ¿Oh es que en la minúscula nuez que tienes por cerebro no puede entenderlo?-Dijo el mencionado con frialdad y sarcasmo cruel.
-Si, si lo que tu digas sacerdote.-Vi como el castaño estaba por perder la paciencia.-Y por último está el faraón, Atemu o Yami como quieran.
No sabía porque pero Marick me ponía muy nervioso como si supiera que iría a hacerme algo, de pronto una nueva duda asalto mi mente.
-Esperen un segundo ¿Cómo que sus mascotas?
El rubio solo me sonrió de una manera que me dieron calosfríos, ¿Por qué demonios esa sonrisa me decía que lo que me iban a decir no me iría a gustar?
-Esa pregunta pequeño, es una muy buena. Verán ustedes son cinco y nosotros igual, así que, cada uno de ustedes se vendrá con alguno de nosotros.
-¿Osea que nos vamos a separar y nunca más nos volveremos a ver?-Pregunto con miedo mi hermanito Yugi.
-Ay Dios mío, son unos alarmistas.-Dijo Bakura.-No, estaremos juntos pero ustedes son nuestros, ¿Oh no indica la ley bandolera que si nos secuestramos a alguien para salvarlo y salvarnos sus vidas nos pertenencen?
Ahora si, ¿Qué? Esto no esta pasando maldita sea ¿Qué nuestras vidas les pertenecían? Joder esto no podía estar peor.
POV Marick
Al parecer mi lindo niño ni cuenta se dio de que todavía estaba mi dedo en sus labios, tampoco es que me molestara, así podía sentir la suavidad de estos, ya estaba ansioso por poder probarlos. Vi como su cara estaba muy extraña, bueno, no todos los días te enteras de que ahora eres propiedad de un bandolero pero aún así. Este lindo pequeño me gusto como ninguno otro pero eso sí no dejaría que se escapara.
-Bueno pequeño ¿Cuál es tu nombre?
Primero me miro con desconfianza luego se dio cuenta de mi dedo y se sonrojo,
-Ma-malick
Mira nada más no solo físicamente nos parecemos sino también en el nombre. Mmmmm que interesante.
-Bien Malick, a partir de hoy, eres mío
Creo que le di un colapso cerebral jijijijijijijiji
POV Bakura
El chico enfrente mío es taaaaaaaaaaaaaaaaaaaan lindo, se que mis pensamientos no son de un criminal pero era lindo.
-¿Por qué no nos dicen como se llaman y su edad?
Se miraron entre ellos (excepto el rubio de Marick que ese parecía ido, mmmm ¿Qué le habrá hecho?) antes de responder.
-Yo soy Joseph Wheller, me dicen Joey soy el mayor, tengo 19
-Yo soy Ryou, soy el que sigue después de Malick pero este esta como ido así que lo presentare yo, el es el que le sigue a Joey, tiene 18, yo los cumpliré en un mes.
-M-mi nombres es Yugi.-Dijo la mini copia del faraón con timidez.-Tengo 17
-Yo soy Luna, soy la menor, en dos meses cumplo diecisiete.
Nos miramos entre todos, a pesar de que el maldito sacerdote se llevo al más mayor nosotros teníamos a los otros Kawaii.
-Bien Joey, soy Seto y a partir de ahora tu nuevo dueño cachorrito.-Dijo con la arrogancia que lo identifica.
-¡No soy un perro engreído! ò.ó
-Mmmm, deja de ladrarle a tu amo cachorro…Quien sabe lo que te podría pasar después.
Oh sorpresa, el sacerdote se estaba divirtiendo fastidiando a ese chico. Malick seguía igual.
-Ryou, soy Bakura, tu nuevo dueño
Vi como Kohaku y Luna se miraban con unos ojos… Kohaku es el menor del grupo, está por cumplir los diecinueve pero aún es un adolescente y bueno, esa mirada no es de odio presisamente.
Voltee a ver al faraón fue el que más impacto me dio, al parecer después de la noticia de que Yami sería su nuevo dueño, sumándole el estrés por lo recién ocurrido, el pequeño se desmayo y en ese momento era llevado por el mayor, quien lo cargaba como damisela en apuros.
-Mejor nos vamos, tenemos que llegar a la guarida.-Nos dijo
Continuara……………………………………………………..